Partida Rol por web

La instrucción comienza a las 6:00 am. Para muchos, sobretodo tras dormir por fin en una cama blanda, resulta todo un suplicio estar preparado para esa hora. Pero los instructores no dejan que nadie se acomode en la cama, pues los perros que traen consigo ladran y lanzan dentelladas a todos aquellos que no continúen en la cama a esa hora.

Tras veinte minutos de calentamientos y correr por la base, comienzan los entrenamientos cuerpo a cuerpo. A diferencia de los entrenamientos que Blue ha recibido, las tácticas que allí se muestran están diseñadas para acabar con los Zetas o al menos, limitar su movilidad. Por lo que los golpes son siempre apuntados a la cabeza o a las piernas. Tras hora y cuarenta minutos de duro y agotador entrenamiento, se les permite ir durante veinte minutos al comedor para poder desayunar.

Muchos acuden doloridos, pues los instructores obligar a los reclutas a enfrentarse los unos a los otros. En ocasiones, por no decir que casi siempre, se les pide que un grupo de tres o cuatro, ataquen a uno o dos. Se usan palos de madera para los entrenamientos y pese a que los uniformes protegen los puntos más vulnerables, el dolor de los golpes les acompañará durante todo el día.

Cansados y hambrientos, todos entran en la cafetería. Muchos son los comentarios que se escuchan sobre los que les espera allí dentro. Hay quienes aseguran que los instructores han meado sobre la comida, aunque todos esos comentarios caen en el olvido al contemplar el impresionante buffet que les han preparado.

No solo disponen de café y zumos, sino de cereales, galletas, tostadas, bollería, panceta, huevos fritos, tortitas y todo lo que un hotel de cinco estrellas podría ofrecer a sus huéspedes. Muchos, que apenas se han alimentado durante los días pasados en el Apocalipsis, son los primeros en ponerse a la cola para llenarse los platos hasta arriba. Aunque no importa lo que coman, el servicio de cocina repone la comida de inmediato.

Los Gorgonitas llegan juntos al comedor, aunque cuando Lady Violet se dispone a entrar, es interceptada por uno de los instructores y enviada a otra zona de la base. Por lo que el equipo deberá de desayunar sin su líder.

-Me preguntaba cuando iban a colocarnos la zanahoria, pero veo que aquí la tenemos.

Tras los gorgonitas, un recluta expresa sus pensamientos en voz alta. Forma parte del equipo del soldado que logró sobrevivir con Blue a la pesadilla de Topeka. El hombrecillo, algo pequeño y de aspecto desgarbado, se encoje de hombros al ver que los gorgonitas se vuelven al escuchar sus palabras.

-Van a someternos a un entrenamiento intensivo de tres días y después, nos van a lanzar a la piscina llena de tiburones. Lo menos que pueden hacer, es aliviar todo el estrés que tenemos acumulado y para eso, nada mejor que buena comida. Será bueno que disfrutemos de todos estos manjares, puede que no volvamos a probarlos en mucho tiempo.

El hombrecillo toma varias bandejas y comienza a repartirlas entre los gorgonitas.

-Me llamo...eh...Lunes. Sí, los de mi equipo creen que soy tan atractivo como un maldito Lunes. Son una panda de pequeños bastardos, pero qué se le va hacer. ¿Os importa que me siente con vosotros? Ellos se han quedado sin desayudo por...bueno, meterse en algunos problemas.

--Lunes!! no te quedes en medio como el miércoles-- no puedo evitar sonreír, me hago gracia a mi misma...Tomo una de las bandejas que ofrece aquel charlatán, tengo hambre y no tengo ganas de cháchara, creo que todos sabemos que mierda es lo que estamos haciendo aquí-- me da igual lo que le haya pasado a tus compañeros, ellos se lo pierden y nosotros tocamos a más-- Miro todo lo que hay en el buffet y creo que lo que he dicho está fuera de lugar, pero que le voy a hacer soy así, no se de donde sale tanto mal humor.

Soy de los que mejor han salido parados del entrenamiento, y pese a todo, algunos golpes me he llevado, lo que implica que hay que prestar atención, ya que ahora fueron golpes pero mañana podrían ser mordiscos de algún infectado.

