Partida Rol por web

En una situación como la que Silver está planteado todo esto de OneWorld y los Z-Corps no son más que piezas en un macabro juego. El tablero está tendido pero apenas sabemos quiénes juegan en un bando y en otro, como para saber cuáles sus objetivos.

- Keisa, por alguna razón, es vital para ese otro bando dentro de OneWorld. Según el informe es hija del vicepresidente y ahojada del propio Bryan Clark... - dice Sophie pensativa.

- De todas formas ya es tarde, ahora mismo no estamos en situación de poder hacer nada por ella. Lo mejor es que nos reagrupemos, saquemos a Blue de aquí y busquemos a esos que pueden estar de nuestro bando.

La situación es límite, pero por muy Z-Corps que sean, no dejan de ser personas normales con unas limitaciones por falta de entrenamiento y experiencia militar.

- Si puedes rastrear a Blue, guíanos y vayamos para allá. - ordenó a Silver y a Gray para ponerse al volante.

La esperanza de que Keisa pudiese volver a usar el comunicador que le había dado, era lo único que le permitía seguir con está misión adelante...

Todo aquello era demasiada información para poder encajarla en su mente, sobre todo si esto tenía que ver con que la organización a la que se había unido era tan corrupta como todas las demás. Tenía una mínima esperanza de que no todos en los Z-Corps estén metidos y que algunos busquen lo mismo que ellos.

-¿Vamos a dejar a Keisa a su suerte?- miró a Violet, notándose el dolor en los ojos del bombero-. La quieren para tener a su padre de una correa, para controlar Z-Corps sin impedimentos- era un deducción validad, pero en realidad Red sentía mucho pesar en dejar a una joven desprotegida luego de haber depositado su confianza en ellos. Le fallarían y condenarían a toda la organización-. No me gusta esto… pero seguiré las órdenes- solo la mención de que Blue podría estar vivo le dieron algo de ánimos, pues la conversación que oyeron antes le hizo creer que en verdad había muerto. Revisó sus armas por enésima vez, listo para hacer lo necesario, desconectar sus preocupaciones y sentimientos un rato más-. Estoy listo.

Gray miró a Silver mientras escuchaba a Lady Violet y a Red, parecía que estaba mucho mejor pero no pudo evitar observar el activímetro … si , era muy desconfiada pero por eso estaba viva--Si me dais a elegir entre la chica y Blue yo lo tengo claro, siempre elegiré a Blue-- después de decir esto se sentó en su puesto, tomó el volante y miró por el retrovisor a sus compañeros-- pero tengo que decir que Red tiene razón, no es lógico dejá atrás a la chica. Yo también quiero salvarla y todas esa cosas, no me entendáis mal pero sería una buena moneda de cambio si estamos en problemas-- esperó unos segundos a ver lo que opinaba la jefa antes de poner en marcha el vehículo.--¿ ya sabemos por donde anda Blue?--

La situación es delicada, demasiados puntos abiertos pero Silver tiene claro sus objetivos. Hay mucho más en juego en aquellos momentos que la vida de uno de sus compañeros.

-No podemos dejar a la VIP a su suerte, si han usado tantos recursos para hacerse con ella debe de ser por algún motivo. Debemos rescatarla y reorganizarnos. Propongo que nos dividamos en dos equipos, uno que vaya a buscar a Blue y otro rescate a la VIP

Blue merece ser ayudado, eso en caso de que se encuentre en problemas. Él se ha arriesgado por todos ellos desde el primer instante y podría ser considerado un maldito héroe. Por otro lado la VIP es alguien demasiado importante como para dejarla en manos del enemigo, en especial, cuando no saben quienes son ni qué es lo que pretenden hacer con la muchacha.

