Partida Rol por web

Valeria había estado de un humor muy gris todo el día. No había sido fácil tener que dejar a Kayne en aquel pantano mugriento, ¿pero que otra cosa podrían haber hecho? A pesar del tiempo que habían estado juntos, no sabía gran cosa de él; ni de donde era, si tenía familia... Y lo cierto es que tampoco sabía mucho de Shalash; el gigantón apenas hablaba. Ahora se hacía de noche, y alguien tenía que encargarse de vigilar al pirata para que no escapase. Se habían asegurado de quitarle las armas, pero todavía podía echar a correr

- Creo que lo mejor será atarle de manos y pies -comentó Valeria a Shalash- Así, si trata de escapar, no irá muy lejos. Nos organizaremos en guardias de dos horas; así no tendremos que aguantar demasiado tiempo despiertos.

Contemplé el cadaver de Kayne con  cierta melancolia, sin embargo decidimos seguir y dejar que la naturaleza se encargase del cadaver y no nos detuvimos hasta el anochecer.

---Como quieras,yo no tengo cuerda, asi que tendras que usar tu una si tienes- digo encojiendome los hombros- ¿ Don horas de ronda?  Yo haria mejor 3 horas de ronda, asi tenemos que hacer menos turnos de cambio, yo haré la 1º 

- Siempre llevo una encima; nunca sabes cuando te va a hacer falta -respondió Valeria echando mano de la cuerda de su inventario

Aunque de mala gana el pirata se deja atar sin oponer resistencia. Al atarle descubrís un par de dagas que tenia escondidas y que podrían haber supuesto un verdadero problema es sus manos.

Cuando estáis sentados, preparándoos para iros a dormir, el pirata se decide a hablar. - Bueno, ya que voy con vosotros y seguramente me vais a entregar a la muerte, al menos podríais decirme vuestros nombres, y ya de paso a quien me vais a entregar y cuanto vale mi cabeza, tengo curiosidad.

El pirata sigue manteniendo la calma, demostrando una gran frialdad ante lo que el considera una muerte cercana

Sin mucha gana tampoco, Valeria respondió

- Mi nombre es Valeria. El hombre que nos ha contratado se llama Goro, un tipo de Eldiah que parece bastante pudiente. Necesitamos su ayuda para un asunto un tanto delicado y entregarte a ti era el pago, nada más. Ni dinero, ni venganza.

Mi nombre es Hans, Hans Crandelt por si te interesa. - Acompaña sus palabras con una pequeña reverencia a modo de saludo, aunque atado como esta queda un poco raro. - Así que os envía Goro, Goro Walter supongo, mmmmm, creo que no va a ser una instancia divertida.

Así que no os va a dar dinero, por mi captura, eso significa que buscáis otra cosa, mal asunto, me va a resultar difícil hacer una contra oferta si no es dinero lo que buscáis, pero en cualquier caso tengo que intentarlo, no sé si os lo habrán contado, pero lo cierto es que dispongo de cierta fortuna personal, estaría dispuesto a pagaros generosamente si me soltáis y me lleváis de vuelta con mis hombres y mis barcos. ¿Qué os parecen 5000 monedas de oro? Para cada uno.

¡5000 monedas de oro! Aquella cifra era para pensársela, desde luego. ¿Pero que le garantizaba que fuera a cumplir su promesa? Era un pirata, a fin de cuentas. Se había hecho con su fortuna robando y saqueando, y no era tan tonta como para pensar que aquel hombre había sacado tanta fortuna siendo uno de esos "piratas buenos" de los que a veces se contaban historias. Y de todos modos, sin aquel pirata, podían olvidarse de Zabil y sus habitantes.

Y estaba el detalle de que había mutilado a su compañera. Intuia que no dejarían pasar aquello.

- Lo siento -respondió simplemente- Como ya te he dicho, no es por dinero. Y la ayuda que necesitamos solo puede proporcionárnosla Goro.

Como única respuesta a la oferta del pirata pego un pequeño tirón de la cuerda  ( pero no para que caiga)para que avance un poco mas rapido, dirijo una mirada al pirata  y luego a Valeria.

--- No deberias hablar mas de la cuenta, Valeria- digo con tono neutro- En vez de hablar deberiamos caminar mas rapido, no quiero estar aqui antes de que anochezca

Finalmente llego la hora de dormir, teníais ganas de llegar a vuestro destino, pero sabíais que era imposible recorrer la distancia que os separaba de la ciudad en un solo día, tenias que parar y descansar, además aunque las heridas de Shalash curaban a un ritmo excepcional necesitaba de reposo después del combate sufrido.