Cuando se llevan a la jefa, me doy cuenta que seguramente le den instrucciones protocolarias para su cargo, y se asegurarán de que nos dispare si debe hacerse. Así son las cosas, no le doy más vueltas al tema, mientras me centro en la comida que hay enfrente.

Me da miedo que sea tan buena, en el ejército nos daban bazofia para mantener nuestro espíritu combativo, pero si  nos dan comida de verdad de la buena, es posible que caigamos en la complacencia, algo que podría resultarnos muy letal.

Me gustaba más que la gente siguiera creyendo que te mean en el plato, la verdad.

-Creo que pasaré, tomaré la fruta y punto. -no quiero volverme complaciente.

Es en esas cuando escuchamos la voz de Lunes, y tras su debida presentación, Gray suelta su típica cháchara combativa. Poco a poco estoy empezando a ver por dónde hila. Me pregunto porqué es así siempre.

-Claro que no nos importa -trato de contrarestar el efecto de Gray, mientras le tiendo la mano para estrecharla- yo soy Blue, me inspiraron los ojos de la jefa, pero no se lo digas, podría subirle el ego. -sonrío- ¿en que lios se metieron para perderse esta comida? Tuvo que ser de los gordos.

Todo lo que fuera físico, de resistencia o simplemente aguantar, fue fácil para Thomas. Incluso lo de despertarse temprano. Pero en la parte de combate, flojeó bastante y no por falta de fuerza, sino por no ver a los demás como amenazas. Se necesitaba bastante para que el gigantón atacara a una persona, iba totalmente en contra de lo que creía y era. Solo luego de varios golpes, logró acomodarse y demostrar de lo que era capaz. Estaba muy lejos de la habilidad de Blue, pero sin duda tenia potencial.

Al finalizar, con el cuerpo adolorido y la mente en otra cosa, agradeció enormemente tener algo con que reponer energía. Estaba acostumbrado a comer mucho, sobre todo luego de un entrenamiento. Debía mantener su cuerpo fuerte y no lo lograría comiendo frugalmente.

-¿En serio vas a comer solo eso?- Blue tenía un par de tonterías en sus manos, mientras que Red llevaba un plato equivalente a una familia promedio. La llegada de lunes agregó un poco más de comida para el ex bombero-. Soy Red, gusto conocerle- luego se dedicó enteramente a su comida, mientras oía lo que tenía que decir el sujeto sobre sus compañeros. En verdad estaba interesado en saber cuáles fueron los líos en los que se metieron.

Lunes, bien puede ser uno de esos múltiples rostros anónimos que te podías cruzar por la calle antes de que todo pasase. No es alguien en quién te fijes, pero que a su vez, es uno de esos que otorgaba normalidad en el día a día. Al leer su comportamiento corporal, resulta fácil imaginárselo sentado en la barra de un bar disfrutando de una cerveza fría, mientras ve un partido por la tele.

-Esa es buena, je.   -Puede que Lunes sea alguien de humor simple o que posea el don de tratar de congraciarse con todos, pero no puede evitar soltar una risilla ante el comentario de Gray.   -Mis disculpas, pase usted.  -Indica haciéndose a un lado y permitiendo que la muchacha avance.

Una vez sentados en la mesa, pueden ver que Lunes se ha preparado un café bien cargado, unas tortitas, algo de panceta y un huevo frito. No es de los que tiendan a desayunar tanto, pero se pasaba el día picando entre horas, algo que ahora le va a ser imposible. Así que prefiere comer bien y rezar para que el gusanillo no le pique al cabo de una o dos horas y de nuevo vuelva a sentir la necesidad de llevarse algo a la boca.

