Partida Rol por web

El eco del Diablo

Inocencia

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24/09/2018, 19:00
Clementine Ouvrard

-Tiene 18 años y es soñadora, como tú, aunque inexperta. Ella estaba escuchando la misma canción que tú cantaste cuando estábamos con la sirena y creo que por eso la encontré. Tiene una mirada increíblemente dulce y transparente en un tono de azul más oscuro que el tuyo y tu mismo cabello pero ondulado y largo -se la describí y deseé que pudiera verla en mi mente como la veía yo -Ella te está buscando en sueños aunque no sabe que es a ti a quien busca... Le di el teléfono de Réjane en París y le dije que no te buscara en sueños, que era peligroso. Creo que la asusté, pero no se me ocurrió una forma más segura de que te contactara -sopesé mis siguientes palabras, si decírselas o no -Ella me dio su teléfono, pero no logro recordarlo... Lo siento -expresé ofuscada.

Notas de juego

Sé que ha quedado desprolijo pero no pude modificar el post anterior.

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25/09/2018, 10:25
Elliot

La confesión de Clementine era algo que no esperaba en absoluto. Tu hermano Julian” y “está bien” eran frases que parecían tener una cualidad diferente a la de cualquier otra conversación, como noticias venidas de un mundo vedado y perdido. Desde que había contado su historia y escrito el nombre de su hermano en el papel junto al de sus padres sintió que una puerta se estaba abriendo, una puerta a la que temía porque cerrarla fue el mayor dolor de su vida pero también lo que necesitaba hacer para seguir viviendo. Ahora todo regresaba a él envuelto en el terror de que algo terrible les sucediera por su culpa, el pánico que más le había atado cuando estuvo secuestrado de niño y lo único que evitó que intentara acabar con su vida. Clementine podía leer en su rostro una mezcla de sorpresa, angustia y esperanza.

Pero después la chica añadió algo más que por mucho que racionalmente hubiera pensado posible apenas podía creer: “Y conocí a tu hermana menor, se llama Grace.”

-Grace… -repitió en un susurro como si quisiera con ello acercarla hacia sí, confirmar que era real. Una sonrisa leve iluminó su gesto abrumado por las noticias. Pero luego Clementine dijo algo que lo hizo palidecer: “Tiene 18 años y es soñadora como tú, aunque inexperta”. “Ella te está buscando en sueños aunque no sabe que es a ti a quien busca”. Escuchó muy atentamente su descripción y cada palabra, observando los gestos de Clementine con gran cuidado como si pudiera leer todo lo que quería saber y no le había dicho porque tal vez ella ni siquiera supiera. Vio a Clementine apurada pedir disculpas y reaccionó.

-No, por favor, no te preocupes de eso- la tomó por los hombros enfatizando sus palabras-. Ahora que sabemos que está ahí tal vez no sea difícil conseguir su teléfono. Oh, Clementine… -la abrazó con ternura y después la miró expresando toda su felicidad y su miedo-. Gracias… Muchas gracias. Hiciste muy bien en advertirle. Esperemos que te haga caso... -dijo sin terminar de creer que alguien tan joven e inexperto pudiera valorar en un único encuentro que el riesgo era mucho y muy real-. Tal vez llame a Réjane, dudo que pueda resistir la curiosidad de saber al menos dónde llama aunque la inquietaras… Es muy importante que no me busque más en sueños… Oh, Dios, no tienen que encontrarla… -¿Por qué lo buscaba? ¿Qué intuía? ¿Había sido él quien de alguna manera la había convocado sin proponérselo? Elliot hablaba con la mirada perdida, golpeando con uno de sus nudillos su labio inferior como hacía algunas veces cuando se adentraba en sus pensamientos-. ¿Le hablaste de mí? -Inquirió devolviendo su atención a Clementine.

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25/09/2018, 16:36
Daniel Mallutz
Sólo para el director

"A veces la mejor elección es no tener que elegir" oí en una ocasión. Le hubiera faltado "Siempre lo peor es haber elegido lo que no tiene vuelta atrás". Mézclalo con la necesidad, las aras de una naturaleza innota y la verdad de que el adversario que te quiere herir seguro y si puede defenestrar no se guardara de ti ni un ápice.

La obra de repulsión que surgió de Sophie nos fagocita llevándonos allí donde estábamos pero sobre la cara mellada del mismo contorno. Sin embargo con la sensación de en estando del revés de lo real no es tiene la gracia en su seno. Por eso cuando caigo en el vientre de sus fronteras su aspecto es romo. Ni siquiera la luz que se refleja lo quiere tocar. Es una capsula huera de superficie envilecida.

Difícil me es entender cuanto de esto me viene por la percepción indomesticada de mi espíritu o que de mi vertiente desarrollada a un pie del instinto sobre los hombros mas tranquilos. La pulsación de la fibra de mi esencia interior que he ejecutado para buscar la ayuda no es que permita medias tintas. Quizás en algún tiempo y con alguna experiencia mas llegue a ser un concertista capaz de cambiar de registro del Órgano con control. Hoy es mas el haber atrancado unas notas para que suenen con brutalidad y luego se desplieguen en su albedrío simplificado.

