Partida Rol por web

Will y el resto de la tripulación salieron a la cubierta de acuerdo con lo dicho por la capitana, todos esperaron las ordenes del nuevo contramaestre mientras veían como en el horizonte el barco al que querían dar caza iba tomando ventaja sobre ellos.

Contramaestre ¿cuáles son las instrucciones?. dijo uno de los muchachos que aguardaba impacientemente el regreso a la mar. Todos se giraron y miraron espectantes a Will que había tomado posición en el puesto de mando, las caras eran largas, entristecidas al recordar a Jerry, pero asiosas por navegar de nuevo y tomar venganza sobre aquel hijo de mil padres del capitán del Tulipán del que la mayoria desconocía si quiera como se llamaba.

Will no se lo pensó dos veces, una duda podía suponer que alguno de aquellos curtidos bucaneros pensara estúpidamente que no merecía aquel puesto, de manera que con paso enérgico y voz fuerte arengó a los chicos para que se dispusieran a perseguir al Tulipán. - ¡Venga señores, cacemos a ese hijo de mala madre, saqueemos su barcos y colguemosle de la mayor para que el sol y el viento sequen su cuerpo podrido y traidor.!- El irlandés avanzó por la cubierta animando a todos para que realizaran su trabajo con mayor celo, nada como la venganza para que un navío volara sobre el mar como la espuma. -¡Desplegad todo el trapo y asegurad bien los cabos. Recordad hermanos que ese tal Van Huurt se amotinó contra su capitán, abandonó a sus hombres y mató a Jerry.!

Observando como avanzaban las maniobras se fue acercando al castillo de popa, él había llegado después de que partiera el Tulipán de manera que tras preguntar al timonel sacó su catalejo y atisbó el horizonte en busca de una velas delatoras que les indicasen el rumbo exacto a seguir.

Jack se levantó de un cumulo de cuerdas y tela sobrante de velas estirando los brazos, pegó un largo bostezo y se quedo mirando extrañado a Will.

¿Por que mandas tú? Dijo con la voz ronca de quien habla tras largo rato.

- El antiguo contramaestre está muerto y el capitán ha decidido que yo sea el nuevo.- Will si quiera miró a Jack, continuaba atisbando el horizonte con el catalejo en busca de algún indicio que le indicara la ruta a seguir. - ¿Estabas aquí cuando el Tulipán zarpó?, si es así indicale al timonel la dirección, debemos coger la estela de ese barco antes de que se nos escape.

SI perdían el rastro tendrían que esperar un nuevo golpe de suerte o que las prisioneras les dieran alguna pista sobre cual podía ser la ruta y destino del capitán Van Huurt.

¿Jerry muerto? Vaya... yo no vi nada, estaba dur..miendo. Dijo inseguro de que sus palabras fueran bien acogidas, debia andarse con cuidado si Will se encontraba al mando ahora.

No le sorprendieron aquellas palabras, pues le había visto levantarse en aquel mismo instante, pero le hicieron preguntarse que habría estado haciendo mientras ellos peleaban en la playa. -Fin del descanso, ponte en tu puesto y conmienza a trabajar, debemos alcanzar al Tulipán.- Hasta el momento no había tenido suerte en su busqueda, pero le extrañaba que sus enemigos hubieran sido tan rápidos, era casi imposible, de manera que no cejó en su empeño de descubrir la estela o el velamen recortado contra el horizonte.

Antes de que Jack se fuera Will volvió a dirigirse a él, aun recordaba el ligero altercado de la taberna y tenía la sensación de que aquel personaje pretendía pasar más como un pasajero que un marino aquella travesía. - Será mejor que no te pille dormido en tu turno de trabajo o haciendo alguna estupidez.

Will rastreó el horizonte con su catalejo de nuevo y pudo ver cerca del horizonte la figura diminuta de un barco, que no dudo en señalar como el Tulipán, en dirección oeste.

Los marineros esperaban ansiosos el rumbo a tomar, mirando con espectación a Will mientras trabajaban en labores de velamen y tirando de cabos. La sangre hervía en las venas de aquellos hombres que deseaban dar venganza a su viejo contramaestre, el querido Caratriste, un hombre que siempre había sido fiel a ese barco y que fue generoso con el mando y humilde hasta el día de su muerte.

