Partida Rol por web

El eco del Diablo

El sitio más lejano

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07/03/2016, 13:34
Sophie Taylor

Cogió con tiento un trozito de queso mientras la mujer hablaba. Esquizofrenia. Como suponía, no le creían. Iba a ser difícil conseguir algo de ayuda por su parte si creía que estaba de parte de su marido en esto. Le mejor sería seguirle la corriente, al menos por el momento.

-Sophie. Sophie Taylor. No se preocupe, por la situación, señora Döbeln. Sí, su marido me ha pedido ayuda. Y siendo sincera, me encantaría dársela. He visto lo atormentado que parece. Me gustaría también ofrecérsela a usted, hacer lo posible para aliviarle. Si no encontrar consuelo, al menos tratar de entender qué le pasa. No soy psicóloga, pero a veces alguien exterior, alguien en quien él confíe puede ser de ayuda.

Guardó silencio unos segundos, mostrándose tan comprensiva y amable como podía, tratando de hacer ver también con el tono y el lenguaje corporal que estaba de parte de la mujer.

-Dígame, ¿desde cuando sufre su marido esquizofrenia? ¿Siempre ha contado la misma historia? Si no es mucho preguntar, claro -añadió rápidamente casi avergonzada.

Notas de juego

Me parece bien la modificación a la ficha que me has propuesto: 2 puntos a observadora dejando optimista a 2 y creativa a 1. Siempre que estés de acuerdo, ya sé que has dicho que podemos ajustar la ficha durante las primeras fases de la partida pero no quisiera hacer nada que no te parezca apropiado!!

Gracias,y de acuerdo a hacer yo las tiradas cuando lo estime oportuno, sin problema!

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07/03/2016, 13:46
Director

Notas de juego

Tienes que hacer una tirada de Carisma más engañar. No le pongas dificultad. Y marca "oculto". Cuando tires continúo.

Los cambios de la ficha, oks. Ya te la cambio cuando tenga el photoshop a mano. :-)

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07/03/2016, 14:17
Sophie Taylor
- Tiradas (1)
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07/03/2016, 15:47
Vendela Döbeln

-Pues si le digo la verdad es un misterio. Creo que ya le había pasado antes de conocerme y de alguna forma lo ha reprimido en su mente y ha fingido que no pasó. Apostaría a que estaba ahí, latente, en sus… genes... o lo que sea. Lo que es verdad es que llegó un momento en algo hizo saltar el resorte, quizá el estrés, quizá la edad…

Giró la cabeza a los lados.

-Es horrible, y cuando está así nadie puede hacer nada por él. No se deja ayudar y se niega a tomar medicamentos, yo diría que porque necesita sentirse él mismo y esos tratamientos te embotan y pierdes facultades. El resultado es que por sí mismo es absolutamente incapaz de frenarlo o pedir ayuda.

Trajeron la perdiz. Vendela le clavó el tenedor y cortó con su cuchillo, comiéndose un pedazo. Su mirada, por un segundo, cambió de la tristeza al deleite.

Llenaron la copa de Sophie de vino sin que lo hubiera pedido.

-Esta crisis empezó hace unos meses. Se despertó diciendo que eran capaces de controlar los pilotos automáticos de los coches y los aviones. Que los alienígenas hacían minería de datos y podían prever conductas futuras y cuando alguien resultaba potencialmente peligroso para sus planes, ¡zas! sufría un accidente mortal.

Con el zas dio un chasquido con la mano derecha.

-¡No me deja ir en coche por autopista! ¿Te lo puedes creer? Está trabajando en un demencial artículo sobre el tema, pero por suerte el artículo es tan largo que nunca lo terminará.

Si se supiera esto, perdería el control de los medios en los que participa y toda su credibilidad como informador, y sería el fin de su carrera, que es su vida.

Miró a Sophie, se limpió con la servilleta y luego siguió hablando.

-Por eso, quería proponerte una cosa Sophie. Piénsatelo bien. Si de verdad te preocupa su situación y me quieres ayudar, no le sigas la corriente, no investigues para él ni le ayudes a escapar a otro país, ni le consigas una cita para un escáner de su cerebro. Sencillamente apártate a un lado y haré que te contraten para que lleves una columna de actualidad de la Revista Estilo*. El dueño es amigo mío y me debe un favor.

Luego, cuando le pase la crisis, ten por seguro que te tomará bajo su protección. Y te estaremos eternamente agradecidos. Pero, por favor, no alimentes el fuego de su locura o no lo podrás contener y te acabará afectando a tí también.