Tampoco se mantienen las referencias que me permitieran hilar acordes mas finos. La música de Elliot se filtra hacia otros destinos. La sinergia de Mats esta con ella. Y la resonancia tililante es la de Remo y la necesidad de enfrentar lo que nos ataca. No puedo sujetar la correa por que dejo de estar en mis manos.

El bocado de la Aberración es exquisito si lo piensas fríamente. Un golpe con doble filo que si lo paras acaba igualmente acertando. La sofisticada obra de vileza de traer a Leah y hacerla inseparable de su materia antagonista me hiere por que ya no puedo racionalizarla. Si es Leah, Kyon ya esta lanzado hacia ella, sus sentidos lo saben, y los de Daniel no. O quizás si.

El Lobo se precipita hacia el camino de pendiente inevitable en el que estaba naciendo y, Yo...Él desbocado solo le pido que me preste sus sentidos para discernir que hay de verdad de ella en esa carne. Que si abordo un bocado que le pertenezca lo saque de aquí y lo libere. No se ocurre otra manera que no sea tragándolo. Sujetándolo entre las manos enterradas en su estomago, para que Kyón no se manche. No se me ocurre mas. NO puedo hacer mas.

Por que eso seria luego de la necesidad de la lucha, del vuelo de la zarpa y el mordisco del colmillo. Solo puedo rogar que mi espíritu apunte la acción en el momento justo y en el lugar preciso.

Perdóname mi Amor pero no estamos peleando solo por nosotros. Maldíceme si me estoy equivocando.

Las palabras se pierden en el eco de la carcasa mortal de mi cuerpo de mono, desterradas a un hilillo de voces que intentan no desaparecer en comparación en el estruendo presente, mientras las formas de lo que solo se había esbozado atacan y el resto a un millón de kilómetros detrás grita su ser al máximo para poder pedir un ligero desvío - ya me es imposible un dar un No - si la providencia permitiera estar seguro de que aquí hay una parte verdadera de Leah.

Quizás este en el corazón. Quizás detrás de lo que nos devora.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Tiradas.

Des + Agredir + Instinto = 5 - para atacar.

Per + Reaccionar + Instinto = 5 - para descubrir si hay parte de verdad Leah en lo que ataco. Como es un muerto medium 2 deberia entrar a ser usable.

Raz + Psyche = 5 para desviar el golpe que la dañe si es necesario por que Leah esta aqui. Aqui es donde utilizaria Psyche si fuera posible usarla. La he hecho oculta para mas intringulis.

 

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26/09/2018, 00:24
Remo

No había odio en Kyón, ni culpa, ni pena. No había pensamientos en el lobo que pudieran detenerlo ni desviar un milímetro sus afilados dientes. Sólo una cruel e inocente furia que se abrió paso hasta que sintió Daniel el corazón resentido de Leah en su boca hasta sentir el sabor del sufrimiento de alguien que por resquemor había negado la luz. No, no era ella sino sí un eco de su sufrimiento. Verdadero, presente, contínuo, convertido en un arma para arrastrar a Daniel consigo.

Despertó en una habitación oxidada y húmeda, con su ropa como más vieja. Remo le observaba con atención como un médico observa a su paciente salir de una operación a vida o muerte.

Le tomó una mano con firmeza y puso en ella la concha marina que le había confiado Clementine, con la que se había ayudado para hacer la llamada.

–No la vuelvas a perder. Dile a los cuervos que les conducirá a nuestros enemigos. Ahora sube a la cubierta.

El rumor del motor fuera borda de algún tipo de lancha retumbó en el habitáculo.

Notas de juego

1 de varios. Aviso en el último.

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26/09/2018, 00:26
Arthür Guitry (pnj)

Mats se despertó con un cosquilleo en el bigote y las primeras luces de la mañana. Frente a él Arthür sonreía.

-Ey, Mats.

Sus ojos brillaban como los de un niño en una excursión fabulosa.

-¡Es el barco de recreo!

Notas de juego

1 de varios. Aviso en el último.

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26/09/2018, 00:28
Agustín Bélanger

Al subir a cubierta lo primero que vio el policía fueron los banderines que habían puesto las niñas ondeando, atravesados de lado por la primera luz del día. El barco que antes estuvo encallado junto al balneario se había liberado y vagaba a la deriva con él dentro.

Daniel se asomó por la barandilla. Vio la costa relativamente lejos -estaba mar adentro- y otra embarcación frente a él, un buque patrullero de salvamento marítimo en cuya cubierta estaban sus amigos. Bélanger ayudaba a la tripulación a preparar el abordaje, y le hizo un gesto al policía levantando un pulgar para indicarle que todo había ido bien. Que todos se habían salvado.

Notas de juego

Hay dos post más. :-)

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26/09/2018, 00:30
Comisario Pascal Réjane

Ya reunidos les condujeron a un embarcadero de Saint-Omer. Parte del pueblo se había inundado pero no la casa que el comisario Réjane había elegido para centro de operaciones.

Cuando entraron en ella los ordenadores los habían colocado en un mueble auxiliar y la mesa la habían vestido para el almuerzo con un mantel blanco y rojo, platos y cubiertos. En la pared anexa a la gran chimenea había un cuadro que llamaba la atención en el que Elliot reconoció el estilo y la magia de Laia.

