Partida Rol por web

El mar Caribe: Dunas del océano

Thermopylae

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04/10/2008, 21:53
Sir Gervasio Oakes

-Muy bien, señor Hughes. -Digo, saliendo a cubierta por la mañana temprano con un uniforme de capitán nuevo y pulcro. -Organice un horario de permisos para que siempre haya una guardia en el Thermopylae. Nos quedaremos unos días.

<< Durante el día, mientras los marineros, cansados del viaje desde europa se mezclan entre el bullicio del puerto con objeto de divertirse y gastarse todo su dinero, el capitán Oakes, por su parte, algo asqueado por aquella extraña misión, se dedica al protocolo. Visita a varios capitanes de la armada en sus buques respectivos, y se entera de las últimas noticias desde la metrópoli. También visita al condestable del puerto para ofrecerles sus respetos. Teniendo en cuenta que aquel puerto sería su base de operaciones en el caribe, era conveniente llevarse bien con el hombre que podía ofrecerle municiones, provisiones y repuestos.
Como regalo le lleva, nada más y nada menos, que un jamón normando bien salado y conservado entre las provisiones de los oficiales. >>

Al anochecer, con el sol todabía despuntando por el oeste, regreso agotado a mi mando y tras meterme directamente en la cámara del capitán salgo poco después vestido con mi cómodo traje de gaviero, de incógnito.

-Señor Hughes. -Le digo al fiel y disciplinado oficial, que se sobresalta al verme de nuevo sobre cubierta de aquella guisa. Parecía que me había ido a dormir. -¿No está usted cansado? Debe de haber sido un dia agetreado, como siempre que se entra en un puerto. Dime, ¿Está convenientemente informado de la misión que nos ha sido encomendada?

Mientras lo digo, saco el mapa que tengo del caribe y comienzo a escrutarlo a la luz de un farol.

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05/10/2008, 11:30
Contramaestre Jeff Hughes

Ciertamente capitán que lo fue, No he parado en todo el día, tenemos unos cuantos marineros muy gandules. Respecto a la misión lo único que sé, capitán, es que buscamos a alguien. Respondió sincero mientras miraba todavía incredulo los ropajes del capitán.

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05/10/2008, 14:05
Sir Gervasio Oakes

-Pues bien, se lo confesaré. Me ha sido encomendada, y por extensión a todos los tripulantes del Thermopylae, la misión de encontrar a dos famosos piratas caribeños, ambos de origen inglés, y entregarles sendas patentes de Corso para que tansolo ataquen a las presas hispano-francesas. -Hago una pausa, y después continúo, con aires desasosegado, apoyándome en la baranada.

-En realidad su fama me la tare al pairo, amigo mio. ¿Acaso al tripulación se aterró, y yo mismo, cuando perdimos los tres palos en aquella marejada, en el estrecho de la mancha? Y los mares del norte son más duros que estos, allí hemos luchado contra los corsarios holandeses y los piratas islandeses. ¿Puede ser peor el caribe? Es cierto que aquí lo piratas no atacan en faluchos, sino en sendos galeones, pero no puede ser peor que enfrentarse a uno frances, o incluso uno español. Me atrevería a decir que incluso navegarán tan mal como éstos últimos.
Pero no, en ésta ocasión no hay que azuzar a los artilleros, ni saltar a la cubierta enemiga, ni perseguir un barco por entre la bruma duranta 36 horas. No, esta vez tengo que acercarme con buenos modales y contratar a esos pirátas como si fuese un funcionario. ¡Valgame dios! ¡Seguro que en el almirantazgo se escandalizarían si me viesen en cubierta sin el uniforme! ¿Pero cómo esperan que me acerque a los piratas con la bandera izada en un buque de sesenta cañones?

Por eso voy de incógnito, y por eso la tripulación no debe enterarse. -Me acerco para hablarle en un susurro. -Al hablar con esos piratas les dimos la señal de que les buscábamos. Seguramente intentarán buscar información sobre el barco y el capitán por si tienen que enfrentarse a nosotros y para no cruzarse con nosotros. Es importante que nuestra tripulación sepa esto, y seguro que difunden borrachos en las tabernas. Pero por mi parte desembarcaré de incógnito e intentaré acercarme a su circulo para venderles información. O, como mínimo encontrar a alguien que nos ponga sobre la pista.

Pero... descender yo solo es peligroso y temerario. Además, nuestros marinos están mas acostumbrados a esos bajos fondos. Por lo tanto, necesito dos o tres hombres de confianza. ¡De mucha confianza!

