Partida Rol por web

El eco del Diablo

Los Olvidados

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07/06/2016, 12:12
Mats Bergstrøm

Esbozo una sonrisa cómplice cuando Arthür bromea acerca de buscar su pajarita, pero no respondo inmediatamente. Simplemente me lo quedo mirando con una expresión congelada, que se prolonga en el tiempo hasta después de que su espontaneidad caduque.  En mis ojos hay un brillo extraño, y mis cejas están ligeramente arqueadas de un modo que contradice mi sonrisa. Mis brazos permanecen cruzados mientras escucho a mi amigo, cerrándome en mí. Parezco estar justo al borde del abismo de ir a decir algo, y ese equilibrio precario, combinado con la sonrisa pegada con cinta adhesiva, contribuye a transmitir una inequívoca imagen. Mi rostro es el de la contención.

El de la represión.

Estoy genuinamente preocupado, pero no únicamente en un sentido abstracto por lo que pueda acontecer mañana. Estoy preocupado por Arthür. No deseo meterlo en algo que pueda ponerlo en peligro, y al mismo tiempo, todo mi cuerpo y mi mente tiran en la dirección contraria, pidiéndome, exigiéndome, que sea egoísta por una vez en mi vida. Algo en mi interior está a punto de desbordarse, de empezar a salir por una brecha que ni siquiera soy consciente de que se ha abierto. En todos estos días, ni siquiera me he parado ni un solo instante a hablar conmigo mismo, a reconocer mi necesidad emocional de reaccionar como una persona normal y dejarme sucumbir. No me he permitido mostrarme vulnerable, ni derramar mi inseguridad, mi miedo y mi pequeñez sobre nadie que los sostenga en una bandeja en vez de dejarlos ir por el desagüe. Todo este tiempo me he limitado a seguir hacia adelante, a mantener una fachada. Pero de eso hace muchos años. Me pregunto si Arthür sentirá lo mismo, o si realmente es tan inalterable y valiente como parece. ¿Alguien lo es? Quizá también lleve su propia máscara.

Y entonces, solo un segundo demasiado tarde, reparo en que he bajado mis defensas más de la cuenta.

Se me ha visto todo.

Como quieras —respondo en un tono aparentemente casual, encogiéndome de hombros, al tiempo que desvío mi mirada hacia el lado contrario, mandándola a paseo a través de la ventanilla del copiloto—. No te preocupes por nada. Como te dije, los invitados pueden ir con un acompañante. Eres mi amigo, ¿no? —Vuelvo a mirar a Arthür, pero mis ojos lo atraviesan—. No hay nada raro. Si yo quiero que vayas, vas, y punto.

Notas de juego

Done. No sé si me he pasado, pero estaba muy inspirado y me encanta cómo ha salido :).

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07/06/2016, 14:04
Arthür Guitry

Arthür no podía desviar prolongadamente la mirada de la carretera. Habría querido no estar conduciendo en este momento, poder estar frente a su amigo al mismo tiempo que su timidez agitaba todas sus emociones perturbándole cuando Mats se volvió hacia la ventanilla y le pareció que, aunque su tono pretendía normalidad, le contestaba de un modo cortante para atajar el momento. Lo habría dejado pasar para no incomodarle como hizo al sentir el dolor de Sophie, pero esta vez no sería así. Por un lado la intensidad de las emociones de Mats habían llenado el pequeño espacio en que se encontraban, haciéndose casi palpables. Era evidente que se había dado cuenta de que sus pensamientos parecían haber sido dichos en voz alta. Por otro, esta vez tenía que ver con él, pues se notaba que Mats estaba preocupado por si le ocurría algo y se sentía culpable de haberle dejado ir con él e incluso enfadado consigo mismo por no sentirse capaz de pedirle que no fuera. Y tal vez más enfadado aún por no haber hablado mucho más, desahogarse al fin. Pero se contuvo. Transcurrieron unos minutos en silencio.