A sus ordenes mi contramaestre... dijo con desgana pero obedeciendo. Jack ocupó su puesto en el velamen y comenzo a soltar y tirar de cabos.

-¡Hacia el oeste!,¡ sin descanso, si damos caza a ese aborto de vaca holandesa antes de dos jornadas habrá ración doble de ron para todos!.- Will no dudó en animar a sus hombres, sabía que el ron era un buen aliciente y si no calculaba mal y lograban hacerse con el Tulipán, podrían sacar ese extra prometido de sus bodegas. En el peor de los casos saldría de sus bodegas, donde había contado algunos barriles de más para tales contingencias.

Animada la tropa, el curtido hombre fue con paso enérgico hasta el camarote del capitán, dando órdenes aquí y allá, animando a los bucaneros y jurando por los dioses que Van Huurt recibiría su merecido cada vez que alguien insultaba al capitán del Tulipán. Tras dar un par de golpes en la puerta del camarote, abrió esta y sin asomarse dio las nuevas noticias. - Capitán hemos divisado el Tulipán rumbo oeste, he prometido una parte extra de ron si lo alcanzamos en dos jornadas.

Al oir aquello la tripulación comenzó a moverse el doble de rápido y se escucharon gritos de alegria y de aprobación, incluso alguno se atrevió a vitorear a los cuatro vientos:

¡¡Viva el contramaestre O´Linch!!

La gente caminaba exaltada de popa a proa y de estribor a babor cargando cuerda, cobrando la driza, aflojando brazas. La mejora se hizo evidente, aunque no tenían el viento a favor, sino que este venía en contra, los habiles marineros hicieron que este contratiempo no lo fuera tanto y zigzaguearon con rapidez trazando bordadas del menor angulo que sus habiles maniobras consiguieron, logrando así una mejoria evidente en cuestión de poco tiempo.

¡Animo!, ¡El Tulipán debe verselas con el mismo viento! Gritó uno de ellos.

La capitana que seguía hablando con los prisioneros, se interrumpió para atender a Will y asintió a la propuesta.

Perfecto Will, estás haciendo un gran trabajo.

Viendo el jaleo que se montaba en cubierta me apresuré a terminar la lazada. El velamen estaba desplegado al máximo, poco mas podía hacer ahí arriba. Descendí de la mayor con calma, me recreaba ivendo como ganabamos terreno al Tulipan.

Finalmente de un salto me puse en cubierta. Desembaine la espeda y la levanté agitándola en el aire. -Muerte al enemigo!!, el grito escapó de mi boca. El momento del abordaje no tardaría en llegar y me dejaba contagiar del entusiasmo general.

Jack se encontraba subido a uno de los palos voluntariamente ajeno a tanto entusiasmo cuando lo vió.

¡¡Will!! Se negaba a tratarlo por su cargo de momento. ¡¡No sigue un navio de guerra!!

La voz de Jack llegó clara a los oídos de Will que seguía con su catalejo el avance del Tulipán, chasqueando la lengua se giró buscando el nuevo navío que había aparecido, algún tipo de bandera o enseña que al menos les dijese quien se unía a la persecución y las posibles intenciones de estos. - Jack sigue atento al navío que has avistado.- Tras estas palabras el marino se alejo con paso firme y raudo nuevamente hacia el camarote del capitán. Aquella aparición podía acarrearles serios problemas y debía informar cuanto antes para organizar los siguientes pasos.

En esta ocasión y dada la urgencia el Irlandés prescindió de las formalidades y abrió la puerta, observando el interior se acercó hasta la capitana Jane y susurro las malas nuevas. - Tenemos problemas un nuevo navío ha aparecido tras nosotros, no sabemos de momento quienes son ni las intenciones, pero podríamos vernos en medio de un fuego cruzado.- La preocupación se notaba en el rostro curtido hombre pese a sus esfuerzos por mantener la calma. Habían salido bien parados de su primer enfrentamiento con los hombres del Tulipán, su persecución igualmente iba en buen camino, pero este invitado no deseado auguraba problemas.

La capitana salió tras Will para ver con sus propios ojos de que se trataba. Comenzó a dar ordenes a todos para que hicieran una maniobra y dejaran al barco pasar por estribor, también ordenó que se preparasen para disparar los cañones de ese lado por si acaso.