- Tiradas (1)

Notas de juego

(*) La Revista Estilo es una publicación semanal de corte moderno que ha logrado aglutinar contenidos frívolos de moda y sociedad con cuestioines sociales y algo de actualidad. Las noticias son el contenido minoritario de la publicación, pero contra todo pronóstico tienen un cuidado exquisito por tratar las cuestiones de actualidad con profundidad y calidad.

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10/03/2016, 14:30
Sophie Taylor

Su corazón dio un vuelco momentáneo. Ahí estaba, el contrato que había salido buscando esa mañana, al alcance de su mano. Podía aceptar y volver triunfal a casa para empezar a trabajar la semana que viene, tal vez antes. Imaginó lo contento que se pondría Adrien...

Pero no, el momento pasó. Masticó y tragó la perdiz despacio, pensándose sus siguientes palabras. No podía evitarlo, algo en su interior le empujaba a tratar de ayudar al señor Montillet; y algo en su interior le decía que no le gustaba su mujer.

-Por favor, señora Döbeln, no piense que busco ofenderla. Pero me temo que su oferta no me interesa. No es que tenga nada en contra de la revista, entiéndame, pero tampoco es lo que tengo en mente para mi futuro. Sobre su marido, puede estar tranquila, no le alentaré con falsas esperanzas ni le animaré a cultivar más aún esas ideas. Pero es posible que... busque algo de información sobre su caso, me ha causado gran curiosidad personal.

Definitivamente, cuanto más lo pensaba, menos le gustaba esa mujer. ¿Alienígenas? ¿No usar la autopista? El señor Montillet le había hablado de una hija perdida con lágrimas en los ojos, no de conspiraciones dignas de Expediente X. De repente, a Sophie le entraron ganas de terminar cuanto antes la comida y marcharse de allí.

-Gracias por su oferta de todas formas, es usted increíblemente generosa -añadió con una sonrisa.

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10/03/2016, 20:58
Vendela Döbeln

La mujer hizo un gesto de sorpresa, frunció muy poco el ceño, luego relajó la mirada clavándose en Sophie mientras una sonrisa se le fue dibujando muy despacio.

Luego un suspiro y habló.

-No, la que es increíblemente generosa es usted Sophie. No parece preocuparse por sí misma… pero si cree que hace lo correcto… no lo estropee arrepintiéndose cuando las consecuencias no sean agradables.

El ruido de los cubiertos se hacía molesto, la forma de cortar la carne girando en zigzag el cuchillo resultaban desagradables para Sophie. El corazón se le aceleró.

Si para evitar el incómodo silencio hablaba de algo banal, las cosas no mejoraban. Fuera de toda lógica la charla parecía viciada, inquietante. Los camareros acudían con sonrisas que parecían falsas.

Cuando Sophie salió de allí la boca le sabía amarga y sus manos temblaban.

- Tiradas (1)
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10/03/2016, 21:35
Sophie Taylor

Notas de juego

¿Entiendo que ya ha terminado la comida? ¿Posteo ya después de salir?

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10/03/2016, 21:36
Director

Notas de juego

Puedes postear lo que hace durante la comida y después de salir.

Aunque si prefieres ahondar más en la charla, puedes hacerlo sin problemas. Postea en la conversación y yo continúo por Vendela

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21/03/2016, 04:09
Sophie Taylor

Sophie caminó a buen paso hacia su coche. Se sentía realmente incómoda y quería alejarse de allí cuánto antes. La comida había transcurrido sin incidentes tras el rechazo de Sophie de la oferta de Vendela para contratarla a cambio de no investigar sobre su marido. Sin embargo, a cada minuto que pasaba, Sophie había ido acumulando más y más ganas de marcharse. No acababa de entender a qué había venido aquello que le había dicho de las paranoias del señor Montillet. No tenía nada que ver con lo que el hombre le había contado. Además, tampoco tenía sentido que hubiese tratado de "comprar" su silencio con un puesto de trabajo. Simplemente podría habérselo pedido amablemente, como una simple mujer preocupada. Era cierto que los ricos acostumbraban a hacer ese tipo de cosas pero...

Lo que realmente le apetecía era volver a casa, contarle todo a Adrien (cuando le dijera que había rechazado una oferta genuina de trabajo... iba a ser una conversación interesante) y tratar de aclarar su mente. Aún tenía que pensar cómo iba a ayudar a Montillet. Y si quería hablar con su terapeuta o no. Temía encontrarse una situación parecida a la que le había presentado Vendela.

Notas de juego

¡Bienvenido de vuelta, espero que te haya ido genial en las vacaciones! Ya tenía ganas de volver jeje.

Las intenciones de Sophie ahora mismo son ir a casa (pasando a comprar algo de cenar que se lo prometió a Adrien), si nada en el camino la interrumpe.

