Partida Rol por web

El cetro de la Ola de Frío I (La muerte de Haldir)

E3.- Un éxodo para el guardián

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10/09/2014, 19:17
Sir Gerard LeBlanc

El caballero seguía manteniéndose estoicamente en pie, sin hacer más movimiento que el que necesitaba con sus manos para seguir comiendo un poco, aunque enseguida acabó, habiendo tomado sólo unos pocos bocados. Lo único que hizo fue confirmar lo mismo que sus compañeros con un asentimiento:

- Será un honor asistir al funeral, monsieur.

Así mismo, al duque parecía haberle sido suficiente la explicación de Gerar con respecto a Leopold y luego hizo que Fanel les contara todas las sospechas y rumores que circulaban hablando de una posible invasión orca. Desde luego, no sonaban como buenas noticias y, preocupado por las mismas, no hizo caso de las palabras de Grii al mercenario elfo (es más, en ese momento eran algo innecesarias), comentando simplemente.

- Algo oímos en Wurtbad, efectivamente, más ninguno de los rumores apuntaban a algo tan serio - tras decir eso, se llevó la mano al pecho -. En mi tierra natal estamos muy acostumbrados a lidiar con los pielesverdes y su maligna ralea a menudo, por lo que no voy a dudar en ofrecer mi espada para expulsar a las bestias de su Imperio, duque.

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11/09/2014, 20:32
Resha Leva

- Con respecto a lo de la muerte de Haldir, supusimos lo del veneno al hablarnos de las extrañas heridas que había sufrido y al aspecto macilento de estas.

Según seguía hablando el duque estaba claro que este cuento no había acabado y que por lo tanto aunque nos pagase, aun tendríamos que seguir trabajando para él. No estaba mal estar bajo la tutela del duque y tener un trabajo, pero todos sabemos lo volubles que son las intenciones de la gente noble. Por lo que parecía los orcos estaban entrando en las tierras del Imperio y nos solicitaba tomar cartas en el asunto ante esto.

No habrá problema por mi parte en tomar,....otro encargo tras el que ya hemos resuelto. No tengo reparo en acabar con orcos.

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12/09/2014, 00:28
Duque Domenor

Mientras Fanel se encogía de hombres dando por hecho que le importaba poco o nada lo que decía el enano Grii, Angran por su parte emitía un juicio personal acerca de los hechos, a lo cual el Duque Domenor puso cuidadosa atención sin interrumpir hasta que el elfo habló de ir a la guerra.

-No- respondió contundentemente el duque – de ser así no los enviaría, no es mi papel ir a la guerra, o al menos no enviándoles a ustedes como mercenarios. Tal como concluye Grii, el grupo de pieles verdes debe ser reducido, quizá incluso disperso en pequeños grupos; solo de ese modo no habrían sido aun encontrados y aniquilados por las fuerzas del conde de Stirland-.

-El motivo por el que los envió es principalmente, para obtener información, pues estoy seguro de que esos orcos están íntimamente ligados a los sucedido en el bosque de Althern; y consecuentemente habré de cobrar venganza con ustedes como mano ejecutora- explicó el duque con claridad, dejando posteriormente que Sir Gerard y Resha expusieran algo mas al respecto. Y ante lo dicho por la Kislevita, su mente pareció perderse en sin fin de cavilaciones -Me hubiera gustado revisar esas heridas con detenimiento, aunque a estas alturas sería un insulto profanar el cuerpo de mi amigo- sentenció el duque mirando Leopold como si buscase su aprobación, no obstante solo obtuvo una característica sonrisa perdida en alguna distracción que pasaba por la mente del joven. -El veneno y al asunto del espectro son dos cabos sueltos que no logró entender y que quizá sean solo circunstancias ajenas o sin importancia, pero hay que tenerlas en cuenta por si algo surgiere que pudiera darnos mas información-. Probablemente el duque tenia ya muchas conjeturas en la mente respecto a lo que estaba aconteciendo, no obstante no serviría de muchos que todos expresasen ideas sin tener mas pistas al respecto.

