Partida Rol por web

El eco del Diablo

Nautas

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31/05/2017, 19:50
Arthür Guitry

Arthür espondió con fuerza al abrazo de Mats. Negó con la cabeza cuando Mats habló de una ambulancia y un tiroteo, no sabía nada de eso. Los demás se adelantaron con el señor Berisha y tras saludar con la cabeza a Ada, se acercó de nuevo hacia Mats. Sus gafas retenían alguna de las gotitas de agua que las hélices del helicóptero dispersaba.

-¿Seguro que estás... estás bien?

Y cuando se convenció de que así era, al menos físicamente, sonrió y sopló a la vez. Levantó las cejas, Miró al resto del grupo y esperó a que estuvieran algo más lejos aunque era imposible que les oyeran con el ruido del motor.

-Vengo de hablar con César Pillet. He dejado a Cléo en la clínica y he pensado en llevárnosla a las marismas con la doctora Gibran y los niños… creo que ese es su sitio. No estará sóla y estará más segura. Aunque no podemos estar del todo seguros de Ada creo que debemos llevárnosla. Aquí está expuesta. Y además podremos hablar con el bulldog, él sabe viajar en sueños. Quizá podamos saber más de los soñadores, o incluso encontrar al hermano de Cléo, quien también está desaparecido.

Y podremos buscar a… Sophie… También la has recordado, ¿verdad?

Voy a por una avioneta, con ella podremos ir y venir en un plis plas.-Hizo un gesto palmeando el aire- He quedado con el comisario en que vendrás con Cléo al aeródromo cuando te llame. Usa la furgoneta de mi hermana, la he dejado en el garaje de la clínica abierta y con las llaves puestas. Yo te mandaré la dirección del aeródromo por whatsapp, puede que tarde unas horas en tenerlo todo a punto. Ahora el comisario Pillet te espera...

Ah… -Carraspeó.-He pasado gran parte de la noche hablando con el profesor Corbière sobre el trasfondo del poema de Parménides. Los soñadores están usando una práctica chamánica, una forma de iniciación importada de Anatolia occidental a otras zonas del Mediterráneo y del mar Negro allá por el siglo VI antes de Cristo. Es lo que intentan hacer, Mats... -Le ofreció el paraguas a su amigo- Escucha, esta es una teoría minoritaria, pero sólida- Y abrió el libro para ponerse a leer -La iniciación consistía en sufrir los ritos de incubación. Mediante cierto arte de la meditación llamado hesychia, en ciertas grutas consideradas puertas al inframundo (Caronium o Plutonium), el místico llegaba a un estado entre el sueño y la vigilia donde se abolían el tiempo y el espacio. Era su método para alcanzar la muerte iniciática.

Llegaban a convertirse en Pholarchos, señores de las guaridas, capaces de viajar al reino de los muertos sin haber muerto, aprender de sus propios sueños y adquirir poderes de oráculo de la mano de Apolo Oulis (Apolo sanador) o de su hijo Asclepio, así como la capacidad de guiar a otros en sus procesos de incubación para sanar sus cuerpos al ponerlos en contacto con esta otra realidad. Eran llamados Iatromantis.

Con los ritos de incubación se conseguía la llave para descender a los infiernos y regresar transformado del Hades, que es llamado Plouton (Pluto), el Rico, donde se esconden todos los tesoros, donde se produce el encuentro con los dioses.

Cerró el libro y lo dejo de nuevo bajo su brazo.

-Tratan de emularlos… quieren convertirse en Pholarchos pero creo que no tienen ni idea.

- Tiradas (1)

Notas de juego

No hay problema. El personaje de Arthur está pnjotizado bajo la supervisión de Aliosha. Ahora no puede escribir pero le cuento las cosas que su personaje sabría y tengo muy en cuenta lo que Aliosha me ha dicho que Arthür quiere hacer.

Saludos de su parte, le sabe fatal pero no encuentra tiempo. Le leeré a Aliosha los post en que su personaje participa para que también disfrute de la partida.

Edito: he añadido "Negó con la cabeza cuando Mats habló de una ambulancia y un tiroteo, no sabía nada de eso."

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31/05/2017, 21:06
Daniel Mallutz

Escucho el sincero parlamento en el que Clementine le cuenta a la niña lo que sabemos y también de forma mas sutil lo que no.
En mi silencio reflexiono sobre la verdad de nuestras intuiciones sobre el estado y el paradero del padre de Edith.
No se si es dar por bueno algo con fundamento o el reflejo de lo que queremos desear.
Nos movemos entre tantas incertidumbres que al final los palpitos parecen las pistas con mas peso, mas que nada por que son familiares y conoces sus fracasos y sus aciertos.
Asiento cuando mi compañera en esta fatiga promete seguir con la búsqueda, no solo por que yo ya le haya dado mi palabra si no por la sospecha de que Millet nos podrá dar una perspectiva de mayor calado.
Esto rumio mientras el vehiculo se desplaza hasta el punto de transcion acordado y nos intercambimos al nuevo transporte.
Govier parece tener muchos hilos accesibles y me pregunto que papel mantiene en todo esto y quien le ofrece este apoyo y por que. Gavalda parece un poder factico, pero Pillet y Govier es como si se movieran en otro. No debiera estar relacionado con los Otros por que al parecer han tenido un buen 'altercado' pero en esta nueva situacion ya no confio de que no haya una via filtracion oculta en uno y otro lado.
Como una guerra fría con estallidos calientes como el del hospital o el de Pillet, Govier y Leah.
Mirando otra vez la carretera le mando una imploracion muda y intensa a mi camarada y socia para que se cuide y este bien, para que recuerde a través del éter y sin garantía de que le llegue de mi parte que aun pienso en ella y que aunque tarde estaré a su lado.
Parece estúpido pero en un mundo donde hay quien se cuela en tu cuerpo por los sueños que es que le llegue tu calidez a la persona querida.
Me sonrío irónico. Puede que me este volviendo tarumba pero que mas da. El problema lo tiene el resto de la humanidad si quiere mantenerse cuerda conociendo lo que nosotros conocemos, si se rompe la bendita ignorancia.
Antes de llegar a nuestro nuevo destino y reconociendo la vehemencia de la sensación de Edith la reafirmo en mi promesa.
Yo,nosotros seguimos y seguiremos ayudándoos a reencontraros, cailin. Pero ahora es el momento de recuperarse.
Me presento someramente al hombre que nos espera y no le molesto al ver que se centra en lo que mas interesa que es la niña y paciente. Les dejo a Clementine y a él que gestionen lo que necesiten pues es perentorio el encontrar un momento de calma y serenidad en el que centrase sobre todo para la pequeña.
Incluido el suculento ramen del que, una vez distraído ligeramente del acomodo de su invitada, pido al enfermero que nos traiga, por favor también a nosotros un poco.
Después sigo escuchando las breves explicaciones sobre los pacientes mientras texteo parcas contestaciones a Chana del tipo: ¿Como esta la situación?¿Como están los nuestros?¿Que demonios esta haciendo Gavalda y los chamanes Silvestres?. La mayoría de ellos los mando aliviado de que el móvil permita un tono mas neutral.
En el mismo intervalo el hombre se atiene a hablar con Edith y preguntarle por la otra chica en su situación.
Su respuesta me hace desviar la mirada del teléfono y otear a la chiquilla pensando sobre una idea tonta que se me presenta.
¿Si viajaras a la cabeza de otro como se presentaría esta?¿Tendría paisaje?¿Podría ser una ciudad?
¿Quizás se pudiera amurallar ese lugar?