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06/10/2008, 18:05
Contramaestre Jeff Hughes

El contramaestre se mesaba la barba y no cambió el gesto gelido e indiferente durante toda la explicación. Si estaba muerto de miedo por dentro o no, es algo que Oakes nunca pudo saber.

Entiendo. Dijo al fin. Yo mismo le acompañare, no creo que haya hombres con suficientes agallas entre nuestra tripulación. Son una panda de supersticiosos. Ire a buscar a Bruce Shaw, un hombre que puede sernos util, y en cual confio plenamente. Es sobrino de mi cuñado.

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07/10/2008, 23:40
Sir Gervasio Oakes

-Bien, bien, y recuerde, discrección absoluta, nada de referirse al cargo ni de inclinaciones de cabeza. Es... por el bien de la armada. De todos modos no creo que se entere ningún almirante. Para la guardia nocturna puede dejarla al cargo del joven Pullings, el chico tiene agallas.

Tras ésto, me separo del oficial y me dirijo hacia la cubierta donde descansa boca abajo y bien amarrada la tercera chalupa del Thermopylae, que no se encuentra en éstos momentos llevando a los soldados a sus queridos prostíbulos Jamaicanos. Con asombro de los marineros y guardias de ronda, su capitán se pone a desatar cabos personalmente, y con ayuda de algunos de ellos, en pocos minutos la tenemos fletada junto al costado.

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10/10/2008, 15:01
Director

Vestidos de civiles, los tres abandonaron el barco y remaron hasta el puerto. Una vez allí el contramaestre preguntó a Oakes que debian hacer. Se había vestido de civil tan eficiente que parecía uno de esos mendigos borrachos que duermen en las aceras. Bruce Shaw sin embargo parecía un asesino cruel de taberna.

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12/10/2008, 10:32
Sir Gervasio Oakes

-Buena caracterización, Jeff. -A mi también se me hacía raro llamar a mi contramaestre por su nombre de pila. Con la soledad del mando y la rigidez en la conducta de la oficialidad en la armada tal cosa era inaudita, pero lo mismo daba, ningún alto mando se enteraría jamás y de todos modos todo aquel asunto era inaudito en sí mismo.

El bote se aproxima al embarcadero y los marinos echan los cabos y los amarran con soltura a las cabotaduras. Asciendo al muelle de piedra como un buen hombre de mar, y camino mis primeros pasos pisando con fuerza, como un hombre que camina por el fondo del mar/*/, acostumbrado al bamboleo constante de un buque entre las olas, la seguridad de la tierra firme me resulta extraña.

-Vamos a uno de esos prostíbulos de que tanto gustan los marineros. -Digo, y acaricio mi sable. Éste no era como el de esos capitanes que los incrustan en oro y piedras preciosas y que brillan como topacios, no, el mio era viejo y había sido afilado montones de veces asi que parecía el arma de cualquier gaviero con ganas de presumir.

Nos ponemos a caminar con seguridad, intentando no llamar la atención por entre las calles de Port Royal, pero la indecencia, el desparpajo, y la decadente pompa con que presumen los que viven en el lugar, y que se han enrriquecido con la piratería resulta tan dantesca que lo dificil en Jamaica resulta ser el centro de atención. -Cielo santo, ¿Váis armados? Entraremos en aquel local de allí, del que sale tanta luz por las ventanas, aprece un taberna, o alguna clase de local para beber.
Recuerda Shaw, somos compañeros de tripulación y estamos dispuestos a vender cara información sobre el Thermopylae y su capitán.

Notas de juego

/*/originalmente aquí decia, "como un hombre en la luna" ¡Pero es que estamos en el siglo XVII!

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12/10/2008, 12:41
Bruce Shaw

Si señor. Dijo Bruce bajando el tono de voz para que nadie le escuchara referirse al capitán de ese modo. A partir de ahora le llamare Oakes. Si no le es molestia.

 

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12/10/2008, 12:42
Director

Port Royal: la Sodoma del Nuevo Mundo.

La gran mayoría de los hombres que la habitaban se dedicaban a la piratería y las mujeres a la prostitución.
Un lugar perfecto para la pirateria, una ciudad estrategicamente situada en las rutas de comercio entre España y Panamá. Eran los piratas quienes la gobernaban y también quienes la defendian.

La ciudad contaba con una taberna por cada 10 habitantes. Y a una de ellas se dirigian Oakes y sus compañeros.
Llamada El tridente de Poseidon en esta taberna se juntaba la peor calaña de los siete mares. Un tabernero curtido en broncas de piratas, alcohol y noches de lujuria, fue ofreciendo de beber a la gente según llegaba.

