Partida Rol por web

Uno a uno los miembros del equipo roja escarcha, fueron cruzando la puerta tras una difícil estancia en la cámara de los jarrones. Quizá hasta ahora solo habían tenido suerte y bien sabían que mientras mas avanzasen, la suerte no seria suficiente para continuar. Al cruzar uno a uno percibió de nuevo como se sumergían en un extraño líquido cálido y azulado del cual emanaban constantes destellos de luz.

Una vez dentro era clara la sensación de que sus espíritus abandonaban sus cuerpos navegando por los flujos de corriente que aquel extraño líquido contenía en su aparente diminuto interior. Su cuerpo parecía no existir, no había peso en ellos, no había sensación física alguna, todo era extraño, todo era distinto.

Y así durante el trayecto aquella extraña voz ya algo familiar los invadió en su interior sin que ellos pudieran negarse a escucharla e incluso ya ni se resistían.
-La Cámara de la Gloría. Esta cámara representa la prueba final de sus capacidades estratégicas y físicas en combate, la sangre y la arena son la mas clara característica de lo que aquí enfrentarán...-

Tras aquellas palabras todo se tornó extraño y ninguno recordó como había cruzado realmente la puerta. Sin embargo ahora se encontraban todos juntos en aquel sucio lugar; parecía ser un foso, de alguna fortaleza.

Lo primero que notaron apenas cruzar es que la puerta para cruzar a la siguiente cámara estaba justo frente ellos en aquel foso, y por tanto ya solo necesitaban conseguir la llave para poder cruzar. Para su suerte, esta vez no había ningún campo que bloqueara su paso hasta la puerta.

Un clamor llamó su atención, el foso ascendía hasta una puerta enrejada desde la que se podía ver el exterior. Ahora entendía a que se refería aquella voz, se encontraban en un foso de la arena de un amplio coliseo.

Su cuerpo cruzaba el portal y se recomponía al otro lado agazapada cual criatura salvaje, alerta y preparada para lo que el destino le aguardara, actuando por puro instinto, dejando que el miedo recorriera su sangre y alimentara todos sus movimientos.

Recuperó su razón al ver poca hostilidad ante la magnitud del coliseo, pero aquella puerta abierta les vaticinaba un inminente enfrentamiento. Acarició la arena y reconoció su olor en sus manos, verificando su temor, solo quedará roja escarcha, tras susurrar su rezo alzó su báculo para inspirar a sus hermanos en un grito brusco. ¡Preparaos! En formación, sus brazos rápidamente dirigieron a cada uno de los miembros de la hermanadad, no tengáis piedad... ¡Roja escarcha! Con aquel grito su báculo se adelantó en señal de avance siguiendo el muro que los encerraba.

La sensacion de perder corporeidad no dejaba de incomodar al barbaro Avvarita, no importaba cuantas veces la viviera siempre sentiria que algo no estaba bien en ello. Hasta podia pensar supersticiosamente que eso mermaria sus fuerzas tarde o temprano.
Sin embargo al oir esa voz en sus pensamientos, la confianza volvio a él casi al mismo tiempo en que fue sintiendo como su cuerpo se unia a él y el entorno se configuraba a su alrededor. La gloria, esa era su meta y la batalla su hogar, aqui era donde lucirse solo esperando que el enemigo luchara con honor para darle una muerte digna o considerar su rendicion.

Ante las palabras de nuestra lider llevo mis manos hacia la espada bastarda y me calzo el escudo en la izquierda, no sabiamos cual seria el enemigo, sin embargo ya estaba preparado haciendo mandobles al aire de modo que los musculos entraran en calor antes de la batalla para evitar estar frio en la reaccion cuando fuera necesario.

Cruzar por la puerta era indescriptible, y ya había pasado por esa situación tres veces. Pero era algo a lo que el cuerpo o mejor dicho el alma, no se acostumbraba. 

Al darse cuenta de que estaban metidos dentro de un coliseo, la ilusión y las ganas de victoria se apoderaron de Adriana. Quería ver a sus enemigos arder, quería ver a sus enemigos salir aterrorizados y probar que estaba por encima de todos, pero más que nada quería impresionar a la gente que la observaba. Necesitaba demostrar que ya no era una niña.

La sensación rara de cruzar la puerta volvia. Ya era la 3ra o la 4ta vez, ni lo recordaba, sin embargo nunca se acostumbraría a esa sensación.