De la cocina salía un exquisito olor a algún tipo de guiso de ave. Pascal salió de ella quitándose un delantal y tras él una chica joven en silla de ruedas, a la que presentó como Laia, su sobrina.

Había hecho preparar la casa para que todos la habitaran y el comisario sugirió que hablaran de lo ocurrido durante el almuerzo, al que acudirían César Pillet y Albin Govier y que en todo caso no se marcharan a las habitaciones sin echar un vistazo al cuadro. Hizo un gesto a su sobrina para que hablara.

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26/09/2018, 00:34
Laia Montagú

La chica era más bien menuda. Morena, con el pelo rizado y color tirando a caoba. Habló con voz algo rasgada pero sedosa. Había algo de delicado en su forma de expresarse y de moverse que le daban un aire frágil.

Sonrió a Elliot y tragó saliva al ver a Sophie. Se puso delante del cuadro para hablar.

–Hola. Les he de pedir que no se marchen a descansar sin dedicarle un tiempo a observar el cuadro con atención. Y si pueden, que lo disfruten.

Movió la rueda de la silla y se apartó a un lado.

–Es lo que llamamos una semilla, o un gancho. Tiene la facultad de incitar un sueño. Soñar con este camino es una protección añadida a la que la casa tiene en sí. El camino les conducirá a un lugar conocido o no, pero seguro.

Dicho esto miró de nuevo a su tío, que hizo un gesto con las manos, invitando a la distensión.

Notas de juego

Ya podéis postear.

:-)

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26/09/2018, 05:59
Clementine Ouvrard

De pronto me sentí bajo observación y me revolví un poco incómoda en el lugar. Hubiera querido ser más delicada con un asunto así pero ¿Cómo podría haberlo hecho? Siempre me parecía que ante la duda lo mejor era la honestidad.

Sonreí cuando repitió el nombre de la chica y las emociones que cruzaron el rostro de Elliot al pronunciarlo conformaron un bello poema que devoré con placer. Luego me abrazó y agradeció, suspiré aliviada porque temía que me reprendiera por haber cometido algún error.

-En efecto, no tienen que encontrarla -repetí a mi vez. Luego ordené mis pensamientos y me dispuse a contestar su pregunta -Verás, Elliot, tuve que idear rápidamente una forma de picar su curiosidad sin revelar mucho de ti, por su bien y el tuyo -me sinceré -Mi objetivo fue asustarla para que no te buscara en sueños, le dije que había gente que transitaba por ellos con motivos malignos y que lograba hacer daño, le dije que los sueños estaban intervenidos como los teléfonos pinchados; luego le di el teléfono de Réjane... -me mordí el labio y suspiré -Tuve la certeza al verla de que te estaba buscando a ti en sueños pero ella no sabía que era ti específicamente... -traté de explicar, era complicado -Usé esa información para decirle que si llamaba al número podría dar contigo y que tú también la estabas buscando -me encogí de hombros -Creo que al poner en el papel que entregamos a Abel que podría haber hermanos tuyos menores estabas intuyendo algo- deslicé con una sonrisa tímida.

A su pregunta sonreí recordando algo que le había dicho a la chica sobre Elliot, aunque indirectamente, y luego contesté -Le dije que su hermano la necesitaba, pero no Julian -alcé las cejas y pestañeé varias veces tratando de deducir si había hecho bien o no, la verdad es que no estaba segura de ello. -Quizás fue demasiada información pero ella podría tomarlo no literalmente y tenía que asegurarme de que llamara a Réjane, espero que lo haga -expresé dubitativa. -Y, no, no le dije tu nombre por si acaso -de pronto sentí frío, el sol me dio calor pero solo a la mitad de mí que estaba de frente -Preferí no revelar eso, también le dije que cuando llamara dijera su nombre completo y después... No tuvimos mucho tiempo, inmediatamente luego de ello estuve en el barco y ella quedó atrás en la tienda de discos en la que tu hermano trabaja -lo miré y quise darle más detalles -Ella estaba escuchando I Heard of a Source en un vinilo y le pedía a Julian que se lo regalara, creo que le gusta la música como a ti -hice un rictus con los labios antes de expresarle mis temores, pero finalmente me arrepentí y no dije nada; sin embargo agregué -Tenemos que informarle a Réjane apenas lo veamos para que esté avisado o quizás a él se le ocurra una manera mejor de abordar un posible contacto... -sostuve y de pronto callé, algo más captó mi interés estando ya muy cerca de la otra embarcación, apreté la mano de Elliot para llamarle la atención.

Notas de juego

Posteo para todos en cuanto tenga un tiempito, que ahora me muero del sueño...

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26/09/2018, 12:02
Clementine Ouvrard

Los banderines parecían bengalas de colores a la luz del sol naciente. Cuando estuvimos lo suficientemente cerca de la embarcación vi a nuestro amigo el comisario lobo* asomado por la baranda y me levanté de un salto como accionada por un resorte -¡Es Daniel! -grité, despertando a casi todos los que dormían para mi total bochorno. Comencé a saludarlo con la mano desesperadamente, casi no podía creerlo... O mejor dicho sí, sabía muy en lo profundo de mi espíritu que no había muerto, pero siempre prefería dejar un espacio para la fatalidad, no fuera cosa que me sorprendiera; esta vez me alegraba como nunca de que mi corazonada no me hubiera fallado. -¡Daniel, dichosos los ojos que te ven! -exclamé antes de abordar la nave y reparando en el óxido que mostraban algunas partes miré a los demás y dejé escapar por lo bajo -Espero que tengan la vacuna contra el tétanos al día.