-Pero, regresando a los expuesto por el señor Grii; quizá prefieran discutir la ejecución de está nueva misión mañana por la tarde, así como el respectivo pago por el cumplimiento de la misma. Respecto al cumplimiento de lo que les había solicitado en un principio, he de darles primero las gracias por ayudar en tan noble encomienda. Aunque se que eso tendrá poco significado para ustedes, por ello tal como se acordó, les pagaré a cada uno treinta coronas de oro, las cuales se las haré llegar a la brevedad posible a sus habitaciones. En cuanto a los salvoconductos, los acontecimientos actuales han demorado mi accionar, pero tengan por seguro que eso lo tendrán pronto; incluyendo uno para el señor Seiger a quien también le he de proporcionar un salvoconducto temporal como el que le he dado antes a ustedes. Si ninguna guerra se desata, estimo que a lo mucho en algo mas de un mes, el emperador estará filmando esos papeles, y con ello estarán en completa libertad de moverse por el imperio sin que alguien les lleve a juicio-.

Notas de juego

Todos: Concluyendo...
1.- Todos los personajes iniciales recibirán 30co apenas llegar a sus habitaciones.
2.- Los salvoconductos del perdón imperial están aun en proceso y se ha incluido uno para Seiger pues el también fue miembro del escuadrón de la llama súbita.
Todos: No olviden que tiene salvoconductos temporales en los que se les deja ingresar al imperio como mercenarios al servicio del duque.
Todos: Si tienen algo mas que decir pueden hacerlo, si no, hora de pasar a sus habitaciones para continuar la trama con el funeral de Haldir al día siguiente.

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12/09/2014, 20:16
Sir Gerard LeBlanc

Gerard escuchó lo que Resha comentaba sobre las heridas, sin intervenir. Él no las había examinado tanto como sus compañeros y, desde luego, no creía que fuera a tener tan buen ojo respecto a ese tema como ellos. Lo suyo, como ya se ha mencionado en otras ocasiones, era la confrontación directa con el mal. Asesinatos, magia oscura o conspiraciones se le escapaban.

Domenor hizo más comentarios con respecto a todo lo que habían descubierto ellos y le habían contado, entre informándoles de sus intenciones hacia los orcos y lo que quería que ellos hicieran con respecto a los mismos; y recordatorio de lo que les había prometido por aquella misión (algo que seguramente interesaría más a muchos de sus compañeros por aquello del salvoconducto). También hubo menciones para los dos misterios más curiosos de todo aquello, pero eso sólo eran suposiciones y rumores ante los que no podían decir nada en concreto.

Antes de retirarse, sin embargo, LeBlanc tenía una pregunta que hacer al duque:

- Monsieur... ¿qué sucedería si descubrimos que no se trata tan sólo de unos grupos pequeños de orcos? ¿Y si es la avanzadilla de un ejército?

Notas de juego

A mí no me perseguían en el Imperio, os recuerdo XD

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16/09/2014, 04:19
Gurnik Revientacraneos

el enano miraba todo el parloteo de los civilizados y nobles caballeros, de alguna manera se sentía incomodo en aquellas situación, no podía estar mas fuera de lugar, incluso en ocasiones fantaseaba en alguien del grupo enloquecía y haría falta hacerlo entrar en razones a hachazos, pero las palabras seguían y las intrigas no cesaban, que si el veneno esto, que si los orcos aquello; miraba a los nuevos, otro hermano enano y algún tipo de clérigo, sin embargo sus tripas demandaban alimento y la comida termino por acaparar toda su atención, de vez en cuando le miraba a grii que ardía en gesto de espetarle algo el elfo y pues no se hizo esperar, sin embargo sus palabras dieron espacio a la palabra guerra y era algo que comprendía, algo que disfrutaba, algo en lo que sabia como comportarse.

mano ejecutora y venganza, eran las palabras de un noble que nos movía como peones para acabar con aquello que le molestaba, y en este caso su interés eran los orcos, supongo que les buscaremos, les daremos caza y si hay suerte tomaremos prisioneros el tiempo suficiente para sacarles las verdades de una u otra manera simpre había algo de satisfacción cuando se trataba de atormentar orcos y mas si la causa era justa.

la pregunta de su compañero era tema de consideración así que espero la respuesta del anfitrión, y se dispuso otra copa de bebida, miro a sus compañeros y comprendió que todo se desidia en la mañana y quizá con las cabezas mas descansadas y calmadas pensarían el siguiente paso a dar en el tablero.

Notas de juego

aun me sigo poniendo al día, pero supongo que sera mi turno en la cronología el máster me dirá cuando debo empezar a prepararla.