—¿Sabes? —comenzó con tono sereno mientras seguía mirando a la carretera—, esto que nos está pasando, lo que hemos visto, lo ocurrido a Sophie sobre todo, es realmente terrible. —se detuvo un momento, meditando cómo dar forma a sus pensamientos y, más que pensamientos, a un sentimiento que le llenaba y que tampoco se había detenido a meditar poniéndolo en palabras. —Pero no dejo de pensar ahora que es algo extraordinario porque se nos ha dado el poder ver lo extraordinario —Su tono cambió entonces haciéndose sutilmente vibrante, como si hablara desde un lugar más profundo—. Cuando Masaryk apareció en el pasillo del hospital, cuando vimos su aspecto aparentemente normal, tuve la intuición de que él estaba siempre ahí, le viéramos o no, apareciendo en la vida de la gente en formas muy diversas, él o el mal que representa. Pero nosotros le vimos, vimos quién era, aunque no podamos explicarlo, lo supimos con los ojos cerrados, al escuchar sus pasos. Y ahora él nos habla con palabras, con un rostro semejante al nuestro, y no dudo que volvamos a verlo antes o después —Miró por un instante a Mats—. Y estoy muy asustado. Por él, por los monstruos a que nos enfrentamos, pero... Todo el mundo se enfrenta al mal y a los monstruos, lo sepa o no, en una forma u otra. Para los antiguos zoroástricos este mundo, el tiempo, había sido creado para atrapar en él a los demonios y así combatirlos y vencerlos. Hasta el frashkart, la victoria final. Era éste el territorio del combate. Y las almas humanas descendían para luchar en él. Esa era su misión. La nuestra ahora tiene esta forma y es así por algo, Mats —volvió a mirar a su amigo—. Y vaya contigo o no lo haga, todo eso seguirá ahí. Y no podríamos huir del combate aunque nada de esto hubiera pasado, aunque nuestra vida fuera «normal». Pero esta también es mi misión ahora, contigo, con Sophie, y eso no depende ni de ti ni de mí. De nosotros depende lo que decidamos hacer al respecto.

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07/06/2016, 16:49
Mats Bergstrøm

Vuelvo a fijar la vista en Arthür, escuchándolo atentamente con una expresión entre sorprendida y ligeramente abrumada. ¿Cómo lo hace? ¿Cómo es capaz de seguir encontrándole sentido a todo esto, hablando de teorías y estableciendo correlaciones desde un punto de vista puramente intelectual? Yo me considero una persona de mentalidad abierta y con facilidad para aceptar cosas que otros creerían descabelladas, pero mi forma de lidiar con esto es la que seguiría cualquier persona corriente: rodando con el golpe y dejándome llevar por la inercia, temiendo ir a estrellarme contra un muro en cualquier momento. Arthür, por otro lado, parece vivir en un mundo donde tales cosas son normales. A pesar de que manifiesta miedo, es de los que cogen un enigma y le dan mil vueltas hasta que encuentran la perspectiva adecuada para diseccionarlo.

Te admiro —concedo de improviso, sin que parezca venir demasiado a cuento—. Ojalá tuviese tu capacidad de explicarme las cosas a mí mismo. Pero bueno, de todos modos, sabes que puedes contar conmigo, ¿verdad? —pregunto, sin esperar realmente respuesta. Luego añado—: Y Sophie también, claro. Los dos. Para lo que necesitéis.

Hago una larga pausa. Una parte de mí desea seguir hablando, pero no sé qué decir. Todas las ideas que aparecen, fugaces, en mi mente, me resultan triviales en el mejor de los casos y directamente improcedentes en el peor. ¿Qué me pasa? Bueno, supongo que mañana será otro día, y que tendré la cabeza más centrada.