Al subir a la pequeña embarcación esperé por Mats y Elliot para ir a dar un abrazo a nuestro amigo y compañero de aventuras. -Has sobrevivido, qué ser humano increíble eres -dije con una enorme sonrisa -Nos tienes que contar cómo fue la batalla decisiva. ¿Estás bien o te has lastimado? -lo examiné rápidamente con la mirada.

Al llegar al embarcadero sentí un alivio inaudito al pisar tierra firme luego de tantas horas rodeada de agua, me quedé mirando hipnotizada las maderas del muelle y luego la hierba que iban pisando mis botas, habían sobrevivido a duras penas a todo lo que había ocurrido y este había sido su último baile. Dios, necesitaba bañarme con urgencia, sentía la piel pegajosa y la ropa pegada al cuerpo me picaba. Quería preguntar a Fermi cómo había salido el traslado de Ada, algo que me tenía particularmente inquieta, pero me abstuve porque no tenía tanta confianza, quizás después, intuía que estaba tan cansado como el resto.

Al llegar a la casa de Saint-Omer la atmósfera de normalidad me aturdió unos instantes, todo parecía tan hogareño, tan sosegado... ¿Se imaginaría Réjane la magnitud de lo que había ocurrido? No me cabía la menor duda y sin embargo, algo me decía que su actitud era quizás la mejor para afrontar un mundo liminar lleno de sombras acechantes y a un mundo real lleno de brujos delirantes: darle a cada momento vivido solidez en el cuerpo, densidad en el alma.

El cuadro sobre la chimenea no me pasó desapercibido, me pareció muy hermoso y pacífico y el hecho de que las hojas de algunas ramas parecieran flotar en el aire me gustó más todavía. Me acerqué para mirarlo mejor cuando Réjane y una chica en silla de ruedas salieron de la cocina. Escuché la explicación sobre la pintura y miré a la muchacha con detenimiento, prestándole atención a cada palabra y gesto, porque me encontraba agotada y tenía que hacer un esfuerzo extra.

-Soy Clementine, la doctora, encantada -me presenté extendiéndole una mano, quería preguntarle si el cuadro lo había hecho ella y cómo, me interesaban mucho esos detalles, quizás durante el almuerzo... -El cuadro es hermoso y un buen mecanismo de defensa -le sonreí con amabilidad, tenía sentido que así como se podían implantar semillas malas también se pudieran implantar buenas, pero no se me había ocurrido.

El aroma del guisado me despertó de pronto todo el hambre producto de la mañana y de la noche sin fin que habíamos tenido, el estómago me rugió con crudeza, empecé a mirar por encima de la mesa si acaso había una fruta a mano. Miré en derredor, era un milagro que estuviéramos todos vivos y me sentía muy bien, a pesar del cansancio, por ello.

Notas de juego

*la referencia ha sido a un episodio de Los Simpsons que siempre me ha hecho gracia. https://www.youtube.com/watch?v=eDHGVUzSwLY

 

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26/09/2018, 16:54
Elliot

Elliot escuchó sin interrumpir y con muchísima atención el resto de la narración de Clementine. En su cabeza multitud de detalles comenzaron a dar vueltas pero se sentía incapaz de tomar una decisión al respecto. ¿Debía buscarla? ¿Era lo peor que podía hacer? Asintió cuando ella habló de informar a Réjane en cuanto lo vieran. Necesitaba su consejo y saber si su gente había averiguado algo al respecto de la seguridad de los familiares. El comisario además tendría una visión de conjunto de la que él carecía. De lo que estaba seguro es que fuera cual fuera el lugar donde se refugiaran a partir de ahora no podía ponerlo en peligro y delatar dónde se escondían Édith, Sophie o Mats. Antes de hacer nada debería marcharse a otro lugar.

Cuando iba a exponer sus dudas la doctora señaló la embarcación exclamando “¡Es Daniel!” y por un momento todos los demás pensamientos se acallaron. Había sobrevivido. Milagrosamente todos habían salido de aquella locura sanos y salvos. Si no hubieran convencido a Mats de que no se marchara con Ada tal vez no habrían despertado a Sophie. Si no hubieran contactado con la sirena y Clementine no hubiera hablado con ella no hubieran sabido que debían despertarla. Si la sirena, Sophie, Daniel y los lobos no hubieran detenido a aquellos demonios tal vez todos estarían muertos menos a los que se hubieran llevado… Y sin embargo allí estaban todos, cubiertos de barro, exhaustos, felices. Desde luego que la vieja embarcación engalanada había resultado un buen presagio después de todo. Elliot sonrió abiertamente levantando una mano para saludar a Daniel y después lo abrazó con fuerza cuando se encontraron. Miró después a sus ojos queriendo ver si el combate había dejado alguna huella en él.