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17/09/2014, 16:25
Angran

Al igual que Gurnik, Angran también había oído las palabras "mano ejecutora" y "venganza". Aunque en el caso del elfo no sentí ni una décima parte del entusiasmo del enano al oirlas. Ni una centésima. Angran considerada que los humanos debían ser protegidos de los orcos, pero debían ser sus propios ejércitos los que deberían enfrentarse a los orcos. El elfo no terminaba de comprender qué era lo que el Duque pretendía de ellos.

Tal vez mañana sus dudas se resolvieran.

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17/09/2014, 18:07
Duque Domenor

-Sir Gerard, en ese caso habrá primero que reconocer que el problema es aun peor de lo que pensábamos. No solo por que el imperio se vería inmiscuido en una nueva guerra, sino por que ahora tendríamos que descubrir que tiene que ver dicha guerra con mi amigo. En caso de que dicha posible guerra estallase después de que descubriéramos todo lo que necesitamos, no habría mas que avisar al imperio, y solo bajo lo que descubramos pensaría en querer involucrarme en ello, pues como verán soy un noble que solo cuenta con pocos combatientes y la mayoría de ellos son mercenarios-.

El duque tras aquellas palabras procedió a despedirse acallando toda otra pregunta con la consideración de que al día siguiente por la tarde, podrían discutir todas aquellas dudas al tiempo de que discutían los pormenores de aquella nueva misión y su respectiva recompensa. Y tras aquello, bajo la guia de su mayordomo Jaime, los invito a ir a descansar a sus habitaciones.

Jaime los condujo de nuevo a través de los laberínticos pasillos de aquella torre hasta llegar a un lugar que si recordaban, la sala común de forma circular en cuyas paredes se encontraban las puertas a un total de 13 habitaciones, la que estaba justo enfrente del pasillo que venia de las escaleras era un esplendido baño que también recordaban.

Seiger y Sargón ya contaban con habitaciones por lo que probablemente llevaban ya algo de tiempo en aquel lugar, para el resto Jaime fue asignando habitaciones de tal forma que parecía haberlo planificado con anterioridad. -El duque les aconseja aprovechar la noche y descansar, pero son libres de hacer lo que deseen. El baño esta preparado para su uso y les hemos añadido agua y fruta en sus habitaciones, si alguien desea algo mas, por favor, avísennos. Recuerden, solo toquen la campana que está cerca de las escaleras, yo o alguno otro sirviente vendremos de inmediato-.

Notas de juego

Todos: Si desean hacer algo previo a que amanezca y pasemos al asunto del funeral de Haldir, es el momento de hacerlo.

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18/09/2014, 09:28
Sir Gerard LeBlanc

El caballero asintió con gesto comprensivo a las palabras del duque. No le gustaba ni comprendía del todo el hecho de que en el Imperio los nobles no tuvieran su propio grupo de caballeros, pero no era el momento ni el lugar de comentar algo así. Como tantas cosas que le parecían incorrectas de aquél país, se lo guardaría para sí.

- Comprendido, monsieur.

Tras la despedida de Domenor, Gerard y los demás fueron guiados por el fiel mayordomo a través de la siempre extraña torre (en lo que a sus dimensiones internas parecían corresponder) hasta la sala común dónde se encontraron todos por primera vez, al inicio de aquella misión. Una vez allí era el momento apropiado para descansar y desde luego lo iba a hacer, pero antes...

- Monsieur Jaime, querría ir a ver a mi montura para darle algunos cuidados rápidos antes de darme un baño y descansar.

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18/09/2014, 16:09
Angran

Se acercaban tiempos oscuros. A Angran le preocupaba la relación que pudiera haber entre aquellos orcos que encontraron, el ejército que según parecía se acercaba y las circunstancias de la muerte de Haldir y el descubrimiento de su ayudante, imbuido, sin lugar a dudas, de energía mágica. Al fin, ¿quién era Haldir? Angran no terminaba de estar seguro quién era, por qué era tan importante y cuál era su relación con el Duque.

Tomaré el baño y la fruta -anunció, después se retiraría sus nuevas ropas y descansaría.

Notas de juego

Todos: Que ya no visto como un pordiosero, ¿eh?