Al aparecer en la nueva camara, mira automaticamente donde esta, mientras que se queda bocaabierta por darse cuenta donde esta.

Escucha las palabras de Ivar y saca su arma, mientras que evalua de donde podria salir el enemio y ver si hay algun lugar donde esconderse para poder atacarlos de sorpresa.

No se acostumbraba a la sensación producida al pasar a través de las puertas, sentía que algo le afectaba interiormente y que perdía algo de su esencia original.

Lentamente se puso en posición junto a sus compañeros decidido a hacer frente al siguiente desafío, las cosas se tornaban más peligrosas a cada instante.

Elrohir de nuevo se enfrentaba con emoción a una nueva batalla, donde espera aprovechar los puntos débiles de sus enemigos para poder avanzar a la siguiente sala.

El corazón le latía fuertemente en el pecho, mientras pisaba la arena de batalla y empuñaba su espada y su escudo para enfrentar su enemigo. 

En el exterior una voz llamo su atención llevándolos a acercarse a la reja y mirar hacia la arena. Allí afuera estaba un pilar y sobre el mismo se encontraba ni mas ni menos que llave, tan brillante y azulada como siempre.

-Ciudadanos de Glaidotc, nobles vasallos y honorables invitados. A continuación tenemos para ustedes el platillo principal de esta noche, una batalla de campeones, una batalla de leyendas. La sangre correrá sobre la arena una vez mas para bañar a este santuario y enaltecer su historia con este combate sin igual.
Pero antes de presentar a los competidores, permítanme les explique lo que tenemos preparados par ustedes. Las legendarias casas de Merea y Estartaverra se enfrentan hoy en un combate que les dará el derecho a ser la casa encargada del entrenamiento del ejercito real. Privilegio sin igual que no tiene comparación alguna. Para ello ambas casas han elegido a sus mejores gladiadores, sus campeones actuales. Los cuales se enfrentarán a muerte en esta arena para brindarle el honor y la gloria a su casa.
Pero para una batalla tan importante eso no es suficiente, por lo cual hemos preparado una sorpresa para todos. En el centro de la arena hemos colocado un pilar donde se encuentra la Luz de Londizh, esta famosa joya mas valiosa que un diamante y mas grande que un puño es suficiente no solo para que un esclavo gane su libertad sino para que se vuelva en uno de los nobles mas prominentes del reino. Al final del combate, cuando solo un bando siga en pie, aquel gladiador que la tenga en sus manos se hará acreedor de ella.
Y hay mas, si el gladiador que se haga con la joya logra mantenerse con ella de forma que cautive a nuestros espectadores y enaltezca su casa, se hará acreedor a uno de los premios especiales que tenemos para él, entre los cuales deberá elegir-.

El hombre termino el discurso momentáneamente señalando un palco donde al parecer se encontraban dichos premios. A lo lejos se podía ver una bella mujer ataviada con una fina túnica, una urna de oro y un inmenso mastín.

-Pero quienes son los que lucharán por estos premios. De la casa de Merea, proveniente las tierras lejanas del sur, les presento a Galgad el sabueso y sus Mabaris-. Del otro lado de la arena surgían ahora una gran cantidad de Mabaris, un total de 11 si no se equivocaban. Junto a ellos se encontraba un fornido e inmenso hombre quien seguramente era aquel tal Galgad.
-De la casa de Estartaverra, provenientes de distintas tierras y liderados por la fría y enigmática Ivar, les presento a Escarcha roja-. Tras escuchar el nombre de su equipo, ante ellos se abrió la reja para darles paso a la arena. Pronto habría de iniciar el combate y ya de entrada estaban en desventaja numérica.

Una arena de combate, esto no es como en los entrenamientos a los que estaba acostumbrada ella. Aquí estaba rodeada de espectadores. Dudaba de que eso supusiera una diferencia, pero si los premios los determinaba esos cientos de ojos, la cosa tenía un matiz diferente.

Tiempo de moverse

Elrohir preparado para el combate espera las acciones de movimiento de sus compañeros para cubrir su avance.

