Partida Rol por web

—No me gusta dejar las cosas a medias. Deberíamos comer algo e ir a ver qué hay en la otra habitación. Que igual en el portal hay más de esas cosas que están a través de las columnas. —digo a Lanfear antes de que abandone la sala y vaya al portal.
 

Descansemos un rato, no se porqué, pero creo que no tardaremos mucho en conocer quien usaba su magia a través de esas caras de piedra.

Por favor expliquen eso de las EC.

No entiendo nada.

XD

Exhausto aun, se levanta del suelo y se estira a gusto. Despues de este breve descanso habria que volver a los hechos.
Bien... vayamos al portal.... me seguis?

Suspiro al oir acabar el canto de Terbe, solo con oirle parece que las heridas y el cansancio son menos. Dioses, pero que guapo es Sigamos pues por ese portal

—Pues yo no iría por ese portal todavía —dije al resto del grupo, que parecía estar convencidos del camino a seguir—. Sea lo que sea lo que nos ataca, está claro que no está al otro lado del portal. Pero seguramente, nada le impida cruzar el portal.

—Yo investigaría la otra puerta, a ver qué encontramos y qué podemos machacar. Y luego, cuando no nos queden más opciones, cruzaría el portal. Pero no quiero dejarme nada sin matar.

Estoy con Blirk, dijo Nitis que había permanecido en silencio sentada en el suelo y con los ojos cerrados como si durmiera.

Aun no hemos terminado de revisar este condenado lugar y creo que la sangre que hemos derramado por ello merece al menos un vistazo rápido.

Iré contigo, sentencio abriendo ahora los ojos y mirando a Blirk mientras se levantaba.

Aun sigo vivo tras otro cansado día de mi vida,

Y justo cuando los dedos del sol perezoso comienzan a acariciar a la madre tierra,

En una colina me gustaría pararme para contemplar este abrazo carmesí.

Estoy ahora en un sitio que herido a mis pies (dentro de la torre de los misterios),

Donde  una miríada de ojos huecos me observan.

Envuelto en nubes rojas de dolor,

El patrón de mis ancestros apareció en mi mente.

El vacío llena mi cuerpo,

Pero sus pensamientos fervientes se arrastraron repentinamente hacia mí para aliviar mis penas.

(Y susurran).

¡Corellon! – señor de la primavera, la belleza y las artes.

Para ti levantaré mi canto, mi espada y mi escudo.

¡Corellon! – patrón de la magia arcana y de las hadas.

Quiera el cantar que ahora os regalo agradar a tu magna presencia.

Venga ahora el cuervo más sombrío de todos mis enemigos,

Pues tu sola mirada destruirá la tierra y el cielo que le rodean,

... Como un canto furioso que ruge en mi pecho...

…yo clamo ¡Oh Corellon!, por tu pronta ayuda…

En tu sombra permaneceré para siempre.

Cultivando la belleza de todo aquello que de ti nace.

Las estrellas de tus ojos guiaran mis pasos,

Y con renovadas fuerzas (envuelto en tu invisible manto),

Alzare el sigul de tu símbolo soberano,

Y los hijos de la corrupta araña correrán a esconderse.

¡Corellon! – señor de la primavera, la belleza y las artes.

Para ti levantaré mi canto, mi espada y mi escudo.

¡Corellon! – patrón de la magia arcana y de las hadas.

Quiera el cantar que ahora os regalo agradar a tu magna presencia.

...

Encerrado en los confines de su alma y con la mente y el corazón alzados hacia su dios patrón, Terble canto con su voz limpia y sin tapujos poniendo en cada frase dicha sus emociones de ahora.

Sintió las lagrimas acudir a sus ojos pues Corellon era la expresión máxima del todo mismo y a el acudía ahora como un insignificante y roto mortal.

El calor entonces vino a su cuerpo y con él un gran alivio sobre las heridas y los golpes.

Respondía, como siempre, su amado señor a quienes en el confiaban verdaderamente.

Tras el canto se volvió hacia sus compañeros y amigos y con gran emoción les dijo:

No hemos de separarnos mis amigos pues en ello radica el triunfo de nuestro ignoto enemigo.

Sigamos juntos pues, revisemos pronto la habitación que aún queda aquí y luego, juntos, crucemos hacia lo desconocido.

Una vez más.

O sumergirse de el portal y ver lo que deparará al grupo, o proseguir juntos en esta mismas salas... la opción estaba mas que clara.
Ea pues, vayamos a revisar la sala.

Junto a ti por siempre amor respondo sin pensarlo. Oh, que voz, que labia, que cuerpo pienso mientras noto como me acaloro y sospecho mis mejillas se tiñen de un rubor sonrosado. Terminemos de explorar esta zona pues antes de atravesar el portal

—¡Dejaos de tonterías y vamos a lo que vamos! —terminé de decir para echarme el hacha al hombro y abrir la puerta para decir—. ¡Venga, yo los distraigo mientras cruzáis de una puerta a otra!

Y dicho esto, me pongo en medio del pasillo, mirando las columnas, a la espera de recibir los ataques mientras el resto puede avanzar.