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18/09/2014, 17:09
Sargón

Mastico un pedazo de carne que no tengo ni idea de como se llama cuando miro alrededor y entiendo que la reunión ha terminado. Asiento con la cabeza de forma solemne en signo de aprobación de lo último que se haya dicho para que no parezca que no estaba poniendo atención (como realmente fue) y paso el alimento apurando mi copa de vino. Luego de eso me retiro junto con el resto, guiado por los sirvientes.

Mientras camino, me enojo un poco pues ya estoy aburrido de estar en esta puta torre engordando, necesito hacer mi trabajo para ver mi oro. Ahora más encima tendré que esperar el funeral del idiota ese, lo que implica que no partiremos aún. Eso se vuelve desesperante ante la idea de que son orcos los que me esperan para morir. ¿Como aguantar las ganas de rajar pieles verdes?

Al llegar a mis aposentos escucho al sirviente y escupo al suelo a mi lado antes de responder:

 - ¿Agua y fruta? ¡Mis pelotas! Quiero cerveza y carne en salazón. Tomaré el baño ahora, antes de comer."

Luego de eso cierro la puerta y me saco mis armas, mi armadura y todas esas cosas bellas que me había equipado con la tonta esperanza de partir de inmediato. Tiro mi mochila en el suelo y parto solo con mi ropa (y mi daga oculta entre las telas) para darme un baño caliente antes de cenar.

Esta maldita torre hará de mí un ocioso.

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19/09/2014, 13:35
Seiger Kantor

El iniciado se despidió con un gesto cortés del duque al abandonar aquellas estancias de vuelta a sus aposentos, sin tener aún muy claro qué se esperaba que hicieran a continuación. Al menos, había vuelto al Imperio, y con un poco de suerte, podría quedarse en su tierra natal. Pero aún iban a tener unos cuantos peligros por delante, de eso estaba seguro.

Finalmente llegaron a la zona donde estaban las habitaciones, y no pudo evitar fruncir aún más el ceño ante el comportamiento de Sargón. No esperaba que fuera tan vulgar, por mucho que la espera estuviera teniendo un efecto negativo sobre él. Pero poco se le podía hacer. Apenas le conocía, y seguramente no había lugar para que le diera lecciones de ninguna clase... Más aún tratándose de un miembro de una de las antiguas razas. 

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19/09/2014, 17:23
Resha Leva

Gracias por su hospitalidad duque, estará bien descansar por unas horas de nuestro largo viaje. 

Hago una ligera reverencia antes de salir del salón donde el duque nos ha atendido y me dirijo hacia mis aposentos siguiendo al criado. Mientras caminaba pensaba en tomar un baño y dormir en una cama blanda. 

Jaime, podría hacer que me lavaran las ropas usadas durante el viaje. Creo que de lo sucias que están podrían andar si se lo propusieran, sería ridículo volver a ponérselas tras el baño que desearía tomar. Si pudiera prestarme algo de ropa para llevar hasta su devolución, sería de agradecer.

 

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19/09/2014, 18:11
Gurnik Revientacraneos

El enano limpia su boca con la barbaba y con respeto se despide gracias por los alimentos y la hospitalidad, ya nos veremos las caras en la mañana, a menos que los orcos decidan atacar estar fortaleza en la noche, si bien era consciente de que era una broma pesada para la situación, la vida en los castillos no era algo que hiciera sentir cómodo al enano.

 

Se levana de la mesa y con paso calmos se deja guiar hasta los aposentos, y le pide al mayordomo su medicina para el sueño, Jaime una botella de ron ayudaría a calmar los dolores de la guerra de este enano, agradecería tu colaboración, dice sin reparos mientras le coloca dos discos de bronce en la mano al mayordomo, luego de esto el enano se aleja tras la puerta al laberinto que lo llevaría a sus aposentos.

 

Notas de juego

jaime esto, jaime aquello, a ver quien se encama a jaime jajaja

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20/09/2014, 06:54
Director

Jaime hizo todo lo que habían solicitado, llevo licor y cerveza a los enanos, consiguió ropa adecuada para Resha, mando a alguien que acompañará a Sir Gerard hasta las caballerizas (donde también estaba el ataúd de Haldir resguardado). El baño por su parte fue un problema, básicamente por que eran muchos y había que hacer cola, muchos tuvieron que esperar hasta que hubiera una oportunidad y para entonces ya estaban prácticamente dormidos. Leopold por su parte, se había mantenido orando, o eso habían visto todos los que pasaran por su habitación, había sido el ultimo en darse un baño y tras ello regreso a sus habitaciones a seguir orando, probablemente la despedida de su maestro era una carga que apenas empezaba a afrontar.

