Partida Rol por web

John empezaba a estar nervioso. Ante él tenía una posible pista con la que poner fin a la cadena de asesinatos que le habían hecho volver a un mundo de pesadilla que creía olvidado.

Su primer instinto fue decir algo, pero la parte calculadora de su mente se impuso.

- Deja que hable Sullivan, estás demasiado nervioso...

Mientras el corpulento agente se dirigía a los crios, John avanzó lentamente unos pasos hacia un lado, tratando de flanquear al grupo por si volvían a salir corriendo.

Los niños se miran indecisos ante la pregunta del hombretón. Entonces, el que llevara la cámara habla primero.

-Estaba en la iglesia, detras de una columna . así como tapadita-

El otro niño se planta delante.

-No idiota, eso era antes, estaba en uno de los bancos, yo la vi primero-

El otro se gira y mira con furia a su compañero.

-Tú solo ves culos, idiota.-

- Ey, basta de discutir. replicó el hombretón a los niños, severo. Esa cámara seguramente sea de alguien. De alguien que estamos buscando, pensó, algo más nervioso. ¿Visteis si había alguien por ahí que pudiera habersela dejado olvidada? preguntó, con toda la falsa bondad que pudo encontrar. Si la gente normal ya se le solía escapar de las manos, una pareja de niños pueblerinos era un auténtico reto social para el forense y su leve sociopatía. Seguro que os dará una buena paga si se la devolvéis, esas cámaras son una reliquia.

Suspira y niega con la cabeza, también dirige una leve sonrisa al periodista - Esto no es algo que deba tomarse a la ligera, señor Laponei, - explica sin dejar de observar a su alrededor por si se había dejado algo - tenemos que averiguar muchas cosas antes de poder asegurar nada, es por eso que no queríamos hablar con usted. - añade señalando al hombre - Y créame cuando le digo que no dudaré en arrestarle por irresponsabilidad civil en caso de que gracias a sus pesquisas, cunda el pánico y el cáos en el pais. - sentencia con tono firme - Eche un vistazo e investigue si lo desea, pero no haga público nada por el momento, le prometo que hablaremos con usted en cuanto estemos seguros de que es lo que ocurre en esta localidad.

- Claro, seguro que su dueño se pone muy contento si la devolveis.

John trató de ayudar a Sullivan en lo posible para convencerles.

- Escuchad, ¿por qué no le damos la cámara a la sheriff? Así ella se la podrá devolver a su dueño y decirle que vosotros la recuperasteis.

Los niños negaron con la cabeza cuando el hombretón les dijo de devolverla a su dueño.

-Que va, si la dejó tirada es por algo ¿no? Además, ahora es nuestra y...-

Sin embargo, los agentes insistieron siendo ahora Dwight el que hablaba sugiriendo entregar la cámara al sherff. A pesar de todo, los niños se aferraban al objeto.

-Que no la quiere de vuelta, que para eso nos la dio...-

El joven ahoga un grito cuando su compañero le da un codazo en las costillas

-Calla, que se supone que no tenemos que decir nada- Se gira hacia los agentes. -Nos la encontramos y es nuestra y si no nos dejan, les diremos a todos que nos quieren robar.-

 El joven que lleva la cámara mira con expresión seria a los agentes que se sorprenden de la reacción del niño, aunque no se extrañan pues en estos sitios tan alejados, los críos como él temen más al Demonio y a los lobos que a unos agentes federales (si es que sabían si quiera lo que eran).

Laponei sonríe socarronamente.

-Responsabilidad civil ¿eh? Así que ahora vamos con amenazas. Mira señor agente, conozco mis derechos seguro que mejor que usted y tengo todo el derecho del mundo a informar de los sucesos que ocurren en el país. Si bién, lo que podría conseguir usted con esto es que yo lo denunciara por abuso de autoridad y violación de mis derechos y por favor, sabe que no sería el primer agente al que hago que retiren la placa- Entonces sonríe más ampliamente -No obstante, le veo más receptivo que antes y quizás ahora podríamos llegar a un trato que nos favorezca a ambos.-

Entonces deja un instante de hablar con vosotros para girarse hacia las personas con las que hablaba, las despide y aguarda callado hasta que estas salen del edificio. Entonces vuelve a centrar toda la atención en vosotros.