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21/03/2016, 07:46
Director

Una idea tan simple como decidir la cena para Adrien se convirtió en un pensamiento triste, penoso, incluso molesto.

Su mente volvía indefectiblemente a las palabras de Vendela, el sonido de sus cubiertos. Su mirada. Su cuchillo cortando la perdiz.

Puso el intermitente con cierto embotamiento y al entrar en la autopista agarró con tanta fuerza el volante del Fiat que las manos le dolían.

Y cada frase de ese almuerzo tan extraño se repetía una y otra y otra vez en su mente, en un eco que causaba un dolor extraño, como si Sophie fuera una caja vacía y las palabras y las imágenes le cortaran con sus aristas cada vez que golpeaban sus paredes. Sus pensamientos y sus sentidos se agarrotaron y tardó en darse cuenta de que estaba pisando el acelerador.

Aunque no quisiera era incapaz de levantar el pie del pedal. Para ser más preciso, no podía pedirle a su pie que dejara de pisar cada vez un poquito más, como si le faltara carisma para gobernar a su propio cuerpo. O como si algo dentro de ella hubiera tomado una decisión que de alguna forma misteriosa no quería o no podía rechazar.

El tráfico era fluido y rápido. La dura luz del mediodía golpeaba el parabrisas. Y la velocidad no dejaba de aumentar.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Sophie no puede dejar de acelerar, ni pedir ayuda ni informar de su situación. Para evitar un accidente, has de hacer una tirada de Detreza más Reaccionar dificultad 11. (Si tienes éxito repetiré las tiradas ocultas y quizá tendrás que hacer otra tirada en un próximo turno para seguir conduciendo).

Puedes narrar lo que Sophie hace o/y lo que piensa y siente.

¿De verdad querías volver? :-)

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22/03/2016, 02:50
Sophie Taylor

Sophie estaba sudando. Su mirada se movía veloz de la carretera al indicador de velocidad en el salpicadero. Sabía que iba demasiado rápido, sabía que tenía que frenar, sabía que algo iba mal... pero simplemente no podía parar. Trató de tragar saliva pero se le había secado la garganta. Todo su cuerpo estaba rígido. De repente hacía frío en el coche pese al sol que entraba por los cristales. Sus nudillos estaban blancos de agarrar con tanta fuerza el volante.

Mientras, de forma automática, adelantaba coches y camiones, su mente reproducía una y otra vez la conversación de la comida, como un disco rayado. Sintió náuseas. Una tímida voz en su cabeza se preguntó si le habría sentado algo mal, pero su mente estaba embotada. Notaba cómo el corazón empezaba a latirle frenéticamente en el pecho.

Algo iba muy, muy mal. Estaba realmente asustada.

Siguió acelerando.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Pff, un 4, RIP.

¿Qué te han hecho en las vacaciones que vienes con tanto odio? Jajajaja.

Por cierto, hasta el 30, yo también estoy de viaje, pero tengo mi pc conmigo y espero encontrar ratos para postear a un ritmo adecuado, aunque sea en medio de la noche como ahora, así que en principio seguimos adelante. Aunque mañana (hoy) en concreto estaré en un sitio que creo que no tiene wifi, así que puede que hasta el miércoles noche no pueda volver a postear.

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22/03/2016, 08:25
Director
- Tiradas (5)

Notas de juego

¡Pero si vuelvo rebosante de amor! :-)

¡Pásatelo bien y no te agobies con el ritmo! Disfruta de tus vacaciones y yo me adapto sin problemas.

Aprovecho para hacer unas tiradas ocultas. Tanto para describir la escena como para otras cosas malas.

 

 

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22/03/2016, 13:39
Carretera dirección París

Su pie llegó a apretar el pedal hasta el fondo. Un ruido avisó que estaba pisando el arcén y cuando trató de enderezar para no salirse de la carretera la conducción se hizo más difícil.  Una moto de gran cilindrada pudo esquivar milagrosamente pasando entre ella y un camión por un pelo, pitando.

Fue incapaz de entrar en la siguiente curva sin invadir el carril contrario, golpeó de frente pero no de lleno a un todo terreno color verde oscuro y el pequeño Fiat echó a volar dando vueltas de campana. Las cosas parecían flotar alrededor de Sophie. El cinturón la retenía atada cuando quedaba boca abajo y la caja de resonancia mental que la mantenía en un bucle salió de su cabeza provocando un alivio parecido al que sigue al vómito. El móvil se estampó contra el parabrisas y las notas que había preparado para la entrevista volaban como un enjambre enloquecido.

