Partida Rol por web

Lo que en un principio iba a ser una entrevista para mostrar al mundo lo que realmente está sucediendo, acaba de transformarse en algo mucho más importante. El desarrollar una plataforma que pueda servir para localizar a los seres queridos y a su vez, informar sobre lo que sucede, le parece una idea más que genial a Tracey.

-Debemos desarrollar algo que esté fuera del alcance del ejército, para que no puedan manipularlo a su antojo. Creo que la página debería de disponer de al menos, tres secciones. La primera y más importante, sería la destinada a facilitar el encuentro entre familiares y amigos. La segunda, sería la elaboración de videos en los que se cuenten las experiencias vividas por los supervivientes, intercaladas con escenas de lo que está pasando. Nada que pueda herir la sensibilidad de las personas, pero sí escenas de cómo están quedando las calles y los edificios. La última sección, sería para establecer una serie de consejos o guías para evitar el virus o saber cómo afrontarlo, también podemos incluir lugares seguros donde aquellos que estén en medio de esta pesadilla, puedan resguardarse. ¿Qué os parece?

Lo que está sucediendo en Topeka es algo que el mundo aún desconoce, por supuesto han escuchado toda clase de rumores pero...¿Quién en su sano juicio creería que los muertos se mueven con ansias asesinas? Por ello es importante concienciar a las masas y mostrarles lo que realmente está sucediendo.

-Dispongo de ciertas grabaciones que muestran el horror por el que está pasando Topeka, publicaré esas grabaciones en mi canal de Youtube, mi blog y demás redes sociales para que el mundo vea a que nos enfrentamos. Aprovecharé para publicitar la página para intentar así, ayudar a que su uso se extienda rápidamente. Me gustaría que os convirtieseis en los rostros de la página, a la cual por cierto, debemos de ponerle un nombre sencillo de recordar pero a su vez, con fuerza. Me gustaría que pasásemos algún tiempo grabando vuestras declaraciones y preparándolas para que sean del mayor impacto posible. Sé cómo suenan mis palabras, pero las cosas funcionan así.

Tracey no dice más, pues tanto Larry como Violeta saben a lo que se refiere. Las masas buscan algo que sea gracioso o les impacte, en caso contrario, simplemente pasan a otra cosa. A veces los vídeos o imágenes más virales son los más estúpidos, sobretodo los vídeos de gatos que se caen o se meten en toda clase de problemas. Por eso mismo, el video debe de ser de lo más impactante para que todo el mundo hable de ello. Cuanto más se extienda, más personas hablarán de ello y desde luego, más seguidores encontrarán.

Lo que les queda por delante, es una ardua tarea, hay mucho que hacer pero tampoco es que dispongan de ninguna otra tarea con la que pasar el tiempo. Así que durante varias horas y siguiendo el pequeño guion que Tracey les marca, ambos cuentan su historia. Aunque dirige a cada uno de ellos hacia una versión de todo aquello.

Con Violeta trata de mostrar cómo el horror de Topeka ha sorprendido por igual a todos. Muestra a una mujer marcada por el dolor, pero que pese a todo, lucha con esperanza por volver a abrazar a sus hijos. Intenta transformar a Violeta en una figura con la que todos puedan sentirse identificados, que al verla todos sientan que podrían estar en su lugar. Con Larry avanza hacia otro camino, hacia el de un hombre que pese a sufrir una gran pérdida, hace lo que cree que es correcto. Un hombre que pese a poder refugiarse en alguna de sus propiedades, decide quedarse y ayudar de la mejor manera que puede. La idea es que otras figuras de gran influencia y dinero, aporten su granito de arena y se unan a la causa. Si todo va bien, quizás hasta puedan recibir donaciones con las que ayudar a los civiles, después de todo, parece que toda ayuda va a ser poca.

Al menos esa es la intención de Tracey, aunque por supuesto Larry y Violeta tienen la última palabra, adoptando una postura diferente a la que Tracey les pide que muestren.

Rob tan solo permanece en las primeras tomas, después, tomando el ordenador portátil de Tracey, comienza a programar la página web. No desea crear un diseño muy elaborado, quieren que la página llegue a todo el mundo, por lo que cuanto más sencillo sea todo, mejor.

-Intercalaré vuestras entrevistas con escenas de Topeka, vuestra voz se escuchará en todo momento durante el montaje, como si fueseis los narradores de lo que está pasando. Me llevará algunas horas tener todo montado, pero estoy segura de que merecerá la pena.

La periodista está entregada al 100% al proyecto, aunque resulta complicado saber si lo hace por las personas o como una forma de proyectar aún más su carrera. Sea como sea, todos van a recibir lo que desean. En primer lugar, Violeta y Larry dispondrán de una posibilidad mayor de encontrar a sus familiares perdidos. Por otro lado, la reputación de Larry se disparará, así como la de la empresa de su familia. Una publicidad como aquella, si todo sale bien, puede ser increíblemente beneficiosa...siempre y cuando el virus sea contenido y el mundo no se acabe.

Al parecer a medida que Tracey va hablando, me doy cuenta de que estoy de acuerdo en lo que dice. No sé si es porque nos hemos atraido mutuamente, o porqué la deria por ser útiles en un mundo que se derrumba nos obliga a contagiarnos de esta euforia de haber encontrado la manera.

Y no soy yo el único, Violeta y Rob también están tan implicados como nosotros, y siento una sensación extraña. Siempre he actuado en solitario en las cosas que me importaban. Siempre he cometido mis infames proezas en solitario y planificando las cosas por mí y para mí.

Ahora, de repente, estoy viviendo lo que dicen "trabajo en equipo" y me siento como un pez fuera del agua. Dejándome arrastrar por el viento de los demás, perdiendo temporalmente el control, en un vendaval que yo mismo he provocado. Y no me desagrada del todo.

Pero soy un lider, siempre lo he sido, y debo contener el control sobre esta dulce sensación de abandono, al fin de cuentas también cuentan conmigo en aspectos muy esenciales más allá del dinero.

-Estoy de acuerdo con lo que decís, y me voy a implicar al 100%. La idea de Tracey, sobre la imagen que tenemos que mostrar, para abarcar a cuantos podamos me parece estupenda. Y no solo estupenda, también necesaria. Desgracidamente las personas, como bien indica Tracey, suelen comportarse de forma simple y necesitan identificarse con alguién o algo antes de hacer un paso en la dirección correcta.

