Partida Rol por web

Clobi miro a Phoe para contestarle...

- Al igual que si nos separamos y bajamos nuestra superioridad numerica. Pero no soy el unico integrante de este grupo, asi que sera mejor que lo decidamos entre todos... contesto Clobi con una voz marcial mientras miraba al resto del grupo.

-Yo voto por separarnos en grupos e investigar el area.- dice muy seguro Jeremé tratando de indicar que Clobi se lleve a un grupo mientras el guiaba a otro.

Parecia que el grupo estaba mas a favor de separarse que de seguir juntos. Asi que resignado y ante las indicaciones de Jereme este dice en voz alta...

- Si separarnos es lo que deseais todos, asi lo haremos. Tres de vosotros que vengan conmigo y los otros cuatro que vayan con Jereme.

Clobi dejo que cada cual decidiera al lado de quien querian permanecer mientras estuvieran separados.

Despues, emitio un pequeño gruñido de enfado mientras arrugaba su boca.

Habíais decidido dividiros para asi investigar todo mejor, pero aún no se sabia quienes irían por un lado y quienes por otro. Mientras lo decidían se acercaron al centro de la aldea.

En el centro de la aldea hay tres robles, bajo los cuales hay una serie de mesas y bancos volcados. Aquí es donde muchos de los habitantes más viejos de la aldea pasan sus tardes; es la taberna. Bandejas, manteles y jarras desperdigados por todas parts indican que la taberna estaba al completo la noche anterior. Hacia la derecha de los árboles está la pequeña iglesia de piedra, con sus puertas dobles cerradas. Se oyen cánticos procedentes del interior.

Al acercaros un poco más, veis toda clase de ornamentos y flores yacen repartidos alrededor del recinto. Obviamente, los aldeanos estaban celebrando alguna clase de festejo. En el barro hay unos cuantos estandartes blancos con rosas rojas cosidas, y tambiénbastantes guirnaldas de flores. También hay un gran retablo de madera con una imagen toscamente grabada y pintada de una mujer. Huellas de cascos llamean sobre la madera

Clobi se acerco lentamente a lo que debia ser el centro de la aldea. Lo que se mostraba ante el no era de su agrado. En ese momento aferro fuertemente su hacha... Debemos ser cautelosos!!!.

El gigante se queda mirando la taberna intentando adivinar cual es la suerte que corrieron los que alli se encontraban antes de salir de estambida, como indicaba el desorden que reinaba en el lugar.

Los canticos procedentes de la iglesia hacen que Clobi diriga su mirada rapidamente hacia aquel lugar y algo llama su atencion.

¿Quien es aquella mujer?... acierta a preguntar refiriendose claramente al grabado del retablo de madera.

Te acercas para mirar mejor a la mujer del retablo, la mujer va de blanco y tiene un nimbo en torno a su cabeza y tres rosas en la mano derecha. La reconoces como Santa Fabia, la patrona del valle.

Escuchas con atención el cantico, entonces distingues la voz de un joven muchacho cantando en latín y luego una voz de hombre predicando acerca del fuego, los cuatro Jinetes del Apocalipsis y la llegada del fin del mundo. Según parece estan preparando a los aldeanos para el inminente Armagedón. El rastro que hay del Jinete no se acerca a la iglesia

La intriga por averiguar de quien se trata la imagen de la mujer hace que Clobi se acerque mas al retablo, hasta quedarse a escasos metros de el.

¡¡¡ Es Santa Fabia !!!.... exclama

Acto seguido, el sonido que proviene del interior de la iglesia, vuelve a captar su atencion, esta vez se queda extrañado... Alguien esta cantando en latin, parece un muchacho joven... dice mientras dirige su mirada al grupo. Entonces alza la mano haciendo un gesto para que sus compañeros no hagan ruido.

Shhhh!!!....

Clobi se va acercando lentamente hacia la iglesia, hasta que consigue escuchar claramente las palabras de un predicador.

Con gesto serio y desconcertado vuelve sobre sus pasos y se dirige a todos sus compañeros.

Hay un predicador hablando de los cuatro jinetes del apocalipsis, algo relacionado con el fuego y....y... el fin del mundo.

Rascandose la cabeza continua diciendo... Las huellas del jinete se alejan de la iglesia.

Cuando Clobi lanza aquella pregunta, Lorine se limita a hacer un recuento de sus pertrechos y a atisbar los alrededores. Separarse o no es algo que a ella no le concierne. Como simple recluta, su función es obedecer las órdenes impartidas y Clobi es su superior al mando en esta ocasión. Apenas atiende a la sarcástica respuesta de la mujer de ojos verdes y a la propuesta de Jeremé. En estos momentos, las palabras de Clobi son ley. Así que permanece a su lado, sin hacer comentario alguno.

En un momento, la muchacha echa una fugaz mirada hacia Jeremé. Tras dos horas de camino, el grog permaneció silencioso y taciturno. Y, ahora, solo habla para dar su opinión. Mejor así. Es un buen hombre, pero intratable cuando bebe. Cosa que lamentablemente ocurre con frecuencia. Suspira. Fue una larga y tormentosa noche de guardia junto a él, pero parece que regresó a sus cabales. Por suerte…

La marcha continúa sin que lleguen a separarse y una nueva escena surge ante aquel improvisado grupo. Lorine no escucha las palabras de Clobi, todo a su alrededor desaparece, solamente tiene ojos para aquella imagen que la petrifica en su sitio. Su mano acaricia la empuñadura de la espada mientras contempla como hechizada aquello: huellas de cascos llameando sobre la madera. Las demoníacas huellas que el maldito dejó tras su paso…

La muchacha avanza hacia donde sigue aquel fatídico rastro.