Libre su mente contempló cómo pasaba bajo su coche otro igual, pero azul celeste. Luego multitud de ramas aporrearon los lados de las ventanillas y dio otro giro sobre su eje. Llegó al suelo rocoso y el primer golpe hizo saltar los airbag levantando una nube de polvo. Escuchó el crujido de los huesos de su pierna izquierda. El impacto volvió a elevar el vehículo dándole de nuevo la vuelta, y otro golpe, en la orilla de un río. El airbag reventó y algo penetró en un costado de Sophie clavándola a su asiento, quizá una astilla de madera, quizá una pieza del mismo coche.

De repente se hizo el silencio. Ni siquiera se oía la carretera. La sangre salía a borbotones y la luz entraba delatando las motas de polvo que volaban brillando a su alrededor. Le vino a la mente la imagen de su cuarto, con la cama deshecha.

Notas de juego

Puedes escribir lo que piensa o hace el personaje, durante el accidente y unos minutos después. Está atrapada y no puede ni moverse. Está tan malherida que no siente dolor. Pierde mucha sangre -el daño ha sido una de las tiradas ocultas de antes-, pero todavía no se desmaya y si habla le sale sangre por la boca.

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23/03/2016, 10:43
Sophie Taylor

El coche olía a sangre.

“¿Conoce el olor a hierba recién cortada? Acaban de cortarme en dos, preparaos y tratad de salvaros, posiblemente seáis las siguientes.”

A sangre recién cortada.

“¡Te dije que no fueses en autopista con el coche, Sophie! ¡Te lo dije!”. Montillet reía y Vendela se limpiaba la grasa de la perdiz que salía de la herida de su costado.

Adrien la miraba con esa mirada que temía que aquello fuese el principio del fin mientras golpeaba su pierna con un enorme pene de cristal. “Los alienígenas, Sophie. Te han hecho minería de datos. ¡Zas! –el pene golpeó - ¡Accidente mortal! –el pene estalló en esquirlas de hueso roto.

Sus ojos miraron el interior destrozado del coche. El amigo de Adrien, su dueño, no estaría contento.

Una voz que sonaba a instinto la sugirió salir de  allí. Mencionó algo de un cinturón, de mirarse el costado, de perder sangre, de taponar heridas, de pedir ayuda, de correr, de vivir.

Sophie le sonrió y negó con la cabeza. Estaba demasiado cansada para todo eso. Y se le habían desordenado las notas.

“Adrien, cariño, llegaré tarde a la cena.” Habría llorado si hubiera tenido fuerzas para ello.

De fondo sonaba Un día de verano, sin piano, solo cello.

Notas de juego

Sé que es un post un tanto confuso, pero simplemente se refiere a pensamientos e imágenes que se pasan sin sentido por la mente de Sophie, que se ha quedado "un poquito" en shock.

No he intentado hacer nada que la "ayudase a sobrevivir" porque me has descrito que no puede ni moverse. Así que en tus manos encomiendo su alma xD

noquieromorirnoquieromorirnoquieromorirnoquieromorirnoquieromorir

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23/03/2016, 18:39
Carretera dirección París

El señor Montillet pasaba su mano sutilmente temblorosa entre tu pelo. No podías verle, pero su perfume masculino mezclado con el de su propio cuerpo tenía un olor agradable. Luego le temblaba la voz.

-Perdóname. Sé fuerte, aguanta, angelillo. Nada ni nadie me detendrá.

La música de cello iba y venía con un letargo placentero. El Sol hacía brillar su sangre como si fuese de caramelo líquido. Se oía el ruido del agua bajando por la montaña y multitud de pájaros, que se fueron incorporando al coro del bosque.

Una abubilla se posó en un matorral cercano. Era un pájaro grande, cantaba frente a Sophie imponiéndose al resto.

 

Agotada, le costaba mantener sus ojos abiertos. Ella se aligeraba y su cuerpo se hacía cada vez más pesado.

Tus padres lloraban y lloraban y lloraban. ¡Qué rápido envejecen! Tus hermanos no acababan de creérselo. Zac, el pobre, se golpeaba la cabeza, enfadado.

Y Adrien... Adrien cada vez era más pequeño. Hasta que desapareció.

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23/03/2016, 18:53
Yvon Menzel (motorista)

Los pájaros se escondieron, vino apresuradamente un chico, un motorista equipado con ropa de cuero.

Se echó las manos a la cabeza.

-No, no, no, aguanta, aguanta guapa. Vamos. Aguanta. No cierres los ojos. Mírame… mierda, vamos, bonita. Mierda, joder, vamos, vamos, tú puedes, vamos... aguanta, aguanta

 

Notas de juego

Ya puedes escribir en la misma línea que el turno anterior.