Por el papel que me ha asignado, en realidad va bastante conforme a lo que pienso en realidad. Quizás empezó todo con mi deseo personal de salvar, encontrar o saber de mi familia, pero ha ido evolucionando a través de la empatía a los demás. ¿Porqué detenerse en solo salvar a los mios? Si nos ayudamos unos a otros, eso nos beneficiará a todos, tanto en la supervivencia como en nuestro desarrollo interior.

No sé si me siento muy Zen o es la bebida esta de Tracey. Pero creo en lo que digo y no me voy a amilanar en esta nueva empresa. Siempre se me ha dado bien mentir, y lo he usado en beneficio propio para mi adicción a la adrenalina... como cuando quise aprovechar la boda de mi propio hermano para hacer un "intercambio" de joyas. Y casi no puedo resistir el impulso de mentir de nuevo para ensalzar nuestra causa... pero ésta vez no, esta vez seré sincero.

Si yo, YO, he empatizado con la gente, y conectado con mi humanidad largamente ignorada, ahora debo devolverles el favor (esta vez) y mostrarme sincero para que empaticen y conecten de verdad con nuestra causa, motivados por sus corazones, en vez de falsos conceptos y esperanzas.

-De acuerdo, estoy dispuesto a ofrecer esa imagen para la web, cuando queráis.

Y en cuanto al nombre, me sale una propuesta:

-¿Que os parece, como nombre para la web, el de... "Dreamsolution.com" ? ¿Solución ideal... o alguna variante de la misma?

Agradecía que Matt se dejara cuidar. Seguramente no lo necesitaba, por que para eso estaba sobradamente entrenado, pero darle ese pequeño premio en forma de atenciones y cuidados era de lo poco que podía hacer por él.

Realmente eso era lo que ella sentía que podía servir de algo. Eso y quizá recordarle que gracias a gente como él todavía había esperanza en un mundo que empezaba a derrumbarse. Pues si algo bueno merecía salvarse eran hombres como Matt.

Escuchar la radio sirvió para dos cosas. Encontrar algo que hacer mientras él descansaba e informarse de la situación en el exterior. No la había activado a propósito, pero tampoco la apagó al oír que desea ahí se recibía información sobre el panorama actual.

Recordó entonces como había hecho algo similar durante su estancia en el instituto. Allí también había visto escenas de caos en la ciudad, pero parecía que se estaba extendiendo.

Nada de esto tenía pinta de acabar con un final feliz...

Él se despertó y le habló sobre el hecho de que iban a ser trasladadas a una zona más segura fuera de Topeka. En ese momento sintió varias cosas al mismo tiempo.

Por un lado se sintió culpable por ser evacuada de forma preferente cuando había gente que quizá estaba más necesitada que ellas 3. Por otro sabía que Matt era un buen hombre y no lo haría sabiendo que tres inocentes se quedarán más tiempo del necesario en Topeka por cedernos sus lugares.

No, ni tan siquiera dudaba de sus acciones. No podía haberlo hecho de forma que perjudicara a otros, no podía ser. Por esa razón ni siquiera se li preguntó. Simplemente asintió lentamente.

- Pero entonces... ¿esto es un adiós? - le preguntó con los ojos vidriosos, olvidándose de ese juego para conocerse mejor.

Con los cubiertos ya en las manos, el capitán se dispone a devorar la comida que Sophie ha tenido la buena voluntad de prepararle. Aunque al escuchar su pregunta, se vuelve hacia ella y depositando de nuevo los cubiertos, se dispone a afrontar aquella conversación. No es algo que le apetezca, Sophie es una mujer preciosa, inteligente, astuta y con coraje, además no duda en decir lo que piensa, pero en el fondo sabe que apenas se conocen. Ya ha visto a otros soldados pasar por algo parecido y en muchas ocasiones, la cosa no termina bien.

-Siempre he presumido de ser  muy claro, así que no pienso empezar a mentir ahora. La verdad es que me gustas y me gustas mucho, pero esta no es una zona segura. Las bajas y las deserciones que hemos sufrido son incalculables, nos enfrentamos a un enemigo al que la gran mayoría de los soldados, son incapaces de disparar. No importa que sepan que los infectados ya están muertos, en el fondo la esperanza es lo que les impide creer otra cosa, después de todo, les ven moverse y correr. Así que no resulta difícil que muchos crean que se les puede curar y eso provoca que vayamos perdiendo esta lucha.

Extendiendo una mano, acaricia el rostro de Sophie y le besa en la frente con ternura.

-Nunca fui buen estudiante, ni bueno en los deportes, pero sí logré convertirme en un buen soldado. Y si hoy lo soy, es porque creo firmemente en lo que hago. Creo en este país pero sobretodo, creo que sus habitantes. Yo hace mucho que acepté luchar para que otros puedan vivir sus vidas en paz. Pero hasta ahora jamás me había enfrentado a un enemigo como este. No tiene miedo, no siente dolor y no necesita dormir. Es solo cuestión de tiempo que las pocas defensas que nos quedan en la ciudad caigan y entonces, estos laboratorios no podrán protegeros de lo que está por llegar. Por eso quiero que os marchéis de aquí. Eres una mujer excepcional, pero no puedo irme contigo, no puedo dejar atrás a mis soldados.

Rodeándola con los brazos, la abraza con fuerza mientras desliza una mano por su cabello.

-No es un adiós, es tan solo un hasta pronto.   -Por primera vez desde que lo conoce, la voz del capitán tiembla ligeramente. Sabe que la situación es realmente mala y que es más que probable, que no viva mucho más. Pero los delta force nunca huyen de una lucha y mucho menos, dejan tirados a sus compañeros.   -Cuando todo esto acabe, te iré a buscar y entonces podremos hacer un viajecito tú y yo. ¿Qué te parece?

La conversación entre ambos, se ve de pronto interrumpida por alguien llamando a la puerta. El capitán, poniendo los ojos en blanco, ignora a la persona que llama, centrando toda su atención en Sophie, aunque no mucho después vuelven a insistir preguntando en voz alta por el capitán.