-¡Wuula! Sí que necesitas gasolina para mover ese pedazo cuerpo tuyo.    -Si Lunes cree que se ha pasado con la comida, rápidamente olvida eso al fijarse en el plato de Red. El muchacho sí que está realmente hambriento.  -De haber nacido con un cuerpo como el tuyo, habría sido profesional en algún deporte. ¡Bon Appetit

Lunes da un poco de tregua al grupo, permitiendo que comiencen sus desayunos antes de volver a tomar la palabra. Es un tío hablador, con un tono tranquilo y relajante. Posee el don de que si alguien desea ignorarlo, resulta fácil dejar su voz olvidada en un segundo plano. Algo que puede ser toda una ventaja...o una clara desventaja.

-¿Soy el único al que le resulta un tanto humillante que adultos hechos y derechos, tengan que usar nombres absurdos para referirse los unos a los otros? Compre su utilidad, pero eso no evita que siga siendo algo bochornoso tener que hablar por la radio usando esos nombres.

Mientras comparte sus pensamientos con el grupo, vierte sobre las tortitas tal cantidad de sirope, que casi forma una piscina en el plato, sobre el que no les extrañaría que terminasen flotando las tortitas.

-Nunca fui bueno en los deportes ni en las peleas. Así que cuando comenzó todo, las posibilidades estaban en mi contra. Por suerte encontré a un grupo que bueno, sabía defenderse y me acogieron, todo gracias a mis habilidades como mecánico y mi don con los coches. La cuestión es que...no son amigos del trabajo honrado, si sabéis a lo que me refiero...Anoche vieron llegar un camión blindado a la base. Les llamó la atención de que no entrase por la puerta principal y que lo hiciese sin luces. Así que esta mañana, antes de que todos nos levantásemos, fueron a investigar. Pero fueron sorprendidos y ahora se ha metido en un pequeño lío. Tenían la idea en la cabeza, de que era un camión lleno de lingotes de oro, traídos aquí para pagar a los proveedores o algo por el estilo. Así es la raza humana, estamos de mierda hasta el cuello y algunos solo piensan en sacar beneficio.

A todo esto, por fin logra fijarse en los ojos de Gray. No es que sean del color apropiado por lo que supone que la jefa debe de ser otra.

-Vuestra jefa debe de ser toda una belleza para ser inspirado de esa forma. ¿No desayuna con vosotros?

Niego a Red sobre la comida y reprimo el discurso que trato de expulsar sobre el exceso de comida. No quiero ser de los que dan por saco con esos temas. En cuando Lunes nos narra el relato, escucho atentamente sin hacer comentario alguno al respecto acerca del "oficio poco honrado" de sus compañeros. No soy quién para juzgar, pues mi pasado no fué modélico, y aunque ya no soy aquel, puedo entender que alguna gente se dejara influenciar por las malas compañias, por lo que sólo atino a decir:

-Bueno, supongo que eso les enseñará a no actuar sin pensar.

Aunque lo cierto es que también me llama la atención ese secretismo, no le doy más vueltas, no creo que una empresa  famosa por su filantropia tenga que traer nada fuera de lo común precisamente aquí. En vez de eso, le replico sobre la jefa.

-Iba a hacerlo, pero la llamaron los de arriba. Imagino que más protocolos y esas cosas.

No le doy más importancia, mientras mastico una manzana, miro hacia Gray discretamente, y pasando el pie por debajo la mesa, le acaricio la pierna y retiro el pie, disimuladamente, sólo para divertirme un rato viendo su reacción (hay algunas coñas del ejército que no cambian).

--Guau!! Va -ya ca-ga-da!! Aunque suena sospechoso eso del camión-- Gray hablaba con la boca llena y casi no se la entendía—Si te vas a jugar una comida como esta, piensa lo que vas a hacer y hazlo bien si no... ni lo intentes--No tenía claro cómo sabían que transportaban oro y no otra cosa, con tanto ocultismos lo primero que Gray tendría en mente al ver el vehículo sospechoso sería a los infectados... eso si que no le gustaba, era la primera vez que temía que hubiera infectados en aquel lugar, un fallo en la seguridad y se iría todo a la mierda.. Después de escuchar a Lunes y saber como se las gasta la seguridad del centro de entrenamiento, tenía claro que no haría nada inapropiado, quería conservar su equipo de z-corp y sobretodo su arma.

Después de unos minutos con la comida delante, no prestó mucha atención a la charla que se producía en al mesa, se centro en su comida. Poder comer tranquila sin el temor de tener que escapar le hizo saborear cada trozo de alimento que pasaba por su boca. Le gustaba estar en ese lugar y le gustaba lo que le habían propuesto. Se paró a pensar, antes de dar otro bocado a su desayuno, en qué dirían sus padres si la vieran en esos momentos... y se dio cuenta que le importaba una mierda.

Levantó la pierna instintivamente a la vez que se le aceleraba el corazón, algo le rozó. Este sobresalto la sacó de la mierda de pensamientos que tenía en esos momentos. Lo primero que pensó fue en una rata. Durante todo el tiempo que estuvo sola por las calles de Topeka se encontró con alguna de estas criaturas devorando trozos de restos humanos que los zetas habían dejado atrás. No sabía si existían ratas zombies pero evidentemente no quería tener ninguna cerca. Miró bajo la mesa y se alegró al ver que no había nada. Oh!! No!! ¿Cómo podía ser tan tonta? Miró a Ryan entrecerrando los ojos, se... era el que estaba más cerca.

Un calor que le hacía enfermar le subía por el cuello hasta la cara explotando en sus mejillas, no lo podía creer había caído en un juego de críos. En ese momento quería estamparle la bandeja de la comida en la cabeza, pero recordó a los compañeros de Lunes.

– Capullo!! no hace falta que busque un nombre nuevo, ese te viene de maravilla-- Se levantó y se sentó cerca del bombero. Confiaba que no entrara en el juego de Ryan porque no sabía cuanto tiempo podría aguantar sin hacer algo inapropiado.

Ante la reacción de Gray me sale una carcajada alegre, mientras niego con la cabeza, y la observo con fingido arrepentimiento mal disimulado.

Riendome un poco más, por lo bajito, mastico mi manzana, mirándola sentarse al lado de Red, y cuando por fin se queda quieta, añado:

-Vamos Gray, debes mejorar tu sentido del humor, mujer. No me gusta verte siempre tan enfadada.

Mi rostro poco a poco pasa de la chanza a la seriedad. La miro unos instantes más, en cierto modo siento que es preocupación por ella. Ya se sabe que quién mucho te quiere...

Se quedó pensando un poco en lo que Lunes les había dicho, también pensando que era algo muy raro que llegaran con un camión de caudales, en total oscuridad y secretismo. Su inocente mente no podía encontrar una razón mala para que hicieran eso, sino que lo justificaba de alguna manera. Creía que la corporación intentaba hacer algo bueno y comenzar a sospechar minaría rápidamente su propósito y motivación.

-Quizás es equipo para nosotros- aventuró por arriba, no muy seguro-. No todos los humanos son así, he visto muchos que se sacrificaban por sus seres queridos o total desconocidos, solo para que ellos se salvaran- también escuchó muchas historias que harían llorar al más duro, demostrándole que tenía razón en creer que la gente era buena, solo que a veces no lo demostraban hasta estar al límite. Red no tenía idea de hasta donde llegaba la maldad de algunas personas. Entonces Gray se agitó, para luego levantarse y soltarle un insulto a Blue. El bombero miró a ambos sin entender nada-. ¿Y ahora que ha pasado?

Las disculpas de Blue fueron aún más confusas para él, que no había visto nada raro desde su perspectiva. Así que miró a la joven, sonriéndole, como si eso fuera suficiente para tranquilizar su estado de ánimo. Era el tipo de persona amable que arreglaba todo con palabras, siendo utilizado muchas veces para contener víctimas o parientes de víctimas. Era un trabajo muy duro para él, pues sentía el sufrimiento de esas personas como si fuera suyo.

-¿Todo bien?- le susurro a su joven compañera, abierto a hablar si así lo necesitara.

La explosiva reacción de Gray logra enmudecer a Lunes, quién por un momento, no está seguro de si todo aquello es por él. ¿Habrá dicho algo inadecuado? Tiende a soltar la lengua más de la cuenta, pero está seguro...cree...espera no haber dicho nada malo. Al igual que un camaleón, se limita a quedarse inmóvil esperando mimetizarse con el ambiente y así, desaparecer si todo aquel follón es para con él.

Un respiro de alivio se les escapa al descubrir que la cosa va con Blue. No tiene claro de lo que ha hecho el Z-coprs, pero sin duda ha lanzado gasolina al explosivo temperamento de Gray. Una combinación bastante mala, al menos según su opinión. Sería bastante lamentable que la primera comida como Z-corps acabase con una batalla de comida. ¿Divertido? ¡Desde luego! ¡Diablos, pagaría cien dólares por ver algo así! Pero reconoce el dolor y tristeza que habitan en los corazones de los presentes. Si todos están allí es para aferrarse a la esperanza de encontrar a sus seres queridos o en el caso de no tener a nadie, de al menos morir luchando.

-Esto...quizás sean materiales especiales para los de I+D. Por lo que he oído por ahí, están diseñando nuevos juguetes con los que acabar con los Zetas. Dicen incluso que están preparando vehículos especiales para ello. De hecho se están inspirando en una furgoneta que unos supervivientes prepararon para resistir contra los Zetas.

Para tratar de desviar el mal rollo que se ha generado, Lunes decide continuar como si nada hubiese pasado.

-Cambiando un poco de tema...¿Sabíais que nos somos los primeros Z-corps? Bueno, es decir, somos la primera remesa que están entrenando para enviar al frente. Pero hay al menos una unidad que ya está realizando operaciones. Tienen pinta de ser gente con entrenamiento militar, la verdad es que imponen bastante. De hecho...¿Veis a esos dos sentados allí al fondo? ¿Los que tienen una franja roja en la manga de su uniforme? Pues esos dos son de la unidad que está combatiendo. Anoche salieron de misión y han regresado hace un rato. Dicen que solo responden a los altos mandos y que pueden ir y hacer lo que quieran en la base, amén de tener vía libre para conseguir el equipamiento que quieran. No estoy seguro de lo que harán, pero suena a que esos tíos se meten de mierda hasta el cuello.

Los hombres a los que señala Lunes, se encuentran apartados en una mesa del comedor. Ambos muestran una figura que nada tiene que envidiar a la de Blue o Red. Uno de ellos es rubio con el pelo cortado a lo mohicano. El su cuello se puede apreciar el final de un tatuaje que seguramente, cubre gran parte de su espalda. Sus brazos se encuentran también tatuados y la barba de tres días que cubre su rostro, se ve interrumpida en la mejilla izquierda por culpa de una cicatriz. Su compañero resulta ser una mole de dos metros de altura y ciento setenta kilos. Un hombre de piel azabache que mantiene en todo momento a su lado, una motosierra a la que sin duda, a dado buen uso.

Los uniformes de ambos son similares a los del resto de los allí presentes, salvo por la franja roja que tienen en el brazo izquierdo y que su equipamiento parece haber sido usado en combate. Ambos disfrutan de una comida más que generosa, como si hiciese días que no probasen bocado.

-Nos quedan unos diez minutos antes de volver al entrenamiento, creo que ahora nos enseñarán a disparar. ¿Habéis manejado un arma alguna vez? A mí no es que se me de especialmente bien, he practicado disparando a botellas y eso, pero fallaba más de las que lograba acertar.

El tono de la conversación discurre hacia otros derroteros, y mientras Red susurra algo a Gray, presto de nuevo atención a la historia de Lunes. No me extrañaria que estuvieran diseñando nuevos utensilios, al fin de cuentas, nos enfrentamos a una epidemia que la civilización moderna jamás tuvo que afrontar.

-Quizás tengas razón, ¿pero de qué furgoneta hablas? ¿Cómo la modificaron? Sé bastante de mecanica y me interesan ese tipo de cosas.

Quizás tenga que hacer algunos arreglos improvisados en campaña, al fin de cuentas.

Tras la respuesta, nos menciona a un par de tipos, que parecen militares o quizás mercenarios. No debo ser el único militar sacado de las fuerzas de élites, lo cual me alivia, y hace considerar mi elección correcta. Es lo que tenía que hacerse.