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24/03/2016, 18:39
Sophie Taylor

Sophie movió unos milímetros la cabeza, hasta que el dolor la hizo parar. Alguien le hablaba. Un chico rubio.

Mira señor Pompas, es un ángel.

La voz de una niña pequeña sonó en su cabeza. Había oído esa voz en algún sitio. Sophie no lo recordaba, pero la había oído en el ordenador de Adrien, muchas veces. Miró a su rubio ángel. Tenia urgencia en la voz. Le pedía que aguantase. Sophie quería aguantar. Pero estaba tan cansada... Sería tan fácil irse a dormir... Empezaba a sentir mucho dolor, en todo el cuerpo. Hacía frío. Estaba muy incómoda. Le gustaría estar en una cama.

Miró al ángel y abrió un poquito la boca. Un sonido como de aire líquido salió de sus pulmones, acompañado por sangre muy espesa, que le manchó los dientes y la barbilla. Sus mechones azules ya no iban a juego con su abrigo, pero sus dientes ahora sí.

Quería irse a dormir, pero el ángel le pedía que aguantase. Lo intentaría... sólo un poco.

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24/03/2016, 21:13
Carretera dirección París

El motorista se llamaba Yvon. Sus amigos, incluso su familia, pensaban que era un simple. Eso les explicaba su transparencia, su bondad inocente, su fidelidad y que nunca, nunca se supo que hubiera mentido a nadie. Era lento y malo para el razonamiento abstracto y no se le daba nada bien tratar con cosas como el dinero o las sutilezas de las relaciones sociales.

Pero lo que sólo tú sabías es que en realidad su carácter era simplemente porque tenía una nobleza tan prístina, tan rara, que a duras penas encajaría en el mundo como alguien cabal.

-Aguanta, aguanta que enseguida vienen los médicos.  Vamos, bonita. No no. No te mueras. Por favor, no te mueras, bonita, lo estás haciendo muy bien. M-mierda ¡Joder!

Y la sangre salía a borbotones cuando Sophie movía la boca. Él con las manos temblorosas, buscaba un pañuelo en el bolsillo de su pantalón, se le cayó la cartera al suelo y tiró también las llaves de la moto de pura rabia para seguir buscando en su chaqueta.

Sophie se sintió como una semilla que sale de la cáscara y atraviesa la tierra húmeda en busca del Sol. Lejos de ser una sensación desagradable era de lo más gratificante. Desprenderse de su cuerpo fue como quitarse un abrigo mojado y frío cuando entras en una casa acogedora.

Voló y vio la escena desde arriba. El chico rubio de rodillas frente a su cuerpo inerte, los bomberos atareados en la carretera, las luces yendo y viniendo. Y la ambulancia deteniéndose junto a la policía. Lo veía todo como un pájaro invisible e indestructible. Notaba el viento en su pelo y la embriagante y divertida sensación de volar. Y llegó a un túnel luminoso, como los que había leído en algún artículo de un suplemento dominical.

No le dolía nada, no existía ya ni la posibilidad de que nada le doliera o le faltara nunca. Jamás.

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24/03/2016, 21:15
Director

Corrías por el prado esquivando las gallinas y las ocas. Y sin limpiarte los pies de barro entraste en la casa de tu abuela, en Gambais.

Había muerto hace ya diez años, a los noventa y cinco, y nunca perdió ni un ápice de su habilidad en la cocina. Ni cuando se quedó ciega. Nunca contó a nadie la impresión que le causó ver todos esos huesos expuestos a la prensa en la casa de Barba Azul, el asesino de las viudas. Entonces era una niña muy pequeña y vio al demonio en el rostro de ese hombre, que ni se inmutaba mientras la policía le mostraba los cientos de huesos enterrados en su jardín con ánimo de sonsacarle una confesión.

La tarta esperaba sobre la mesa de madera de peral a los últimos retoques y su olor a manzana asada invadía la cocina. La anciana, de espaldas, preparaba sin prisas la mermelada de melocotón casera para untarla por encima sin reparar en que su nieta había entrado furtivamente.

Notas de juego

Sophie está en la casa de su abuela en Gambais. Todavía no le ha visto y la tarta está sobre la mesa. En este momento es plenamente consciente y no está para nada en shock.

Nota: a veces te estoy escribiendo dos post seguidos. Cuando haga esto los publicaré al mismo tiempo para no generar confusión.

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25/03/2016, 02:58
Sophie Taylor

Notas de juego

Mañana posteo, pero una duda, es consciente de lo que le ha ocurrido?