Partida Rol por web

El Condado de la Flor de Piedra

19. En una cafetería cualquiera

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05/07/2011, 20:56
Director

21 de mayo de 1999 - 14:20

Después de presentarle al grupo de teatro y pasar la mañana en el lugar donde se reunían, viéndolos ensayar, Sir Cedric invitó a comer a Ariadna. Se trataba de una cafetería modesta pero con unos sandwiches muy ricos, casi experimentales. Cedric le recomendó uno de cangrejo y pollo que realmente estaba delicioso, mientras que él probaba uno vegetal y picante.

El secretario del Conde, tras su breve desaparición de la corte, estaba mucho más relajado. Había hablado mucho con ella sobre teatro y actores, evadiendo los temas de política, como si sólo fuesen dos mortales en su primera cita... aunque claro, ninguno de los dos había mencionado nada sobre una cita.

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05/07/2011, 21:23
Dama Ariadna

Ariadna se encontraba en su salsa, tan relajada que no recordaba la última vez que había ocurrido. Había podido pasar toda la mañana con Cedric, haciendo oídos sordos a las peticiones de Sir Marin por volver a ver al Conde, y se alegraba de ello. En realidad sí que había visto a Lothar, pero había procurado que fuese con gente delante. Lo hacía por mera precaución, porque la verdad era que disfrutaba de su compañía y aprendía mediante la imitación cómo debía comportarse. Ese era su objetivo allí, en principio.

Pero aquella mañana tan anodina como la de cualquier humano nada de eso la había preocupado. Se la veía radiante de felicidad y hablaba de cualquier tema que Cedric pusiera sobre la mesa. Aun así había una cosa que le seguía preocupando un mínimo, y quería despachar esa duda cuanto antes. Le dio un generoso bocado al sandwich.

-Qué combinación tan rara, pero está extrañamente deliciosa -comentó mientras se limpiaba la boca-. Os noto más alegre desde vuestra pequeña escapada. No quisiera ser entrometida, pero la gente comenta que el Conde os amonestó, cosa que no comprendería. Yo... prefiero escuchar vuestra versión de vuestros labios antes que fiarme de los demás.

Lo dijo en tono amable y despreocupado, con toda la curiosidad que podía tener una chiquilla de diez años ante los misterios de la corte.

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05/07/2011, 21:54
Sir Cedric

-Oh.

El Fiona se limpió los labios de salsa con una servilleta que dobló pulcramente y bebió algo de agua. Cuando hubo terminado con esta pequeña ceremonia, se animó a contestar.

-No deseaba que trascendiese mucho, pero sí, es cierto... Aunque sólo me amonestó verbalmente. Resulta que alguien querido para mí está en la corte de la Duquesa Hiver, en Normandía. Seguimos teniendo contacto. Sí, sé que es sospechoso, pero no estoy haciendo nada malo. No quería que se supiese, eso es todo.

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05/07/2011, 22:03
Dama Ariadna

-No creo que haya nada de malo en ello, no sé, ¿dónde quedó el principio de presunción de inocencia? -se encogió de hombros-. No os preocupéis, por mi parte no voy a decir nada al respecto, ni mentir ni desmentir. Si quieren saber que pregunten, digo yo.

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05/07/2011, 22:22
Sir Cedric

-No quiero excusarme, pero el Conde no está pasando por sus mejores momentos. No se le debe importunar ni molestar. La traición de Ibrahim lo ha sumido en una gran confusión. Pero, por suerte, aún confía en sus vasallos.

Cedric sonrió levemente.

-Todo el asunto de la Duquesa se ha sacado un poco de contexto. No es como si pretendiese invadirnos. En realidad, podría interpretarse de peor manera que Lord Sirius os enviase aquí a vos.

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05/07/2011, 22:49
Dama Ariadna

Ariadna frunció el ceño y le miró directamente a los ojos, aunque su voz se mantuvo serena y tranquila al hablar.

-Esa es una insinuación bastante atrevida, Sir Cedric. No tengo el más mínimo interés en el Conde ni en sus dominios a pesar de que sea un hombre respetable del que quiero tomar ejemplo. La gente podrá interpretarlo como quiera, pero yo tengo la conciencia tranquila.

Parecía molesta o incluso ofendida, aunque para tratar de disimularlo dio un largo trago al refresco. Luego su mirada se dulcificó otra vez.

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05/07/2011, 22:50
Sir Cedric

-Me refería justamente a lo contrario -dijo Sir Cedric en tono suave-. Yo sé que habéis venido aquí a aprender, pero se podría interpretar mal si se tiene la mirada equivocada. Lo mismo con mi cuestión. Eso quería decir. Pero os prevengo: no hay pocas personas que lo piensen en el condado...

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06/07/2011, 02:02
Dama Ariadna

La joven suspiró y se reclinó sobre la silla. Era un tema peliagudo y que le dejaba mal sabor de boca, pero tampoco podía evitar que la gente hablase.
-Ya. Lo sé, lo sé… -replicó-. No se pueden contener esas cosas. Sólo hay que aprender a convivir con ellas. Pero bueno, al menos me alegro de que vos lo tengáis claro. Tendré que andarme con cuidado de todas maneras. Además... tenéis razón en eso de que el Conde está pasando por una época pésima. Me gustaría poder ayudarle, pero dada mi situación me resulta complicado a la par que comprometido.