-Sabíamos al alistarnos que no sería fácil y que nos hundiríamos en la mierda hasta casi ahogarnos. Estamos rodeados de enemigos y sin información, así que solo podemos trabajar con los datos que tenemos. Blue haría lo que fuese por buscarnos a cualquiera de nosotros, pero tampoco dejaría atrás a la VIP. Lo mejor es que dos de nosotros impidan que puedan trasladar a la VIP mientras que los otros dos van en busca de Blue, con suerte podremos...

Gray es la primera en percatarse de que no están solos, emergiendo del final de la calle, tres Z-Corps fuertemente armados avanzan con algunos metros de separación entre ellos. Sus armas automáticas se alzan hacia el vehículo de los Gorgonitas y sin mediar palabra alguna, abren fuego. Al menos es lo que dos de ellos hacen, pues el tercero, quién se queda un poco más rezagado prepara su lanzagranadas para hacer desaparecer para siempre a los Gorgonitas.

La más joven del equipo, reconoce a esos tres Z-corps como algunos de los que se encontraban en el taller y que no dudaron en apuntarles con las armas. Parece que tras el ataque de los soldados, se han unido a ellos con el claro objetivo de eliminar para siempre al equipo de Lady Violet.

-No digo que dejemos de ayudar a uno por el otro- le dijo a Gray, aunque entendía su pensamiento, sobre todo con alguien como Blue que les había salvado de mil maneras distintas. Incluso creía que deberían ir por él en un primer momento, para contar con más pericia y potencial de fuego. Si estaban todos juntos, las posibilidades de sobrevivir eran mayores… y se lo debían-. Gran discurso- le guiño el ojo a Silver, quien parecía haber madurado de forma exponencial conforme se metía en más peligro. Y parecía que maduraría mucho más.

Tres nuevos soldados salieron de la nada, listos para acabar con ellos de una buena vez. Incluso tenían un temible lanzagranadas. La tanqueta no soportaría más castigo y la necesitaban como el aire en sus pulmones. Red apuntó desde donde pudo, intentando darle al sujeto del lanzagranadas, el más peligroso de todos y el que podría dejarles en peor estado. 

Su escopeta rugió dos veces, de forman casi consecutiva, su poderoso brazo la recargó casi con furia luego de cada disparo. Aquello estaba mellando mucho de la personalidad del bombero, sobre todo cuando no tenía ni un solo respiro para pensar o arrepentirse.

--Es necesario separarnos? No creo que buena idea , no habéis escuchado nunca eso de que la unión hace la fuerza?--Gray resopló, sabía que Silver no se encontraba del todo bien y no quería terminar con ese pequeño momento de tranquilidad que disfrutaban después haber acabado con aquellos soldados y de la llegada de Lady Violet, por lo que no dijo nada más sólo esperaba que los adultos tomaran la decisión correcta. Aunque no entendía porqué ninguno pesaba igual que ella.

Tuvo que parpadear un par de veces para comprobar que los soldados, que en ese momento les disparaba desde el final de la calle, eran z-cpors- Estos son los del taller!!-- tomó con fuerza el volante y se preparó para salir de allí o por lo menos alejarse del lanzagranadas lo antes posible.

- No creo que estemos en disposición de sacar a Keisa de ahí con lo que llevamos encima. - digo haciéndole ver que a Silver que solo llevo mi pistola conmigo.

- No, no vamos a dividir al equipo de nuevo Silver. Debemos reagruparnos primero, intentar recuperar mi rifle y con suerte... - en ese momento vemos venir por una de las ventanillas de la tanqueta a los 3 Z-Corps listos para hacernos volar por los aires con el maldito lanzagranadas.

- ¡Gray sácanos de aquí o pásales por encima, pero dios mio haz algo¡ - le grito a mi compañera, viendo la que nos viene encima.

Miro a Red y el entiende lo que busco. Me tomo entonces el tiempo necesario para lanzar la granada incendiaria.

Como ángeles exterminadores, los Z-corps avanzan por el final de la calle empuñando sus armas, dispuestos a arrebatarla a los gorgonitas su último aliento. Sus trajes oscuros y sus máscaras fisiológicas les otorgan una apariencia tan temible, como la que los propios gorgonitas imponen ante aquellos con los que se cruzan en su camino.