Tiene gracia que hables de esa «batalla final» —cambio de tema—. Como el Ragnarök. Creo que todas las culturas tienen un equivalente para el Apocalipsis. ¿Sabes? Cuando Masaryk llegó para saludarnos y darle su tarjeta a tu hermana, cuando me miró… Supe que iba a luchar contra él. Quiero decir que lo supe. Como si tuviese una premonición, sin posibilidad de error. Y que esa batalla será a muerte… —Mis ojos adoptan una mirada atemorizada antes de huir al salpicadero. De pronto estoy muy cansado. Me paso ambas manos por la cara—. Dios. Espero estar preparado cuando tenga que hacerlo. O sea, ¿cómo… cómo puede asimilarse todo esto, Arthür? ¿Cómo podemos enfrentarnos a mañana? ¿Al día después de mañana? —Me encojo de hombros—. Afortunadamente, el cerebro es muy inteligente. Muchas veces sabemos algo, lo sabemos de cabeza, pero por algún motivo nos distanciamos emocionalmente. Miramos solo lo que hay delante de nuestra nariz, sin ver más allá… —Qué mal me estoy expresando. Voy rodando cuesta abajo y sin frenos. Y de repente, lo suelto sin más—. Como con lo de mi madre. Hace ya doce años que murió. Le daban semanas, y sin embargo, yo quería creer que al final, algo pasaría. Me limitaba a pensar de hoy para mañana. No creía realmente que fuese a desaparecer de mi vida… —Me encojo de hombros, intentando quitarle hierro al asunto, como si no me afectase tanto—. Al final no pasó nada. Todo fue según lo esperado. Un día se fue, y yo me enfadé con el mundo, como si me viniera por sorpresa.

Me quedo callado. No sé a dónde quería llegar con lo que acabo de decir. Ni siquiera estoy seguro de haberme hecho entender, o de entenderme a mí mismo, ya puestos. Empiezo a sospechar que he hablado demasiado.

Perdona —digo al final—. Creo que he bebido demasiado.

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07/06/2016, 20:15
Arthür Guitry

Le tomó por sorpresa y le hizo gracia a partes iguales cuando Mats dijo que le admiraba. —Sí, sí, claro que sé que puedo contar contigo— sonrió un poco turbado.

Cuando habló de Masaryk entendió que su amigo había visto mucho más claramente que él lo que representaba. Y todo su ser se había puesto en guardia, tanto como para saber que era el Adversario. Sí... Verle cara a cara era algo que dejaba una marca profunda.

Entonces Mats habló de su madre. Era evidente lo mucho que la echaba de menos. Sin duda habría estado en sus pensamientos todo el día después de aquella jornada tan familiar en casa de Sophie:

—Siento mucho la muerte de tu madre —respondió mirándole apenado—. Y no, no te disculpes, por favor. Te agradezco de verdad la confianza.

Arthür se quedó observando a Mats por un instante y cómo le había afectado la conversación. —Creo que tú mejor que nadie tienes la clave de lo que preguntas. —añadió tras un momento de silencio—. Porque sí, la enfermedad de tu madre puede que transcurriera como era previsible. Sí, finalmente aquello os separó «temporalmente, al menos» y ante eso no podías hacer nada. Y es una respuesta muy natural enfadarse con el universo. Pero la cuestión es: ¿qué hiciste en el tiempo que estuviste con ella? ¿Pudiste acompañarla? ¿Demostrarle tu amor? ¿Decir todo lo que tenía que ser dicho? —Hizo una pausa para leer la respuesta en el gesto de su amigo— Pues ahí lo tienes. Esa creo que es la clave de lo que preguntas. Puede que el cerebro sea «inteligente» haciendo que obviemos el mañana, pero es mejor un alma sabia que aprende lo que debe hacer aquí y ahora. Pero no, no me admires: eso es a lo que creo que se debe aspirar, en absoluto lo que soy... —Sonrió a su amigo resoplando después, como burlándose medio avergonzado de semejante discurso— Y yo no tengo excusa: hoy no he bebido nada de nada.

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07/06/2016, 21:25
Mats Bergstrøm

Asiento, con la mirada perdida en la lejanía, cuando Arthür habla de la importancia de aprovechar el tiempo que nos es dado, de hacer lo que hay que hacer, de decir lo que hay que decir. Qué paradójico. Parece que me haya leído la mente.