Las palabras de Matt resuenan en la cabeza de Sophie. Mientras él le explica la situsción le pasan varias frases por la mente que jamás dirá como:

"¿De que te sirve ser tan leal si acabas muerto dentro de unos dias?"

Pero sabía que el era un hombre de honor antes, durante y después de conocerse. Alguien al que no le importaba dar su vida para salvar la de los demas.

La psícologa que había en ella le impedía dejarse llevar por su impulso de decir palabras como esas que solo servirían para hacerle daño.

- Tu debes cuplir tu deber y lo entiendo. Pero ¿y si te digo que yo me quedo aquí contigo?

Pero entonces sonó la puerta y ambos tuvieron que dejarlo para otro momento.

Se li comunicaría a Violeta y a Rosalin cuanto antes. Pero ella queria quedarse, no le iba a abandonar ahora...

Implicados totalmente en aquel nuevo proyecto, pasan las siguientes horas respondiendo a las preguntas de Tracey. Quizás algunas no sean de buen agrado, pero están destinadas a provocar una reacción sincera tanto en Larry como en Violeta. Una reacción por supuesto, que toma con la cámara y que después usará para el montaje final del video. La clave de todo aquello es conmocionar al país presentando historias reales con las que cualquiera pueda identificarse y por supuesto, provocar una reacción en ellos. Una que les obligue a levantarse de los sofás y ayudar de la mejor manera que puedan con toda aquella crisis.

El trabajo resulta agotador, sobretodo sabiendo que mucho de lo que están grabando quedará fuera de la grabación principal. Aunque es probable que más adelante, puedan usarlo para otros vídeos o mensajes para el pueblo.

Tracey también les permite usar su ordenador personal para que accedan a la nube y recuperar fotografías de sus amigos y familiares más cercanos, para publicarlas en la página. También les pide una descripción que acompañará las fotografías para que sea más sencillo identificarlos.

-Debéis de estar cansados, ha sido un día duro y lamento haberos hecho revivir vuestra peor experiencia. Pero estoy segura de que gracias a vuestro esfuerzo, podremos hacer algo bueno por todos aquellos que al igual que vosotros, están sufriendo por toda esta pesadilla que se ha desatado en Topeka. Me quedaré aquí con Rob para seguir trabajando, pero vosotros podéis ir a descansar. Para mañana espero tener ya el video terminado, Rob parece tener bastante trabajo adelantado, así que quizás mañana pueda tener una primera versión de la pagina creada.

Rob, quién no ha levantado cabeza del ordenador desde el comienzo de todo aquello, permanece sumido en su trabajo sin preocuparse por lo que sucede a su alrededor. El tímido y raro muchacho, se muestra ahora totalmente cambiado. Su expresión es serena y su mirada posee el brillo de la determinación. Está claro que la interacción con los seres humanos no es lo suyo, pero los ordenadores y las máquinas son otra cosa.

Tracey por su parte, muestra la misma determinación que Rob. Su trabajo es su pasión y no piensa  permitirse ni un instante de descanso hasta terminar de redactar las bases de la página y terminar de montar el vídeo. Así que por el momento, no a a ser  buena compañía. Por lo que con la promesa de mostrarles todo en cuanto esté terminado, se despide de ambos.

Con la idea de estirar las piernas un poco, Larry y Violeta salen de la sala de reuniones para dar un paseo. Aunque la buena o mala suerte, se cruza en sus caminos apenas giran el primer pasillo. Gran parte del edificio está construido con cristal, por lo que uno puede caminar por los pasillos y ver sin problema lo que sucede dentro de la gran mayoría de los laboratorios y áreas de descanso. Es así por lo que logran ver al sargento Wright de pie junto a una máquina de bebidas, a la cual propina un golpe. No es que eso vaya ayudar precisamente a que la máquina suelte con mayor rapidez la bebida, pero aún así lo hace. Quizás debido a su naturaleza impulsiva o más bien, destructiva.

Con esa expresión fría y prácticamente carente de cualquier emoción humana, el sargento se inclina y toma la lata de bebida, la cual arroja a una mujer situada en uno de los cómodos sofás del área de descanso. Prácticamente tumbada sobre el sofá, pero con las armas encima de una pequeña mesa de cristal, la soldado parece preparada para entrar en combate de un momento a otro.

Ella, al igual que Wright porta el rango de sargento, así como el emblema de los delta force. La  soldado les ve pasar, pero no dice nada, de hecho parece estar divirtiéndose con algún comentario de Wright, quién al verlos pasar, tampoco se pronuncia. Simplemente es como si no los reconociese, aunque por la mirada que le lanza a Violeta, de arriba a abajo, cree haberla visto en algún otro lugar. Después de todo, un cuerpo como aquel no se olvida con facilidad.

En un mundo donde los muertos se levantan y caminan dispuestos a devorar a los vivos, pocas cosas pueden ya sorprender al capitán. Aunque de alguna manera, Sophie logra hacer a cada instante que pasan juntos.

Perplejo, no puede evitar que su habitual cara de póquer se desvanezca, mostrando su incredulidad. ¿Realmente Sophie está pensando en las consecuencias de sus actos? Ya ha vivido en primera mano lo que el ejército ha hecho con los civiles, en el instituto tuvieron suerte de salir con vida, pero las cosas desde entonces han empeorado exponencialmente.

-Pero...¿Qué hay de tu familia y de tus amigos? No sería justo para ti, ni para ellos que te quedases aquí. Además...

Las palabras del capitán se ven interrumpidas una vez más por el sonido de los golpes en la puerta. Así que malhumorado, se pone en pie y alzando un dedo, pide a Sophie que aguarde unos instantes. Con rápidas zancadas, se presenta ante la puerta y la abre para ver quién les está molestando.

Lo primero que Sophie y el capitán ven, es a un hombre entrado en años, pero de porte aún elegante, que muestra una sonrisa amistosa. Viste con un traje de aspecto caro, pero a su vez, cómodo, sobre el cual porta una bata de laboratorio. A su lado se encuentra la doctora Sarah Coverston, un rostro que Sophie recuerda haber visto en el instituto, pero con quién no llegó a tratar.

El hombre del traje caro, extiende la mano para presentarse a la vez que se dispone a presentar sus disculpas.