-Bien, este es el trato, yo necesito información, ustedes que mantenga la noticia unos días más. Conseguir la información por mi cuenta no me es difícil pero tardaría algo más así que lo que quiero es la exclusividad de la noticia, empezando por que me cuenten lo que han averiguado. Háganlo y yo aguantaré la noticia hasta que ustedes consideren. Si no, bueno, recen porque me sea complicado encontrar la información o puede que mañana la primera plana de los periódicos no sea de su agrado.-

El periodista tiende la mano esperando estrechar las manos para sellar el trato.

-¿Que me dicen agentes? ¿Estamos de acuerdo?-

- Si os la dio es vuestra. añadió Sullivan, encogiéndose de hombros. Fueran cuales fueran las huellas que hubiese en la cámara, habrían desaparecido con todo el manoseo de los críos, y en las polaroid, al ser cámaras instantáneas, no queda ningún rastro de las fotografías obtenidas. El valor de la cámara en sí era nulo- pero me gustaría saber quién fue el que os la regaló.

- Os prometo que habrá una buena recompensa. Añadió, con una sonrisa de oreja a oreja. Más falsa que un billete de tres dolares. Eso si, lo de la recompensa iba en serio y era perfectamente visible en su tono de voz. Que los niños pidieran: si aquella cámara era de quién podía ser, se quedarían cortos. Y luego os podéis ir con vuestra cámara a jugar.

Estrecha la mano del periodista con una media sonrisa - Es lo que yo le estaba proponiendo, señor Laponei. - observa a su alrededor y le hace un gesto para que se acerque - Por el momento solo sabemos que hay indicios de que es un imitador del asesino de la Polaroid, pero no hay nada seguro, puede que solo sea una coincidencia, ya que el estilo de las fotos no coincide, cuando sepamos más, le llamaremos. - sentencia con seguridad.

Intentas dar la conversación por zanjada cuando Laponei extiende el brazo para detenerte, en sus ojos ves un ligero brillo de emoción.

-Así que un imitador que sin embargo ha cambiado el modus operandi. Muy interesante ¿Y en qué se diferencian las fotos agentes? ¿En qué consiste el cambio?-

El ansia de la prensa era harto conocida y este periodista no parecía dispuesto a irse sin sonsacar toda la información posible.

Los niños parecen sopesar la oferta de Sullivan. Acercando sus cabezas entre ellos, dan la espalda a los agentes y comienzan a cuchichear. Desde la poca distancia que os separa no podéis oír lo que dicen, pero observáis que el que llevara la cámara sonríe picaronamente mientras el otro, con expresión entre asustado y sorprendido, niega con la cabeza. Finalmente se giran hacia vosotros.

-Que sepas que me parece mal, prometimos no decir quién era. Dios te castigará-

Dice el que negaba asustado totalmente apesadumbrado como si lo que iban a hacer les fuera a costar la vida. A pesar de la amenaza de su amigo, el otro chico se muestra envalentonado.

-Muy bien, se lo diremos, pero por un precio, queremos... 15... no, 20 dólares. Si eso, 20 dólares-

El joven clava su mirada en Johnson mientras el otro se tapa los oídos para no ser partícipe de ello.

- No lo tengo claro, - dice encogiéndose de hombros - es lo que dijo el especialista forense. - explica con un gesto hacia donde habían ido sus dos compañeros - Cuando Dwight y él tengan un momento seguro que pueden contárselo mucho mejor que yo. - concluye con una sonrisa amable.

Jonhson sonrió y sacó la cartera, tendiendo al niño un billete de 20 dolares. Eso si, no soltó los dedos de él.

- Agárralo por el otro lado. Y en cuanto me digas un nombre, lo soltaré. Tienes mi palabra.