Sin duda las alertas de Lorine estaban acertadas, hay algunas pruebas de que el jinete de la tormenta había arrasado con este lugar por las huellas de los cascos llameantes.
No se que era lo que más me ponia nervioso, la idea de seguir a esta criatura o la de Lorine mirandome de esa forma, como si estuviera examinandome en este momento...

Clobi pareciera que supiera lo que hace, me mantendré expectante para ver que es lo que tiene planeado con aquel tipo de la iglesia. A pesar, de que en estos momentos me vendría bien un par de tragos.

Asiente escuchando la información con aire pensativo. Cuando Clobi termina de hablar y tras mirar en la dirección indicada se atusa la pseudo barba antes de comentar:

- Probemos a entrar en la Iglesia compañeros, no nos demorará mucho y quizás descubramos algo interesante.- Mirando al suelo que circunda la iglesia como si divisase el rastro desde su posición añade - Siempre habrá tiempo de seguir el rastro del Jinete. ¿ Quién está de acuerdo en entrar ?

Remigius observó atónito durante unos momentos la devastación de la aldea. - Entraré con vos, Caeron. Lo más probable es que haya habido heridos en este ataque, y con un poco de suerte estarán reunidos en la iglesia esperando atención. Allí es donde seré más útil. Mientras tanto, alguien debería encargarse de registrar las casas derribadas por si hay plebeyos heridos y atrapados en los escombros. - Vio que los grogs empezaban a dispersarse, cegándose con lo más obvio.- Dejad ese rastro tranquilo de momento, nuestra prioridad ahora es ayudar a los pobres villanos.

Te alejas un poco, no lo suficiente como para perder de vista al grupo, pero si algo, ves como hay unos grandes robles, entoces ves algo detras de ellos que te llama la atención

Una doncella yace herida en un barrizal. Hay un anillo de ígneas pisadas en la tierra por todo el lodo. La joven llora y esá cubierta de barro. La mujer llora desconsolada, al fijarte mejor en ella puedes ver que tiene la cara quemada

-Nuestra prioridad no es la de buscar a ese jinete y eliminarlo de la faz de este mundo? Pues esa era la misión que teníamos hace unas horas.

¿Ayudar? ¿Para eso la han sacado fuera con ese tiempo? Lo que tienen que hacer es encontrar al jinete y eliminarlo para que nada de eso pueda pasar más... si se entretienen con ayudar a los heridos, seguro que muchas se verán en la misma situación.

-Si señora- Respondo de forma mecánica a la orden impuesta por Phoe. 

La idea de perseguir a esa criatura me habían impedido pensar en la gente necesitada de este lugar. Debía mantenerme al margen y evitar que mis miedos me dominen, estoy confiado de mis habilidades y no debería poner duda alguna sobre la capacidad que tengo para cumplir mis tareas.

No llegare a ser sargento mostrándome como un individuo débil, debo demostrar mi capacidad de mantener el control. 

Mirando con actitud severa a Phoe- La misión se mantiene, pero no perdemos nada por emplear unos minutos de nuestro tiempo en averiguar algo.- Diciendo ésto se encamina hacia la Iglesia.

Clobi mira con gesto preocupante la disputa entre sus compañeros. Esta vez no se interpone en la conversacion ya que ambos dos tenian razon desde sus respectivos puntos de vista. Pero la opcion de seguir al jinete predominaba en su ser y asi lo hizo saber...

Deberiamos ir en busca del jinete, esta gente con o sin nuestra ayuda conseguiran seguir adelante... dice mientras por otro lado piensa en las palabras que escucho salir de la iglesia en voz de un joven y un predicador.

Veo indeciso como Caeron entra decidido a la iglesia. De momento Clobi se queda quieto en su lugar esperando ver las reacciones de sus demas compañeros.

Echa una rápida mirada sobre la mujer  y una mueca de asco se refleja en las facciones de Lorine. ¿Estará ciega?  Las huellas que el maldito deja tras su paso son siempre de dolor, destrucción y muerte. Mujer, ¿me oyes? ¿Quién eres? Dime qué fue lo que pasó, le pregunta suavemente sin dejar de escrutar en derredor. Sus dedos aferran el arco, tensos.
¿Qué demonios desatará el maldito? ¿Qué les espera? Sangre y fuego, destrucción y muerte…
Muy lentamente, avanza tras el rastro mientras espera la respuesta de la mujer.

No, no no nooo, esto pinta muy mal! Empezamos a dividirnos...seguro que alguno de nosotros caerá! -piensa Tomás apesadumbrado.

Esas huellas me dan muy mala espina! Tenemos que obrar con cuidado.

Quizá ayudar sea lo más lógico y humano pero... si no acabamos con el jinete de la tormenta que , como bien dice Phoe , es la misión que nos ocupa, dará lo mismo que les ayudemos o no...estaremos todos muertos!.