Partida Rol por web

El mensaje es de Corine. Dice así::

¡He sacado la mejor nota en el taller de cine y voy a hacer un cortometraje que participará en un festival de nuevos talentos! ¿Serías mi protagonista? :-) Tengo un personaje magnético que sólo puede ser interpretado por tí.

Bueno, no te presionaré insistiré más por ahora. ¡Estoy deseando ir para allá! ¡Me he comprado una boina y un pijama de seda!

¿Qué tal el nuevo trabajo? ¿Hay policías interesantes? No hablo de señores calvos que coleccionan monedas, sino de tíos cachas que… bueno, mejor paro, :-)

Estoy deseando ir para allá, ¿Podría ser para las vacaciones de primavera? Son quince días y no quiero abusar pero... ¡Soy una compi ideal! ¡Te lo juro! ¡No molesto nada! Qué prefieres para desayunar, ¿un cruasán crujiente recién comprado del horno o unas tostadas con mantequilla y mermelada de tomate verde? A César le entusiasman…

Bueeno, acabo aquí. Espero que te vaya todo bien, y cuídate mucho, Leah, que eres mi estrella.

Absorbo los gestos y las palabras.
Su intención de repetir pinta mezclado con el desparpajo con el que ha vuelto del baño me hace sonreír reconfortado. Apuro sorbos pausados disfrutando del conocido sabor amargo de la tostada.
Me recuesto contra el respaldo y la pared sosteniendo el vaso entre las dos manos y relamiendome los restos de espuma de la barba.
El tono me sale soñador, abstraído pero no solitario. Lo que le digo es un pensamiento largamente asumido, mio, pero que quiero que comparta.
No estoy deprimido, Leah. Soy medio irlandés, medio mejicano, lo que significa que de natural, por sangre y entorno, la mitad del tiempo el influjo es triste y la otra mitad furioso y entre medias las dos cosas.
Mojo el indice en la espuma y lo froto por el borde del vaso como si pudiera hacerlo sonar pero solo emite mi voz.
He trastabillado en el pasado, siendo poli en la Operativa fronteriza o de civil en Nueva York y esos golpes aun me duelen - arqueo las cejas en gesto de reconocimiento - pero aun sonrío. Disfruto de lo momentos, de las pelis de Catinflas y el vino caro - alzo la copa hacia ella - y de la buena compañía.
Monto una mueca irónica, que tiene que ver mas con una reprimenda a mi mismo que a cualquiera de las cosas que me ha dicho Leah.
Si es cierto es que estoy descolocado - asiento mirando el liquido al que he hecho menguar con otro trago - siempre lo he estado. Como esperando algo y alterado por que ni sabes que es ni como buscarlo.
Mi trabajo en la Interpol aunque agradable no me llena. Paris... - me acerco a ella un poquito apoyando los antebrazos en la mesa - me vine a París siguiendo a la mujer que amo la cual resulta que es Toxica y que lo se pero aun así aquí estoy sin remedio y para colmo ella esta con otro.
Me sonrío. Es una sonrisa cínica, no maliciosa, sino vestida de esa gota de conocimiento de que por mucho que te esfuerces no vas a vencer pero que implica que lo voy a seguir intentando. Fracasa, inténtalo de nuevo. Fracasa mejor.
Allí abajo, en la casa de Noemie - comento con introspección - me golpearon bajo. No me lo esperaba. Removió una herida que no ha cicatrizado.
Aspiro tomando el valor para revelar la información que no aun contado.
Mi compañera Alce del Desierto, la que tenia intuición y con la que vi... bueno ya te he contado lo que vi, reside en la insigne Territorial Asylum institution en Phoenix. - suspiro - El manicomio de la reserva india. - tamborileo en el vidrio - No lo supero.
Apuro el resto del vaso y pido también otra.
No estoy deprimido - sonrío obstinado como siempre en animarme - los de nuestra especie estamos Jodidos. Es nuestro estado natural.
Jodido. Ese era el mote en la OPa.
Me rio - Pero Raro suena mejor. Sobre todo en Francés. Raro. Raaaro.
Agradezco al camarero y me limpio el gris de las ideas con el mejor néctar de Irlanda después claro esta del Midelton very Rare de 25 años.
¿Con que un tractor? - pregunto con curosidad - ¿Creciste en una granja?

Continflas?

Sigo escuchandolo con detenimiento.

...de la buena compañía.

Sonrio dando las gracias por el cumplido.

Ah claro, la mujer que amas... eso lo explica.

Sigo escuchando sin emitir comentario.

Alce del desierto? Manicomio?

Nota mental, es peligroso ser amiga de Daniel. Y sonrio.

- Pues si, soy del norte de Niza en Chateauneuf. Alli mis padres tenian una granja. No fui mucho de las artes agricolas asi que estoy ahora aqui pero conozco algo de la vida rural.