Red alza su arma dispuesto a hacer caer a sus enemigos, Lady Violet se vuelve hacia su compañero y tomando la granada que porta en su cinturón, se dispone a usarla contra los Z-corps. Gray, saltando al interior del vehículo toma el volante dispuesta a salir de allí aunque tenga que pasar por encima de aquellos malnacidos.

La adrenalina se dispara para todos los presentes, pero los Z-corps, más experimentados en aquel tipo de situaciones, toman las riendas de la situación. El asesino armado con el lanzagranadas mantiene el pulso firme y abre fuego contra los Gorgonitas. La granada sale propulsara para gran desánimo de los gorgonitas, por suerte o desgracia para Red y Lady Violet, la granada choca directamente contra el vehículo.

Gray, desde el asiento del piloto es testigo directo de cómo la granada cae sobre el vehículo y estalla frente a ella. El brillo cegador la obliga a cubrirse los ojos y la sacudida que la golpea la hace temerse lo peor. Ha sido un impacto directo y mucho se teme que nada podría resistir algo así.

Soltando una bocanada de aire, contempla cómo la luna del coche se encuentra completamente rajada y parte del capó deformado por la explosión. Por instinto y curiosidad, hunde el pie en el acelerador y para su gran satisfacción, la bestia ruge llena de vida. Dios bendiga a América y su maestría a la hora de construir vehículos militares, pues sin duda alguna, las capas de blindaje y el diseño propio del vehículo, lo han protegido de un impacto directo.

Silver, Lady Violet y Red, al encontrarse algo más apartados del vehículo logran recibir un impacto menor de la explosión lo cual logra salvarles la vida. El portentoso físico de Red le ayuda a resistir y mantenerse en pie sin prestar verdadera atención a su propia condición. Cree que no está herido aunque por los efectos de la adrenalina, puede que no sea así. Silver y Lady Violet sienten un gran dolor en sus oídos cuando la granada estalla y su sentido del equilibrio se ve entonces afectado, provocando que ambos se tambaleen algo aturdidos.

Red, a sabiendas de que el vehículo es improbable que resista un segundo impacto de una granada, abre fuego con certera precisión. Un gruñido de dolor es arrancando al z-corps cuando el disparo el alcanza en el pecho y pese a que el chaleco logra detener gran parte del impacto, la sangre no tarda en emanar por entre sus ropajes.

Gray acelera, colocando el vehículo entre los Z-corps y los gorgonitas, otorgando así a sus compañeros la oportunidad de saltar al interior y quedar menos expuestos. Su maniobra es realizada justo a tiempo, pues uno de los soldados aprieta el gatillo rociando un sinfín de proyectiles contra los Z-Corps que bien podría haber acabado con la vida de uno o varios miembros del equipo de los gorgonitas. Pero ahí está Gray para usar el machacado vehículo como escudo, otorgando así una pequeña ventaja a sus compañeros.

El último de los Z-corps, al ver la destreza de Gray decide usar un truco que la propia Gorgonita ha usado minutos atrás y tras lanzarse al suelo, abre fuego por debajo del vehículo tratando de inutilizar las piernas de Red, Violet y Silver. Los disparos son precipitados y pero pese a ello, el p-90 logra acertar a los héroes. Una vez más, deben de dar gracias al equipo suministrado por One World, pues pese a que sienten un latigazo de dolor en las piernas, donde tendrán algún que otro feo moratón, las balas no han logrado penetrar las protecciones del traje.

Silver, sin fuerzas para continuar el combate, salta al interior del vehículo para que Gray los saque de allí. Todo ello mientras grita a Red y Lady Violet que lo sigan.

Tras el lanzagranadas y después de recibir una ráfaga en las piernas que pasan por debajo del vehículo y con una granada incendiaria en las manos como único arma factible, opto por salir de ahí.