Algún borracho adornaba la barra donde el tabernero servía o limpiaba vasos, según se terciara. Juegos de cartas, apuestas, humo de pipas y ese olor nauseabundo de taberna era el resto.

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14/10/2008, 09:38
Sir Gervasio Oakes

-Está bien, Shaw, puedes llamarme Jarvie.

Entramos en el local, su ambiente sucio, íntimo, con aspecto de cubículo mal iluminado y la camaradería de sus extraños habitantes le dan cierto aire acojedor de hospitalidad. -El tridente de Poseidón. -Pieso con el gesto torcido por los intensos olores. Aquel lugar olía lujuria, a sexo desenfrenado y a exceso.

-Es... es por el bien de la marina. -Y con resolución termino de echarme hacia adelante, le pido una buena ración de grog al tabernero y cuando me entrega la jarra rebosante, me inclino sobre la barra para acercarme a su oído.
-¡Que si tiene una baraja que prestarme! -Grito entre el estrunedo de la perversión reinante.

-Vamos chicos, tengo ganas de gastarme el sueldo de tres meses. Allí hay hueco. -Nos sentamos en una mesa algo apartada del barullo general y en unos pocos minutos empiezan a circular ríos de alcohol y aparecen puñados de mujeres. Las cartas están algo pegajosas, el alcohol es de mala calidad, y las mujeronas son bastante feas en su mayoría, pero con las mejillas y la nariz enrojecidas por la bebida, la emoción de las apuestas, y el oscuro y perverso, pero a la vez atractivo libertinaje, el lugar parecía algo menos pecaminoso, y un poco más agradable. -¿Será esto pecado?

Pero no hay tiempo para pensar en esas cosas, los minutos transcurren y la tensión se relaja, los habituales se acostumbran a los extraños, y todos se acostumbran al alcohol.
Con una muchacha jugetona sentada en las rodillas, a la que se le caen constantemente los tirantes y que no deja de reir y de mesarse el pelo rizado, y con unas buenas cartas entre manos; los efectos del alcohol, al que siempre había sido resistente, no son suficientes como para nublar mi juicio, aunque sí para anular mis inibiciones. Era el momento de actuar.

-¡Pues! -Digo en un tono quizás demasiado alto, el tono de un borracho. Las alegría y la extraña opulencia del marinero atronan a mi alrrededor. -¡Pues ese tal Edward James no sabe la que le espera! ¡Pobrecillo, en cierto sentido me da pena! ¡No sabe la de sorpresas que le tiene preparadas el viejo Sire! ¡Jo,jo,jo! ¡Va ha ser divertido ver cómo se sumerge su barco! Que... ¿porcierto? ¿Cómo se llamaba? ¡¿El "reductible"?! ¡Jajaja! -Ji, ji, ji. -Se rie la muchacha con la ocurrencia, y le doy un codazo a Bruce. -¡Oye Bruce! ¡¿Tu no estabas en la batería de estribor?! ¡¡Lo va a ver bien entonces!! ¡Pobre pirata, le váis a enseñar bien lo que se cobra por renunciar de la madre patria! ¡Ju, ju, sesenta de esos cañones nuevos! ¡¡Ya lo creo!!

Notas de juego

*Se me ha borrado el mensaje dos veces. ¡Carajo! ¡¡Rayos y centellas!!

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15/10/2008, 09:25
Sir Gervasio Oakes

Notas de juego

Espero no haberme tomado demasiadas libertades en el mensaje anterior...

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15/10/2008, 15:39
Bruce Shaw

El marinero alzó la copa con su bella muchacha de tirabuzones rojos sentada en la rodilla y afirmó gritando igual que el capitán.

Sí. Ese Edward James va a ver tantos fogonazos que va a quedar ciego. Seguro que manda disparar sus cañones por la banda contraria a la que estemos. JAJAJA. ¡¡Verdad Jarvie!! JAJAJA

Miró al contramaestre que seguía con su gesto serio e inalterable. Mira a Jeff... ¡parece que ya lo este celebrando! Palmeó la mesa para que el escandalo fuera mayor y siguió riendose a carcajada pura, mostrando al respetable hasta la última caries.