Hacía ya unos meses que habías abandonado las islas orientales para acercarte a conocer el viejo continente, por ahora solo habías estado en el principado de Phaion Ein Seimon, el cual no te era del todo extraño, ya que la cultura del lugar era un cruce entre la cultura oriental y la cultura propia del continente, estabas caminando por el campo, estudiando las rarezas del lugar y acercándote a Moth, aunque aun no tenias intención de entrar tu solo si no era por una buena razón.

De pronto una noche que habías andado más de lo habitual para poder acercarte lo máximo posible a la villa de Zabil, pudiste ver una extraña escena. Había unos hombres en un campamento, parecían dos hombres y una mujer, uno de los hombres estaba haciendo guardia, el hombre era realmente impresionante con sus más de dos metros de altura. Y al campamente se estaban acercando lentamente, sin ser detectados, 4 seres de aspecto extraño, humanoides, pero definitivamente no humanos...

Al percibir a aquellos hombres en la semioscuridad, inmediatamente Ichiro detuvo a su caballo. Había avanzado más de lo que debía, y la noche le había alcanzado antes de llegar al siguiente pueblo. Aún estaba pensando si sería prudente fiarse de aquél grupo y pedirles pasar la noche con ellos en su campamento, o si debería pasar de largo y buscar una zona más solitaria, cuando se fijó en las criaturas.

Intentando no hacer ruido, tarea nada fácil para alguien que nunca antes había necesitado ser sigiloso, se bajó de su montura, e incluso con miedo a respirar dio unos pocos pasos en dirección al campamento adonde se dirigían aquellos seres. Si hubieran sido simples animales podría haberse planteado seguir su camino, pero no conocía ningún animal natural tan parecido a un hombre, y sin embargo, tan poco humano.

Mi mirada permanece fija en el fuego ( si hemos encendido uno) a la espera de que termine la guardia, mi espada se encuentra entre mis rodillas ,siempre a mano, quedaba aun un buen trecho para llegar hasta el lugar donde entregariamos a los piratas y todavia sus compañeros tenian la oportunidad de volver a por él.

Reconoces esos seres, a diferencia de otros seres sobrenaturales no son especialmente antiguos, o al menos los registros sobre ellos no son de milenios atrás como con la mayoría de seres, estos empezaron a aparecer hacer relativamente poco, unos 700 años.

Los identificas como Grendels, son seres bestiales y desalmados que no tienen escrúpulos en atacar o matar a quien haga falta, habitualmente trabajan como mercenarios a cambio de elevados salarios. No se les contrata para operaciones delicadas, si no para operaciones brutales y sangrientas.

Y tienen toda la pinta de querer atacar a ese grupo.

Sin demasiados problemas puedes ver a 4 seres como con los que os enfrentasteis antes que intentan dirigirse de forma encubierta hacia vosotros con las armas desenfundadas con la clara intención de atacaros, aunque te cuesta diferenciar unos de otros, por cómo se mueven ninguno de ellos parece ser con los que luchasteis antes, ya que todos parecen andar sin problemas.

Al observar por el rabillo del ojo, veo como se acercan una figuras, aunque difusas los reconozco rapidamente como mas de aquellos seres, me levanto y desenvaino mi espada.

---Salid ya, es inutil que os escondais mas- digo mientras me preparo para el combate

Ante las palabras de Shalash los seres deciden salir de entre las sombras y lanzase al combate, el sigilo ya no era una opción, era el momento de atacar y acabar con esa enorme mole que tantos problemas les había causado hacia un rato.

Uno de ellos llego hasta él y le ataco, aunque resbalo en el último momento quedándose en una posición muy desventajosa, mientras los otros se iban acercando.

Salid ya, es inutil que os escondais mas

El grito de tu compañero te despierta en mitad de la noche, despues empiezas a oir ruido de combate, esta claro que os estan atacando.

Como siempre, Valeria dormía con la mano derecha agarrada firmemente al pomo de su espada, así que no necesitó mucho tiempo para prepararse. Se puso en pie y buscó al pirata con la mirada; seguramente serían sus esbirros, que venían a liberarlo.

Al ver como los grendels comienzan su ataque contra los hombres del campamento, no se lo piensa más tiempo. Hinca una rodilla en tierra y comienza una oración entre susurros mientras apoya la frente contra el mango de su báculo, invocando las fuerzas que devolverián aquellas criaturas a su hogar.

AL ver los bichos no lo dudé ningun momento, por suerte estaba preparado y cuando el primer monstruo entró tratando de atacarme no tube problemas para bloquear su ataque y realizar un tajo a este como respuesta.

---Crees que podras conmigo asi tan facimente?