Para los que habían viajado hasta el bosque de Althern, el duque Domenor, tal como les había anunciado, había dejado un pequeño saquito con treinta coronas de oro sobre el tocador de sus habitaciones. Con ello su misión inicial podían darla por terminada, y solo la espera de aquellos salvoconductos y la posibilidad de gloria, honor o incluso riquezas los motivaba a seguir allí. La noche no tardó en llevarlos en un profundo y merecido descanso, para el día siguiente sus aventuras tomarían un nuevo rumbo.

Notas de juego

Angran: Hasta antes no te habías cambiado ni bañado, así que mas bien desde ahora no vistes como pordiosero.
Resha: Por eso hay que tener mas ropa, un día de estos les voy a quemar lo que llevan puesto, nada mas para que gasten dinero xD.
Todos: Ya he anotado las 30co para cada uno.

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20/09/2014, 07:19
Duque Domenor

El funeral para Haldir se llevó a cabo al medio día tal como se había pactado. Todos se encontraban en un pequeño jardín ubicado en la parte trasera de la torre al cual se accedía por uno de los laberínticos caminos dentro de la misma; no se le podía acceder de otro modo pues las caballerizas a la izquierda de la torre y otro edificio a la derecha, obstruían el paso directo.

El jardín tenia un bello pasto corto lleno de bellas flores dispersas, había algunos grandes arboles de diferentes formas con una altura que sobrepasaba las murallas que rodeaban a la torre; muchos pájaros hacían nido en estos lo que llevaba a que sus cantos se escucharan con curiosa alegría a aquellas horas. En el centro del jardín se había dispuesto un pequeño altar conformado por una gran loza de piedra sobre la que descansaba un ataúd de mármol bellamente ornamentado con símbolos elficos. En cada una de las esquinas de aquella loza se ubica una gruesa columna de piedra con diversos relieves, las cuales en conjunto levantaban un gran techo rectangular de piedra también con relieves y que en su parte frontal tenia escritas algunas letras elficas.

Para acceder hasta el altar en el centro del jardín, se había dispuesto un camino empedrado que aparentemente acaba de terminarse pues algunas rocas estaban algo sueltas y la tierra se veía removida. Al final de este camino, en el extremo contrario a donde estaba el altar, se encontraba una pequeña plaza donde estaba la entrada al jardín y donde ahora se encontraban todos reunidos.

Ademas de los nueve mercenarios, también estaban allí Leopold, el duque Domenor, Fanel con 6 guardias del duque, el mayordomo Jaime y un total de otros 6 sirvientes. Durante la madrugada habían solicitado la presencia de Leopold en las caballerizas, al parecer, con el fin de pedirle permiso para romper el ataúd de hielo y así poder llevar el cuerpo de Haldir hasta sus futuros aposentos. El cuerpo del guardián del bosque había sido preparado de forma adecuada para su funeral y ahora reposaba sobre su ataúd, a la espera de darle la ultima despedida.

Fue el duque Domenor quien dio inicio a la ceremonia dando una larga charla acerca de la pureza del corazón, la sabiduría, la inteligencia y otras muchas cualidades que según él, estaban presentes en su amigo elfo. También habló de cuanto le extrañaría y se disculpó con el mismo por no haber estado presente en sus últimos días. Finalmente le deseó un placido descanso y se acercó hasta el para depositar sobre Haldir un bello collar de esmeraldas; Leopold no parecía estar de acuerdo con aquello, aunque no intervino en ningún momento.

Tras aquello, para sorpresa de todos, a penas el duque emprendió su camino de regreso hasta donde se encontraban todos, el elfo Fanel, hincando una rodilla en el suelo y clavando su vista en el firmamento, inició un bello canto elfico que hizo que todos no pudieran evitar sentir cierta tristeza en sus corazones. Lo curioso es que la voz del elfo era mucho mas fina y elegante de lo que comúnmente era y que aunque la mayoría no sabían lo que decía, todo sonaba muy bonito, cosa no habitual en Fanel. Tal era la sorpresa ante ello, que quien mas ponía atención en aquellos momentos era el mismo Duque; no obstante, era imposible saber si se debía a que se maravillaba por la belleza del canto o por la sorpresa de que lo entonara tan tosco elfo.