Normalmente Trekk hubiera esperado la voz de mando de su lider antes de actuar, sin embargo los musculos se le entumecian a cada segundo, la llave no era realmente su objetivo sino más bien el demostrar a la muchedumbre que les observaba el poder de los Avvar, no le divertia ser un juguete de algun noble y si realmente no supiera que estaba en aquella engañosa torre hubiera depuesto sus armas o buscado alianza con su oponente para salir de alli y derrocar a quienes le hacian pelear sin sentido.
Pero el caso era que estaba en la camara de la gloria y eso era lo que perseguia el musculoso Avvarita.
Con el escudo calzado en la siniestra y la larga espada en la diestra se precipito en la carrera buscando ganar terreno para ser el primero en lanzar la mordida.

Tras mirar el lugar con detenimiento, Vyrin no está seguro qué lugar ocupar pero al observar como su compañero Trekk carga al ataque, decide seguirle para servirle como apoyo.

Levantando el brazo en alto y esperando previamente la aprobación de las nobles autoridades presentes en el lugar, el presentador del combate dio la señal de que iniciara el combate. –Que comience la batalla!- gritó el presentador al tiempo que a su voz se unía una inmensa fuerza de gritos y vitoreos procedentes desde todo el coliseo. El lugar estaba repleto, y aunque no era muy grande, debería albergar a más de 2000 personas.

La hora definitiva había llegado, frente a ellos aquel tipo apodado el sabueso parecía hablar con sus perros como si les diese indicaciones al tiempo que estos se iban desplegando en los alrededores.

Sus temores, como venía siendo habitual, no tardaban en hacerse realidad y los peligrosos y temidos sabuesos conocidos en todo Ferelden daban muestras de su amenaza en el campo de batalla. Descartando cualquier opción de estrategia que no fuera la supervivencia, así como la llave, su báculo y sus gestos incitaron a sus hermanos alcanzar el muro para evitar que los mabaris tuvieran opciones de rodearles y acabar con facilidad tan prometedora hermandad, o lo que era peor, su camino, los pasos hacia la gloria, tan místico viaje. Hermanos del poder del lirio, venid conmigo, rápido. Su brazo comenzó a dar las indicaciones oportunas a cada uno para evitar una emboscada. Elrohir, protege nuestro flanco oriental, ahora su mano indicó el fondo del coliseo por el que aparecían sus enemigos. ¡Ravena, Trekk, cubridnos y sed implacables! Concluyó alzando la voz con gran potencia, sólo así conseguiría amedrentar las ansias del fuerte avvarita. Una vez ordenados, corrió agazapada cual bestia, desafiando con su mirada el salvaje avance de los animales. ¡Preparaos! Convoquemos la tormenta, el infierno y la sangre para asustar a estas bestias, sucumbirán a su naturaleza. Sus ojos y báculo se dirigían de nuevo al cielo, en señal de ímpetu, rezando en un extraño lenguaje de oscuras palabras para buscar el favor de los dioses con sus hermanos, pues esta batalla presentaba demasiados inconvenientes.

Esos bichos se movían a gran velocidad y nos superaban en número, pero nuestro entrenamiento tenía que valer de algo, así que al escuchar las ordenes de Ivar, nos pusimos todos manos a la obra. Con el bastón en la mano preparada para hacer frente a sus adversarios corrió hasta la posición asignada para el combate. Por otro lado la puesta en escena de su querida líder era bastante vistosa. ¿Se creerá verdaderamente todo lo que está diciendo, o sólo es un juego para los expectadores?

Bueno, empieza la diversión, pienso mientras saco mi estoque. Cuando se da la señal, corro donde me dijeron que debía ponerme.

 Exitos amigos y no se hagan los valientes por favor.

Tras un primer impulso de querer correr a por la llave, Elrohir acata las ordenes de Ivar y se dispone a correr para ocupar su posición y recibir la embestida de los Marabis con su escudo y su espada.

FUERZA!!! Aguantemos la embestida.

Listo ya para lanzarse como una saeta sobre los desafiantes canes que comienzan a correr hacia el centro de la sala, Trekk escucha las palabras de su lider y lanza una mirada furibunda hacia el Mabari más proximo, para luego correr hasta posicionarse al lado de Vyrin teniendo a Ravenna en un flanco separada por un par de pies y a Elrohir y Adriana en diagonal a su posicion.
Ya en su lugar el musculoso Avvarita se planta con el escudo en la siniestra y la larga espada en la diestra, esperando que su enemigo.