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02/06/2017, 10:11
Clementine Ouvrard

Una vez que se entra en el modo paranoia es difícil salir, al menos para mí. Traté de mantener esa frágil pero consistente capa de calma que me ponía encima cuando sentía que todo a mi alrededor se desmoronaba y la mantuve al bajar de la ambulancia, dejar a Édith en manos del doctor del lugar, al que mentalmente bauticé "doctor lobo" por recordarme a los protagonistas de las películas de ese género, perdidos en el bosque y desprolijos. Me recordó vagamente a Seyrig y me pregunté si estaría bien, tuve que abstenerme de llamarlo, reprimir esas ganas de hablar con él, de saber si había sufrido algún inconveniente con el incendio en el hospital... Pero la verdad es que tenía miedo y desconfiaba de todos. Inclusive de este médico que era agradable con la niña y parecía saber lo que hacía... Después de todo no lo conocía.

Me presenté formalmente. Hablamos sobre la niña, los controles que necesitaba, me comentó sobre la otra chica que habían rescatado; extrañamente el vocabulario médico de rutina ayudó a calmarme. Mientras esta información ingresaba en mi cabeza otra estaba siendo procesada: Édith había dicho que su padre la buscaba, todavía. Recordé su rostro en mi sueño y el corazón se me hizo por un instante más pequeño, tenía terror de volver a olvidarlo.

Mientras hablaba con el doctor y lo observaba también miraba a Daniel, texteando como siempre, de seguro para saber qué había ocurrido luego de que el infierno se había desatado a nuestro alrededor. Por dios que estaba cansada, y en retrospectiva, habíamos salido del hospital y de la emboscada justo a tiempo... El solo pensar en ello me hizo temblar levemente.

Daniel pidió sopa al enfermero, pero lo que yo quería era café, por el amor de Dios. Si fumara lo haría, no obstante tenía que contentarme con la cafeína.

La respuesta de Édith al doctor me hizo sonreír, típico de ella decir ese tipo de cosas, ya me estaba acostumbrando. Desvié la mirada al doctor -¿Dónde encontraron a la otra chica? ¿Cuál es su estado? -inquirí al doctor en un tono que era solo para él. Quizás ella pudiera ayudar a Édith, o mejor aún ellas pudieran ayudarse entre sí, pero eso era tal vez adelantarse demasiado a los hechos.

También di una mirada en derredor esperando ver a Govier o a alguien conocido.

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04/06/2017, 22:31
Chana Zhychuk

La respuesta de Chana no tardó en llegar:

Ninguna víctima en el hospital. Hemos perdido a Héctor e Ivo está muy grave. Hay cinco civiles muertos en los alrededores de la catedral. Allí fué vista por última vez Leah con un veterano chamán de otro grupo, afín al nuestro: se llevaban con ellos a Suzanne.

Gavaldá está reunida con la gente del bosque.

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04/06/2017, 22:32
Agustín Bélanger

El teléfono de Daniel vibró con un mensaje de texto*. El hombre desgarbado respondió a Clementine.

-La encontramos hace dos noches en el parque de Montsouris. ¿Querían ustedes café?

Con esa excusa, los sacó a los dos un momento al pasillo. Allí había una máquina de monodosis.

-La encontramos sumergida en el lago artificial del parque. La dábamos por muerta, pero estaba dormida. Se encontraba en un letargo que no logro explicarme... Bueno, inexplicable para la medicina. A saber cuánto tiempo estaba ahí...

Preguntó por cómo querían el café y se los preparó.

-Tenía el cuerpo repleto de tatuajes. Édith también, ¿verdad?... Cuando  Cléo despertó parecía llevar muchos años dormida… la secuestraron siendo una niña. Claro que podrá examinarla, doctora. Pero mejor esperar a que venga Govier.

Notas de juego

(*) El mensaje de texto lo he narrado en un post anterior sólo a Daniel.