- ¡Salgamos de aquí! - grito mientras me subo de nuevo al vehículo.

Las cosas se estaban poniendo muy feas ¿Como pretendían salvar a nadie si ni siquiera podíamos mantenernos vivos con todo el mundo yendo a por nosotros? Los mercenarios, el zeta albino y ahora los traidores... No, estaba claro que ahora era momento de retirarse y plantear como resolver todo esto desde un lugar seguro.

--Mierda!!,otra vez no—solo pudo decir eso después de ver lo que tenía en frente y de escuchar las palabras de Lady Violet ...sacarlos de allí, como si eso fuera fácil.

El impacto fue duro pero milagrosamente el vehículo aguantó. Así que pisó el acelerador, quería alejarse de aquel lanza granada a toda costa. Todo pasó rápido, ya estaba acostumbrada a estas sorpresas y reaccionar rápidamente se le daba bien.--entráis o qué? --Gritó muy enfadad, al darse cuenta que los compañeros no estaban dentro del vehículo y después de situar la tanqueta como barrera protectora para ellos. Su voz se diluía entre el sonido de los disparos y aunque no pudieran oírla bien para Gray era obvio cual era el siguiente paso a seguir; entrar en el vehículo y dejar de ser la diana de aquellos traidores.

Sintió en su cuerpo los golpes de varias frentes, entre la explosión, los disparos y su propio corazón golpeando en sus oídos, Red sentía que se movía a cámara lenta. Incluso las voces de sus compañeras apenas lograron llegar a su mente, pero no hizo falta entender las palabras de Gray, pues el bombero saltó dentro del vehículo intentando tener algo de ventaja a la hora de disparar. Con suerte podría abrir fuego desde arriba como hizo antes, tratando de acabar con el que continuaba disparándoles con el lanzagranadas.

La experiencia y la potencia de fuego se decantan hacia el lado de aquellos crueles soldados ataviados con uniformes de los Z-corps. Los gorgonitas en cambio, tan solo poseen un instinto de supervivencia que se ha desarrollado de forma abrupta desde que se inició el apocalipsis. Arrojándose uno tras otro al interior del vehículo, aguardan con esperanza que Gray pueda sacarles de allí a tiempo.

La benjamín del equipo, hunde el pie en el acelerador rezando para que su arriesgada maniobra y la potencia del motor, no les juegue una mala pasada, pues perder el control del vehículo en aquellos momentos bien puede ser un pasaje directo al infierno.

Con un rugido, el vehículo acelera con potencia, haciendo que las ruedas derrapen y dejen una oscura mancha en el asfalto. Gray está acostumbrada a conducir coches de menor tamaño y tonelaje, por lo que una maniobra como la que acaba de realizar la habría permitido salir disparada como una flecha. Pero al estar al volante de una bestia tan pesada, la velocidad y capacidad de respuesta no es la misma para su desgracia.

Incorporándose sobre una rodilla, el fiero soldado armado con el lanzagranadas alza una vez su arma y con un zumbido, libera un nuevo proyectil que surca las distancias para finalmente, estallar. La explosión trae consigo un momento de incertidumbre, miedo y adrenalina para los gorgonitas. La explosión resuena tan cerca, que sienten cómo los oídos les pitan y lo que es peor, no tardan en darse cuenta de que todo dentro del vehículo cobra vida.

Toda la parte trasera del furgón se alza bajo la intensa llamarada que la granada provoca, haciendo a su vez que las puertas traseras y algunas de las ventanas, acaben gravemente dañadas. Todos en el interior reciben golpes al golpearse con el techo y los asientos por el efecto de la explosión. El dolor los atraviesa rápidamente e incluso alguno siente que se le escapa el aliento.