Se nota que no es un tema agradable para mi hablar de mi infancia.

-Cuando mi padre estaba vivo era especial conmigo. Digo con tristeza.

- Creo que mejor nos vamos, asi me cuentas de ese amor perdido que te rompio el corazon y vemos el hotel en donde te estas quedando.

Me levante, pague la cuenta y le hice señas a Daniel para irnos. El auto esperaba...

Maneje en silencio hasta llegar a un pequeño abasto con un cafe afuera.

- Espera aqui.

Baje del auto y regrese con una bolsa a los pocos minutos. Le pase la bolsa a Daniel para yo poder conducir.

Espere que Daniel viese el contenido y en especial la botella. Dentro habia unos panecillos brioche, croissant, mousse de chocolate y una botella de ...

- Creo que pega mas contigo y es mas lo que yo necesito. Ademas es costosa en este pais asi que espero la disfrutes. Vamos a tu hotel mientras me cuentas como es posible que todavia ames a esa mujer que anda con otro, por dios Daniel superalo.

Creo después de dos cervezas, cuando Leah comenta de marcharnos, que estaría bien. Me ha parecido que hablar de la familia la he puesto incomoda y ha precipitado la reacción pero no la culpo. Ella también ha insinuado de querer hablar de Lisistrata y realmente no se si me apetece.
Asiento y cuando nos movemos saludo al camarero con un hasta luego.
En la puerta, revisando que lo llevo todo, aprovecho para comentarle a Leah que estoy agradecido de que me descubriera este sitio - Tienes buen ojo. Me lo voy a anotar y volveré - y literalmente me lo anoto en la parte final de mi bloc.
Luego le comento la direccion del Lord Byron, el hotel que me busque hasta encontrar algo mejor lo que es irónico por que me agrada mucho. Si tuviera dinero sin preocupaciones...Me pregunto hasta cuanto podría estirar la cuenta de gastos. Olvídalo y aprovecha la dieta de la interpol hasta que se agote y busca un alojamiento mas tuyo. Asiéntate - me digo - que no parezca que estas de paso
Recuerdo que Leah menciono que no estaba a mas de cuatro manzanas, pero me sorprendo cuando se para en un lugar que no reconozco me hace esperar y se va. ¿Que le ha entrado de repente?
Reaparece entre aroma alimenticio y con una bolsa que me tiende. Despuntan panecillos y toco una botella. Que no sea bourbon por dios.
No lo es. Mi sonrisa debe poder abarcar Arizona.

Cita:

Eres mejor detective que yo - afirmo mirando la botella y a ella con admiracion - Leah Taotou.
Los buenos aciertan a la primera - asiento alegre aun cuando sin pausa para la continuidad me comenta que le hable de Ella.

Cita:

Je, me rio por dentro. ¿Donde esta ese interruptor, Leah?. Dímelo.
Ve hasta el hotel. Debe estar ahí mismo. El Lord Byron - le digo - tiene un pequeño parking. Puedes usarlo - le indico mientras giro la botella entre mis manos - aun hay luz y podemos aprovechar el jardín

El Byron es un hotel coqueto no muy grande de fachada bicentenaria blanca flanqueada por dos faroles y un interior muy cuidado y un tranquilo jardín interior que encontré surfeando en la red cuando aun planificabamos escapadas alocadas. Uno que Lar nunca hubiera pisado. Ha ella todo le gusta moderno y exagerado.

Luego de estacionar y entrar al hotel quedo perpleja por el lujo que lo acompaña.

Comisario porque me dejo en ese hotelucho.

Entramos por el lobby y subimos de una vez a la habitacion.

- Oye, Daniel, no me estoy proponiendo ni nada, pero la verdad me estoy quedando en otro hotal sola y con todo lo que ha pasado aunque dudo mucho que pueda dormir preferiria quedarme contigo, estoy segura que podemos pedir una cama adicional si no la hay ya.

Mientras subimos pienso en mis palabras y no quiero que se lo tome a mal.

- Incluso podemos revisar las evidencias que tenemos, recapitular sobre el dia, ya sabes hacer un repaso te parece?

Mi voz suena mas como una colegiala que va a una fiesta de pijamas, que una compañera de trabajo que revisara un caso de doble homicidio, y me doy cuenta que el alcohol tal vez me ha emocionado un poco.

No te sonrojes, no te sonrojes.

Trato de ponerme seria de nuevo, y espero que me indique donde es la habitacion para entrar.