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05/06/2017, 20:00
Daniel Mallutz

¡Maldita sea!, pienso torciendo el gesto, seis, puede que siete bajas para lo que debía ser un traslado controlado. Me apoyo contra la pared releyendo la información una y otra vez tratando de comprender por que de tal estallido violento mas allá de la evidente necesidad.
Aprieto los labios, concentrado en no traslucir un hecho o palabra de mas aquí junto a la niña y paralelamente escucho al hombre de la clínica, supongo que mas que un cuidador.
La excusa del café es acogedora, dentro de un sinfín de emociones que pugnan contra el control en mis entrañas.
El parque... Recuerdo el informe de Gavalda sobre ese lugar y que me pregunte si era una puerta.
Ahora lo se, no sabría decir si puerta es la palabra, pero ciertamente es lo mas apropiado.
Entonces entiendo que lo de esta noche es desesperación. Una golpe espastica para encontrar un remedo a lo que han extraviado. La tal Cleo se les escapo hace dos días después de muchos años, los suficientes para moldear un poderoso espacio mental, de pertenencia y oculta a su atención fueron a buscar la siguiente de la lista. Por que ya no estaba dañada y si no tan bien protegida.
Hay cosas de las que pienso por las que no podría poner la mano en el fuego.
Básicamente tengo tan experiencia y sabiduría acumulada sobre lo que esta pasando y los mecanismos de la Oposición que me lo podría estar imaginando perfectamente.
Pero si se una cosa. Que las apuestas se han multiplicado. Pues si es como me cuento hemos juntado los objetos de deseo de nuestros adversario en el mismo lugar.
Es evidente que de inicio las protecciones o lo que sea que tiene este sitio han bastado con la otra chica pero hay que ir con tiento. Hemos aumentado la carga.
Y trazado una ruta hasta acá.
Miro al hombre con fruición maniática y al darme cuenta me enderezo y distraigo mis gestos cubriéndolos al beber de mi taza.
Entre sorbos respondo a cuidador.
Entonces le esperaremos. ¿Sabe cuanto tardara? Tengo muchas incertidumbres y por supuesto preguntas que quisiera nos pudiera contestar. Por cierto ¿Como esta el comisario Pillet?¿Esta en esta instalación? ¿Y saben algo de mi compañera, la agente Sedoux?

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06/06/2017, 17:14
Mats Bergstrøm

Asiento cuando mi amigo sugiere que Cléo se quede con la doctora Gibran en Clairmarais. Sin lugar a dudas, el mundo no es lugar para ella, ¿y qué mejor lugar para huir de sus horrores que las marismas, en compañía de Geneviéve y su peculiar familia? Vuelvo a asentir, esta vez con vehemencia, con luz en los ojos, cuando Arthür menciona a Sophie. Parece que el hechizo se ha roto… O quizá Sophie haya conseguido liberarse. Sea como sea, la balanza está comenzando a equilibrarse a sí misma. Río al oír todo el plan de Arthür; en el poco tiempo que llevamos separados, se ha convertido en todo un héroe. La parte de la avioneta es la que más me sorprende, pero no digo nada. Si él sabe pilotar, todo perfecto…

A continuación, Arthür vuelve a asombrarme con su trabajo de investigación. Me explica cuáles son los propósitos del culto al que nos enfrentamos, para cuya consecución parece que intentan imitar los medios empleados por corrientes antiguas, que se remontan nada menos que al siglo VI antes de Cristo. Escucho con atención todo lo que me cuenta, y mi furia no hace más que aumentar cuando me entero de que estos tíos están jugando con algo que ni siquiera controlan. ¡Están asesinando por algo que no saben si funcionará! Y aunque funcione… ¿para qué? Aprieto los puños con fuerza. Este grupo es como una secta de niños caprichosos a los que no les importara hacer daño indiscriminadamente para conseguir lo que quieren. Me pone enfermo.

No, no tienen ni puta idea… —secundo, con la voz temblorosa por la rabia—. Y eso es lo que los hará caer. Espero que abran las puertas del Infierno y que se los trague a todos. —Asiento nuevamente, con decisión—. Yo fui a buscar a Ada… Pero ellos lo sabían. Le habían dado instrucciones de que me llevara con ellos, pero ella no quería, así que me ofreció la alternativa de llevarme al bosque Østmark, en Noruega, donde debería quedarme para siempre. Obviamente, me negué, y la convencí para que nos ayudase. Pero nos siguieron, nos sacaron de la carretera, y… —Me llevo una mano a la cabeza, como si tuviese jaqueca—. Han pasado cosas muy raras. Ada y yo acabamos separados, así que llamé a Berisha y a mi prima con las llaves, ¿te acuerdas? Pero tardaban en llegar. Y entonces ellos fueron a por mí. Vendela intentó algo a través de uno de ellos, intentó maldecirme, creo. ¡Pero la derroté! La derroté… Luego fue cuando intentaron matarme. Me… tiraron por un barranco muy alto. No sé ni cómo sigo vivo. —Hago un gesto para señalar mi lamentable estado—. Al final, me encontré con Govier, el señor Berisha y una mujer muy extraña. Una poli, llamada Leah. Govier y Berisha se fueron en helicóptero para buscar a Ada, y Leah y yo la buscaríamos por tierra. Pero de repente, la tía empezó a correr. Había «olido» a uno de mis perseguidores, el que seguía vivo, porque al otro ya lo había matado, y entonces… —Mi cara se transfigura en una máscara de espanto—. Entonces, cuando lo alcanzó, pasó algo horrible. Esa… mujer, Leah… Algo le había pasado. Me dijo que había muerto y resucitado, y que algo había entrado en ella. Total, que se acercó al tipo y se lo comió. Su corazón, sus órganos… Todo, como un puto animal. Pero luego pareció volver en sí, y estaba horrorizada. No sé. Nunca he visto nada parecido. Ahora la estábamos buscando, porque ha desaparecido.

Hago una pausa, mirando al infinito. Parece que ya haya terminado de hablar, pero entonces continúo.

Y eso no es todo. ¿Sabes a quién he visto hace un rato, cuando hemos ido a la estación de tren a buscar a Ada, que había huido hasta allí? A Sigrun Eitinger. —Me quedo en silencio unos segundos, tratando de averiguar si ese nombre le dice algo a Arthür—. Sigrun es el avatar que asumió Sophie para manifestarse en la pesadilla que tuve en aquella cabaña, la noche de Munin, y rescatarme. El caso es que se lo inventó ella. Sophie creó a Sigrun. Y esta noche la he visto, he hablado con ella. Era una persona real. Me dijo que había soñado con Sophie… Que se ahogaba en un pozo…

Guardo silencio, esperando la reacción de mi amigo.

