Partida Rol por web

Miro con escepticismo a la liche mientras saco un libro... un libro cargado de hojas, más que libro de mago, parece una típica enciclopedia. Dirigiéndome a la Lich sin mirarla, ya que mis ojos comenzaron a ojear el libro, le digo..

- Es extraño, mujer del invierno, que Ciria te haya puesto en mi camino. A ella le debo la vida, y mi devoción está dada por sus designios...

Quito un instante la vista de mi libro, y mirandola esbozo una leve sonrisa..

- Aún así dudo que vuestras palabras reflejen nuestra realidad... Estoy seguro de que ella los ha salvado.

Luego de decir esto, me acerco a Ryo y mientras trato de ver las puertas tras la cascada, busco en el libro y en mi memoria por grabados o referencias que me lleven a saber algo sobre la puerta.

Tu visíon es muy aguda, casi equiparable a la de un dios, lo cual hace que avistar una puerta secreta se algo irrisorio.
Ves claramente un pasaje, una puerat deslizable en la roca.
Apenas entras ves un pasillo. Ni hace falta decirte que en el final ves una puerta igual a la anterior.

Akin se ríe. Y esta vez no es una media sonrisa sino una carcajada.

Cuando los demás ya se han adelantado a buscar el modo de entrar por la puerta de la cascada en vez de dejarle a él hacer su trabajo, su agudísima vista ve una veta de la piedra de su izquierda que parece tener un color ligeramente diferente. De inmediato sus dedos buscan y aprecian lo que su vista no ve, hay una discontinuidad en la piedra ínfima, que sólo su agudísimo sentido del tacto es capaz de apreciar. Una vez que sabe que está allí, abrirla es fácil, y entrar por el pasillo también. Después... otra puerta igual. Quizás fuese el momento de llamar a los demás.

En total silencio deshace camino y se pone tras los otros, momento en el cual se aclara la garganta ruidosamente.

- Si ya habéis terminado de admirar la belleza de la cascada, quizás sea el momento de continuar nuestras búsqueda. Cuando lo consideréis oportuno podéis seguirme.

Al escuchar a Akin, me doy vuelta y encaro hacia la grieta que está señalando.

Antes de ingresar me freno en la entrada, miro a Akin seriamente y extiendo mi mano hacia la grieta.

- Tal vez lo mejor sea que vuestra sabiduría ilumine nuestro camino.

Aguardo a que pase el mediano.

Hummm. Por Sif, acabo de pasar por ahi y hubiera jurado que no habia nada. ...Pffst. Magia... Rumia el rey, desconfiando de la habilidad del lugarteniente de su antiguo compañero de aventuras.
Vamos, tu eres el explorador acá...yo te cubro Akin.

Akin se vuelve a adelantar, todavía sonriendo. Y de inmediato sus manos se ponen a buscar trampas, y luego a buscar la cerradura de aquella puerta.

Los héroes pasan por el pasaje y llegan a lo que Akin les señala como una puerta secreta.
El mediano pierde un momento buscando trampas pero no parece haber ninguna.
La puerta se puede correr con facilidad.

Camino tras Akin observando todo en detalle... Cada piedra, cada zócalo...la artesanía de mis antepasados esbozándose ante mis ojos...

Ryo se apresuró a ir tras Akin. Su corazón se había acelerado un poco, y ya notaba el sabor amargo en la boca, no se había dado cuenta pero su cuerpo ya se estaba preparando para cualquier imprevisto.

La puerta secreta se abre y esta revela algo que bueno, el narrador supone como que no imaginaron.
Están a los hombros de una gran estatua de un elfo arrodillado, imaginan que parado medirá cerca de los 20 metros.
Estando allí a los hombros el descenso a un pasillo parece fácil.
Pueden ver una estatua similar opuesta a esta.

Parmenion se adelanta unos metros, hasta alcanzar a Akin. Luego, viendo que el mediano ha encontrado una entrada a través de alguna especie de enorme estatua, desciende y termina dando un salto dentro de una enorme sala.

Una vez adentro, comienza a recorrer con la mirada el abandonado salón.
Debemos estar cerca...casi se puede sentir el caos acá, ...como un corazón latiendo cerca.

Ryo se puso a la par de permenion, y empezó a descender las escaleras, sus pasos apenas arrancaba un susurro sobre el empedrado  suelo.

Akin se sorprende, de nuevo, al ver como el viejo Rey vuelve a adelantársele para entrar en la sala. Con un encogimiento de hombros también él da un pequeño salto para descender suavemente hasta el piso de la estancia.

En élfico:

- La historia nos abre el juego y nos invita a participar de caminos que forjaron nuestros ancestros...

- Levitus..

Doy un salto desde el hombro de la estatua, e inmediatamente me suspendí en el aire, parado sobre algo invisible para cualquier ojo. Lentamente descendí hacia el suelo.

SOy el último de abandonar la sala.ANtes de descender,observo mi alrededor.

Espero que no nos siga nadie,sería fatal.

Una vez me aseguro que no hay nadie husmeando por los alrededores,desciendo de igual manera que Netherion.

Cita:

El extremo oriental de esta sala está sellado por unas grandes puertas dobles, cubiertas por un altorrelieve.

Cita: