Partida Rol por web

Me fijo como el chico aparta la mirada cuando mi ropa cae el suelo, pero noto los ojos de la chica clavados en mi cuerpo.

- Tenemos que asegurarnos de que no tenéis marca alguna en el cuerpo. Tenéis que quitaros la ropa. - me acerco a la chica, casi acorralándola con la pared, mientras empiezo a quitarle la ropa - Rápido, tenemos que ir rápido.

Porque mi fuerza de voluntad se encuentra ya casi al límite.

La mano de Andrea y la explicación que me da a lo que puede suceder con la oficial de seguridad hace estallar mi rostro en un tono rojo al ver de reojo la figura de la misma y luego la de Andrea, regresando finalmente a la oficial para ver que ahora se encargo de acorralar contra la pared a la chica con la que empeze a salir hace no mas de 20 minutos; desvistiendola con prisas y permitiendole a mi mente empezar a fantasear una vez mas. Ya había hecho un gran esfuerzo para no dejarme llevar por mis impulsos para respetar los tiempos de Andrea, ahora no me veía capaz de hacerlo.

Contradictoriamente a lo que decía comienzo a desvestirme empezando por mi camisa para revelar ante ambas mi torso desnudo; blanco como la nieve de palida que era mi piel, pero revelando tambien un torso poco musculoso pero bien definido. Y sin perder tiempo me bajaría pantalones con boxers incluidos, pensando que ellas verían mi miembro en su estado flacido, pero al encontrar dificultades en desvestirme senti verguenza, pero la necesidad de quitarme esas prendas me domino y me llevo a revelarles mi falo completamente erecto y duro, apuntando hacia ellas y reaccionando con ligeras pulsaciones como si reclamase atención.

-No lo aguanto mas...- Mencione con la voz exasperada, me acercaría a ellas y me postraria a un costado de las mismas esperando que me notasen, repasando sus cuerpos con la mirada y ayudando a la oficial al tratar de usar mas suavidad y cariño para terminar de desvestir a Andrea; mirando a esta ultima a los ojos. -No creo poder esperar mas...lo siento- y dichas esas palabras le robaría un beso, ya no podía detenerme.

No puedo evitarlo, respondo a su beso con fuerza, con necesidad, con ansia. Mi lengua sé cuela en su boca mientras entre la oficial y Nathan me acaban de quitar las últimas prendas de vestir, dejándome completamente desnuda. Mi piel está bronceada, mis músculos bien formados. Mis pechos son un poco grandes para mi tamaño. Me separo de Nathan y miro a la oficial. Mi cara recorre el espacio que nos separa y le besa los labios, mientras mi mano baja hasta el pene de Nathan acariciándolo. Mi respiración sé entrecorta, mientras mi excitación aumenta a ritmo desmesurado.

Resulta impresionante tener a las dos mujeres pendientes de mi miembro, especialmente cuando una de ellas hace no mucho estaba demostrando claramente que tenía muchas más pulsiones de penetrar que de ser penetrada, tenerla ahora arrodillada y haciendo desaparecer la mitad de la longitud del aparato es algo sorprendente.

Vamos a jugar un poco con esta zorrita.

Pues verás lo bien que te lo pasas ahora- le respondo a Josie mientras le agarro el pelo y la obligo a levantarse- túmbate.

Hago que se ponga sobre la mesa, boca arriba y con la cabeza por fuera, de manera que cuelgue por el borde quedando justo a la altura adecuada.

Túmbate a su lado- le indico a Zian mientras empiezo a introducir toda la extensión por la garganta de la morena- con ese coñito listo para que te folle ahora en seguida.

Comienzo a masajear, pellizcar e incluso golpear con suavidad los pechos de Josie mientras espero que su compañera se coloque, momento en el que uso la mano más cercana para empezar a jugar con su vagina y su ano alternativamente, procurando no dejarla desatendida en ningún momento.

Así mejor.

Cuando los dos estudiantes se quitan la ropa, la chica empieza a besarme y le respondo hambrienta mientras una mano aprieta su cuerpo contra el mio, con la otra, tomo la del chico y la llevo entre mis muslos, moviendo mi cuerpo ritmicamente ante la presión de sus dedos. Entonces, dejo de besar a la chica y empiezo a besar el cuello de él, mientras mi mano sigue bajando por la espalda de ella, hasta llegar a sus nalgas.