La casona de la glicina en Saint-Omer fue el lugar escogido para ocultarse. Parecía que hacía mil años que habían salido de ella y había ocurrido tan solo el día anterior. De todos modos el comisario se las había apañado para que el espíritu del lugar cambiara por completo y ya no recordara a la sala de operaciones de ataque al Lotus of the Seas, sino a la casa de algún familiar que hubiera invitado a todos a un suculento y merecido almuerzo. Ver que Réjane en persona estaba cocinando le hizo sonreír; tantos cuidados podían significar que estaba a punto de enviarlos a todos de nuevo al frente, pensó, aunque eso no quitara en absoluto el cariño que mostraba con ello.

Fue entonces cuando Laia salió de la cocina. No esperaba verla aunque que Réjane la tuviera cerca tenía todo el sentido dado lo que estaba pasando y las habilidades que ella tenía. Se alegró y se angustió a partes iguales porque estuviera allí dadas las circunstancias y sonrió al verla exponer a todos con tanta formalidad cómo debían contemplar su cuadro para soñar con un lugar seguro. Alguna vez se había adentrado soñando con sus cuadros y siempre había sido una experiencia hermosa. Se dio cuenta ahora que ella también le habría olvidado en el último mes pero al ver su sonrisa supo que ya había recuperado sus recuerdos.

Quiso presentarla a sus amigos pero Clementine se adelantó. Después de que ellas hablaran se acercó para abrazar a Laia tratando de no mancharla de barro y darle un beso:

-Me alegro mucho de verte antes de Dios sabe qué pueda pasar después”. Ya conoces a Clementine- señaló a la doctora-. Estos son Daniel y Mats. Ella es Laia, es… -pensó cómo definirla mejor en pocas palabras- ella está en mi lista de nombres -miró a la chica sintiéndose extraño de que de todos los que ahora lo rodeaban ella fuera la única que no conocía su historia. -Tengo que hablar con tu tío un momento, es importante “ojalá pudiera hablar con tu padre” -luego miró a sus compañeros como pidiéndoles que le disculparan-. Por favor, Clementine, acompáñame, puede que necesite saber algún detalle que tú puedas darle. Laia -se veía que la impresionaba pero tenía que hacerlo-, ¿podrías describirle el cuadro a Sophie? -la señaló para que supiera a quién se refería- Es importante que ella llegue hasta allí.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Dejo una tirada de Percepción + Empatía para mirar a Daniel.

 

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26/09/2018, 22:01
Daniel Mallutz

Aturde cerrar los ojos experimentando el cambio abrupto al abrirlos después. No estas preparado para el rebote de la ola de la transición. Realmente no estas preparado para enfrentarte a las garras de estos Entes. Que Remo me observe tras el embate no es baladí. Es tan simple el desliz que puede arrastrarte camino al infierno que agradezco la crudeza de su parca sinceridad de acción.

La ida y venida de las imágenes y las acciones anteriores al despertar flota por los entramados de mi Consciencia depositando posos de su discernimiento de forma etérea, con la melancolía y la pesadumbre de haber contactado con algo o alguien en el universo que no lo comprende o peor lo odia. Con la voluntad de robar partes de la existencia que son sagradas: Sufrimiento, Temor, Verdad, y doblarlas hacia la vil ceguera de su ego.
Si esto es un demonio, esa cerrazón de su visión es lo hace poderoso, y al mismo tiempo miserable. Entiendo la Furia que depura al perfil del Lobo al enfrentar a esa "cosa". Yo escupiría mi propia cólera fría sobre eso por la insolencia de la mezquindad de lo que hicieron a la sustancia de Leah.

El dolor y el sufrimiento aun resuenan y seguirán en mi mas allá de que las marcas de este día se disuelvan.

El apretón del Lobo compañero de Remo me asienta la consistencia. Es mucho mas lo que no dice con palabras. Lo que apunta hablando es que aun tenemos una brújula para llegar al adversario. Con la concha de Gabriel en la mano me sonrío por que creía que me la había tragado.
Asiento a la indicación. Los Cuervos serán informados.

Saliendo de la panza de la estancia donde estábamos esta se descubre como el engalanado pecio oxidado de la entrada a las marismas. Como llegamos hasta aquí me es insospechado. Ahora viajamos a la deriva.

Ciertamente ya no por que un buque de guardacostas nos tiene a tiro de abordaje. El bueno de Belanger me señala y no espera a decirme que todos están a salvo. Gritos de emoción sorprendentemente emitidos por Clementine me los señala. Casi me abruman con sus abrazos.
Solo se me ocurre una única forma de contestar a si estoy bien o lastimado.
- Estoy diferente - le digo con una sonrisa tímida que prende e intento que siga encendida - Ahora me basta con saber que estáis bien.
Confio que la explicacion les baste por el momento y que me dejen recobrar la entereza. Pensar que algo de Remo se me ha pegado en mi parquedad me hace sonreir aun mas.

Un viaje aburrido nos lleva de regreso al punto de inicio. Saint-Omer y la casa de supongo los confirmados "Cuervos" se nos presenta como punto de salvacion tras la tormenta.

Pero lo que antes era extraña ansiedad por los ramalazos de la amnesia, las malas noticias, y las masacres en directo han sido trasplantados a otro lugar dejando ondas de paz. Con aroma de guiso de carne.