Gray, sin atreverse a levantar el pie del acelerador ni un solo instante, consigue que pese a los daños, el furgón continúe avanzando. Los daños en esta ocasión son mayores y es probable que antes o después, deje de funcionar pero al menos por el momento, el vehículo los aleja de la zona de combate. Poco queda ya de la brillante apariencia que ofrecía cuando se hicieron con él, pero ha demostrado ser resistente y duro, algo que les ha salvado la vida.

-¡Diablos!  -Grita Silver.   -Eso estuvo demasiado cerca para mi gusto, buen trabajo Gray. Parece que les hemos dejado atrás. ¿Estáis todos bien?

Gray miró hacia atrás para comprobar que todo estaba en su lugar, con el impacto que había recibido el vehículo cabía la posibilidad de que hubiera desaparecido la parte trasera de la tanqueta junto con sus compañeros. Al comprobar que todo y todos estaba en su lugar pudo escuchar las palabras de Silver, que retumbaban en su cabeza con un retardo de unas milésimas de segundo-- Wow!!--dijo mirándolo, no tenía más palabras para lo que había pasado.

Con muchos desperfectos el vehículo seguía funcionado y eso, para Gray, era increíble-- espero que funcione el tiempo suficiente como para llegar donde Blue – aunque no tenía muy claro si el camino que había tomado era el correcto o si era lo que habían decidido. No prestó mucha atención cuando estaban deliberando sobre eso, se encontraba distraída con su telescopio. Aun así no tenía ninguna intención de parar, así que siguió adelante hasta que alguien le dijera lo contrarío.

Red, antes de fijarse su estado, comprobó si sus compañeros habían recibido algún tipo de daño luego del ataque sorpresa perpetrado por aquellos hombres. Los conocimientos médicos del bombero eran prácticos y sencillos, pero podrían salvar la vida en el campo de batalla. Con Blue ya podían quedarse más tranquilos con ese tema, pues tenía mucha más experiencia que él.

-Cuando nos detengamos en algún momento, puedo darle una mirada…- todos parecían estar bien, algo aturdidos, golpeados, pero milagrosamente ilesos. La tanqueta era otro tema, funcionaba pero los sonidos que emitían eran los de una bestia agonizante, buscando donde tirarse para morir-. Creo que estamos todos ilesos…

Soltó un suspiro, recargando su arma, dándose cuenta que quizás fuera buena idea poner los cartuchos incendiarios. Al diablo con ser sigilosos. Necesitaban acabar con sus enemigos con rapidez.

El encuentro contra los traidores nos había puesto en un grave aprieto. Realmente nos habíamos jugado la vida contra gente más equipada y experimentada. Poco podíamos haber hecho salvo escapar vivos de ese desafortunado encuentro.

Por suerte todos estamos vivos aún, ya que los daños se los ha llevado por completo la tanqueta. Está, amenazaba con dejarnos tirados en cualquier momento, por eso era urgente pensar cuanto antes mejor en un plan a seguir.

- Gray, gracias por sacarnos de allí. Un povo más y no lo contamos.

- Silver, dijiste que ya no podrían rastrear nuestra señal después de las modificaciones que la habías hecho a los dispositivos de OneWorld. Pero a Blue ¿puedes localizarlo? - le pregunto con respeto, pues ambos se habían ganado toda mi confianza.

En caso contrario le preguntaría era posible encontrar a nuestra contacto aquí, esperando que aclarara nuestras dudas ¿Porqué Keisa era tan especial,l

Tras todo lo acontecido, por fin pueden tomarse un respiro para replantearse su siguiente paso. Atrás han quedado los Z-corps, quienes furiosos, lanzan maldiciones al aire y abren fuego con sus armas en un vano intento por acabar con los gorgonitas.

Gray, al volante de aquella mole blindada, siente que el vehículo no es rápido y que ahora, produce un extraño sonido al circular por las carreteras. Aunque tras todo el daño sufrido, se puede  decir que el Gorgomóvil funciona aún de forma impecable.