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06/06/2017, 23:10
Arthür Guitry

Arthür frunció el ceño cuando Mats le contó que Leah devoraba a sus víctimas. Le recordaba mucho a Eugene Masaryk y dijo que tal vez fuera, como éste, un demonio.  Al fin y al cabo no habían visto qué cosa horrible había hecho Eugene con aquel desdichado soñador, el día en que vino a por él.

Con respecto a Sigrun sonrió esperanzado. Dijo que podría ser como Munin. Visto lo visto era posible que igual que él mismo había viajado despierto al mundo de los sueños un sueño de ese mundo pudiera viajar a la vigilia. Y con la información que había traído Sigrun de Sophie quizá el Bulldog pudiera buscarla. Incluso era posible que el hechizo que había borrado el recuerdo de su amiga se hubiera desvanecido para todos e hiciera más fácil su búsqueda.

En las marismas Cléo podría informar al bulldog sobre lo que fuera recordando acerca de los soñadores. Sabían mucho de cómo actuaban pero en último término no sabían qué era lo que querían. El Bulldog podría ir sumando información conforme Cléo fuera recordando, y como esta última conoció a la hija de Montillet tal vez incluso podría dar pistas para encontrarla también a ella.

Luego se rascó la cabeza y preguntó a Mats cuánto podía confiar en Ada. Dudaba que el Bulldog confiara en Ada y en realidad, si fuera un enemigo o alguien que ellos pudieran manipular pondría en peligro a toda la gente de las marismas, incluídos los niños.

Pensó unos segundos la solución, rascándose el mentón. Quizá lo mejor sería llevarla a la Casa Gresta pero, por supuesto,  por su parte no se opondría a lo que decidieran entre todos.

Y tras un nuevo abrazo se separaron. En unas horas recibiría el mensaje con la dirección del aeródromo.

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07/06/2017, 00:14
Albin Govier

Albin se había quedado esperando al periodista. Caminaron en silencio, Mats reconoció la calle arbolada. A pocas manzanas del estadio se encontraba el edificio de la clínica en la que se recuperaba César Pillet.

Allí Albin habló.

-Quiero que conozca a la gente de la ambulancia. Ellos querrán saber qué ocurrió en el parque. Hable sin amagos.

Nada más salir del ascensor, en el pasillo se toparon con Agustin Bélanger conversando con dos personas a las que Mats nunca había visto antes. Un hombre de metro ochenta y pico con barba -una barba que poco tenía que ver con la de Bélanger- dando sorbos a su café y una mujer de baja estatura y mirada intensa.

Ellos vieron a un hombre que llegaría al metro noventa de estatura y rojo, con pequeñas magulladuras y aspecto fiero pero no hosco.

Albin los presentó.

-Doctora Ouvard, Agente Mallutz, les presento al señor Mats Bergstrøm. El -miró a Agustín y él afirmó con la cabeza- el señor Bergstrøm descubrió a Cléo Carol, la chica del parque de Montsouris.

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07/06/2017, 14:45
Clementine Ouvrard

Acepté el café de buena gana, recreándome momentáneamente en su aroma y sabor, fuera cual fuese: en aquel momento podría haber sido agua sucia y me habría parecido café colombiano. Le puse bastante azúcar ya que empezaba a ver flashes intermitentes delante de mis ojos por la falta de glucosa. Mientras tanto escuché al doctor y cuánto nos decía, me llamó la atención la calma con la que habló de la muchacha que encontraron y su estado de letargo, parecía que había tenido el extraño privilegio de presenciar situaciones fuera de lo común, como yo.

-Sí, Édith también tiene tatuajes en su cuerpo -asentí a la pregunta y torcí el gesto al rememorar la explicación del dermatólogo sobre cómo habían sido hechos. Luego cuando dijo que primero debíamos esperar a Govier volví a asentir en silencio y terminé mi café. Daniel realizó sus preguntas, tenía una expresión en el rostro... Las noticias que había recibido quizás no habían sido las mejores y el hecho de que preguntara por Renee quería decir que todavía no sabía nada de ella.

Fue entonces cuando vi por el rabillo del ojo a dos hombres acercarse: uno era Govier, difícil olvidarlo; el otro era un vikingo imponente que me hizo voltear a observarlo mejor con esa falta de sutileza que me caracteriza cuando algo llama mi atención. ¿Pero es que acaso todo el universo era más alto que yo? Me reí en mi fuera interior, así que yo era la mediana en esta aventura.

El hecho de observar al par detenidamente fue salvado con mi gesto de saludo, descrucé los brazos y extendí la mano -Señor Bergstrøm, un placer -dije aunque más que nunca en mi vida aquello me sonó a formulismo, una cortesía social -Señor Govier -saludé al inspector también extendiéndole la mano. Dejé que Daniel empezara la conversación, aunque sin duda preguntaría sobre cómo encontró a la otra muchacha luego.

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07/06/2017, 18:25
Mats Bergstrøm

Tas despedirme de Arthür, me reúno con el inspector Govier, que me acompaña por una calle llena de árboles, cuyas copas filtran la luz dorada de un amanecer que, tímidamente, lava los horrores acaecidos durante la noche. Yo me limito a seguirlo, perdido en mis pensamientos. Me doy cuenta de que sé muy poco de Albin, más allá de su impecable trayectoria profesional. ¿De qué modo lo está afectando este caso? ¿Había tenido que lidiar antes con vivencias parecidas a las que ahora nos persiguen? Mirándolo caminar a mi lado, tan concentrado, una figura oscura y estoica que parece sacada de un cómic de vaqueros, me resulta imposible discernir nada de eso.