Notas de juego

Todos: Si alguien quiere aportar algo, puede hacerlo, si no, al menos indiquen sus acciones y reacciones.

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20/09/2014, 12:53
Sir Gerard LeBlanc

Dados todos lo que eran, Gerard soportó el hecho de tener que esperar a tomar el necesario baño. Al menos, al haber bajado a las caballerizas antes no tuvo que esperar tanto, pues al volver ya algunos se habían aseado. Se percató del hecho de que Leopold estaba orando y, quizás, eso era lo más normal que había podido ver del muchacho desde que le conocía.

Pero ya lo más importante era descansar.

A la mañana siguiente, el caballero acudió al funeral, como había dicho que haría. Sus compañeros también estaban allí, así como varios sirvientes, soldados del duque, el mayordomo y, sorprendentemente, Fanel. Dada su actitud ante todo, el bretoniano no había esperado que fuera a aparecer allí.

Por un momento, LeBlanc estuvo preguntándose el porqué el acceso a los jardines sólo podía hacerse a través de la torre, sin posibilidad alguna de hacerlo desde el exterior. Terminó concluyendo que debía ser para evitar que campesinos curiosos los invadieran.

Durante la ceremonia, se mantuvo en un respetuoso silencio, observando lo que ocurría. Él no había conocido a Haldir en vida, por lo que consideraba que mantenerse así era lo educado y apropiado para la situación.

Más parecía que ni en una ocasión así iba a dejar de sorprenderse, pues cuando el duque ya se retiraba, Fanel empezó a entonar un canto en su lengua natal, posiblemente en señal de respeto hacia el fallecido, atrayendo la sorprendida mirada del caballero. Eso era algo diametralmente distinto de a lo que estaban acostumbrados respecto a su persona, sin duda. Al menos, así sabían que el elfo tenía sentimientos. Y desde luego, él no era el único sorprendido.

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21/09/2014, 00:02
Seiger Kantor

La espera para el correspondiente aseo no se hizo demasiado pesada para Seiger, ya que era un hombre acostumbrado a la oración, la meditación y los largos periodos contemplativos. De hecho, en su opinión, cualquier momento era bueno para acordarse de Sigmar y dedicarle algunas oraciones, pues todos los honores que se le pudieran hacer a lo largo del día al fundador del Imperio eran pocos. La espera no fue una excepción, y se le podía escuchar murmurando distintas oraciones en honor al patrón del Imperio, hasta que le llegó su turno. 

Como no podía ser de otro modo, acudió al funeral al día siguiente, pensando en que, cuando tuviera algo más de dinero, necesitaría comprar algunas ropas más. Su túnica clerical no estaba mal, pero no estaría de más tener otra de repuesto... O una muda más refinada para las ocasiones más solemnes. El muerto, Haldir, no era alguien que conociera Seiger. De hecho, ni siquiera era humano, así que no consideró apropiado intervenir en aquella ceremonia. Sí rogó a Sigmar por su alma, aún sin estar seguro de que el Emperador dios tuviera algo que ver en el caso de los elfos. También hizo un par de plegarias a Morr, por el paso seguro de aquel alma al otro lado. Todo aquello quedó interrumpido cuando aquel arisco elfo empezó a cantar.

El ostlandés no recordaba haber escuchado nunca a ningún miembro de la raza élfica cantar, y aunque no entendía una palabra, sí podía apreciar los diversos matices que tenía. Sin embargo, no se dejó arrastrar por él. Era consciente de la hechicería que muchos elfos poseían, y de como podían atraer a las gentes de bien a hacer cosas retorcidas. Cualquier verdadero hijo de Sigmar debía mantenerse firme en aquella situación, y esperar que aquello no se tratara de ningún tipo de hechizo. 

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21/09/2014, 16:46
Aenalor

Aenalor se había mantenido en silencio durante los últimos días, pues estaba intentando recapacitar en qué podría haber causado la muerte de Haldir, esas heridas infectadas, era algo que le estaban distrayendo más de lo normal, y no había añadido nada desde que hicieron un ligero trato comercial durante el camino. Al llegar no había dicho nada, no tenía nada que decir, no conocía al difunto ni sabía que tipo de relación tenía con el joven Leopold a parte de ser su maestro, pero eso era algo raro, pues para reaccionar como lo hacía el joven no pudo evitar pensar que era algo más que un maestro, quizás lo adoptara como casi un hijo, quien sabe.