Sí, supongo que eso no nos lo puede quitar nadie. Nosotros decidimos qué hacer con el tiempo que tenemos. Pero… —Dudo unos instantes—. A veces no es fácil. Se necesita valor para enfrentarnos a todas las cosas que podemos tener en contra… Y al final, en la mayoría de ocasiones, terminamos por dejar que las oportunidades se nos escapen de las manos, ¿no?

Me viene a la mente el recuerdo de mi padre. Quizá me refugie en la nostalgia por mi madre para ignorar que él aún está ahí, por mucho que no quiera verlo. Pero dudo que alguna vez llegue el momento de la reunión familiar. Me revuelvo en mi asiento, incómodo.

No estoy acostumbrado a hablar así con nadie, Arthür. No sé… —Frunzo la frente y aprieto los labios, como avergonzado, al tiempo que me froto la parte de atrás del cuello—. Es que no quiero ponerme a decir tonterías y cosas raras. Pero tú al menos tienes claro quién quieres ser, tienes una aspiración concreta y clara. Yo aún tengo que buscar mucho, y ser consecuente… —Antes de terminar la frase, me doy cuenta de que no quiero continuar hablando—. Bueno, da igual.

«Pues muy bien, Mats».

Mi barrera vuelve a estar bajada, como siempre. Supongo que haber compartido cosas tan terribles con Arthür me ha hecho pensar que puedo confiar en él, que solo él puede entenderme. Pero eso no debe hacer que me confunda. Al final somos quienes somos, y por idealista o bienintencionado que sea, no puedo lanzarme de cabeza a lo desconocido solo porque sienta que hoy el cielo es de un color distinto. Puede que los demás no lo vean igual que yo.

Cuando llegamos a París, indico a Arthür dónde queda mi casa. Me mantengo inusualmente sumido en mis pensamientos durante el resto del trayecto, observando el tráfico con repentino interés, y haciendo algún comentario o gastando alguna broma intrascendente en uno u otro momento. Al final, cuando llegamos frente a la puerta de mi bloque, me despido:

Arthür, muchas gracias por escucharme hoy. Supongo que lo necesitaba. —Suspiro, y sonrío—. Bueno, nos vemos mañana, ¿no?

Tras indicarle a Arthür el lugar y la hora de nuestro encuentro de mañana por la noche, me alejo del vehículo con las manos en los bolsillos, sin mirar atrás.

Notas de juego

Pues, yo por mi parte tengo poco más que añadir :).

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07/06/2016, 21:54
Director

Notas de juego

Una preguntilla. El frenazo de Mats:

Yo aún tengo que buscar mucho, y ser consecuente… —Antes de terminar la frase, me doy cuenta de que no quiero continuar hablando—. Bueno, da igual.

¿Puede estar relacionado con esa atracción de la que me hablabas hace unos cuantos post? Pregunto por si le tengo que dar alguna información adicional -aunque sea sutil- a Arthür.

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07/06/2016, 22:29
Arthür Guitry

Arthür se sintió turbado de pronto. Había hablado demasiado. Había conseguido abrumar a Mats, o bien aburrirlo, o bien hastiarlo si había pensado que hablaba de sí mismo o se atrevía a dar lecciones. O tal vez todo a la vez. Había soltado sus peroratas y ahora ya no tenía arreglo.

Era evidente que se había arrepentido de haberle contado acerca de su madre. Y era normal: ¿no podía simplemente haberle dicho que lo sentía mucho y no haberse metido en sus cosas?

El resto del viaje prefirió callar contestando a Mats cuando le decía algo que requería respuesta, tratando de no evidenciar la vergüenza que sentía. Cuando lo dejó frente a su casa contestó a su despedida asintiendo con la cabeza.

Le costó un par de minutos volver a ponerse en movimiento para marcharse a casa.