¿Oh? Si. Claro - respondo comprensivo al verlo con lógica - No hay problema. No es excesivamente grande pero descubrimos que tiene un sofá cama bastante cómodo los primeros días cuando estaba mi hermana - me sonrío irónico - bueno, descubrí yo por que, claro que ella se quedo la cama - comento acompañadolo de un encogimiento de hombros que señala a las claras que que se le va a hacer, las hermanas son así.
Por esto - apunto a la botella - tu puedes tomarte también la cama. Indefinidamente si quieres.
Pero seguramente quieras algo para ti sola. - digo bajando el tono jocoso y lo hago mas comedido - ¿Tan malo es tu hostal?
Con el dedo barro los ventanales del ultimo piso - No se cuanto es tu presupuesto pero todas esas son individuales - hago un gesto de incertidumbre - Quizás te interesen.
Pero tendrás ganas de darte una ducha - le digo esquivando las escaleras y desviándola hacia la zona ajardinada - mañana si te apetece habrá tiempo. Ven.
Saliendo al patio arbolado sorteo las mesitas dispuestas para desayunos, comidas y cenas y me dirijo a uno de los portales acristalados subiendo tres escalones. Con una llave de esas antiguas con ojo y dientes lo abro y me meto dentro encendiendo la luz.

A la izquierda de la puerta esta un escritorio junto al ventanal que no se abre en el que destaca entre la parafernalia propia del hotel, un cuchillo de silex con empuñadura de hueso metido en una urnita de cristal sellado.

Por lo demás el cuarto es lo suficientemente grande para que dos personas lo abarroten pero tampoco llega al tamaño de una suite.
El sofá esta apoyado contra la pared opuesta a la cama y el baño hace una esquina al fondo. En su camino hay una especie de columna fina de madera con un pedestal extensible en cuya punta parece haber un especie de bulto en forma de pera tapado por un trapo de colores que al final resulta ser una toalla estampada.

El baño es funcional con ducha, taza y lavabo en el que se ve el único desorden de toda habitación reflejado en los útiles de aseo: una maquinilla eléctrica, gel de espuma y colonia.
Junto al baño se ve otra puerta que por el típico tríptico de seguridad debe dar algún otro pasillo del hotel. En la ultima pared resta la doble puerta espejada de un armario empotrado.
Sírvete como quieras - le digo - mi humilde morada es tuya .

Luego de entrar y ver la habitacion, veo la sencillez del hotel y que es realmente acogedor.

Es lindo.

Sin embargo por alguna razon siento la pesadez de todo lo que ha pasado y me siento abrumada. Con delicadeza pongo los panecillos en una mesa auxilar y sirvo dos vasos de whiskey. Seco.

- à la tienne, y apuro el mio de un solo trago y espero el ardor por mi cuerpo que me recuerda que estoy viva mientras reacciono al escalofrio.

Acerco el otro vaso a Daniel.

- Creo que podemos dormir en la misma cama, Daniel, yo soy pequeña y me da pena que estes incomodo y si te me pones encima de mi conoceras a Sophie. Digo sonriendo.

Al mencionar a Sophie saco mi glock del tobillo y la coloco sobre una mesita.

Sophie: Glock 26 9mm adaptada para Leah.

Luego coloco mi arma de reglamento de la cintura, el estuche, mi correa, el celular, las botas y me estiro para estar mas comoda.

Luego veo el pequeño cuchillo en su caja y decido no acercarme, ya he tenido demasiadas cosas raras para el dia de hoy. Voy a la mesa y apuro un segundo trago sin mucha contemplacion.

- Te tomare la palabra y me dare ese baño. Y sonrio.

Le doy la espalda nuevamente y me saco el resto de la ropa de espaldas a el quedando solo con mi sujetador y mis pantys de color negro que no son nada reveladoras. Mi espalda muestra una herida de quemadura en el hombro izquierdo y algunas cicatrices en la parte baja. En el muslo derecho hay otra cicatriz propia de una herida de bala.

Por un momento dudo de darme la vuelta. Daniel es un hombre, y el miedo a mi pasado me hace dudar. Pero en parte he querido obligarme a pasar por esto de nuevo. Siento que puedo confiar en el. Que no se aprovechara de mi. Y al mismo momento oigo la voz de Angelique, una antigua compañera de Niza que siempre bromeaba conmigo.

Lo que quieres es que se aproveche de ti.

Sonrio en su recuerdo y me doy vuelta. Daniel no parece prestarme mayor atención aunque se que me ha visto.

Lo estoy seduciendo, nah, no seas tonta, el no es de esos mocosos. ... Todos los son ... Ufff

Fuerzo a mi mente a dejar de pensar y me acerco para un nuevo trago y llevo la botella hasta donde esta Daniel para llenar su vaso tambien.

- Mi hotel esta bien, y esta pagado por una semana, es solo que no queria estar sola, no hoy. Me cuesta mucho relajarme y sola no creo poder dormir hoy. Tengo...

Por un momento pienso en contarle como hago para relajarme y poder dormir pero me da mucho pena y siento que me sonrojo.

- Solo eso, no queria estar sola, digo triste y rapido entro en el baño.