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09/07/2011, 22:34
Sir Cedric

-No hay nadie que pueda ayudarle. Ha recibido todas las palabras de consuelo y alivio que se pueden decir. Todo el mundo ha intentado ser gentil y amable con él, apoyarlo y comprenderlo. El Conde ha dado de lado los pañuelos y los hombros y se ha encerrado en su propio mundo. Ha decidido ahogarse en su propio dolor, perderse en la melancolía... y esclavizar a la única persona que, según él, es capaz de animarlo un poco. No deseo ser brusco: es mi señor y mi amigo. Pero... quizás Lothar no esté en un buen momento para gobernar. Necesita desprenderse de ese dolor o buscar quien lo suceda.

Bebió un poco de agua y siguió.

-En este momento la política del condado es delicada. El Conde está débil y ajeno a casi todo lo que ocurre, y Sarianne tiene miedo y prefiere huir de las sesiones de corte, por fin liberada de su responsabilidad. El condado necesita a alguien que sepa llevar las riendas.

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11/07/2011, 09:33
Dama Ariadna

Ariadna negó con la cabeza, disconforme con la opinión del Fiona.

-No os quito razón en eso de que el Conde debe urgentemente retomar las riendas del Condado. Necesita de sus amigos más que en cualquier otro momento para que respalden su posición. Más no creo que esté todo perdido, es sólo que no han logrado dar con el quid de la cuestión para hacerle salir del bache. Eso o que no ha aparecido la persona idónea.

Recordó su reciente encuentro con el Conde y decidió tomar la iniciativa.

-¿Quién creéis vos que podría encargarse de los asuntos del condado ahora? He estado meditando esa cuestión, pero conozco demasiado poco a los súbditos de Lothar como para dar una opinión medianamente realista.

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11/07/2011, 15:50
Sir Cedric

-En la Corte, nadie. Espero. Pero creo que el Conde tiene un buen amigo en el que puede confiar. Me hizo redactarle una carta hace unos días y vendrá. Quizá lo necesite para continuar. El problema es... ¿podemos confiar nosotros en él? -Cedric sonrió con tristeza-. Lo que menos necesitamos es alguien que susurre mentiras en el oído de Lothar.

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11/07/2011, 17:49
Dama Ariadna

-Pero si es una persona de confianza no tendría por qué susurrarle nada equivocado. Es su amigo, ¿no? Si le hace llamar es porque espera encontrar la ayuda que aquí no tiene. Lo que, bien pensado, me parece realmente triste. 

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11/07/2011, 20:14
Sir Cedric

-No siempre se confía en quien se debe, Dama Ariadna. Aunque... bien pensado, voy a hacer como si no lo hubiese dicho. Aquí estáis vos hablando con alguien a quien prácticamente acabáis de conocer -contestó Cedric-. Pero en vos en imposible no confiar. Sois tan honesta como hermosa. Y ambas cosas se ven desde muy lejos.

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11/07/2011, 21:17
Dama Ariadna

Ariadna sonrió y agachó la mirada.

-No es necesario que me aduléis así, Sir Cedric. Estoy segura de que muchos opinan bien diferente, y la hermosura en una corte como esta es de escasa relevancia, diría yo...

Una excusa pobre y tonta para intentar disimular lo halagada que se sentía. En comparación con otros sidhes, no se sentía nada del otro mundo. En la vida real era algo diferente.

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12/07/2011, 11:43
Sir Cedric

-Puede que la hermosura no sea algo que escasee en Neustria, pero la hermosura unida a la honestidad y a la pureza... Oh, si vierais la mirada que observo en vuestros ojos, limpia y libre de toda mala intención... Sé que sois buena actriz, pero eso es algo que no puede fingirse.

Cedric extendió una mano y le rozó una de las suyas, delicadamente.

-Me habéis inspirado, Ariadna. ¿Sería muy atrevido si os escribiese algo?

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12/07/2011, 13:54
Dama Ariadna

-Mil gracias, Sir Cedric. Vuestras palabras son un aliento renovador para mí ahora que es tan difícil mantener ese código de Honor que tanto respeto -respondió con delicadeza-. Y sí, por supuesto. Impedir que algo tan natural como el arte no pueda expresarse es un verdadero crimen. Sentíos libre de ello siempre que queráis, pero con la condición o petición más bien de que me permitáis verlo después.

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12/07/2011, 14:00
Sir Cedric

-Lo prometo. Sólo para vuestros ojos.

Cedric sonrió una vez más, aunque esta vez su mirada tenía algo que Ariadna no podía descifrar.

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12/07/2011, 14:18
Dama Ariadna

Ariadna le devolvió la sonrisa con cortesía, aunque hubo algo que no le terminó de cuadrar de aquello. Retiró la mano que Cedric había acariciado hacía apenas medio minuto para coger el vaso. Bebió hasta terminarse su refresco mientras mentalmente empezaba a repasar las cosas que tenía que hacer al volver al feudo...