Govier me conduce hasta la clínica cercana, el lugar en el que Pillet convalecía de sus heridas. Después de anunciarme su intención de presentarme a los ocupantes de la ambulancia que antes viéramos desde el helicóptero, tomamos el ascensor. No sé por qué me siento algo nervioso, como si una bola creciera en mi pecho, obligándome a inspirar con mayor profundidad de la normal. No sé si es porque, con todo lo que está pasando, cada vez me cuesta más fiarme de todo el mundo, pero tampoco es que tenga mucha elección. Dios, hace tiempo que voy conduciendo un coche sin frenos por una carretera de la que no veo el final. Así que, sencillamente, me dejo llevar.

Cuando las puertas del ascensor se abren, me paso una mano por el pelo, en un intento inconsciente por ofrecer una imagen algo más decente después de mis desventuras nocturnas. Allí, en mitad del pasillo, reconozco a Bélanger, que está hablando con dos personas. Nada más verlos sé que son los que Govier acaba de mencionarme. Uno es un tipo alto y de aspecto duro, aunque con una mirada extrañamente sensible. Tiene la nariz y las cejas en forma de T propias de los celtas, así que me pregunto si es escocés o irlandés; pero su coloración me hace pensar también en un español o argentino. Un tipo atractivo, sin duda. La otra persona, tan llamativa como él, es una mujer menuda aunque con presencia. Lo primero que me llama la atención son sus ojos de color azul intenso, y su cabello castaño, que desde esta distancia no acierto a determinar si lleva corto o recogido, presenta sutiles reflejos cobrizos. Al llegar a su altura, Govier me los presenta. Es curioso. Cada vez somos más los que estamos al tanto de toda la locura que se está desatando. De algún extraño modo, es reconfortante poder hablar sin tapujos. Sonrío con afabilidad, aunque con gravedad en los ojos cansados, antes de estrechar sus manos.

Encantado. Así es, tal y como dice el inspector Govier… Aunque bueno, no es totalmente justo afirmar que fui yo quien encontró a la chica. En realidad, acudimos al parque de Montsouris guiados por el sueño de nuestra amiga, Sophie. Ella era… Es una soñadora. —Pronuncio el término con cierta incomodidad, como si aún temiese que pudieran tomarme por loco. Me rasco la barbilla al tiempo que me muerdo el labio inferior, mientras mis ojos se velan, adquiriendo el matiz indescifrable de cuando uno está recordando—. Ella fue la primera que la vio. Estaba en mitad del lago, sumergida a cierta distancia de la superficie, de modo que era realmente difícil de ver, pero una vez Sophie nos dijo dónde estaba, no pudimos dejar de verla. En ese momento pensamos que era un cadáver. ¿Cómo demonios iba a estar viva? Entonces, creo que por puro reflejo, me tiré al agua sin pensar, para sacar el cuerpo a la orilla… —Mi rostro se congestiona en una expresión a medio camino entre el horror y la ira—. Pero a mitad de camino, cambié de opinión; al fin y al cabo, sería mejor dejárselo a alguien que supiera qué hacer, de modo que contactamos con Govier y lo pusimos al corriente de la situación. Acordamos reunirnos en el parque aquella noche, cuando ya no hubiera nadie. Y así lo hicimos. —En ese momento me doy cuenta de lo terriblemente sediento que estoy—. Discúlpenme un momento.

Acercándome a una máquina de agua que reposa contra una de las paredes del pasillo hospitalario, tomo un vaso de plástico blando del dispensador y lo lleno de agua fría, que me bebo de un único trago. Me aclaro la garganta.

Perdonen. Bien, el caso es que por la noche empezamos con las labores de recogida de pruebas. Estábamos César Pillet, Govier, Bélanger, algunos otros especialistas, mi amigo Arthür y yo mis… —Me doy cuenta de repente de que fue entonces cuando Sophie desapareció, cuando la olvidamos por completo como si nunca hubiese existido. ¡Ese fue el preciso momento en que lo hicieron! Mi silencio se alarga más de la cuenta. Con la boca entreabierta, miro alternativamente a mis interlocutores, como si ellos tuviesen alguna forma de saber qué es lo que estoy pensando, como si pudiesen ofrecerme alguna respuesta. Frunzo el ceño. No tiene mucho sentido mencionar eso ahora mismo, de modo que lo dejaré para otro momento. Así, prosigo con mi relato—. No había nadie más en el parque. Lo que no esperábamos… Lo que nunca hubiésemos podido imaginarnos era que Cléo estaba viva. De repente pareció despertar de un sueño, y empezó a gritar y a debatirse debajo del agua. Fue… Espantoso. —Hago una pausa, que aprovecho para volver a llenarme el vaso de agua—. ¡Era imposible! O sea… ¡Llevaba ahí dentro horas desde que la vimos! ¿Y quién sabe cuánto tiempo más antes de que la descubriésemos? Y entonces, mientras la estábamos sacando de ahí, nos atacaron. Durmientes poseídos por soñadores, no sé cuántos había. Solo sé que sonaban disparos. Fue entonces cuando hirieron a Pillet. Murieron varias personas… Pero lo logramos. Finalmente conseguimos rescatar a Cléo y escapar del parque. Y el resto, bueno, como suele decirse, es historia. —Me apoyo de espaldas contra la pared, cruzado de brazos, con rostro pensativo—. Seguro que ahora querrán hacerme muchas preguntas, como es natural. Les responderé lo mejor que sepa.

Mis ojos se posan nuevamente en el tal Mallutz. Supongo que debe de tratarse de quien ella me habló hace unas horas. ¿Debería decírselo? ¿Debería decirle que ha desaparecido? ¿O quizá sea mejor esperar para ver si reaparece por su propio pie?

Notas de juego

¡Wiiiii! Cada vez nos vamos reuniendo más. ¡Encantado de coincidir con vosotros por fin! Os mando este ligero y breve post como saludo :D.