Miro a Rejane y le dedico un gesto de cordialidad con la pequeña matizacion burlona del manto oficial de los míos. No se lo que Remo o Tobias hayan podido compartir con el comisario con el tiempo pero dado la tensada impetuosidad del espíritu de los Lobos no me extraña la separación. A mi aun me cuesta desprenderme de los ecos de la extensión de su mundo sin pensamientos y solo pautas. Pero la curiosidad me hace preguntar como sera el cariz del espíritu de los cuervos.

Sin embargo acabo embaucado por el atractivo de una pintura al oleo que antes no estaba. Elliot la observa como si supiera de que se trata y casi al unisono la delicada sobrina de Rejane, Laia se presenta, nos dice este, el cuadro es un seguro para evitar las derivas del sueño, y supongo mas las que pudieran ser inducidas.

Me quedo mirándolo, pensando no solo en poner el camino en mi, para que no quedarme extraviado, sino la posibilidad de mandarlo hacia fuera. Comunicarlo a otros. La primera en la mente es Leah. El rastro rapiñado por el Demonio de su dolor, me remueve haciéndome preguntar si es algo aun presente o solo un
punto del pasado. Un puntal del momento de su fallecimiento.

Estos pensamientos me mantienen callado. También los relacionados con nuestras listas. Me alegra ver que en parte ya se están moviendo las cosas.

Elliot le pide a Clementine un aparte con Rejane y yo les asiento con la cabeza, inquisitivo de si me necesitan. Es como si todo hubiera pasado en un flash pero posiblemente haya pasado todo un día.
Y apenas se lo que les ocurrió cuando salieron por la puerta en busca de seguridad.

- Antes de que os separéis de Rejane dile que tengo un mensaje de los del Bosque y que necesito preguntarle como ejecutar un plan para usar esto - le digo a los dos señalando la concha en mi mano - yo os esperare mientras contemplando las pinturas. Dios sabe que tienen una calma y que quizás Laia me ilumine a mi también con la explicación a Sophie - hago un gesto de esperanza - si es importante que mucha gente llegue hasta allí.

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27/09/2018, 01:28
Mats Bergstrøm

Cuando la luz de la mañana me despierta y abro los ojos, lo primero que veo es el rostro de Arthür sonriéndome. La expresión ensoñada de su cara y su contagiosa ilusión hacen que mi corazón se salte un latido o varios. El motivo de su alegría es el barco abandonado junto al que hay que pasar para llegar al refugio, ahora destruido, de las marismas de Clairmarais. La enorme crecida ha liberado el barco de su lecho, y sus coloridos banderines ondean al aire como símbolo de buen presagio. Encojo los ojos para apreciar todos los detalles.

¿Ese no es…?

A bordo del barco, aún desde la distancia, reconozco la inconfundible figura de Daniel, apoyado en la barandilla. Un fogonazo de euforia enciende mi interior, y antes de darme cuenta ya estoy agitando el brazo y gritando su nombre a pleno pulmón. ¡El tío lo ha conseguido! No podía haberme despertado con una mejor noticia. De improviso me vuelvo hacia Arthür y lo estrecho en un inesperado abrazo que lo deja sin aliento. Es fantástico ver cómo, a pesar de todos los esfuerzos del enemigo, logramos prevalecer una vez tras otra. En este momento el miedo parece solo una vocecita lejana, fácil de ignorar.

Relax, take it easy, ’cause there is nothing that we can’t do…*

Recogemos a Daniel y le damos el efusivo recibimiento que se merece. Siento preocupación cuando nos explica que algo en él ha cambiado, y no parece referirse a algo bueno. Al cabo de poco nos ponemos de nuevo en marcha hacia el que va a ser nuestro nuevo refugio. La casa a la que somos llevados es acogedora, haciéndome sentirme a salvo inmediatamente. A juzgar por el delicioso olor que sale de la cocina, nos espera un buen ágape. El comisario Réjane sale de la cocina acompañado por su sobrina, una muchacha joven que va en silla de ruedas. No puedo evitar pensar en lo mucho que, por el motivo que sea, me recuerda a Sophie, y no únicamente por su limitación física. Laia, que así se llama la joven, nos saluda con amabilidad, aunque con cierta aprensión al ver a Sophie; a pesar de que comprendo esta reacción, no puedo evitar sentir una punzada de dolor. Mi mano aprieta el hombro de mi amiga Sophie, casi por acto reflejo. Nuestra anfitriona nos pide que, antes de descansar, observemos un bonito cuadro paisajístico que domina la estancia; al parecer está tejido con alguna clase de sortilegio protector.

Me adelanto para contemplar el cuadro, recordando cuando Clémentine y yo compartimos aquella mañana en el Orsay, dejándonos arrastrar al interior de los mundos pictóricos que había ante nosotros. En ese instante pienso, ¿cómo es posible que no lo haya imaginado antes? Sin duda el arte es una puerta obvia al mundo onírico, a verdades más allá de la ilusión de la realidad cotidiana. Dejo que mi mirada se pierda por el camino que gira hacia la derecha en mitad de un bosque otoñal sacudido por el viento, tratando de imaginar a dónde me llevará la senda. Me giro cuando los otros empiezan a sugerir que Laia le describa el cuadro a Sophie: aunque yo podría hacerlo, tal vez lo mejor sea que la propia artista la transporte a su mundo imaginado, de modo que decido guardar silencio.