Cierro la puerta pero no creo necesario poner seguro y me quito el resto de ropa mirandome desnuda frente al espejo. Viendo a la mujer frente de mi, me siento extraña, alejada de toda la verdad, y entumecida por las cosas que siento. Sabiendo que hay un hombre en la habitacion y viendome desnuda me siento mas fragil e indefensa aun.

Para alejar mis pensamientos abro la llave caliente y dejo que la habitacion se llene de neblina al punto que el aire se hace pesado, aletargante y dejo que el agua derrita mi piel al igual que mis emociones.

Ya en la ducha trato de pensar como sera tener sexo con Daniel. Hace tanto tiempo que no tengo nada con nadie que se me hace extraño el deseo, el sentir, tan lejano...

Y sin embargo no puedo sacar la idea de mi mente de que es un hombre. Uno mas, otro al que odiar, o imitar.

Cierro los ojos y dejo que el agua me caiga en la cabeza ahogandome, pero no me importa, sufrir me mantiene alerta. Viva. Me alejo del agua y siento aun mi cuerpo tenso, no me relajo. Entonces pienso en Daniel y cerrando mis ojos mis manos acarician mi cuerpo, mis senos y son sus manos las que me acarician, me hacen temblar mientras mis pezones se endurecen y quieren que me toque mas abajo. Donde no debo.

Siento el agua salpicante y de pronto hay una sombra que me observa y abro los ojos en mi ensueño y es el asesino de Odelia que me observa y se rie de mi viendome desnuda. Trato de cubrirme y me muevo contra la pared cuando realmente abro los ojos nuevamente y veo que estoy sola en el baño. El agua sigue corriendo por mi piel y en mi desesperacion siento como mi pecho se va calmando de la violenta explosion de adrenalina.

Mi respiracion comienza a calmarse y no lo soporto mas y comienzo a llorar. Las lagrimas simplemente salen de mis ojos sin control. No es un llanto alarmante, es simplemente un desahogo a todas las emociones encontradas, a mi soledad, a mi hombria femenina reprimida, a mis miedo, y mi fragilidad contra este hombre.

Luego de 15 minutos o mas es que me doy cuenta que estoy en el piso de la ducha sentada. He dejado de llorar pero siento mis ojos rojos. El agua caliente se ha acabado y el agua fria ahora perfora mi piel haciendome daño pero no me importa, porque mi mente estaba en otro sitio. Un sitio de llanto y tristeza, pero tambien de calma.

Y entonces me doy cuenta que estaba relajada y me sentia muy cansada, como nunca en mucho tiempo.