Sentir una vez mas como Andrea respondía con pasión a mi beso fue de lo mas caldeante para mi cuerpo, mi temperatura subía a niveles criticos dificiles de soportar para una mente como la mía pero eso era por que me encontraba en una situación que jamas creí que se pudiera hacer realidad. Pero lo era y cuando mis labios dejaron de sentir los de ella pude ver como ambas mujeres se besaban con mucha intensidad, algo de lo mas exitante y que me daban tantas ganas de interrumpir ese beso como de dejarlo seguir.

La oficial aun así no me dejo fuera, se llevo mi mano hacia sus muslos y pronto besaría mi cuello haciendome arquear la espalda y echar mi cabeza hacia atras lo suficiente para dejarla hacer, así como a Andrea quien acariciaba mi miembro, trayendome mucha verguenza por estar en esa posición entre ambas pero a la vez mucho deseo de que continuasen. Estabamos los tres muy apegados el uno del otro y con solo bajar la vista para ver como los cuerpos de ellas se pegaban mucho, frotandose con cada leve movimiento, viendo sus turgentes pechos aprisionarse mutuamente me estaba haciendo latir el corazón y el miembro a la vez de forma ritmica, Andrea se daría cuenta de aquello y ahora no podía tener una idea clara de que hacer, solo jadear de gusto ante el trato de ambas hacía mi y devolverle un poco del mismo con caricias a cada una; a Andrea le acariciaba la zona baja de su espalda y a la oficial peliazul aquel par de tonificados muslos, llegando a subir mi mano hasta su trasero para darle un agarron y luego brindarle un calido masaje.

Mientras la oficial besa a Nathan, yo la beso a ella, primero el cuello casi a la altura de la nuca, moviendome poco a poco, bajando por los hombros, la clavícula, hasta llegar a sus pechos.

Nunca he hecho algo así, así que haré lo que me gusta que me hagan. Empiezo por recorrer el contorno del pecho con la lengua, haciendo círculos cada vez más cerrado hasta llegar al pezón. Lo titilo con mi lengua, lo Chupo, lo sorbo, incluso le doy algún mordisco flojito.

Mí cabeza a estas alturas ya no piensa, solo se deja llevar. El pene de nathan en mi mano está durísimo, señal de que le gusta lo que hago. Noto la humedad entre mis piernas, mí respiración que se empieza a acelerar... Sí, no es el único excitado. Vas a perder tú virginidad, Nathan.

Cuando la chica rubia empieza a besarme los senos, noto que ya no puedo resistir más. Al ver el erecto miembro del chico pelirrojo, no me cabe duda de que él también está listo. Suelto su mano para dirigirla hacia la parte baja de su abdomen y rodear la base de su pene. De espaldas a él, pego mis caderas a las suyas y, mientras me inclino, con la ayuda de la mano, conduzco su miembro hasta mi interior. Empiezo a mover rítmicamente mi cuerpo a medida que lo voy notando dentro de mi. Entonces suelto la mano y, con ambas rodeo la cintura de la chica, atrayéndola hacia mí y sigo doblando mientras mi lengua va descendiendo por su abdomen. Sin dejar de mover mis caderas, me detengo unos instantes con la lengua en su ombligo para acabar descendiendo hasta su entrepierna. Noto la calidez de sus mulos en mis mejillas y su humedad en mi lengua mientras ésta acaricia con firmeza su sexo.

  Mi vista se centra en lo que ahora estaba haciendo Andrea, verla besar y lamer los pechos de una mujer igual de sexy como era ella; en momentos así era cuando regresaban a mi mente los recuerdos de lo que había fantaseado cuando tuve que dar aquella muestra de esperma a la medico de la estación, si bien mi fantasía incluia a Andrea, no había imaginado verla en una situación así de candente. La oficial tenía un cuerpo de ensueño, una mirada laciva muy provocativa y una acitud dominante que debía reconocer que me intimidaba, pero a su vez me calentaba demasiado.

 Cuando senti su mano sobre mi miembro, con un agarre casí autoritario, un cosquilleo recorrio todo mi cuerpo como si de una gran corriente electrica se tratase, algo placentero pero a su vez que me llenaba de verguenza. Demore en darme cuenta lo que estaba ocurriendo, me había perdido en su espalda cuando volteo e inclino su torso hacía el frente, dandome una perfecta imagen de su trasero. Para cuando note lo que estaba haciendo, solo gemi de verguenza y gusto al sentir como mi miembro había entrado dentro de su humeda intimidad. Se sentía tan calido, tan sensasional no quería alejarme por nada del mundo, excepto una cosa, algo que me impedía seguir y por mas delicioso que se sintiese me hizo sujetar las caderas de la oficial para detener su movimiento. Inconcientemente no quería salir de ahi, dejando todo mi miembro metido dentro suyo, sintiendole palpitar de deseo.