Tras una evaluación rápida por parte de Red, comprueban de que no hay ningún herido. Silver, quién se encontraba en peor estado, muestra ahora un color mucho más saludable y sus movimientos dejan de ser tan torpes. Su activimetro indica que el virus está perdiendo la lucha por hacerse con su cuerpo, por lo que si todo va bien, volverá a la normalidad en poco tiempo.

-Según esto, Blue o al menos su tablet, se encuentra en una casa enfrente del taller en el que entregamos a la VIP.

Mostrando a los presentes la imagen por satélite de la zona, marca una de las casas que Lady Violet conoce bien. Es el lugar en el que se ocultó para mantener vigilado a los Z-corps y de la cual, casi no sale con vida.

-La VIP es de vital importancia para comprender lo que está pasando. Posee información confidencial que quizás ni ella misma conozca, por eso no podemos dejarla en manos de esos cabrones. Hay mucho que tengo que explicaros, como por ejemplo, que fui seleccionado para unirme a vuestro grupo por altos cargos de One World.

Dada la situación y la lealtad que el equipo ha demostrado, considera que es hora de poner las cartas sobre la mesa. Hay demasiado en juego como para seguir con engaños y espera que lleguen a comprender lo que le obligó a engañarlos.

-Creemos...no, sabemos, que alguien en un alto cargo de One World está aprovechando el virus para obtener grandes beneficios. No estamos seguros de cuantos forman parte de todo esto y por ello nos vimos obligados a vigilarlos a todos. Vosotros fuisteis reclutados por el doctor Hawkins, uno de los hombres más poderosos de One World...Como habéis visto, alguien ha estado situando a mercenarios entre las filas de los Z-corps para que realicen misiones paralelas. Me asignaron a vuestra unidad para comprobar si realmente erais Z-corps o si por el contrario, erais más mercenarios. Me alegra saber que realmente sois los héroes que pensaba que erais. Lamento haberos engañado, pero hay en juego la vida de miles de millones de personas y son tantos los enemigos, que el subterfugio era la única forma de descubrir la verdad. Dicho esto, la posición de Blue no está lejos de la de la VIP, propongo ir a por ambos y salir de aquí volando.

Cada vez que el vehículo  hacia uno de esos raros ruidos, Red torcía el gesto, esperando que se detuviera de un momento a otro. Había sido un fiel corcel durante gran parte de la misión, pero estaba exhalando sus últimos lamentos. Quedarse sin su protección sería algo duro, pero esperaba tener la fuerza para poder continuar sin él.

La idea de volver con Blue fue recibida con un firme asentimiento de su cabeza, siendo primordial contar con todos los miembros del grupo, más la revelación por parte de Silver le dejó totalmente descolocado… se recostó en uno de los asientos, recapacitando sobre lo que le acaba de decir su compañero.

-Por eso sabias que esos tipos no eran confiables- dijo al fin, mirando a Silver-. Me es sorprendente que nos digas que nos vigilabas… pero arriesgaste la vida junto a cada uno de nosotros, así que…- se encogió de hombros, sin terminar su frase. No estaba en una situación de echar en cara nada, pues solo les estaba rebelando que no confiaba plenamente en todos. ¿Y qué? Desde que todo empezó era la táctica más saludable que podían tener-. Supongo que, al volver, vamos a tener que cuidarnos de todo lo que decimos… al menos hasta estar seguros de en quien confiar.

Ahora la viene a la mente la conversación con ese Z-Corp durante los entrenamientos y la mención de movimientos raros durante la noche.

–¿ Tu nos tenias que vigilar?¿ En serio?-- Gray puso cara rara mientras miraba por unos segundos a Silver. No entendía nada pero le daba igual, en ese momento pasaba de toda esa historia de buenos y malos. Estaba al volante del vehículo y su preocupación era otra –¿ Alguien se ha dado cuenta que no sé a donde voy? ¿Y que este trasto no está para dar muchas vueltas.?-- dijo refiriéndose a la tanqueta. Ya se preocuparía en otro momento por aquella guerra de poder que por lo visto se estaba produciendo en OneWorld. Por ahora tenía una lista, no muy larga, con sus prioridades; primero tenía que salvar su vida después estaba Blue y esa chica, una vez a salvo se interesaría por saber si el bando al que pertenecía era el más honorable, aunque eso se le antojaba un poco difícil.