-Capitán Wright, lamento mucho molestarlo. Sé lo agotador que su trabajo está siendo, pero no le molestaría de no ser estrictamente necesario. Soy el doctor Hawkins, el director de Kansas Health & Environmental Labs. Esta es mi colega, la doctora Coverston aunque según tengo entendido, ya se conocen. 

La doctora muestra un aspecto cansado, pero también un profundo sentimiento de culpa por lo que sucedió en el instituto. No es que pudiese hacer realmente nada allí, pero el que ella sobreviviese mientras que muchos otros no lograsen escapar de allí con vida, es algo que la impide descansar por las noches. Quizás por todo eso, tan solo saluda con la cabeza y de forma tímida al capitán.

-Sé que su unidad apenas ha descansado estos días, pero necesito hablar con usted... -Al mirar al interior de la habitación y ver a Sophie, termina añadiendo.   -En privado, si no le importa.

Regresando junto a la psicóloga, el capitán toma asiento y empieza a dar buena cuenta de su comida. El doctor Hawkings, permanece unos instantes sin saber bien qué hacer, pero finalmente pasa a la habitación junto con la doctora.

-Confío en la discreción de Sophie y si no os importa, me disponía a comer algo, hace casi dos días que no pruebo bocado.

Mostrando una vez más una agradable sonrisa, el doctor Hawkings se muestra de acuerdo con el capitán.

-Me parece perfecto, que aproveche.   -Indica a Wright, mientras extiende la mano hacia Sophie.   -Una placer señorita, soy el doctor Hawkings, ella es la doctora Coverston. Espero que esté siendo bien atendida mientras permanezca aquí, si podemos hacer algo para mejorar su estancia, por favor, no dude en ponerse en contacto conmigo.

Tras las presentaciones oportunas, llega el  momento de confesar el motivo por el que ambos están allí. Hawkings permanece tranquilo y relajado en todo momento, pero la doctora en cambio, se muestra nerviosa e inquieta.

-Iré directo al grano, capitán. La doctora Coverston ha estado liderando desde su llegada aquí, un proyecto que esperamos ayude a combatir la amenaza de los hostiles.

Extendiendo la mano, invita a la doctora Coverston a tomar la palabra.

Tomando una gran bocanada de aire, la doctora se dispone a exponer su trabajo a los presentes. Su nerviosismo es más que evidente, no es alguien que parezca disfrutar de hablar con otros. Sophie se percata de que dispone de algún tipo de problema a la hora de abrirse con la gente que va más allá de su círculo más íntimo.

-He estado estudiando la estructura del virus de las muestras que hemos ido recogiendo. Posee una capacidad de adaptación que nunca había visto, pero creo que hemos desarrollado un gas que podría ser de gran utilidad a los soldados para combatir la amenaza de los hostiles. El problema es que no tenemos un sujeto de pruebas para comprobarlo, es decir, si comenzamos a producirlo y los efectos en los hostiles no son los esperados, podríamos volver el virus mucho más virulento. Lo que necesitamos son sujetos de prueba, es decir, necesitaríamos captura con "vida" algunos sujetos, traerlos aquí y ver de primera mano los efectos del gas que estamos desarrollando. Por supuesto todo sería en un ambiente controlado, donde nadie correría riesgo alguno de ser infectados.

El capitán alza la mirada no muy convencido con lo que está escuchando. Llevar hostiles a las instalaciones no parece una brillante idea. Aunque antes de poder decir nada, la doctora continúa hablando.

-Nos enfrentamos a un enemigo que no se cansa, no tiene miedo y que por tanto, es capaz de correr durante kilómetros. Si mis cálculos son correctos, el gas podría adormecer el virus en los hostiles, volviéndolos torpes y lentos. Las opciones para los civiles se volverían notoriamente mayores al enfrentarse a un enemigo así y el ejército tendría mayores opciones de victoria contra un enemigo incapaz de correr y que se mueve de forma mucho más torpe. La producción del gas podría ser inmediata, disponemos de todo lo necesario aquí para ello. Pero sin las pruebas oportunas, no podemos permitirnos el lujo de desarrollar algo que empeore las cosas. Por eso necesitamos su ayuda, capitán.

Sophie parece hacer caso omiso a las palabras del capitán. A menos que sea obligada o sea por una razón de causa mayor, prefiere ser de ayuda.

- Sólo me marcharé si me dices de corazón que estoy siendo un estorbo para ti o para esta gente. - dice con vehemencia en sus palabras. - En caso contrario...

Pero antes de que termine de contestar empiezan a llamar a la puerta. Se trata de dos personas importantes en las instalaciones que bien merecen ser atendidas en privado.

El gesto del capitán la hace sentir partícipie a demás de demostrarle todo su apoyo y cariño en su decisión de quedarse.

Al menos eso es lo que ella cree. Pues si la quisiera fuera de allí sin importar la opinión de ella, no la dejaría involucrarse en ese tipo de conversaciones.

Los doctores Hawkins y Coverstone parecen convencidos de haber encontrado un plan de acción. Generar un gas que limite sus cuerpos no era la solición definitiva que esperaba, pero al menos ganarían tiempo.

- Disculpe si me meto en la conversación doctora Coverstone. Pero usted sabe perfectamente lo que pasó en el instituto. Yo lo viví en primera persona. Ese soldado... - se detiene un segundo mirando la expresión de Matt al mencionar a uno de sus hombres caidos. - se transformó en otra cosa. Era distinto, había mutado a algo mucho más peligroso. Si traen a más infectados ¿quien les asegura que no vuelva a suceder lo mismo? Ya pasó una vez... Si lo vuelven a intentar por que no hay otra salida, no cometan los mismos errores...

Finalmente mira al capitán. Sabe que no puede rechazar eso que le proponen, pues ella en su lugar tampoco se vería capaz de negarse.

- Confío en tí... - dijo mientras se ponia a su espalda y le masajeaba levemente los hombros.

La encrucijada en la que el capitán se encuentra, se ve interrumpida por la llegada de ambos doctores. Sophie ha demostrado ser capaz de cuidarse por sí misma, pero la situación en Topeka es desesperada. Sabe que antes o después los infectados llegarán hasta allí y no podrán detenerlos. No se trata de si Sophie es un estorbo o no, se trata simplemente de supervivencia y que cuanto más lejos esté de allí, mejores serán sus opciones de seguir con vida. Pero explicarla todo aquello va a ser demasiado complicado, aunque ese sera un tema que deba de tratar más tarde.