Notas de juego

Ídem, dire. Te toca. :-)

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07/06/2016, 22:35
Mats Bergstrøm

Notas de juego

Muy agudo :D. Se refería a «ser consecuente con quien es, y atreverse a ser él mismo», aunque en un sentido más amplio que el referente a su sexualidad. Su padre lo machacó mucho psicológicamente, y como resultado, a Mats le da mucho miedo mostrarse tal cual es: sensible, vulnerable y con necesidades afectivas. Cree erróneamente que si no se mantiene fuerte, ingenioso y gracioso, no vale nada, y siente que comportarse como realmente es puede resultar embarazoso a quienes lo rodean. Por ello, he intentado que el diálogo sea (un poco) errático, descarrilando un poco a veces y demás.

¡Por favor, dime que no he sobreactuado! Es algo que me da miedo: pasarme y hacer que Mats parezca un weirdo; de hecho, en según qué situaciones, me imagino a mí mismo actuando de un modo parecido. Ya te digo que Mats tiene muchas cosas mías... Aunque claro, yo SOY un poco weirdo XDDDDD.

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07/06/2016, 22:39
Director

Notas de juego

Jajaja, no hay problema. Interpreta el personaje libremente y a disfrutar.

:-)

Yo cualquier duda la pregunto, que prefiero pasarme de quisquilloso que pasar por alto cosas que queráis plasmar...

 

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08/06/2016, 06:47
Palacio de Congresos

El acto se hacía en el anfiteatro Havane del Palacio de Congresos de París. Una sala menor de un moderno y enorme edificio cercano al Bois de Boulogne.

La cita era a las nueve de la noche y tras la entrega del premio era preceptiva también la asistencia a una fiesta que tendría lugar en una discoteca con terraza de uno de los últimos pisos del Hotel Concorde, un rascacielos anexo a la sala de congresos.

Cuando llegó Mats pudo ver a Arthür esperando junto a la parada de autobuses anexa al edificio y cuando se fue a acercar la voz de la Hiena sonó a su espalda.

Arthür vio cómo otro periodista con las manos en los bolsillos interceptaba a su acompañante.

Notas de juego

Podéis narrar también lo que habéis hecho durante el día.

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08/06/2016, 06:50
Charles Lurçat

Él iba sólo. Siempre iba sólo. Para variar, vestía su americana de pana marrón, una camisa verde oscuro gastada y una corbata entre amarilla y mostaza. Parecía salido de una película de periodistas de los años setenta.

-Hola, Mats. Al final veo que no perdiste tus dotes, deditos de oro.

Conforme se acercaba, enseñaba su sonrisa de cocodrilo para hablar entre dientes:

-Dime tío. ¿Estamos blanqueando dinero?

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08/06/2016, 10:06
Arthür Guitry

Arthür pretendió pasar aquel día de la manera más normal posible. Trató de proseguir con el trabajo de la universidad, leyendo unos textos que tenía pendientes y contestando algunos correos, pero le resultaba muy difícil concentrarse. Aprovechó cuando llevó el traje a la tintorería para dar un paseo y despejar la cabeza intentando focalizar su atención en los transeúntes y sus conversaciones, pero de nuevo se ensimismaba en una maraña de pensamientos y temores. Tratando de reconducirlos a algo práctico estuvo haciendo una lista de cosas que debería llevar a la casa Gresta para tener todo lo básico cuando pudieran instalarse y trató de relajarse ensayando con el chelo cuanto fue capaz.

Sentado en el alfeizar interior de la ventana -sin duda lo mejor de aquella buhardilla minúscula- estuvo observando los pájaros, las fachadas de los edificios, a algunos vecinos y chateando con Natalie. Estaba contento de que no estuviera ahora en París pero en este momento la echaba de menos. Habría querido tenerla allí y escuchar sus cosas para olvidar las propias y también hacerse el ofendido cuando ella le dijera cómo debía vestirse y peinarse para la gala de la noche así como insistirle que usara esas lentillas que le compró y que Arthür solía tener olvidadas en un cajón. También recordó, ahora con más resignación que vergüenza, cómo las vivencias del día anterior y el torpe impulso de ayudar a Mats le habían llevado a soltarse demasiado dejando a sus anchas al niño raro que no tiene amigos y terminado agobiándole. De ahora en adelante debería tener más cuidado. Se alegró de que al menos Sophie no hubiera estado en el coche aunque, vamos, a estas alturas ya debía tenerlo calado también.