Y yo soy raro - pienso en primera instancia pero luego me corrijo - Esperate. Es solo la perspectiva.
Me sorprende cuando se desnuda, pero es solo por que no me lo esperaba. Magdalena hizo lo mismo hace dos semanas y no te escandalizaste. Ya pero Leah no es tu hermana. Pero tampoco es una mujer que encontraste en un bar.
Si con Magdalena respondes a unos tabues sagrados con Leah estan las reglas que implican a dos personas que se juegan sus vidas confiando el uno y en el otro y en si mismos.
Intenta no precipirtarte trozo de alcornoque, no seas por muy iconoclasta que te sientas el que rompe la regla el primer dia.
Y si me esta seduciendo me gusta el asalto directo y un juego previo de toma y daca. No el indeciso interrogante de un frio anzuelo.
No Dano, no te esta seduciendo, ha sido algo mas complejo.¿Pero el que?
Quitando el cerco de sensualidad que pueda empañar mi vista hay detalles que me desconciertan. Esas heridas inconexas con lo que me ha dicho del tiroteo. La herida de bala y las quemaduras vienen del mismo momento o hay algo que no me ha podido contar. Me hablan de tiempos malos y duros que me incitan la curiosidad sobre los detalles pero que recomendada puada.
Como esos tragos sin respirar de un liquido precioso. Cuando no disfrutas del conjunto de un whiskey de 24 años, agarrando compulsiva unicamente la tosca quemadura del alcohol sobre el alma se nota el desequilibrio.
Yo no soy el tipo mas centrado por muchos aspectos de galerna en mi cabeza y mi pecho y reconozco la lucha. Es un braceo invisible el de Leah, continuo y melódico en sus extrañas, por desconocidas para mi, no raras armonías.
Cojo el vaso y saboreo el conjuro de su calor en la garganta lo que me trae reminiscencias de la primera vez que tome algo tan bueno. Lar, embrujada con el carmín rojo sangre en sus labios, lo tomo de mi copa tras mi primer sorbo y luego compartió la mezcla con un beso lento: Carne, dientes, lengua. Otoño, cera, su regusto a moras y a la electricidad de la mirada salvaje vacía de restricciones de sus ojos azules.
Acuso el espasmo excitado que me causa el recuerdo desde mi nuca al bulto de mis pantalones. Instintivamente hago como Leah y devoro el resto del licor de un solo trago y repito con otro pero sinceramente deseando que Mathieu, su nuevo novio, se de cuenta de que abismo es Lisistrata antes de que se convierta en espiral.
No se por que he acabado dandole vueltas a esas ideas.
Leah tiene razon. Deberia arrancarme esta espina no importa como pero me ronda como una serpiente fria que en parte es que la echo de menos por que deseo aun ese camino vacio y libre de todo. Libre incluso del dolor en el espiritu.
No es algo desprendido del tamiz del sexo incitado. Las habitaciones de hotel lo transpiran aun disimulando en su pretendida inocencia. Se queda en las paredes aunque cambies las sabanas. No. Es mas profundo. El necesario interes, arrobo y deseo de no estar solo que Leah ha tenido la honestidad de recordarse y recordarme.
Y sin embargo poniendo una puerta entre los dos. De nuevo.
Como si la barrera fuera importante. Como si la barrera fuera tambien el problema.
Creo que lo veo. Que lo siento. Creo que lo comprendo.
A nuestra manera son los mismos apremios. Distintas perspectivas.
Confianza. Suficiente para poderse dejar de preocupar. Por que el que esta contigo es real contigo.
Una, mirada de compromiso para toda la vida.
O mas simple para Leah. Alguien que pueda estar con ella en la misma habitacion, dormir en la misma habitacion, despertar por la mañana y no en medio de la noche para decir hola y asentir sin problema por que todo esta bien.
Respiro despacio para distorsionar con los pensamientos que se preguntan como le han llevado hasta aqui y enegrecerlo con mi furia.
Busco un chandal y una sudadera que le puedan servir si decide salir a trotar por la mañana y tambien el secador por que el del baño es mas un estorbo.
Yo me desvisto rapido hasta quedarme en calzoncillos y meto la ropa de nuestro encuentro con Odelia, chaqueta incluida, en una bolsa para mandarlo a la lavanderia.
Suspiro solo medio aliviado al comprobar que el conato de ereccion se ha atenuado y me pongo el chandal de entrenamiento y la camiseta Smashing Pumkins que me regalaron como broma cuando empece a golpear la pera. Despues disfruto del tacto del entarimado en mis pies desnudos
Cuando texteo a Chana pidiendole que el forense intente trazar la linea de tiempo entre los asesinatos y unos mensajes a Madre y Magdalena me doy cuenta que Leah lleva dentro mas de media hora.
Me dirijo hacia la puerta directo a preguntar si pasa algo pero me retengo lo suficiente para no parecer ansioso o protector. Hay algo de lo que dijo de su padre... Intento ser sutil en busca de una respuesta.
Leah. Se me olvido decirte que hay que estar atento con el agua caliente - comento neutro pero presente - Si tardas mucho se acabara. No te preocupes por mi. Yo la tomo fria siempre.

Las palabras de Daniel me sacan de mi ensoñacion y me levanto adolorida, cansada y relajada. Extraña para mi condición y mis experiencias.

Salgo de la ducha y apenas me froto la piel para retirar el exceso de agua. Una toalla me cubre el torso hasta apenas llegar a la linea de las nalgas y ajustarse en mis senos. Otra toalla cubre mi cabello como un espiral. Salgo del baño con caminar automata como si hubiese visto un muerto en la ducha y veo a Daniel cambiado de ropa con una franela de rock.

Sin expresion tomo una franela que se ve limpia sobre la comoda, y con un ademan pregunto si la puedo tomar a lo que Daniel asiente. Me volteo y dejo caer la toalla junto con la del cabello mostrando mi cuerpo desnudo y aun humedo. Me coloco la franela en un instante y esta se pega a mi piel por la humedad de la misma. Tal vez transparente un poco.

Mis movimientos son lentos y aletargados y parezco mas bien un zombie con años sin comer. Tal vez me vio desnuda, tal vez el reflejo en el espejo, tal vez me viole y abuse de mi cuerpo, pero nada me importa, solo el cansancio que ansiaba desde hace tanto tiempo que entumece mi cuerpo...  y mi mente.

Mi cabello se pega a mi cara y lo aparto para tomar un trago mas y dejar el vaso sobre la mesita. Veo la cara de Daniel observandome y un halito de pudor me hace verme en el espejo. Mi cara es un poema al cansancio o tal vez solo miraba mis pezones erguidos a traves de la tela.

Sin darle importancia me acuesto acurrucada en la cama, en posicion fetal agarrada a una de las almohadas y cierro los ojos.

- Solo dormire un rato, Daniel, solo un rato...

Y mis ojos se cerraron en un profundo cierre.