Así pues, mientras  el capitán sopesa en su mente la respuesta que tiene que darle a Sophie y evalúa el riesgo que conlleva la petición del doctor Hawkings, la doctora Coverston toma la palabra.

-Lo que sucedió allí fue algo atroz y lo que el ejército hizo...¡Oh! No me refiero a todos los soldados, las acciones de sus hombres y las suyas propias, capitán, lograron salvar vidas. Pero sé lo importante que es la cadena de mando y que en situaciones desesperadas, se toman decisiones que tan solo más tarde uno es capaz de evaluar como correctas o incorrectas.    -La doctora siente que acaba de meterse en aguas pantanosas, sabe del sacrificio que han hecho los delta, pero no está contenta con la cadena de mando del ejército, por eso mismo abandonó su puesto y aceptó la oferta de One World.     -Nos enfrentamos a un virus como nunca antes se ha visto, es  increíblemente contagioso y por lo que hemos visto, posee la capacidad de modificar en propio adn de su huésped. No es algo habitual, de hecho se han registrado tan solo dos casos como los sucedidos en el instituto, por lo que ignoramos de si se trata de una cepa mutada del virus o si se debe a alguna combinación genética entre el infectado y el propio virus. Lo que sí hemos deducido, es que una vez un infectado muere y se levanta, el virus deja de modificarse. Así que si traemos a los convertidos a las instalaciones, nos aseguraremos de que no nos sorprendan como en el instituto. Tenemos una zona de contención que usaremos para retenerlos y colocaremos dos hombres armados por si es necesario abatirlos. No me gusta tampoco la idea de tener esas cosas aquí dentro, pero es la única opción viable para estudiar si el gas es o no efectivo.

Matt sabe al igual que Sophie, que no tiene elección. La situación es tan desesperada, que cualquier ventaja que logren obtener en aquella lucha será bien recibida. No está realmente seguro de que el gas pueda ser de utilidad, pero confía en la doctora Coverston, por el poco tiempo que trabajó con ella, demostró ser una persona integra e increíblemente inteligente.

-Reuniré a mis hombres y saldremos de caza. Pero es mejor que nadie se entere de lo que nos traemos entre manos, si los civiles descubren que vamos a traer esas cosas aquí, puede que el pánico se extienda y comiencen los disturbios. Usaremos la zona de carga de los laboratorios para introducir a los infectados. Mi equipo se encargará de supervisar el traslado y el personal de seguridad de las instalaciones responderán ante mis órdenes, obedecerán o les echaré a patadas de  aquí yo mismo.

El doctor Hawkins extiende la mano y ofrece un fuerte apretón al capitán para sellar el trato. Concederán al capitán Wright acceso completo a las instalaciones, los planos y al personal de seguridad. Tras darle las gracias por su ayuda, ambos doctores abandonan la habitación permitiendo que termine de comer y se prepare para  cumplir con aquella misión no autorizada por el ejército.

-Necesitamos cualquier tipo de ventaja en esta guerra y creo que el riesgo merece la pena.    -Confiesa a Sophie.    -Trataré de evitar que vuelva a suceder algo parecido a lo del instituto. Pero  sabes bien lo peligroso que todo esto puede resultar. Eres la mujer más fuerte que jamás he conocido y pese a carecer de entrenamiento militar, te has sabido desenvolver bien. No eres ningún estorbo, pero quiero que comprendas lo peligroso que todo esto resulta.   -La mano de Matt, se posa sobre una de las manos de Sophie que masajea su cuello.   -He perdido a buenos soldados bajo mi mando, soldados que han estado metidos en situaciones de lo más desesperadas y que siempre habían logrado sobrevivir. Cada una de sus muertes pesan sobre mi alma de una forma que no puedes imaginar, no puedo cargar también con tu pérdida. Si te quedas, tendrás que cumplir dos condiciones. La primera, es que irás armada, la segunda es que permanecerás junto a la doctora Coverston y el doctor Hawkins. Este laboratorio dispone de medidas especiales para sellar puertas en caso de algo suceda, ellos sabrán donde refugiarse en caso de que las cosas se pongan mal y siendo como son dos piezas importantes de One World, no los dejarán aquí, sino que enviarán un equipo de rescate a por ellos. Si algo pasa cuando no esté aquí, ellos serán tu mejor opción de supervivencia.

Volviéndose lentamente, posa su mirada sobre ella, como si de alguna manera estuviese memorizando cada rasgo y cada gesto de Sophie.

-Eres preciosa...inteligente...valiente...¿Qué diablos hace una mujer como tú soltera?     -Tirando de ella con suavidad, la atrapa entre sus brazos abrazándola con ternura.    -Seguro que hay algo oscuro en tu pasado, espera...¿Eres de los golden giants, no? Como seas de ese otro equipo que se atreve a desafiarnos, creo que esto no podría funcionar...   -Añade con cierto tono de humor.

La verdad es que ha sido una jornada agotadora, y empieza a notarse en el rostro de todos... la vivacidad inicial da paso a rostros concentrados y más tarde a rostros medio aletargados... y es normal, nos lo hemos tomado muy en serio, pero la resistencia humana tiene un límite.

-Debéis de estar cansados, ha sido un día duro y lamento haberos hecho revivir vuestra peor experiencia. Pero estoy segura de que gracias a vuestro esfuerzo, podremos hacer algo bueno por todos aquellos que al igual que vosotros, están sufriendo por toda esta pesadilla que se ha desatado en Topeka. Me quedaré aquí con Rob para seguir trabajando, pero vosotros podéis ir a descansar. Para mañana espero tener ya el video terminado, Rob parece tener bastante trabajo adelantado, así que quizás mañana pueda tener una primera versión de la pagina creada.

-¿Tanto se nos nota? -le dedico una sonrisa y asiento, mientras le doy la mano, posando quizás un poco más de tiempo mi mano encima de la suya, de lo normal, mostrándole cierto afecto a la periodista- entonces aceptaremos tu oferta, pero no dudes -me corrijo y miro también a Rob unos instantes- no dudéis en buscarme para cualquier cosa que podáis necesitar, ¿de acuerdo?