A pesar de tu respuesta, el periodista no parece del todo convencido. Durante unos instantes os observa con detenimiento hasta que finalmente sonríe y aparta la mano.

-Muy bien agente, pues hablaré con el agente Dwight si debe ser así. Muchas gracias por su colaboración, seguramente me pase por la casa de huéspedes donde se hospedan para hablar del tema más tranquilamente.- Levanta la mano en señal de despedida. -Agente...- se gira hacia Salina que ha permanecido callada durante la charla pero no ha mudado su expresión de seriedad. -...Señora-

Y sin más, Laponei se dispone a alejase del lugar hacia la puerta principal.

Salina ha dejado que su compñaero hablara pues ella no se lleva bien con la prensa y no quiere liarla más, sin embargo, al ver que su compañero ha olvidado algo importante, extiende el brazo y agarra a Laponei impidiendo que se vaya.

-Un momento señor Andrew, antes de que se marche me gustaría hacerle yo una pregunta. nosotros hemos respondido a las suyas, es justo que usted se muestre igual de cooperativo- Aunque intenta sonar amable, no puede vitar impregnar sus palabras con un tono de autoridad. -Nosotros teníamos cubierta la salida y aun así, usted ha entrado ¿Como?-

Aunque lo intenta, no puede evitar mirar acusadoramente al hombre que tiene delante suya.

Al ver que la agente no le suelta, Laponei se sacude el brazo para librarse del agarrón. Con la otra mano, se alisa el abrigo eliminando las arrugas nacidas de la presa del agente y entonces fija su mirada en ella. Su mirada es dura y penetrante y no muestra un ápice de temor o sumisión.

-Agente por favor. Es simple ¿No creerá en serio que esa enorme puerta es el único acceso al edificio? Y antes de que lo pregunte, no. No vi salir a nadie por detras.-

Sin decir nada más, se aleja velozmente del lugar dando la conversación por zanjada.

Los ojos de los niños se abren enormemente cuando ven a aquel hombretón sacar el billete. Su sorpresa es mayúscula, como si no se creyeran que ha colado, sin embargo no desaprovecha la oportunidad y rápidamente sujeta el billete por donde les ha dicho Sullivan.

-Es un trato, si me lo quitas gritaré y gritaré ¿Eh?- su voz se entrecorta de la emoción -La cámara nos la dio el tío ese del restaurante, el que lleva un sombrero del vaquero. Dijo que no la quería y que nos la regalaba, pero que no podíamos decírselo a nadie. Se llama Tom... Tom no se qué... es como una serie de la tele... ¡Ah! Tom Simpson- Entonces cuando apenas ha terminado de hablar, el niño tira con fuerza del billete que se desprende de las manos del agente -Trae pa'acá-

Y con el billete en la mano, sale corriendo para enseñárselo a su amigo quien a pesar del disgusto inicial, al ver tanto dinero junto parece haber olvidado el castigo del infierno que tanto le preocupaba. Los niños se alejan de vuestra vista, pero da igual, tenéis la información que queréis.

Al oír el nombre una alarma salta en tu cabeza. Ese nombre no te es desconocido pues lo leíste hace muy poco. Rápidamente los recuerdos dibujan una escena en tu cabeza y puedes ver la tienda de la señorita Rose que visitasteis ayer y más importante, recuerdas su lista de ventas y como entre los nombres figuraba el de Tom Simpson, al que al parecer, había vendido una cámara polaroid hacía apenas una semana, justo antes del primer asesinato.

Mientras ven alejarse a los niños, John se dirige a su compañero.

- Bien jugado Sullivan. Parece que hemos dado con un premio, pues el tal Simpson es uno de los nombres que conseguimos en la tienda de Rose.

Era la primera vez desde que empezara este caso que se permitía sonreír.

- Será mejor que nos reunamos con el resto y vayamos a apretarle las tuercas al señor Simpson.

- Me alegra oir eso. comentó Sullivan, levantándose. Me hubiera molestado gastar veinte dolares a lo tonto...