Cuando estoy apunto de entrar reacciona abriendo la puerta del cuarto de baño. No dice nada y se mueve apenas cubierta por las toallas de una forma sincopada de ritmo plano.
Me apoyo en el marco de la puerta con el brazo derecho alzado mirándola con atención.
Ella toma la ropa como sonámbula y se desnuda sin pudor ni pausa de continuidad. Como por castigo.
Desde luego si esta intentando provocar una no lo consigue y me hace pensar si esta forma de actuar tiene una raíz plantada en el pasado.
Claro que la he visto desnuda y tiene un cuerpo hermoso, menudo y excitado de una forma incongruente con su rostro, con su gesto y su animo. Creo que me ofrece llamadas para que yo haga algo que luego ella no va a disfrutar. Y yo tampoco.
Apenas la conozco, lo que no ha sido nunca un impedimento con anterioridad si la mujer me gusta, y ella me gusta desde la base de la llama de excitación sexual cruda y hasta ascender a detalles a mas personales como su cabello oscuro y rizado y destellos de su sonrisa, pero a la vez me evoca la sensacion de ver una herida ante la voz de mi introspección consciente me pide que me detenga.
Por que me asalta la duda de si las intuiciones que ha tenido guardan un precio y eso lo que me ofrece contemplar o es mas complejo y hunde sus garras tras esquinas que esconden la verdad.
Ella bebe otra vez con esa forma visceral que revela tanto que no comprendo y entre miradas fugaces se mete en la cama construyendo un gesto defensivo.

Cita:

Asiento en silencio aunque creo que ya no me ve.
Descansa - respondo suave mientras me desembarazo de la pose de espera y me muevo hasta los ventanales para echar las cortinas y darle algo de intimidad - dame cinco minutos y un hueco y también me echare para reposar un rato.
Recojo la toalla de la pera de boxeo y me doy una ducha rápida con el agua tal y como me puede ofrecer el grifo de agua fría. Es mentira que una ducha helada sirva para apaciguar los impulsos. Es la cabeza la que manda o no manda.
El gel perfumado no reprime las ideas que giran detrás de mis ojos pero al menos el aguijonazo de las gotas heladas embarullan tanto las sensaciones como para que la preocupación sea otra de muchas cosas y no lo preponderante.
Cuando salgo otra vez vestido y medio seco dejo la tela humedecida sobre el cuero de golpear y me acurruco al lado de Leah con miramiento todo lo largo que soy con una de las piernas fuera y un brazo tras la cabeza. La cama no es tan grande y es inevitable el roce y no lo rehuyo por que es agradable.
En la mano libre tengo el celular de la CSB mas que nada para evitar la tentación de coger el mio y rondar la idea de llamarla. Con este día serán tres semanas.
Una sonrisa irónica me recorre los labios consciente que estoy en una cama compartida con una mujer hermosa esforzándome en no pensar en otra mujer lo que paradojicamente me hace no evitarlo y que soy estúpido. Al final me quedo mirando a Leah dormir no tocándola mas que con los ojos, los oídos y el olfato envueltos en el silencio de la habitación salpicado de los rumores externos de los pájaros vespertinos y de los turistas rezagados.
¿Que sueños te perturban compañera? Los míos son bastante claros pero los tuyos temo que no solo duelen si no queman

¿Por qué por qué por qué….? Salías de la fiesta y los chicos te seguían. Te mostrabas provocativa porque te divertía verlos hacer el tonto. Y uno te gustaba. Tú le gustabas a él. Todo normal. Tu madre todavía te miraba sin esa extraña vergüenza, esa negación que te hace más daño que la violación misma. Como si hubiera sido culpa tuya. Como si te hubieras roto.

¿Por qué, por qué por qué? Te aprietas la cabeza con las manos y no encuentras alivio. Eres como un pez que quiere respirar fuera del agua. Aspiras buscando aire pero no hay más que un inmenso vacío que cala todo tu cuerpo colmándolo de sufrimiento y soledad. Un daño que transforma el placer en dolor.

¿Cuando las cosas normales se vuelven extrañas? ¿Cuándo las personas se convierten en monstruos? ¿Por qué ocurre?

No. Era y es algo incomprensible, tratas de entenderlo hasta que te duele la cabeza. ¿Por qué? Mientras te lo preguntas, te siguen violando esos... chicos… su mirada animal, fría, dejándose llevar por algo que vive en ellos ¿Son ellos? ¡Claro que son ellos! Te niegas a aceptarlo. Todavía te cuesta creerlo. La mirada de Odelia ¿Por qué? Los pensamientos de Noémie. Los tuyos. Te hacen daño, te hacen sangre, te golpean, y caes. Pero no hay suelo. Sólo un agujero oscuro. Y dentro, su mirada. Una mirada que sale de la oscuridad, a tu encuentro. Una mirada que amenaza con arrastrarte más abajo, más abajo.

Para Daniel era imposible no pensar en Lar. Recordar esos momentos de calma en que dormida le parecía tan frágil. Tan espontánea, tan salvaje y sólo era ella misma cuando estaba dormida.