No me iba a ir sin antes arrancarles una promesa.

Me gusta la determinación con la que toman el proyecto. Hace que me enamore un poco de ellos... (bueno de ella, Rob no me va... los tios no... bueno, no lo sé. La verdad). Mi mente divaga, debido a que me atrae la inteligencia y la dedicación con la misma pasión que yo hago mis cosas.

Pero necesito relajarme, así que Violeta y yo salimos buscando ese merecido descanso.

Para mi desgracia, veo a través de los cristales al gilipollas de turno. Y parece tener una amiga bollera, a juzgar por la repasada que le hace a Violeta. Sin frenar el paso, ignorándolos de momento, le susurro a Violeta:

-Iré a descansar, lo mismo que les dije a ellos te lo digo a tí: si necesitas algo avísame. Ah, y otra cosa... a la mujer no la conozco, esa que te mira -hago un gesto discreto a la que está con el sargento- pero si se relaciona con ese... ten cuidado, seguro que te meten en problemas. Pon un poco ojo cuando descanses...

Tras eso, vago por el sitio en busca de un sitio dónde pueda uno descansar sin ser molestado.

Pese a que el hecho de que fueran a meter de nuevo a un puñado de infectados, en una instalación con personal y civiles en el interior, no le hacía ni pizca de gracia, las palabras de ls Doctora Coverston consiguieron que Sophie bajara un grado el nivel de tensión.

Si era cierto eso de que el virus no podía mutar una vez estaba dentro del huesped transformado, sería un punto a favor.

También era cierto que ninguno de los allí presentes podía permitirse el lujo de perder mucho tiempo. Esta "guerra" que denominaban les comía el terreno minuto a minuto.

- Muy bien. No diré nada de lo que se ha hablado en esta sala. Pero asegurense de que esta vez haya unas medidas de seguridad más elevadas que en el instituto. Y a demás de eso, más les vale tener un plan B. La gente tiene que tener una vía de escape segura. ¿Pueden sellarse las diferentes secciones desde alguna sala de control? - preguntó recordando lo bien que funcionó, al menos durabte un tiempo, en el instituto, dandoles unos minutos de incalculable valor para sacar a Violeta y Larry.

Una vez abandonan la habitación y cierran en trato, Sophie se relaja un poco. Estaba algo tensa después de hablar de temas tan serios. Matt lo notó e intentó zanjar el tema pidiendo que se quedara cerca de los doctores en caso de emergencia.

- De acuerdo. Si así te quedas más tranquilo lo haré. Por desgracía perdí tu arma intentando salvar al pequeño Zack. Se asustó e intenté convencerle para que saliera de ese autibús escolar. Pero allí había un infectado y bueno... se me cayó al suelo. Todo fue muy rápido. Tenía que escapar connel niño o recoger el arma para hacerle frente y opté por lo primero. Espero poder ser de más ayuda esta vez. En el instituto, todo lo que pasó con Pinkman... Lo siento. Ya estaba infectado y no pude hacer que su final sirviera para algo... - dijo apenada. Pero entonces sacudió la cabeza e intentó pensar en cosas más alegres.

- ¿Sabes Matt? Harías buenas migas con mi abuelo, el era marine, pero hablamos de beisbol, siento decirte que él es de los Junction City Brigad. Ya sabes, no puedo darle un disgusto al pobre si me presento en su casa, una noche de partido y con un novio de los Golden Giants. Me temo que lo nuestro no puede llegar muy lejos, no... Jeje. - respondió a su broma con una palmada en la espalda, como si fuera de parte de su propio abuelo.

Dejando atrás el área de descanso y con ello, al sargento Wright y a la sargento rodriguez, Larry se despide de Violeta y se dirige hacia el lugar que le han asignado para descansar. No es precisamente un hotel de cinco estrellas, pero es un buen cambio si lo compara con el instituto. 

Los laboratorios disponen de pequeñas habitaciones con baños y duchas propios, para que el personal pueda descansar y asearse en caso de encontrarse centrados en proyectos que requieran de su atención por días. Aunque con un poco de suerte, pronto serán evacuados y trasladados a otro estado, donde podrán estar a salvo. 

Mientras camina hacia su habitación, puede ver como dos helicópteros de One World se preparan para despegar. Los civiles que viajan en ellos, se muestran alegres por poder escapar por fin de la pesadilla que les ha tocado vivir. Serán trasladados hasta el aeropuerto, lugar donde subirán a bordo de un avión de pasajeros y trasladados fuera del estado. Para muchos de aquellos civiles, que han sufrido toda clase de penurias, aquello supone el fin de una pesadilla. Por lo que sus ansias por despegar y sus deseos por ponerse a salvo, son simplemente abrumadores.

-¡Larry! ¡Larry!

Ensimismado en sus pensamientos y casi a punto de entregarse a un reparador descanso, alguien le llama a sus espaldas. El sonido de pisadas rápidas pero pesadas, junto a una respiración fatigada lo obligan a volverse. Jarod Greenwood avanza hacia él casi sin aliento, mientras agita una mano para llamar su atención.

-Larry...  -Dicen finalmente sin aliento y sin poder alzar el tono de voz.

Deteniéndose finalmente a escasos metros del elegante millonario, se inclina para apoyar las manos sobre las rodillas y tratar así de recuperar el aliento. Su forma física se ha deteriorado con el paso de los años y pasar tantas horas sentado en un camión.

Lanzándole una mirada a Larry, alza un dedo indicándole que le otorgue un minuto para recuperarse. Retirándose la gorra que casi forma parte ya de su propia cabeza, usa un pañuelo de tela para limpiarse el sudor de su frente.

-Ufff...El tiempo no perdona, parece mentira que fuese capaz de largas marchas sin tan siquiera sudar. Ahora corro cien metros y sufro tres infartos jeje.

Aflojándose el cuello de la camisa, se abanica con la gorra mientras suelta una pequeña carcajada.

-Me he pesado un buen rato dando vueltas por los laboratorios. Fuera hay un soldado, uno bien grande y con aspecto bastante poco amistoso, que está preguntando por ti. Los soldados no tienen permitido pasar dentro de los laboratorios, salvo unos pocos miembros de los delta force. Así que me ha pedido que venga a buscarte y que te lleve hasta él, aunque no ha sido mucho más claro sobre lo que quiere de ti. Supongo que será algún conocido tuyo ¿No?