Notas de juego

*Primera frase del estribillo de la canción Relax, Take It Easy, de Mika. Seguro que todos la conocéis :).

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27/09/2018, 09:14
Casa de Saint-Omer

El comisario les llevó al patio. La glicina centenaria elevaba su tronco retorcido alrededor de un puntal ya desaparecido por el paso del tiempo, lanzando sus ramas como sogas hacia la fachada interior y el balcón corrido que comunicaba todas las habitaciones de la primera planta.

Se sentó en el murete de un viejo pozo que ocupaba el centro de lo que había sido un antiguo huertecillo y tras escucharlos habló buscando comprensión con su mirada.

—Sí, lo están. Pero desgraciadamente sólo tenemos recursos para protegerlos de forma banal. Salvo algunos familiares clave a los que hemos estado vigilando con ánimo de seguir el hilo de quien les aborde. No puedo daros detalles pero es una estrategia que ya ha dado resultados.

Sé que es duro pero quiero enfocar toda nuestra fuerza en el siguiente golpe para aniquilarlos y os necesitaré centrados para cuando les encontremos. Pondremos las cosas en su sitio con un rito tras el que no habrá que preocuparse por ellos nunca más.

Clementine sintió que el comisario miraba en su interior pero supo que sólo lo hacía para comprobar si Elliot le había revelado su secreto.

—Elliot, no debes buscarla ahora. No puedes exponerte a que la utilicen de cebo para atraparte.

Y dicho eso se levantó.

—Ahora tengo que salir un momento.

Suspiró.

—En el armario que hay frente al baño hemos traído algo de ropa para vosotros. Si necesitáis cualquier cosa, pedidla.

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27/09/2018, 10:37
Elliot

Era la primera vez que Elliot entraba en aquel patio a la luz del día. La glicina brillaba al sol todavía húmeda por la lluvia de la noche y su olor se extendía por el bonito patio de piedra. Incluso había un pozo y Elliot se preguntó si tal vez éste tendría que ver con que la casa fuera un lugar especial. Estaba nervioso ansiando el consejo del comisario, temiendo que dijera lo que imaginaba que le iba a decir pues era lo más sensato. Miró a Clementine agradeciéndole que estuviera con él en aquel momento y tras pedirle que contara a Réjane con detalle todo lo que le había revelado a él se mantuvo en silencio observando los gestos del comisario. Cuando ella terminó comunicó el mensaje de Daniel acerca de la concha marina.

Réjane lo miró a los ojos. Su mirada y sus palabras transmitían que los planes ya habían sido trazados y que Elliot debía confiar en que los aniquilaran antes de que pudieran asestar más golpes. Pero no le dio explicaciones ni certezas, le pedía su confianza, su compromiso absoluto en lo que estaba por venir y podía ser definitivo y sobre todo apelaba a su razón que debía entender que no podía dejarse atrapar bajo ningún concepto; no conociendo el nombre que ellos buscaban. Tenía razón desde un punto de vista estratégico y él confiaba su vida al criterio de Réjane pero, ¿era capaz de confiar la de su hermana a la estrategia?

Cuando Réjane abandonó el patio Elliot se quedó muy quieto, como petrificado en el sitio. Su mirada estaba perdida en algún punto del infinito y Clementine podía ver cómo el vello de sus brazos se erizaba a la par que temblaba muy ligeramente. Sus ojos se empañaron y la doctora podía leer en ellos la duda y el miedo.

-Ni siquiera cuando había olvidado todo olvidé ese maldito nombre...- confesó con la mirada todavía perdida-. Ojalá pudiera arrancarlo lejos, lejos de mí -cerró los ojos y dos lágrimas recorrieron sus mejillas.

Cuando abrió los ojos Clementine pudo leer cómo la rabia se había impuesto al miedo. Nunca había visto en Elliot un gesto así.

-Voy a aniquilarlos. A todos ellos.

Parecía que quería gritar y al mismo tiempo no, tratando de contener su rabia dominando su respiración. Por un momento pensó en pedirle a Clementine que le dejara solo, pero sabía que era mucho mejor que no lo hiciera dadas las cosas que cruzaban sus pensamientos. Miró al suelo y pestañeó fuerte varias veces mientras su respiración se iba calmando. Después miró a Clementine a los ojos buscando su ancla, su fortaleza. Extendió una mano hacia ella como si todavía no fuera capaz de moverse.

-Abrázame, amor mío.

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27/09/2018, 13:04
Laia Montagú

—Puedes tocarlo. Ven.

La chica tomó una mano de Sophie y dedicó unos minutos a pasarla con delicadeza por la superficie del cuadro recorriendo sus lineas mientras le indicaba los los colores.

Después comenzó su explicación. Varios se acercaron a escuchar, como si fuera la guía de un museo.

—Me gusta mucho lo que llaman la hora dorada, cuando por la tarde la luz cae y prende las cosas que arden como ascuas en su propio fuego interior.  

Su voz y su tez tenían algo sutilmente mestizo.