Acudió al palacio de congresos con tiempo de sobra para buscar aparcamiento aunque pensó que si formaba parte de la lista de invitados seguramente podría utilizar el del edificio. Era imposible saber si necesitarían después el vehículo para algo. Era imposible saber nada en absoluto de lo que podría ocurrir.

Esperaba frente a la puerta principal cuando vio acercarse a Mats. Antes de que le diera tiempo siquiera de hacerle un gesto un tipo lo interceptó.

Notas de juego

Ya que he encontrado una foto, la dejo aquí. No, no lleva su pajarita. :-P

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08/06/2016, 10:44
Mats Bergstrøm

Esta noche, mi sueño es irregular. Me sorprendo a mí mismo pensando en Arthür. Tumbado de costado en la cama, nos imagino frente a frente, hablando durante horas, sin miedos, sin juicios. En mi mente, siempre digo las palabras adecuadas, y él responde de un modo amable y empático. Me habla de sí mismo, de sus inseguridades y sus temores, para que yo pueda ofrecerle un hombro en el que apoyarse. Pero en realidad, Arthür no es así. Fabrico un Arthür a mi medida, que me permita obviar el hecho de que, a pesar de su juventud y de su aparente fragilidad, en realidad soy yo quien necesita su comprensión, su compasión. Como si fuera el diálogo de una película que he visto miles de veces, charlamos cordialmente, refrenando la pasión y la necesidad que laten justo detrás de nuestros rostros, tratando de llegar al punto final en el que un abrazo, un beso o una mirada auténtica al otro no estén fuera de lugar.

Pero el sueño siempre acaba distorsionando la conversación, haciéndola descarrilar, y me veo obligado a volver atrás. Hacía mucho tiempo que no me ocurría esto, pero francamente, ni puedo ni quiero evitarlo. Es un modo agradable de no dormir solo, aunque solo sea en mi mente. Finalmente, el sueño termina por vencerme, y duermo ininterrumpidamente hasta el día siguiente.

Notas de juego

Post 1.

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08/06/2016, 12:24
Mats Bergstrøm

Me levanto alrededor de las nueve y media de la mañana, recorrido por una sensación extraña. Parece como si tuviera resaca, pero es algo más anímico que físico. Recordando la conversación que Arthür y yo tuvimos ayer en el coche, me siento estúpido. Siempre hago lo mismo. Cuando alguien está a punto de rebasar mi zona de confort, me retraigo como si me hubiese picado una serpiente. A estas alturas, seguro que debe de pensar que estoy molesto, que metió la pata, o algo por el estilo. Espero que no se eche atrás con lo de asistir esta noche a la entrega de premios. Me sentiría fatal si mi pobre actuación de anoche lo espantase. Tomando el móvil de mi mesita de noche, abro el WhatsApp y selecciono a Arthür. Me quedo varios segundos pensando qué escribir. Empiezo a teclear algo, pero enseguida me doy cuenta de que empiezo a dar demasiadas explicaciones, y doy marcha atrás. Al final, lo dejo en un sencillo:

«Buenos días. Te veo esta noche. Muchas gracias por todo». Añado un emoticono que podría significar cualquier cosa, y envío el mensaje.

Paso el resto de la mañana decidiendo qué voy a llevarme a la casa Gresta. Nunca había sido consciente de la cantidad de material informático que tengo, y clasificarlo y guardarlo me lleva más tiempo del que habría podido imaginarme. También quiero llevarme mis dos guitarras, la eléctrica y la acústica, y algunos discos. Algún que otro libro, artículos de limpieza… Y el tiempo se me pasa volando.