 -Oficial- Dije a modo de llamar su atención aunque un quejido de gusto se apodero de mi voz por momentos. -Andrea es mi novia....Quiero hacerselo primero...soy...yo soy virgen...- Lo admití con toda la verguenza del mundo y en un tono de voz que si no fuera por que estabamos en una habitación cerrada sin sonidos externos, no se podria oir mi pedido, por lo bajo del tono de mi voz. Mi cuerpo se retraía para sacar aquel miembro, pero el deseo era demasiado como para hacerlo de un solo tiron, ademas de que mi falo se sentía mas hinchado de lo usual cuando me exitaba, no era para menos si estaba entre dos diosas.

 -Podría esperar un poco?, prometo recompensarselo en serio.- Susurre a su oido siendo que ahora mis manos subieron hasta su amplio busto para agarrar sus pechos y masajearlos en un intento de persuadirla.

La lengua de la oficial recorre mi cuerpo mientras Nathan la penetra. Bueno, más bien es ella quien hace que la penetre. No entiendo qué me pasa: nunca he sido celosa pero estoy viendo a mi novio follarse a otra delante mío y me estoy poniendo a mil.

Cuando la lengua de la oficial llega a mi sexo, puede darse un auténtico festín con lo empapado que está. Entonces escucho la petición de Nathan y sonrio.

Me coloco en el mismo sitio que ocupaba la oficial, también de espaldas, y me meto el pene de Nathan hasta él fondo, de un solo movimiento de caderas, mientras suelto un gemido de placer. Cuando mi cuerpo empieza a realizar su sensual baile adelante y atrás, sintiendo el roce de aquella barra dura y caliente dentro de mí, creo morir de gusto. Mi respiración se acelera, y mi corazón sabe él tiempo que llevaba deseando aquello. Mi boca besa la barriga de la oficial, bajando poco a poco. Quiero, deseo, necesiti conocer el sabor de esta mujer. Mi lengua pronto se pierde en su intimidad, explorando esa zona de su anatomía, saboreándola.

Cuando el chico se excusa diciéndome que la otra chica es su novia, sonrio al pensar que me lo está diciendo estando dentro de mí. Aparta sus caderas de las mías, durante unos instantes se lo impido. El ardor que siento dentro de mí es demasiado y, ahora que había empezado a ser satisfecho, no queria detenerse. Pero, aún así, hago acopio de voluntad, separándome de él y cediendo el puesto a la rubia.

- Más te vale recompensármelo.

Me reclino en el suelo, con la espalda apoyada en la pared. Mientras la lengua de la chica empieza a acariciar mi sexo, acompaño sus estimulaciones usando los dedos de mi mano derecha, mientras la izquierda, se posa en la nuca de ella, tomando su pelo y acompañando sus movimientos de una manera ligeramente demasiado firme.

No puedo negar que ya no puedo resistir más los impulsos que empezaron en el gimnasio. Sentir el miembro del chico dentro de mi, ha abierto una compuerta que ya no puedo cerrar y viéndolo embistiendo a su novia, hace que sea imposible controlarme y, mientras su novia acaricia con sus lengua, empiezo a masturbarme delante de ellos, completamente liberada de la vergüenza de que puedan verme.

Andrea me toma por sorpresa con aquel movimiento en el que enterro toda la longitud de mi miembro dentro de su cuerpo en un unico empujon. Senti como todo mi cuerpo se estremecio y temblo con violencia y rapidez, fue casi como si me hubiese venido, senti el fuerte palpitar de mi miembro y el deseo que me traia sentir su humedad y su calidez; mi respiracion se agitaba cada vez mas salvaje mientras me estaba haciendo a la idea que lo que estaba pasando en ese momento era real y no una fantasia.