Aunque actualmente gran parte de los laboratorios están abiertos, principalmente para mostrar su transparencia a los medios, todo el complejo se puede sellar desde la sala de control. A su vez, se pueden activar las puertas de acceso a los diversos niveles, para que sea necesario el uso de tarjetas para abrir las puertas. Al menos eso es lo que los doctores comparten con Sophie al mostrar su preocupación.

De nuevo a solas y ante la confesión de Sophie sobre el arma perdida, Matt se muestra tranquilo. Si algo posee el ejército de EEUU son armas de sobra, la pérdida de una pistola no supondrá mayor problema.

-Te proporcionaré un arma nueva, con la gran cantidad de deserciones y desaparecidos que tenemos, nos sobran armas y nos falta personal. Así que no te preocupes, aunque procura no perder esta. Buscaré un arma algo menos pesada y con mayor capacidad en el cargador, para que te resulte más sencillo usarla. Te proporcionaré también un cuchillo, siempre viene bien tener uno cerca.

Dicho aquello, ahora le toca lidiar con el problema más inmediato y grave. Uno que le hace torcer el gesto de la cara con una mueca de dolor, casi como si le acabasen de disparar.

-¿Los J.C.B? Espero que jamás te llevase a ver un partido de ellos, eso habría sido una verdadera tortura y más que suficiente para odiar ese gran deporte. Después de todo, nunca han sabido jugar...

Ese momento de humor, logra que ambos se relajen y que por un instante, olviden todo lo que está sucediendo allá fuera. Matt desearía que aquel momento perdurare para siempre, un momento de paz, de tranquilidad junto a una preciosa e inteligente mujer ¿Quién no desearía eso? Pero la cruda realidad es que cada segundo que pasa, el virus se extiende más y más, por lo que cualquier acción que puedan tomar para reducir su avance, debe de ser realizada cuanto antes.

-¿Crees que realmente lograrán algo con ese gas?    -Pregunta cambiando un poco de tema.    -Supongo que en realidad no importa, la situación es tan desesperada que tenemos que aferrarnos a cualquier posibilidad. Claro que esta es una operación ajena al ejército, pero si el general se entera es probable que la anule o tome el control de los laboratorios.    -Soltando un suspiro de puro fastidio, mucho se teme que el tiempo de descanso ha terminado.   -Debo reunir a mis hombres y realizar los preparativos oportunos para esta operación. Tenemos que revisar las instalaciones y marcar el recorrido que cubriremos con los "prisioneros" una vez regresemos. Hablaré también con el doctor Hawkins para que te den acceso a la sala de control, te quiero allí para cuando lleguemos. Estarás a salvo y podrás verlo todo a través de las cámaras ¿Te parece bien?

Mientras observo como van evacuando algunos cíviles (imagino que por sorteo o por cargos importantes), no dejo de pensar en la ducha bien merecida que me voy a dar. Tengo ganas de tomarme un momento de relax ante tanto agotamiento apocalíptico, matanzas, vidas en peligro, entrevistas y trabajo... la verdad, es que hay momentos en la vida, en que uno sólo quiere llegar, darse un agua, tumbarse en un sofá, coger el mando y darle al play, para desconectar. Higiene mental.

-¡Larry! ¡Larry!

Higiene mental...

Larry... 

Higienemental...

-Ufff...El tiempo no perdona, parece mentira que fuese capaz de largas marchas sin tan siquiera sudar. Ahora corro cien metros y sufro tres infartos jeje.

Higi.. al diablo... 

-Cualquiera lo diría.

Me pregunto porqué habrá venido corriendo tan repentinamente, como si la vida le fuera en ello... el pobre está sin fuelle; paciente, le dejo que coja aire con tranquilidad, mientras le observo con cierto deje de preocupación no sea que le de un infarto de verdad.

-Me he pesado un buen rato dando vueltas por los laboratorios. Fuera hay un soldado, uno bien grande y con aspecto bastante poco amistoso, que está preguntando por ti. Los soldados no tienen permitido pasar dentro de los laboratorios, salvo unos pocos miembros de los delta force. Así que me ha pedido que venga a buscarte y que te lleve hasta él, aunque no ha sido mucho más claro sobre lo que quiere de ti. Supongo que será algún conocido tuyo ¿No?

Ah joder... ahora mismo no conviene montar una escena, ese y yo nos la tenemos jurada, pero si le sigo el juego, repercutirá negativamente para ambos. Además, físicamente demostró ser más apto que yo (algo que he considerado y tomado la decisión de entrenar un poco cada día a partir de ahora para que nunca más me suceda algo así). Sabiendo eso, seguramente querrá provocarme para que nos partamos la cara, y partirmerla. O, en el caso de que no vaya, para hundir mi reputación.

Tengo que analizar bien la situación... tengo que enfrentarlo en las condiciones que me sean favorables a mí, o sino me vencerá sin pestañear.

-Gracias Jarord, la verdad es que si le conozco... pero dile, por favor, que aunque yo también quisiera tener unas palabras con él, ahora mismo no va a poder ser, estoy agotado y necesito darme un baño y descansar. Preguntale si es algo urgente por favor, en cuyo caso reduciré mis horas de sueño; en caso contrario iré a buscarle tan pronto esté disponible.

Bien pensado, es verdad. Además, es una forma de menguar esa imagen de cobarde que de bien seguro querrá aprovechar, si le digo que iré a verle, pero cuando yo pueda, no cuando él requiera.

La respuesta de Larry provoca cierto malestar y nerviosismo en Jarod. Sin duda esperaba que su respuesta fuese otra, la intimidante figura del soldado ha logrado hacerlo correr por toda la instalación de One World con el único fin de encontrar a Larry. Pero ahora que este se niega a ir a verlo, teme que el soldado cumpla con su amenaza y entre él mismo a buscarlo, pasando por encima de quién se cruce en su camino. Aunque si ambos se conocen, espera que aquello fuese tan solo una bravuconada del soldado.