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07/06/2017, 21:48
Daniel Mallutz

Hay una particularidad misteriosa en el diseño de los modernos ascensores con sus aperturas automáticas y es, que es como si a alguien se le hubiera ocurrido que tuvieran que de alguna forma remarcar su acción, con una cantinela de ruedecillas, engranajes y laminas rozándose. Es un como un decir: aquí me abro, aquí me cierro.
Instalados en el punto medio del pasillo, el elevador presenta su fanfarria atrayendo nuestra atención desde donde estamos.
Los dos hombres que se presentan casi no interceden en prepararse para ello, al menos no mucho el mas tranquilo, que intuyo, debe ser Govier. Su acompañante, mas grande en tamaño y un porte distinto, actúa con una actitud familiar en sus reacciones al entorno.
Como nosotros le puedo imaginar pensando: hasta aquí he llegado. ¿Que me espera mas allá?
Clementine, después de haber escuchado con la misma atención intensa y mezcla de asombro y fascinación con la que lo acoge todo también los ojea, primero de reojo y después mas acusadamente.
No es que crea que pueda entender del todo a la mujer y, que la comunicación sea tan fluida y sorprendente como la que empieza a haber entre Leah y yo, pero si me doy cuenta que en alguno de los momentos ha sabido leerme o al menos lo ha probado.
Estando mas despierta, mi acompañante se adelanta a darles la mano un poco por formalidad.
Yo al final les ofrezco un apretón cansado que no laxo o indiferente. Govier ha ayudado a Pillet y el hombreton parece necesitado de la misma confianza que a nosotros nos falta.
Sin sonreír, por que no me sale en estas circunstancias, pero no frio, les encomiendo un modo mas personal con el que dirigirseme.
Por favor, llámenme Daniel.
Mats, que no puede ocultar que es del norte aunque posee un francés mas refinado que el mio, se presta a tomar la iniciativa y contar su historia.
Los detalles de la misma son de por si interesantes pero, aunque me sorprenda en ocasiones y en otras me ofrezca cierta confirmación a mis suposiciones, lo que mas me llama la atención son los pequeños detalles.
El lapsus de tiempo pasado con el que habla sobre la tal Sophie, otra Soñadora (¿en el mismo rango que Fox o situada en el reverso del espectro similar a Arene y la Oposición?) me hace sospechar mas profundidad en las circunstancias.
El de que se tira a por la mujer sin pensárselo me hace valorarlo y con mas estima cuando tuvo la sabiduría de saber recular. Sobretodo por que imagino que 'un casi en la superficie' fue 'un mucho mas lejos de lo que nadie pudiera pensar'
Me queda la pregunta de como conoció a Govier y por que tenia el conocimiento de que él lo podría manejar con mas autoridad.
También se me abre el resquicio de entender que Clementine ya lo conociera.
Observo al tipo concentrado. ¿Quien es este fulano y por que sabe nadar mejor que nosotros? O al menos lo aparenta.
Por lo que menciona Mats, el grupo detrás es importante: Con Pillet, Govier, Belanger, el tal Arthur y el propio Mats cuento cinco mas algunos especialistas.
Pensar en grupos me hace recordar las ultimas malas noticias de Chana y la cuenta de difuntos y maltrechos.
Que nadie me mencione a Leah me pone nervioso y los nervios me descarrilan el control de las furias contenidas.
Para evitarles la confusión por unos instantes les rehuyo las miradas, tratándome de sacudirme la mala uva.
Cuando Lar me ponía en este estado aprendí a desfogarlo con el puño en la boca y el contacto de pequeños mordiscos hasta igualar la respiración.
Dios sabe que lo hizo muchas, muchas veces por lo que es un habito rápido. No invisible pero si certero.
El intercambio dentro de mi cerebro y mi pecho hace que las preguntas posibles: compactas y bien construidas se desparramen como los regalices en un tarro volcado.
No me costara agarrarlos de nuevo con la mano pero en este momento no las tengo listas.
Quizás Mats quieras empezar por las tuyas o Clementine, tal vez. ¿O usted Govier?

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08/06/2017, 12:47
Albin Govier

Albin fruncía un poco el ceño, observando con atención las explicaciones de Mats. También se hizo con un vaso de agua antes de responder

-Estuve en el levantamiento del primer cadáver, en ese mismo parque, de Montsouris en el que su amiga encontró a Cléo.

Miró a Mats.

-No sabía de... Sophie, lo siento. Quizá el que encontró el primer cuerpo, el Sr. Fox Barret tenía algo en común con ella. Sabemos que las sumergen vivas y completamente tatuadas y que incluso en ese estado podemos rescatarlas con vida. Además, marcar de esa manera su cuerpo es algo que debe costar mucho trabajo y tiempo. No es descabellado pensar que tenemos margen. Tiempo.

Hizo una pausa para retomar el hilo.

Volviendo hace cinco años, allí mismo, en la escena del crimen, hablé con el juez y daba por hecho que se organizaría un operativo especial para este caso, pero no fue así. En ese caso todo era extraño. Yo no entraré en detalles del cadáver -miró hacia Bélanger- pero el escenario era... imposible. Allí conocí a Agustín.

Clementine notó que Albin hizo un gesto leve de dolor antes de beber un trago de agua.

-El cadáver había sido encontrado por un policía por casualidad... Estamos seguros que llevaba mucho tiempo allí, invisible a la vista de todos, como el cadáver del policía que lo descubrió -eso lo dijo mirando a Daniel, a estas alturas ya debía tener noticias del descubrimiento del cadáver de Fox Dolph Barret por el CSB-, como Cleó.

Seguí el rastro incómodo de informes escritos que sus responsables no recordaban, decisiones tomadas por mandos en un impulso sin sentido, o sin recordar nada en absoluto. Suicidios. Los soñadores se infiltraron, mataron y poseyeron estratégicamente para anular el caso y dejarlo sin ninguna repercusión.

Conforme avanzaba me fui distanciando para no exponerme. No dejaban cabos sueltos. Salvo quizá uno.