Habíamos evitado el peligro, al menos por ahora. Dando esquinazo a los traidores que por suerte iban a pie a por nosotros. Ahora que estábamos algo alejados en alguna calle desierta en medio de la ruinosa ciudad, Silver confesaba sus secretos.

- Así que sabías nucho más de lo que nos habías dicho. Ahora entiendo muchas cosas... entiendo porqué lo hiciste, pero no vuelvas a jugar así con nosotros. La próxima vez que te guardes algo puede costarnos a todos la vida.

- Ya nos ocuparemos más tarde de averigua que personas que están detrás de todo esto. Lo primero es saber si estamos seguros ¿Puedes asegurarme de que no pueden localizarnos de nuevo? - pregunté refiriéndome a los OWpad y demás dispositivos.

- Si vamos a regresar necesitaré recuperar mi arma y según nos cuentas está muy cerca de donde Blue dejó su última señal. Alli por desgracia está muy cerca del campamento de los traidores y del zeta albino. - dije recordando con un escalofrío el momento en el que casi me arrancó la cara de un mordisco.

- Dejemos el vehículo relativamente cerca de su base, pero en el otro extremo de la casa. Y allí dejarles una trampa dentro... - comento sacando la granada incendiaria. No sabía mejor forma de utilizarla que en uns trampa dentro de un lugar cerrado.

- Cuando estéis listos nos ponemos en camino. Primero a por Blue y luego a por la chica.

El hecho de que Silver nos hubiera estado mintiendo seguía doliéndome, no como una tradición, pero sí como una pérdida de confianza en el grupo. Confianza que debería volver a ganarse...

El mundo está siendo arrastrado hacia su destrucción y unos pocos bastardos están aprovechando el caos para adquirir mayores riquezas y un poder sin precedentes. Cada día, miles de personas pierden la vida y lo único que puede marcar la diferencia son los Z-corps. Reclutados entre aquellos que han pasado por la peor experiencia de sus vidas, se alzan como lo mejor de la humanidad para regresar al infierno del que han logrado escapar por muy poco. Para Silver, los Z-corps son héroes que deberían de pasar a los libros de historia...si es que queda alguien para escribirlos.

Su odio, ardiente y poderoso, es hacia aquellos que se atreven a mancillar el uniforme de los z-corps para cometer toda clase de fechorías. Ocultándose ante un símbolo que debería de traer esperanza, tan solo están logrando que la humanidad pierda la poca fe que le queda en la bondad de las personas. Por ello, se alegra de corazón de que sus compañeros sean de los buenos y que realmente estén allí para ayudar.

-¿Se te ocurre alguien mejor para unirse a un equipo que se hace llamar los gorgonitas y poder descubrir si sois o no parte del enemigo?

El rostro juvenil de Silver, unido a un comportamiento más que diseñado para la ocasión, le han permitido unirse al equipo y convertirse en alguien al que no consideren una amenaza. De esa forma resultaba más sencillo poder sonsacarles información.

-Estamos fuera del nodo principal de los Z-corps, pero hay varios nodos secundarios que estoy usando. Nuestras tablets continúan conectadas y nuestros sistemas de comunicaciones operativos, pero no podrán rastrearnos. A no ser claro, que decidamos abrir una comunicación con el nodo central.

Alzando un dedo, frunce el ceño y pide a todos que guarden silencio mientras contempla su tablet. Sin previo aviso suelta un grito para que Gray gire hacia la izquierda cambiando así de rumbo. Poco después, se ve obligada a clavar el pie en el freno pues a punto está de llevarse a alguien por delante.