En cuanto a disparar...

-Soy un Marine, no sé si eso responde a mi experiencia con armas. Pero... con un poco de voluntad sé que lograréis la puntería necesaria, es bastante mecánico en realidad. Lo... lo verdaderamente díficil es disparar a alguién que te devuelve la mirada.

Me quedo en silencio unos instantes y vuelvo a mi manzana, pensativo en experiencias pasadas.

Gray estaba tan enfadada que no podía responder a Red, sólo hizo un movimiento con la cabeza, asintiendo para contestar a la pregunta del bombero. ¿Estaba bien? No estaba muy segura. Permaneció cerca de su compañero. Le daba seguridad, fue de los primeros que encontró en el camino y hasta ahora no se había reído de ella. Por este motivo confiaba en él.

Unos minutos antes estaba contenta de estar ahí, de haber escapado de los infectados y de Topeka aunque la relación con el resto del equipo no había sido muy fluida.., le gustaba formar parte de ese grupo y de los Z-Corp. Pero ahora todo había cambiado, en ese momento se dio cuenta que esta nueva etapa no iba a ser fácil y que tendría que demostrar que podían confiar en ella.

Siguió comiendo con la cabeza agachada escuchando la conversación que había en la mesa. Lunes sabia bastante sobre todo lo que se movía por la instalación y sus comentarios la distrajo por un rato. Le parecía interesante tener cerca a alguien que supiera tanto de los entresijos de aquel lugar. Aunque los chismes del Z-Copr la distraían de lo sucedido, casi sin darse cuenta se encontraba recordando una y otra vez su reacción ante la broma de Blue. Debía pensar en todo lo que había pasado, en parte Blue tenia razón pero no soportaba que se rieran de ella . Y sobre todo no entendía que tenía de divertido provocar su enfado. Sabía que eso siempre la iba a hacer estalla, era algo que tenía que controlar si no quería verse otra vez en una situación como esta.

Arrugó el ceño un segundo, algo contrariado porque ni siquiera contestara, pero sabía dar espacio y si algo le molestaba confiaba que se lo contara en algún momento. No le gustaba ver a nadie mal, así que estaría pensando en ello durante todo el día.

Lunes demostraba otra vez que poseía una inagotable fuente de información sobre todo lo que se cocía en ese sitio. ¿Cómo lo había logrado? Solo podía esperar que fuera por ser muy curioso y preguntara, no le agradaría saber que andaba husmeando por ahí. Luego recordó la historia de sus compañeros y como él no fue reprendido, así que se decantó por la opción de que era simplemente curioso. Los ojos del bombero fueron hacia esos dos soldados, notando un aura que le recordó al viejo compañero de su hermano, ese que le ofreció un asiento en el helicóptero momentos antes de que todo se fuera a la mierda.

-Lucen muy preparados- aunque solo fuera para destrozar enemigos, pero podría llevarse una sorpresa y ser unos rescatistas tremendos. No debía juzgar a las personas por su apariencia-. ¿Has hablado con ellos?

No se veían con ganas de charlar y no podía menos que comparar lo diferentes que se veían a Blue, a pesar de compartir el mismo entrenamiento. Blue se había ganado el afecto de Thomas por su arrojo y sacrificio, dándolo todo por salvar personas. Eso era algo que apreciaba profundamente.

-No sé nada de disparar- confesó-. Pero daré mi mejor esfuerzo. Es lo menos que puedo hacer, pues es una habilidad que no solo me salvará la vida, sino la de mis compañeros y sobrevivientes- Red veía todo de esa manera, así que llevaría su cuerpo y mente al extremo para prepararse.  

Ante el interés de Blue por la furgoneta modificada, Lunes toma su tablet y la desbloquea para buscar la imagen que ha conseguido del vehículo.

-¡Oh! ¡Sí, papi! ¡Dámelo todo!

Nada más desbloquear la tablet, un vídeo comienza a reproducirse con el sonido bien algo. La imagen de una mujer de larga cabellera rubia y de atributos más que generosos, completamente desnuda adorna por completo la pantalla de la tablet. Durante varios segundos el vídeo continúa reproduciéndose hasta que por fin, Lunes logra apagarlo. 