Bebió un trago.

-Cuando me hicieron inspector de la Unidad Especial de Personas Desaparecidas de la Policía Nacional dediqué recursos a casos de gente relacionada con el mundo de los tatuajes que hubiera podido desaparecer los últimos diez años. Encontré el caso de una aficionada menor de edad fugada de casa hace siete años, Iréne Caron.

Di con su rastro. Vivió una temporada en un estudio del barrio latino, trabajando de aprendiz para un tatuador llamado Paul Darkchild. Ambos desaparecieron hace cinco años sin que nadie lo denunciara a la policía. En el estudio del señor Darkchild encontré un boceto de hecho añicos: un laberinto. Ese era el único.... No habían cabos sueltos hasta que todo empezó a precipitarse… creo que la clave puede estar en su caso, señor Mallutz… 

Miró hacia Daniel y Clementine.

-¿Cómo está la niña?

Luego a Mats.

-Leah nos ha hablado de ella.

- Tiradas (1)
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11/06/2017, 11:02
Daniel Mallutz

Me apoyo en la pared de aseptica del pasillo del local con el bosquejo de todas las lineas de la investigación que fuimos acumulando en la cabeza sobre el que las nuevas piezas preparadas a que la paciencia y la claridad las hagan encajar.
Hay muchas cuestiones que se complementan pero voy a empezar por el consejo de Fox.
Si hay que lanzarse al agua, literalmente me temo, es prudente comprobar que hay profundidad suficiente, aunque no sea por dar consuelo verdaderamente.
Sostengo el teléfono un instante.
Por favor discúlpenme, solo sera un instante, pero tengo una par de pistas que creo que es importante despejar mientras hablamos. El tiempo se ha convertido en un factor importante.
Marco el teléfono de Chana esperanzado de que me lo coja al otro lado al tiempo que tanteo que aun tengo el teléfono de Fox.
Sigan compartiendo informaciones. Yo les escucho.

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11/06/2017, 11:47
Daniel Mallutz
Sólo para el director

Dejo sonar el teléfono y cuando Chana lo descuelga le pido en un susurro si me puede dar información de lo que le voy a preguntar.
Las preguntas las texteo.
-¿Tenemos identificación del cuerpo inidentificado descubierto en el estanque de Montsouris?mande el informe del ADN de la sangre.
-¿Tenemos alguna imagen e información de Irene Caron?
-¿Que información mas actualizada tenemos de Vendela Döbeln? No me mandes imágenes.
Después me vuelvo y me dirijo a Mats y Govier al tiempo que espero a que me Chana me alimente con los datos que creo rellenaran los agujeros.

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11/06/2017, 11:56
Daniel Mallutz

Pensando al doble de velocidad como cuando Leah esta a mi lado caigo en que Govier puede ayudarme y quizás también Mats y bidireccionalmente a su amiga.
Inspector Govier, después necesitaremos la información que disponga de la tatuadora Irene Caron. Quizás Edith pueda confirmarnos la sospecha de que es la misma persona que la tatuó y entonces la pista de lo que les paso a ella y al señor darkchild puede darnos mas base de decisión.
Me atempero para no parecer un loco y por la empatia con el hombreton. Quizás Govier tiene razón y aun estamos con tiempo pero no puedo imaginarme la desesperación que la separación de sus fuentes de sacrificio estará generando en los Otros.
Me lo sacudo buscando ser positivo y creyendo en la voluntad del Señor a través de nuestras manos.
Perfilo pinceladas de esperanza en mi mirada sacadas del fondo de mi ser.
Ya tuve mi vida derrotista y hoy sintiendo por mi emociones por Leah, por la amiga de Mats, por las gentes en este pasillo y en esta instalación, la perspectiva es diferente. No mas dura o mas pura. Pensar en Leah y su vacío en este lugar, me sobrecoge, pero después de pasar por lo que pasamos y bajo el foco de la extraña vida que estamos descubriendo aunque parezca mentira la esperanza se refuerza. Abierta en las posibilidades. Mas duras. Con mas esfuerzo. Pero posibles.
Consciente en ello le afirmo con el gesto a Mats que la encontraremos.

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11/06/2017, 21:38
Clementine Ouvrard

Presté atención a cuanto decían Mats y Govier, escuché el relato de cómo encontraron a la muchacha soñadora en el lago fascinada y luego la información que aportó Govier, inmediatamente una pregunta se formuló en mi mente, ¿Por qué con Édith había sido distinto?

-La niña está bien, de momento -afirmé tentativamente -Espero que con el correr de los días mejore, el trajín de hoy la ha dejado agotada me temo y ayer recién ha despertado de un período en coma luego de una operación intracraneana muy delicada -comenté -Ya que estamos atando cabos, voy a decirles lo que me dijo el dermatólogo que vio a Édith sobre sus tatuajes -miré dentro del vaso vacío  de café y me di cuenta de que solo pensar en el proceso  me daba repulsión e ira -En el informe decía que la tinta fue inoculada de dentro hacia afuera durante el proceso de inflamación de una quemadura. Posiblemente le introducían algún tipo de alambre al rojo vivo que a su vez servía de vía para inocular la tinta.

-En un primer examen parece que las quemaduras más antiguas podrían tener cuatro años, año arriba, año abajo. Las más nuevas eran de hace pocos meses. El especialista encontró también una línea enrojecida, apenas visible pero con un patrón geométrico similar al de los tatuajes. Nace en el centro de su pecho y cruza en línea recta hasta el ombligo donde se bifurca hasta unirse de nuevo en el perineo. Se trata de una irritación similar a las que provocan las alergias, pero su trazo no es el natural de las líneas de la piel -expliqué repasándolos con mi mirada alternativamente.