-Eh...bueno, no creo que a ese gigante le haga mucha gracia. Quería entrar aquí dentro, pero uno de los soldados de los delta lo detuvieron. Bueno, más bien, logró contenerlo el tiempo suficiente como para que me ofreciese voluntario para venir a buscarte. Espero que tu mensaje sea escuchado y que no se enfade demasiado. ¿Sabes? He pasado demasiado tiempo en el ejército como para oler a los tíos de operaciones especiales cuando les veo y ese tío es uno de ellos. Bueno, te dejo descansar, nos veremos más tarde.

Golpeando en el hombro a Larry con el puño, se despide de él antes de retomar el camino hacia la entrada de los laboratorios. El camionero se va limpiando el sudor con el pañuelo, mientras resopla maldiciendo por su dejadez física.

Aguardando que se aleje lo suficiente, Larry sigue sus pasos y lo ve pasar junto al área de descanso donde se encuentran el sargento Wrigth y la sargento Rodriguez. Aunque no se detiene allí, solo les saluda con la mano mientras muestra una amable sonrisa y continúa su camino.

Finalmente, Jardo llega a la salida de los laboratorios. En el exterior, sentado sobre las escaleras se encuentra un miembro del equipo del capitán Wrigth. Un hombre de metro ochenta y cinco, de constitución fuerte al que apodan martillo, hacha o algo por el estilo. Según parece es el experto en demoliciones de la unidad. Mientras saborea una manzana, el delta no aparta la mirada de un gigantesco soldado de dos metros de altura, que juguetea con un gran machete, apoyado sobre el capó de un vehículo 4x4 militar.

-Hay dios...espero que no se prepare...   -Escucha susurrar Larry a Jarod al asomarse a la puerta. Momento en el cual toma una gran bocanada de aire, hincha el pecho y desciende la escaleras para hablar con el soldado.   -Hola de nuevo...   -Un incómodo silencio se forma entre Jarod y el soldado.    -Hola Jarod...  -Indica el propio camionero tratando de hacerse el gracioso como si respondiese el soldado, pero lo único que recibe es una feroz mirada por unos ojos que han contemplado la muerte y se ha burlado de ella.   -Ya...sin sentido del humor...culpa mía. He logrado dar con Larry, ha dicho que está cansado y que si es urgente, reducirá sus horas de descanso.    -Más silencio incómodo y miradas inquietantes.   -Supongo que será urgente si estás aquí, pero no imaginas por lo que hemos pasado y es normal que esté agotado, si quiere descansar sin duda será para poder dedicarte toda su atención.

El gigantesco soldado, deja caer el brazo que sostiene el afilado machete y se mantiene inmóvil mientras mordisquea lo que sea que tiene en la boca, finalmente, lanza un escupitajo al suelo y enfunda su machete.

-Dile al monigote que tiene cuatro horas para ir al centro de mando militar, después no nos haremos responsables de lo que le suceda.

Con aquellas palabras, pronunciadas con una voz ronca, el soldado se dirige hacia el coche dispuesto a regresar al mando militar situado a un kilómetro de los laboratorios.

Tras el seguimiento, me doy cuenta de que no hablaba del sargento... por un momento creí que tenía que ver con él... aún así me queda la duda, de si es una estratagema para pillarme desprevenido, o realmente se trata del otro hermano. Ante la duda, debo pensar siempre en lo peor.

Lo cierto es que me sabe mal por Jarod, ya que se ha portado bien y, visto como las gastan, podrían haberle metido en un lío. Afortunadamente, aún conservo mis habilidades, que pueden salvarme la vida llegado el caso.

Pienso ir a la cita, quizás me convenga, pero quiero hacerlo discretamente, por si es una trampa, escaparme a tiempo. Si se tratara del capitán Wright, y no de su hermano, quizás esté tratando de protegerme de su hermano... no lo sé. Tomando precauciones me procuraré un disfraz anódino para pasar desapercibido, y acercarme al centro de mando militar, a ver que se cuece.

Dispongo de dinero, y aún hay gente que lo usa, así que voy comprando a civiles por aquí y por allá, sus gorras, sus gafas, sus chaquetas... buscando un aspecto de clase media-baja, que sea díficil de relacionar conmigo, si nadie se fija muy especificamente.

Una vez haya reconocido y evaluado el sitio, veré mi próximo paso.

El dinero ha sido desde tiempos inmemoriales la clave para conseguir prácticamente cualquier cosa. Y si algo le sobra a Larry es dinero, aunque por desgracia, los soldados le arrebataron todas sus pertenencias y ahora le resulta imposible acceder a sus cuentas. Así que conseguir ropa nueva a cambio de dinero, pasa a convertirse en un problema

Aunque la suerte no tarda en sonreírlo y todo gracias a One Wolrd. La corporación ha enviado un cargamento con alimentos, medicinas y ropa de todo tipo para que los civiles puedan cambiarse. Así que Larry tan solo necesita pasarse por la zona en la que reparten la ropa y usar su encanto para hacerse con ropa que le ayude a pasar desapercibido.

Abandonar la zona de los laboratorios tampoco supone mucho problema, el exterior ha sido rodeado por unas sencillas verjas de construcción con el único fin de mantener alejados a los infectados, al menos a un número pequeño de ellos. Si una horda se abalanzase la cosa sería diferente, pero por momento aquella zona está libre del virus.

Algunas patrullas del ejército vigilan fuera de las verjas para que todo vaya bien. Aunque son tan pocas las patrullas y tan separadas las unas de las otras, que de nuevo Larry puede colarse entre ellas sin problema. Claro que lo mismo podría suceder con un infectado, aunque duda que una horda pudiese llegar sin ser vista.

El campamento militar está a poco más de un kilómetro de distancia. La seguridad allí sin duda es mucho mayor y colarse allí no va a ser fácil, aunque lo que si logra ver es que hay varios vehículos de transporte de los rangers allí aparcados. El lugar también está vallado, pero a  su vez dispone de alambre de espino entrelazado con la verja, por no mencionar que los vigías se encuentran en puntos estratégicos para tener una gran visibilidad de la zona.

Acercarse demasiado podría hacer que lo descubriesen, pero quizás sea la única forma de descubrir algo más. De lo único que está seguro, es de que algo pasa en el campamento, casi diría que están recogiendo el equipamiento y guardándolo en los vehículos de transporte.