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15/10/2008, 15:45
Director

La gente de la taberna miraba boquiabiertos a los tres marineros. Entrar en una taberna de Port Royal, insultando a uno de los piratas más importantes, era de majadero o de incosciente. Y al incosciente se le sacrificaba con un buen sablazo directo al corazón pero el majadero no tenía perdón de Dios. Se comentaba que solían darle una pistola para que se suicidara, como si no fuera poco tener que bajar al infierno, la pistola muchas veces ni si quiera disparaba, o si lo hacía había muchas posibilidades de que te dejara tonto, que no muerto. Con lo que la acción se repetía hasta que el majadero acabase muerto por sus propias manos.

Pero aún no sabían con quien se enfrentaban, suponían que eran soldados. Lo que hizo que alguno de los allí presentes se arremolinara el mostacho con excesivo nervio, mordiera el labio inferior y apretrara con fuerza su jarra hasta que la sangre dejara de fluirle por la mano.

Algunos de los comentarios que pudieron escuchar eran del tipo:

-¿Has visto a esos tres?

-¿Pero que se han creido?

-Parece que quieren amanecer criando malvas, hablar asi del capitán James...

La tensión comenzaba a palparse en el ambiente. Tras unos instantes de comentarios de esa indole se hizo el silencio, ni una tos se escuchó allí.

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16/10/2008, 20:27
Sir Gervasio Oakes

Un pequeño resquemor, un ligero picor se aloja en mi nuca, una especie de sentido felino que me advierte del peligro, pero por suerte o por desgracia el alcohol lo aplasta victorioso bajo un torrente de irracionalidad. Acostumbrado a los vinos de la oficialidad y a los malos licores de abordo, la bebida embriagadora que me ofrecen como si de una fuente se tratase logra poseerme totalmente.

-¿Qué dices tú, Jeff? -Me inclino hacia el contramaestre golpeando la mesa con la jarra. -¿Crees que esos piratas tienen mucho dinero? Dicen que los hay tan ricos que los contrapesos de sus galeones son de lingotes de oro y que en una noche de juego gastan fortunas enteras sin que su economía se resienta lo más mínimo. ¡Ja, ja! ¡Tal vez no es tan mala su vida peligrosa! ¿No sería genial aprovecharnos de estar en estos mares y sacar beneficio de tanta riqueza opulenta y rebosante?

Una daga afilada se acerca entre las sombras pero se retira torpe tras mi sobresalto. -¡Oh! -Sinquerer golpeo la mesa. -¿No podríamos venderle información a ese capitán?

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17/10/2008, 15:36
Contramaestre Jeff Hughes

Venderia a mi padre al mejor postor. Como no voy a ser capaz de vender al tirano del capitán Oakes. Dijo en voz alta y grave. Además seguro que alguno de esos piratas rufianes es capaz de comprarnos sus secretos... Sabiendo como lleva la despensa... Hasta yo mismo me los compraría.

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21/10/2008, 20:27
Director

Uno de los piratas que allí estaban se acercó a la mesa donde estaban los tres personajes que hablaban mal de su propio barco y de Edward James. Vestía una casaca roja, y unos pantalones negros bastante anchos que se perdían en el interior de sus botas de media vuelta. Tenía un pañuelo en el cuello que seguramente usarría para tapar su cara, su pelo era largo y negro. Carecía de sombrero. Su pie golpeo el taburete que quedaba libre en la mesa y quedó fijo en el. Apoyó su brazo en la rodilla y con gesto indiferente se dirigio a los hombres.

Quienes son los necios que vienen a Port Royal a hablar mal de un pirata. Por muy odiado que sea hacía mi persona, es alguien del gremio... Ustedes me entienden. Les dijo mirandolos con la cara apoyada en la mano como si todo aquello le aburriera trermendamente y quisiera ir al grano.

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21/10/2008, 23:35
Sir Gervasio Oakes

-¿Quién es tan odiado por su persona... señor? -Digo, mientras la simpática Lucía escapa de mis rodillas y mientras la sonrisilla del alcohol colorea mis labios.

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22/10/2008, 15:34
Director

¡Ese mal nacido de Edward James! excalmó cabreado, en ese momento no se escuchó ninguna replica porque se hubiera metido con James. Al contrario la gente guardo silencio y desviaron la mirada hacía sus copas.

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25/10/2008, 13:39
Sir Gervasio Oakes

-Yo soy... Jarvie Tomas, si, Tomas... y estos son unos amigos mios. ¿Pero no vé que estamos bebiendo tranquilamente? ¿Qué es lo que quiere?

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30/10/2008, 20:22
Director

¿Qué quieren ustedes? Son los que han venido aquí hablando mal de gente del gremio y de su propio capitán. Dijo el hombre perdiendo ya el interes por esos extraños tipos.