Y ahí tenía a su nueva compañera. A su lado parecía pequeñita. Olía a jabón e irradiaba calor. Su tierna presencia suponía un alivio mayor que el alcohol, y una melancolía también mayor.

Entonces el sueño de Leah se volvió inquieto. Respiraba profundo, y empezó a temblar. Girando la cabeza incluso moduló algo interrogante. Y a cada pregunta el temblor fue más grande. De pronto salieron un montón de lágrimas y los temblores se convirtieron en espasmos.

-¿Por qué, por qué por qué?

Leah dormia profundo y relajada en la cama, acurrucada cual niña segura de si. Su rostro era de paz y si Daniel lo hubiese sabido, hacia meses o mas que ella no dormia de esa manera, simplemente no dormía.

Mas despues de un buen rato su cuerpo se movio para acomodarse y sintio la resistencia natural del cuerpo de Daniel. El cuerpo de Leah se pego a el amoldandose de manera perfecta piel a piel. Por los movimientos sus nalgas habian quedado desnudas y ahora estaban pegadas al cuerpo de Daniel, calentandolo, asi como ella sentia paz. Sus piernas se entrelazaron y tal vez Daniel dudo de acariciarla o incluso tocarla hasta que se dio cuenta que realmente estaba dormida. Profundamente.

Pasaron buenos minutos hasta que el cuerpo de Leah temblo. Un ligero estremecimiento. Luego otro. Otro, hasta que comenzó a gemir. Sus gemidos era mas un lamento de dolor casi ahogado. Eran entrecortados asi que no habia forma de saber si era el ultimo.

- No, no...

Y otro estremecimiento...

- Sueltenme... en un gemido.

Instintivamente el cuerpo de la joven se puso rigido y se separo de Daniel, mientras continuaba quejandose esporadicamente. Daniel puede haberle puesto su mano para tratar de calmarla y notar que aun continuaba dormida.

- No por favor....

Sus manos trataban de apartar algo frente a ella y luego se calmaba para seguir durmiendo.

Unos segundos despues era inequivoco que Daniel debia despertarla pero al tratar de forzarla, tocarla o moverla Leah se defendía con sus brazos como si el fuese el agresor.

- Porque Noemi, porque Odelia .... mas peleaba mientras su cuerpo se ponia mas sudoroso y rigido. Ahora sus palabras no era gemidos, eran casi gritos de miedo o terror.

- No sueltame, noooooooooooo. Y lagrimas salian de sus ojos cerrados.

Leah comenzo a patalear hasta caer de la cama y arrastrarse contra la pared mientras se apretaba el pecho con la mano derecha y la izquierda trataba de mantener alejado a cualquier cosa que tuviese en frente y entre el llanto y un ultimo grito despertó.

Estaba en el suelo viendo a Daniel quien la miraba perplejo sin saber que hacer. Ella junto las rodillas y metio la cabeza dentro de las piernas y comenzo a llorar, desconsoladamente. Casi sin respirar ahogandose con su propio llanto.

No podia levantar la mirada y solo queria llorar. Estaba viva y eso era lo que importaba pero por ese infimo instante ella no podia razonar. Era un mar de nervios y sentía como su manos temblaban alrededor de sus piernas y mas y mas lagrimas salieron hasta por su nariz.

La tranquilidad se filtra por entre la rendija de mis ojos transportandome al final, en una duermevela desenfocada en el que el rostro de Leah, o la parte de su cabeza que me ofrece en su dormir, basta para que mi cabeza deje desgranar la tarde casi sin notarlo.
Inconsciente mis dedos pellizcan la goma de la funda del móvil y mis oídos conectan con los arpegios de una melodía estirada de King Crimson o algún otro de los progresivos, rescatada de una memoria dormida.
No es paz pero se le acerca. No lo es por un sin embargo. Un pero de disonancia interna que el entresueño reconocería por completo pero que en la vigilia se acaba perdiendo. Un intercambio confuso entre las dos mujeres en mi cabeza.
Es como si camináramos dos sendas entrecruzadas, una limpia y otra sucia y acabáramos con un pie en cada trazado. Quizás solo sueños de borracho de aroma de piel fresca, cabello húmedo y esencia de mujer.
Cuando Leah se abraza a mi con movimientos erráticos pero concisos, inseparables a la naturalidad de la simbiosis de los cuerpos ni siquiera azuza un pensamiento nuevo o critico. La acepto en mi somnolencia y quizás la toco, quizás la acaricio con la levedad de la ausencia de malicia en la intención o el objetivo.
Creo que duerme aunque si respirara mas alto o roncara seria mas fácil afirmarlo.
Bueno, la dejo dormir. ¿No se merece descansar?
El baile de pensamientos oníricos se hace pesado preguntándose si respira si duerme o si duerme si respira y es como si hubiera conjurado su propia respuesta pues Leah se agita y tiembla y empieza a gemir como una banshee que se hubiera comido una estufa.
La gloria de la Virgen que me despierta, como si una sobredosis de remedio para la resaca hubiera decidido entrar al galope detrás de mis ojos.
De repente Leah habla o escupe la palabras como tallándolas con un pica-hielos, saltando de encima de mi como si lo necesitara. Mi mano sobre su antebrazo la persigue sin orden para ello. No la apretó y no la suelto. Solo estoy ahí como conectándola a una derivación humana de apego o de recuerdo.
¿Dios bendito, es esto lo que sufre todas las noches o estoy viendo algo nuevo? ¿Santa Madre de Dios que puedo hacer?
Se para y cae en sopor para explotar súbitamente con mas gritos y manotazos.
¡Madre mía! ¡Ahora pelea! Sea lo que sea esto no es bueno , tengo que sacarla de esta - pienso y mas cuando escucho esto.