-Debe haber sido muy doloroso y la misma Édith me ha explicado que cada noche los hombres que viajaban con ella, vestidos con pieles, susurraban las indicaciones para su próximo viaje, los primeros pasos del camino. Luego, por la mañana leían las marcas en su cuerpo y las tatuaban... como cuando uno pasa un dibujo a tinta. También me informó que con el proceso le hacían mucho daño -parpadeé un par de veces para no demostrar lo afectada que estaba y mantener mi expresión neutral. Me estaba cayendo el peso de todo cuanto había ocurrido y había hecho, me sentía agotada y a la vez esperanzada, quizás si todos juntábamos fuerzas...

Cerré los ojos y el rostro de la compañera de Daniel paralizada con el calmante, tratando de moverse vino a mí, terrorífico... Había roto mi juramento de no hacer daño. Y lo haría de nuevo si fuese necesario, no sabía qué me daba más temor, el haberlo hecho o el tener la certeza de que no había vuelta atrás.

-Si quieren puedo relatarles cómo es que Édith llegó al hospital -propuse -Pero primero, si no es molestia inspector, quisiera que me explicaran cómo es que este lugar está protegido de esos... hijos de perra. No puedo dejar de temer por todos nosotros después del horror que vivimos -traté de que vieran mi punto de vista -Soy una persona que necesita comprender para sentirse mínimamente segura.

Notas de juego

Máster te plagié en algunas líneas :-P

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12/06/2017, 01:34
Mats Bergstrøm

Todos los presentes escuchan con atención mi relato, y a pesar de lo extraño que este pudiera resultar, no veo la sorpresa ni la incredulidad en ninguno de ellos. Imagino que deben de estar acostumbrados a cosas tan increíbles como la que acabo de contarles, o incluso más. Govier complementa mi historia con aportes propios; habla de la investigación de hace cinco años, en la que el agente Barret murió, y sugiere que la influencia ejercida por la secta para tapar el caso podría haber sido enorme. Desde luego, esos tíos se toman molestias para ocultar sus rastros. Comenta también la desaparición de una joven tatuadora a la que estuvo investigando alrededor de esa época. Se me ponen los pelos como escarpias cuando oigo lo del boceto del laberinto. ¡Ese maldito signo, símbolo de la pérdida y el olvido! ¿Hasta dónde habrán tejido sus redes?

La doctora Ouvrard, que ha estado escuchando en silencio hasta ahora, interviene para ponernos al corriente del estado de la niña que está custodiada en la clínica. Al parecer se encuentra bien, pero el tormento al que se ha visto sometida durante quién sabe cuánto tiempo es espantoso. Escarificación y tatuaje de zonas quemadas con instrumentos al rojo, una especie de eritema de disposición geométrica… Mi odio hacia esos monstruos vuelve a hacerme apretar los puños. Y entonces, cuando la mujer pronuncia el nombre de la niña, siento un chasquido en mi mente.

Édith.

Espere un momento. La niña… ¿es Édith Montillet? ¿La hija de David Montillet? —Trago saliva y me quedo mirando a Ouvrard como si acabara de ver un fantasma. Al fin, la persona a la que llevo tanto tiempo buscando… El comienzo de todo. Mi expresión se convierte al cabo de los segundos en una sonrisa triunfal—. ¡Édith Montillet! ¡La han encontrado! Es increíble… Verán, no sé si estarán al corriente de esto, pero… David Montillet, el famoso periodista que supuestamente murió hace años en un accidente de avión, sigue vivo, oculto del mundo. Para mí todo esto empezó el día que él en persona me pidió que buscase a su hija, una hija a la que había olvidado, pero que sabía que existía… —Sacudo la cabeza, sin poder salir aún de mi asombro—. Verán, explicarles ahora todos los pormenores de mi investigación me llevaría horas, pero les contaré lo básico: Vendela Döbeln, la «viuda» de Montillet, es una miembro importante, si no la líder, de ese grupo de asesinos, además de una bruja poderosa y muy peligrosa. Ella fue la que apartó a la niña de su padre e hizo que el mundo se olvidase de ella. Pero Cléo, la muchacha a la que rescatamos del lago… Ella sí la recordaba. Y gracias a ella, sabemos que se llama Édith. Yo… —Dudo durante unos instantes antes de continuar hablando—. No sé si Édith será especialmente relevante en este caso, si de algún modo poseerá la clave para mandar a la mierda a esos hijos de puta, o si solo se trata de una víctima más. Como Cléo, como mi amiga Sophie, como tantas otras… En fin, solo les cuento lo que sé.

Me encojo de hombros, algo confuso y trastornado por la experiencia de haber dado al fin con Édith. Entonces, miro a Daniel.

Hay algo que quisiera preguntarles… ¿Qué saben de Eugene Masaryk? ¿Tienen idea de si guarda alguna relación con este culto? El contacto que he tenido con él ha sido mínimo, pero hace unas horas he hablado con alguien a quien creo que conocen. Una agente de policía llamada Leah. —Mis ojos sondean los de Mallutz con precaución; no sé cómo puede tomárselo—. Ella me dio a entender que ustedes sí que han tenido varios rifirrafes con Masaryk. No sé si lo consideran amigo o enemigo, pero solo les diré una cosa: alguien de mucha confianza, de cuya palabra jamás dudaría, me dijo que él es el Diablo. No como un epíteto calificativo o una forma de hablar, sino que, literalmente, es lo que la humanidad conoce como el Diablo. O Satanás, o como quieran llamarlo.

Guardo silencio. Creo que ha llegado el momento de escuchar.

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12/06/2017, 10:27
Agustín Bélanger

Bélanger había estado muy atento a la descripción de la doctora y cuando Mats nombró a Masaryk sólo respondió

-¿En serio?

Notas de juego

1/2

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12/06/2017, 10:28
Chana Zhychuk

El teléfono vibró.

No existían muestras de ADN del primer cadáver encontrado en el lago artificial del parque de Montsouris hace cinco años, pero las estaban buscando. En su momento se “perdió” casi toda la información del caso, Chana estaba trabajando en su recuperación.

En cuanto tuviera resultados sobre Irene Caron y Vendela Göblen se los enviaría.