Por la tarde, empiezo a sacar ropa del armario. De paso, elijo qué voy a ponerme esta noche. Quiero algo casual aunque sofisticado, así que optaré por colores oscuros. Un jersey fino de color negro y un pantalón del mismo color servirán. Como soy consciente de lo bien que me sienta el azul, elijo una chaqueta azul marino para desestructurar un poco la severidad del negro estricto. Y finalmente, como nota de diversión y para no renunciar del todo a mi espíritu irreverente, me pondré un par de deportivas plateadas y blancas.

Después de ducharme, me tiro un buen rato peinándome y cepillando mi barba hacia afuera, para darle un aspecto suave y esponjoso. Cuando va acercándose la hora, me visto, me echo un par de rociadas de L’Eau d’Issey Sport y, tras echarme un último vistazo al espejo, salgo de casa canturreando, animado.

La contrastada luz que ilumina el Palacio de Congresos de París me pone de buen humor. Me siento tentado de desestimar todas mis preocupaciones y temores respecto al evento de esta noche. Casi parece que mi miedo estuviese infundado, y que hoy solo vayan a pasar cosas buenas. Pero soy demasiado precavido como para dejarme engañar por esta falsa sensación de seguridad. Mientras camino hacia la entrada, reparo en un acicalado Arthür esperando cerca de la parada de autobuses. Sonriente, me dispongo a ir a saludarlo, pero entonces, alguien se interpone en mi camino.

Notas de juego

Post 2.

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08/06/2016, 12:38
Mats Bergstrøm

Charles, con su inconfundible estilo vintage a lo Dick Tracy, cómo no. Río al oír sus palabras.

Bueno, se hace lo que se tiene que hacer —me hago el misterioso. «Si tú supieras…». Top secret, tío. Pero eh, no me dirás que el resultado no nos va a ir bien. —Le doy a la Hiena una palmada amistosa en el hombro—. En fin, me alegro de ver que te has acordado del camino para llegar hasta aquí, pero ahora, si me lo permites, tengo que ir a recibir a un amigo. Es la primera vez que viene.

Tras despedirme de Charles, si no me lo impide, me encamino hacia donde está Arthür.

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Y post 3 (y último, por ahora).

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09/06/2016, 00:17
Palacio de Congresos

Arthur y Mats se encontraron y entraron en el enorme palacio de congresos. Dentro de ese edificio monumental el anfiteatro Havane era más bien modesto. No pasarían de cuatrocientos los asistentes al acto.

Y los miembros del periódico y sus acompañantes tenían que ocupar la primera fila. Eso lo dijo Jérôme, que como un experto maestro de ceremonias iba saludando a diestro y siniestro a los invitados conforme iban entrando. Como si conociera a todo el mundo.

El jefe vestía un oscuro traje que le quedaba como un guante. Tenía un bigote de forajido rockero y una alopecia incipiente que llevaba más que dignamente.  

Chocó fuerte la mano de Arthúr, levantando la ceja, cómplice.

Ya en la primera fila encontraron a Vanessa y su acompañante, una mujer joven pero de porte maduro y elegante, de grandes ojos azules un tanto ojerosos a la que presentó como Estelle. Vanessa vestía como siempre, como si hubiera tratado disfrazarse de Mary Poppins con ropa de mercadillo. En cambio Estelle llevaba un vestido de tirantes con algo de brillo, muy para la ocasión.

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09/06/2016, 00:41
Mats Bergstrøm

Cuando Charles me deja marchar finalmente, me dirijo a grandes zancadas al lugar donde está Arthür, con una sonrisa radiante.

Vaya, mírate —le digo, echándole un vistazo de arriba abajo. Me acerco a él un momento y, delicadamente, le coloco bien el cuello de la camisa. Sonrío—. Estás muy guapo… Muchas gracias por venir. Te debo una. —Me quedo unos segundos en silencio, mirándolo con mis brillantes ojos ligeramente encogidos—. Bueno, vamos entrando, ¿no?