Cita:

Aúlla a muerte como si con el miedo en la voz se pudiera destruir a lo que fuera y mereciera el empeño.

Cita:

Salta o saltamos o en la lucha confusa en dos direcciones diferentes concita que los movimientos se conviertan en una locura de brazos y piernas que me dejan mas aturdido aun si no hubiera bastado con el grito.
Ella huye a toda velocidad protegiéndose el corazón y peleando al unisono contra el enemigo invisible en el aire.
Me levanto resbalando hacia ella arrastrando el colchón con las patadas y mascullando desde el fondo de mi pecho - Vete a la mierda cabrón de la chingada - dentro de mi esta la firme decisión tomada de patear el aire frente a Leah que se choca con la mas mecánica y racional tradición de treinta años de inmersión católica de invocar a la patrona.
La religión vence al fútbol.
Santa Maria madre de Dios ayúdanos y protegemos y manda a este mal sueño al pozo mas negro y pequeño que encuentres - digo mientras santiguo a Leah en el aire y también me santiguo y como si faltara algo añado dejando suelto un punto bravo - lo mas Jodidamente lejos de aquí.
Sea obra de Dios o una coincidencia Leah grita una ultima vez y se despierta.
Nos quedamos mirándonos. Ella a través de una balsa rota de llanto y yo entre la perplejidad, el furor y la querencia inmediata de ir a abrazarla.
No me atrevo ni por asomo a la gilipollez de decir que todo esta bien. Las jodidas mil millas hasta ver el cartel de aun faltan mil millas para estar bien, siga andando, empiezan a un paso de mi en Leah.
Al final reafirmo lo obvio que no por ello no importante.
Estas despierta. Leah, estas despierta. - empieza a andar, a correr, por favor, mira hacia la luz. De rodillas agarro una punta de la sabana y la arrastro hacia ella para ponerla cerca de su mano medio para enjugarse medio para que se tape - Toma, limpíate.
Y tápate por Dios, que después de toda esta ordalía, una buena parte de mi atención se fija en que estas medio desnuda.

Pasaron algunos jadeos y respiraciones entrecortadas hasta que pude articular palabras. Tomando la sabana me seque la cara, limpie la nariz y tape mis piernas sin mucho pudor o miramientos.

- Daniel, el estaba alli, se estaba riendo de mi... dije con terror y apunto de volver a llorar.

- Trajo recuerdos de mi pasado y Odelia me gritaba y el reia, Daniel, tengo miedo, no estamos a salvo...

El miedo que demostraba era genuino. Mas la angustia de sentirme indefensa. Y sin esperarlo Daniel me abrazo para reconfortarme, moviendo mi cabeza sobre su pecho para que me calmara. Senti su calor y me di cuenta que no estaba sola. Daniel estaba alli, podía contar con el. No era como mis otras pesadillas. Ahora no estaba sola.

En ese momento levante mi mirada mas calmada y Daniel bajo la suya cruzandose nuestros ojos ... y lo bese. Mis manos tomaron su cara y lentamente lo acerque hacia a mi y delicadamente abri mi boca para besarlo profundamente.

Fue un beso corto y como un corrientazo me separe de el. Lo mire a los ojos y me di cuenta de lo que habia hecho.

Me levante asustada y corri a sentarme en la cama tapandome con la franela. Cuando el se levanto extendi mi mano para mantener la distancia.

- Lo siento Daniel ... no debi, no es correcto....

Estaba confundida, porque lo habia besado, me habia vuelto loca.

Es un hombre.

Claro que es un hombre, y fue un lindo beso, pero no estabamos enamorados, fue solo empatía del momento, pero fue lindo. El ama a otra.

- Creo que mejor me voy Daniel...

Estas loca, y quedarte sola

Sola no, vendra por mi.

Senti el miedo recorrer mi cuerpo de nuevo.

- No dejes que me vaya Daniel... dije casi llorando

Me acerque de nuevo a el y lo volvi a besar mientras lo abrazaba con fuerza. Con el me sentía segura al menos en ese momento. Estaba viva.