Cuando todos se fueron a la cama, Aenalor optó por ponerse en pie y despedirse de los demás y retirarse también a su habitación a descansar y mentalizarse en la nueva misión y los nuevos compañeros, aunque el sacerdote de sigmar ya le era conocido de algo, aunque no podía asegurar de qué o cuando.

Cuando fue al funeral se mantuvo en silencio, como si no estuviera allí. Estaba allí por respeto a un congénere, ya fuera de Ulthuan o de otra zona, era un elfo y tenía que estar presente. Al ver la escritura élfica no pudo evitar sonreír, y por instinto intentó leerla, por curiosidad principalmente. 

Cuando el elfo arisco se puso a cantar, Aenalor se sorprendió como todos, aunque no lo demostró en demasía. Esa voz cantando en esa lengua le mandaron a unos recuerdos de hacía años, de su hogar y de su infancia, donde se podían escuchar esas voces dulces de una forma permanente.

- Tiradas (2)
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21/09/2014, 23:12
Sargón

Esperé afilando mi hacha a que el baño estuviese desocupado. Luego, cuando pude asearme, comí y bebí hasta aburrirme pero sin emborracharme. Siempre he sido resistente y sé hasta donde debo beber pues no me gusta nublar mis sentidos... demasiado.

Dormí, con la daga bajo la almohada hasta el otro día. Me vestí lo más elegante que pude (que es como siempre me visto) y me dirigí junto con el resto para asistir al funeral de ese tal amigo del Duque. Cuando vi todo el escenario, supe que realmente era alguien importante para el humano, así que guardé silencio y mantuve la compostura mientras escuchaba sus palabras.

Eran aburridas pero fui respetuoso pues también me gustaría que alguien así hablase cuando yo me vaya, aunque está claro que no hay quien lo haga.

Luego se pone a cantar el elfo y lo hace bien. Nunca había escuchado a un elfo cantar, de hecho, nunca había escuchado un canto que no fuese en una cantina de mala muerte llena de mercenarios ebrios y putas. Me sentí extraño, por un momento me recordé parado sobre el hielo a la orilla de un mar congelado, con la brisa helando mi rostro aún sin barba, mirando unos muros a lo lejos, muros de un pasado que no conocí y que jamás conoceré. La melancolía me asaltó y se me hizo un nudo en la garganta al recordar a mi familia, que aún deben estar donde siempre han estado y en aquel lugar siempre vacío, que terminará de vaciarse cuando ellos mueran de viejos, solos como siempre han vivido.

Me mantengo quieto, intentando quitar esos recuerdos tristes y la desolación de mi existencia, haciendo acopio de mi fortaleza para resistir una vida que no valía nada y que yo cambiaré.

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22/09/2014, 21:45
Resha Leva

El diligente Jaime tuvo la amabilidad de proporcionarme las ropas que le había solicitado, con estas bajo el brazo y las que ya llevaba puestas pude acceder al baño. Aun teniendo que esperar mas de lo que me hubiese gustado, por fin pude tomar un baño caliente que sirvió tanto para quitar la mugre del camino como para relajarme.....sagrado invierno que bien sienta esto.... Lavada y cambiada pude dejar las ropas para que me fuesen lavadas, habría que volver a llevarlas por los caminos dentro de poco y aun estaban en bastante buen estado. Que al final el duque hubiese obviado los salvo conductos no significaba que no pagara sus deudas, por lo menos nos había recibido con los brazos abiertos y había pagado "casi todo" lo pactado. El sueño no tardó mucho en aparecer una vez acostada sobre la confortable cama.

A la mañana siguiente pudimos asistir a los ritos funerarios del antiguo guardián. Ya era momento de que descansara y la zona que el duque había erigido bien podría ser un buen lugar. Por lo que creí ver todos los habitantes de la fortaleza se encontraban presentes, en la ceremonia. Tras unas amables palabras del duque sobre su amigo,  el elfo Fanel pareció volver a ser mas un elfo que un maldito y arrogante villano. Entonando un canto triste y hondo el elfo se despedía con su idioma el cual yo al menos no podía entender, pero hacía sentir cierta pena y nostalgia. Un canto fúnebre antes de empezar una peligrosa misión, no es algo muy alentador.