-¡Será cabrón! ¡Le dije que no tocase mis cosas!

Su enfado parece genuino, así como el rubor que adorna sus mejillas y no es para menos, pues todos en el comedor se han volteado para ver qué es lo que pasaba. Las risas por supuesto, no tardan en llegar.

-Sí, sí vale, muy gracioso. ¡Dejad de reíros no se os vaya a atragantar el desayuno!

Aún molesto con todo aquello, Lunes se encarga de eliminar el video así como otros cuantos más que encuentra descargados.

-Lo siento...  -Indica principalmente a Gray.    -¿Recordáis esos compañeros que me ayudaron? Pues no es que sean precisamente muy buena gente. Está ha sido la prima y última vez que les dejo nada de mi equipo. Bueno, aquí está lo que os quería enseñar...

Tras mostrar la imagen del vehículo, primero a Gray (las damas primero) y después a Red, deposita la tablet frente a Blue para que pueda verlo mejor. No es que hayan realizado grandes modificaciones al vehículo, pero si duda sí las suficientes como para que se vuelva algo efectivo en las calles de Topeka.

-Así que Marine ¿Eh? Pensé que los del ejército odiaban a los Z-corps, al menos la gran mayoría de los soldados casi nos escupen al pasar. ¿Qué te ha hecho unirte a esto? Bueno, ya puestos...¿Qué os ha hecho uniros a todos?

Los jadeos y gritos le tomaron totalmente por sorpresa, tanto que casi se atragantó con lo que estaba bebiendo. Una vez recuperado, no pudo menos que reír por la mala suerte de Lunes, siempre intentando que este no percibiera que lo estaba haciendo. Le recordaba a las bromas que solían jugarse con sus compañeros, empezando con cosas siempre hasta ir escalando en malignidad, pero que siempre terminaban en buenos términos, firmando un ficticio pacto de paz, hasta la próxima andad de bromas.

-Vaya- el vehículo que le mostraba era bastante simple, pero ahí radicaba su efectividad. Podría sortear muchos obstáculos sin problemas, aunque tendría que tener cuidado al no contar con una estructura muy fuerte por naturaleza. ¿Habrían reforzado el chasis también? El ingenio humano y sus ganas de sobrevivir siempre le impresionaban-. ¿El motivo? Bueno, era bombero. No puedo dormir tranquilo si no salvo a alguien a diario- dijo medio en broma, medio en serio, obviando el que su familia podría estar aún allá afuera-. Aún queda mucha gente atrapada en la ciudad…

Al observar la furgoneta, me doy cuenta de que tiene que pesar demasiado, un sacrificio que de a buen seguro para obtener blindaje, habrán tenido que reducir capacidad de respuesta y velocidad:

-Ya veo, seguramente el modelo de esta furgoneta se inspiró en el infectado ese enorme de las diapositivas, ya que debe poseer una fuerza enorme. De otra forma, un infectado "normal", no podría con sus uñas y dientes atravesar la hojalata de una furgoneta normal. Aunque desgraciadamente, en misiones dónde la velocidad sea un factor importante, no creo que la veamos. Deben pedir un sobreesfuerzo del motor, para manejar tanto peso del blindaje, por no hablar del ruido que generará. Parece más bien un furgón de asalto, cuando te da igual anunciarte porque vas a enfrentarte a ellos...

Dejo mis reflexiones al aire, y en ningún momento hago referencia a la "broma" de sus amigos. No quiero incomodarlo más de lo que ya se siente. En vez de ello respondo a su pregunta, tras Red:

-Algo parecido a Red, me alisté al ejercito porque se me ofreció una oportunidad de cambiar mi vida a mejor, pero a día de hoy... parece que el Ejercito está tocado, la mano izquierda no sabe lo que hace la derecha... yo deseo ayudar, proteger a las personas y salvar a los infectados, aunque sea aportando modestamente mi granito de arena, en busca de esa cura... y creo que los de Oneworld, tienen un plan... o eso dicen. ¿Y el resto, que decís?