Mis manos se posaron con un firme agarre en el trasero de Andrea, mis caderas empezaron a sumarse a la danza con ritmicas embestidas que poco a poco perdian su sutileza. No paso mucho tiempo antes de que mis quejidos de placer comenzasen a adornar el ambiente de esa habitacion, donde imperaba eldeseo sin atadura alguna; lo podia ver en ambas mujeres, sobre todo en la oficial a la que no podia apartar mi vista de ella por mucho tiempo y si lo hacia era para ver el cuerpo de Andrea.

No habia palabra alguna en mi boca, solo mis gemidos que aumentaban en numero a la par de aquellas embestidas que parecian no tener momento de descanzo.

Cuando la oficial agarra mi pelo, llevo mis manos a su trasero y lo empujo hacia mí. Quiero meter mi lengua en su sexo, follarla con ella, acariciar todo su interior, saborearla. No puedo contenerme, es superior a mí, cierto; pero tampoco quiero contenerme y sé que, aunque aquello sé acabe y, en un futuro, me arrepienta, en mi fuero interno cada vez que lo recuerde me excitaré.

Siento el pene de Nathan dentro de mí, revolucionando las paredes internas de mi sexo, haciendo que el producto de mi excitación resbale por su sexo y mis piernas. Mis gemidos se ahogan en el coño de la oficial.

Siento la oleada, me dejó ir con ella. Abandono un momento el sexo de la ooficial para recibir con un gemido, casi un grito de placer, mi orgasmo. Todo mi cuerpo tiembla, preso de ese placer por el sexo tan salvaje que estamos teniendo. Vuelvo a lamer el sexo de la oficial, con ganas, con ansia, mientras mi cuerpo sufre los últimos embates del orgasmo más fabuloso que nunca había sentido. El sentir a Nathan en mi interior, el probar por vez primera un coño, y seguramente el efecto de aquello que respiramos, han colaborado para prolongar el orgasmo de una forma deliciosa.

Alessa de pronto se separó de los cuerpos entrelazados y comenzó a emitir convulsiones. Unas protuverancias comenzaron a salir de su espalda y para incredulidad de Andrea y Nathan un enorme pene surgió sobre su depilada vagina.

- Que sensación mas...tengo que compartirla. Dijo y sus ojos emitieron un destello rojizo. Como si esa fuera una señal tentáculos brotaron de su espalda y atraparon a unos sumiso y entregados jóvenes, aunque aterrados en ese momento.

Los tentáculos se enroscaron alrededor de Andrea, apretando sus gluteos y pechos mientras unoa bien grande se preparaba para penetrarla.

A Nathan le ocurría algo similar, estaba sujeto, pero el tentáculo que se acercaba a el era diferente al que quería penetrar a su chica. Era mas ancho y tenía una cavidad en su interior que se asemejaba a una vagina. Lo que hizo fue engullir el pene del chico creando un efecto ventosa en el.

- Os pienso follar a los dos!. Gritó mientras ella misma se daba placer.

Josie hace cuanto le sugieren, se tumba boca arriba y abre la boca, aunque le cuesta, finalmente el pene de Samuel entra en su interior entre espumarajos de saliva de la mujer.

- UhmmmP....Arg...ahmmmp...

- La vas a ahogar metiendo toda la polla en su garganta. Anda ven, necesito sentirte dentro de mi coño caliente. Le dice la jefa de estudios nada mas abrirse de piernas, distraida frotando sus carnoso labios vaginales y preparándose para la penetración.

Los pezones de Josie se habían puesto bien rizados antes los tocamientos del hombre, hasta que dejó eso de lado y probó si Zian estaba lista, tanto en su coñó que sintió caliente al introducir sus dedos como ese ano que se abría con facilidad, lo que le decía que esa era una mujer traviesa.

- Duele...ahh..un poco, pero me gusta, ¡Siga, quiero sentirla toda dentro de mi culo!. Exclama toda sonrojada, viendo en el reflejo del espejo como la enorme polla del profesor le esta desgarrando el ano.

Ante la petición de Hans asiente entre jadeos y comienza a masturbarse, frotar su monte hasta introducir varios dedos en su vagina palpitante.

La chica gime casi llegando al orgasmo tras que lo hiciera Hans, que se corre dentro de ella. La saca y se deja caer al igual que ella que con la respiración entrecortada queda tumbada boca abajo mientras el semen va saliendo en gran cantidad de su castigado agujero.

- Creo que no me voy a poder sentar en lo que queda de dia...pero ha estado genial. se muerde el labio y se cubre el rostro ahora algo avergonzada. ¿Le importa..dejarme a solas?.

- ¿Y bien...?