Una vez estamos en el anfiteatro Havane, nos dirigimos hacia la parte delantera, donde aguarda el resto de mis compañeros de L’Hexagone. Aprovecho la ocasión para hacer las oportunas presentaciones:

Arthür, este es Jérôme. El jefe. —Río—. Ya te he hablado de él. Y esta es Vanessa. —Y luego añado en voz baja, haciendo un aparte con la mano, pero en un tono lo bastante alto como para que ella lo oiga—: Fue monja.

Saludo a su acompañante, Estelle, con un par de besos. En todo momento intento que Arthür se sienta parte del grupo, y estoy atento a que no se sienta incómodo.

Notas de juego

¡Ojo a Estelle! Esas ojeras son por falta de sueño, lo que la convierte en una sonámbula en potencia XDDDDD.

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09/06/2016, 00:43
Mats Bergstrøm

Notas de juego

Obviamente, ese «estás muy guapo» y esa mirada de después son más de lo que parecen. Lo digo por si tienes que seguir lanzando indirectas para Arthür... A este paso se va a sentir acosado... XDDDDDDDDD

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09/06/2016, 09:19
Palacio de Congresos

El gesto con el cuello de la camisa y las palabras con que Mats se presentó, más allá del tono protector y expansivo que le eran propios, tenían un matiz de delicadeza hacia él.

- Tiradas (1)
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09/06/2016, 09:46
Arthür Guitry

Mats se veía contento. Su gesto alegre le hizo olvidar por un momento la tensión que había acumulado mientras esperaba, mientras observaba un poco a todos al pasar pensando en lo terrible de que una persona pudiera convertirse en el disfraz de otra, en su marioneta. Si le había molestado la noche anterior la cosa parecía estar olvidada y se lo agradeció. Le hizo mucha gracia su ademán amistoso y familiar cuando le puso en su sitio el cuello de la camisa y sonrío ligeramente entre divertido e incrédulo ante eso de «muy guapo». Aquellos gestos le transmitieron seguridad; le pareció que más allá de la simpatía transparentaban la genuina preocupación de su amigo por él.

—¡De nada!— contestó sincero, agitando levemente la cabeza con una negación—. Ya sabes: estamos juntos en esto.

Nunca antes había estado en el interior de aquel palacio de congresos y se alegró de que la sala a la que debían acudir fuera al parecer de las pequeñas. Menos gente tal vez haría todo más sencillo, aunque allí habían de todos modos varios cientos de personas. El ambiente parecía distendido y Mats le presentó a algunos de sus compañeros del periódico.

Jérôme era su contacto con Montillet. Si hubiera llevado un sombrero negro a lo Lee Van Cleef no habría desentonado nada. Le faltaba el reloj de bolsillo con la cadena cruzando el chaleco y alguna gran hebilla para el cinturón y podría haber salido en algún cartel con un elevado precio a su cabeza. Vanessa no se quedaba atrás y parecía también un personaje extravagante de una camarilla de fuera de la ley. Y lo de haber sido monja no hacía más que hacerla más auténtica. En cuanto a Estelle, imaginó su triste vida en el saloon de algún pueblucho de mala muerte y cómo se había fugado con la banda de Jérôme después de vengarse de algún tipo miserable metiéndole una buena dosis de plomo en el pecho. Y Mats... Bueno, ahora se daba cuenta de lo auténtico que quedaría también con un abrigo hecho con la piel de algún animal y siendo el brazo derecho del jefe además del alma del grupo. Todo esto lo pensó en una fracción de segundo mientras chocaba la mano al jefe  y besaba a las señoras, y aunque este tipo de cosas le salía de forma espontánea, también servía como estrategia para vencer la incomodidad inicial que sentía debido a la timidez.

- Tiradas (1)

Notas de juego

jajaja, muy bueno lo de las ojeras. :-P

Sé que es pronto, pero me gustaría hacer una tirada de Percepción más Contemplar inicial, por si algo o alguien le llama especialmente la atención al entrar a la sala o con los compañeros de Mats.