—Paseas a la sombra que proyectan las ramas desnudas de dos árboles grandes pero jóvenes. Están tan juntos que en su base, en el sitio entre las raíces y el tronco, ya se tocan. Una de las ramas más bajas del más cercano a ti serpentea alargándose tanto que casi cruza el camino…

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27/09/2018, 13:19
Anders Berisha

Anders -que ya venía aseado de la enfermería del guardacostas- se acercó a Mats y le indicó con un gesto de la cabeza que le siguiera.

Tenía la camisa abierta y se le veía algo de vendaje en el hombro y el pecho. Tras pedir permiso a Fermi para abandonar la casa durante unos minutos sacó a su protegido a la calle sin dar más explicación que una mirada seria.

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27/09/2018, 13:21
Lars Bergstrøm

Nada más salir a la calle Mats se topó con un Rolls-Royce Phantom aparcado en la calle a unos diez metros de la casa.

Anders hizo un gesto al conductor y al guardaespaldas que ocupaba el asiento del copiloto para que abandonaran el coche y abrió la puerta trasera pidiéndole a Mats que entrara.

Allí dentro encontró a su padre que le invitó a sentarse. Mostraba en su inquebrantable faz un atisbo de alivio y preocupación.

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27/09/2018, 13:25
Laia Montagú

Tras la pequeña interrupción del señor Berisha, ya sin Mats, Laia continuó.

—Al fondo hay un bosquecillo de hojas amarillas que se resisten a caer. La naturaleza es un proceso, como el fuego. A veces es violenta, otras verdadera quietud. El bosquecillo es como un incendio apacible.

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27/09/2018, 16:12
Clementine Ouvrard

La impresión que me daba el comisario Réjane era ambigüa, confiaba en él porque Elliot lo hacía, más allá de este hecho apenas lo conocía pero por sus formas y su tono de voz daba la impresión de alguien que siempre estaba en sus cabales, o al menos luchaba para estarlo, y tener el objetivo principal siempre en mente; en eso nos parecíamos y por ello podía dibujar una cierta e incipiente simpatía hacia el hombre... Eso y que escondía mucho de cuánto sentía, una sabia decisión con la cual me sentía identificada hasta que Elliot había aparecido en mi vida. Sentir la mirada del cuervo sondeando en mi interior me produjo curiosidad y sin quererlo le sonreí desafiante con mis labios cerrados, alzando una ceja inquisitiva; inclusive cuadré mis hombros y alcé la barbilla. Me pregunté si podría ver también lo enamorada que estaba y el miedo que eso me producía.

Mi mirada iba alternativamente entre él y el comisario, al escuchar las palabras del hombre sentí alivio e incertidumbre: era claro que Elliot no podía buscar a Grace ahora y creo que él lo intuía en su fuero interno... Era una decisión dura y sin lugar a dudas terrible, pero acertada y resumía concisamente lo que yo pensaba también, que los sectarios podían usarlo para atraparlo... Y si lo lograban ya no importaría nada ni se salvaría nadie; eso no quería decir, no obstante, que el receptor del pedido de sacrificio lo tomara alegremente y me hubiera resultado llamativo que hubiera sido así.

Cerré la distancia entre nosotros cuando quedamos solos y me ubiqué frente a él para que su atención se desviara de los pensamientos que lo rondaban, verlo sufrir así me hundía una aguja caliente en el corazón. Yo había experimentado esa misma rabia horas antes e intuía lo mala que podía ser si anidaba en el corazón, alcé las manos y deslicé mis yemas por su rostro borrando la huella de sus lágrimas, le besé las mejillas luego y lo abracé cuando me lo pidió, crucé mis brazos por su espalda buscando darle calor y que me sintiera parte de él. Alcé una mano para hundirla en el cabello de su nuca y lo acaricié suavemente.

-Vamos a hacerlo, todos nosotros, juntos, somos un equipo y una familia - repuse a su confesión como si fuera una verdad más que un deseo, y así lo creía. Me aparté un poco para mirarlo a los ojos -Todos tienen aquí motivos con nombre y apellido para odiarlos y para buscar su destrucción: Leah, Sophie, tu familia... -. El mío eres tú, porque no puedo dejar que te arrebaten de mi lado y Édith, mi pequeña. -Pero tenemos que ser instrumentos del bien -sostuve -Recuerda, no le abramos la puerta a Eugen -dije tratando de serenarlo. Y lo besé con ternura en los labios.

Quise mostrarle que había otras perspectivas en juego. -Escúchame, si hemos tenido acceso a Grace ha sido porque hay designios sobre ella, el hecho de que pudiera advertirle del peligro es significativo y el cómo la encontré también... Tenemos que pensar que hay una mente y una fuerza más grande moviendo hilos también, la misma que nos hizo salir a todos indemnes del balneario... Elliot, deberíamos haber muerto y sin embargo estamos todos aquí -declaré alegando a su razón y recorrí un lado de su rostro con mi mano -Y además es hermana tuya, debe ser más inteligente que todos nosotros... -sonreí.

-Y con respecto al nombre, por algo es que lo sabes. Esa información te ha sido dada a ti y a ti específicamente, a ti que eres un agente del bien, cuando estos locos nefastos la están buscando hace mucho... Piensa en eso. El qué y el cómo se nos revelará a su adecuado tiempo y cuando suceda lo sabrás.