El capitán Edward James que también había salido del camarote a presenciar aquello, se llevó una mano a la cabeza y miró con angustia a la capitana y a Will.

Se trata de Bill Dosespadas... Dijo con el gesto sombrío,

Aquello no pintaba nada bien, encontrarse con Bill dos espadas significaba problemas, era el más sanguinario de los compañeros de James y no solía dejar escapar a ninguna de sus presas, amiga o enemiga poco importaba. Con pasos enérgicos comenzó a recorrer la cubierta para dar las ordenes pertinentes. - ¡Preparad las velas para el combate, arriad el trapo inferior!- Con la mirada buscó alguno de los grumetes, todos los hombres debían estar avisado y despiertos, para enfrentarse a Dos espadas y su tripulación necesitarían disponer de todos los hombres. - ¡Grumete, baja y despierta a los hombres!, ¡tú que los cañones estén preparados y listos para una salva de bienvenida, quiero ambos lados preparados!.- Aquel era el momento que tanto había esperado, el momento en que descubriría de que madera estaba hecho aquel barco y su tripulación.

Cuando consideró que estaba todo listo se volvió junto a su capitán. - Yo esperaría a que se aproximasen, podremos ver sus intenciones sin problemas y maniobrar para hacer una barrida por su proa. Antes de volver a maniobrar y ofrecer nuestros cañones de estribor para una nueva salva.

-¿¡Otro navío?! Murmuré preocupado sabiendo en qué clase de problema nos podíamos meter... Clavé mi vista en él tratando de ver que bandera llevaban,corrí hacia popa, pero la distancia era todabía demasiada.

Volví de una carrera justo para escuchar el comentario del capitán Edward, -Hay que prepararse!. COmo un resorte salí disparado a los cañones de estribor, observé el primero de los cañones y los barriles de pólvora negra que descansaban a su lado. -Vamos! coge por ahí. Grité a un marinero ocioso señalando uno de los barriles. Una vez prensada cogí una pesada bola. Casi disfruté escuchando el ruido mientras descendñia por la boca del cañón; corrí hasta colocarme detrás y esperé listo para hacer fuego.

Jane ordenó que soltaran a los prisioneros, de este modo les podrían ser utiles en el combate. Antes de soltarlos les hizo jurar que serían fieles al navio hasta llegar al próximo puerto, donde quedarían libres. Esto quedaría anulado cuando alguno de ellos traicionase la confianza depositada en ellos y acabaria pagandolo con la vida, tras unos cuantos paseos por la quilla.

La tensión el el barco era enorme, los hombres pasaban de un lado a otro cumpliendo con las ordenes de Will por un lado y de la capitana por otro. Jane Taylor en el de popa y Will en el de proa, esto era así para que en caso de resultar herido uno de los dos, el otro pudiera gobernar el barco, la capitana confió a Edward el manejo del timón y esperaba cualquier reacción hostil por partel del barco de Bill Dosespadas.

¡Bajad los botes al agua! Gritó a los hombres cercanos a ella. ¡Debemos preservarlos del fuego enemigo! Bajadlos o volvereis nadando con mis botas encima de vuestras cabezas. Y creedme que mis botas no se mojaran si así sucede. Los botes servirían para tanto para recoger supervivientes, reparar el casco en zonas de difícil acceso como para mover el navío en situaciones de falta de viento en alguna maniobra complicada.

Jane indicó a Edward que maniobrase para que el navio de Dosespadas pasase a su lado por sotavento. Era más ventajoso quedarse del lado de barlovento, ya que al tener el barlovento podría disponer del lugar adecuado donde situarse y poder atacar, normalmente se buscaría la aleta o la amura del adversario, o pasarlo por la proa o popa para hacer más daño. Además, el humo producido por las descargas de los cañones del buque a barlovento iría al navío situado a sotavento, con los inconvenientes que esto supone al llenarse sus entrepuentes con los humos propios y del enemigo, sin embargo el buque a barlovento mantiene sus baterías despejadas.

Y esto era precisamente lo que la capitana quería conseguir.

thomas salió de la celda con bastante cuidado. Al pisar cubierta, las miradas de los demas marinos era bastante incómoda. Pero de no haber sido por aquella situacion particular habria sido mucho peor. Se acercó a Will.

La Capitan Jane Taylor me envió a presentarme ante usted. Donde se necesitan mis servicios?

Will siguió las ordenes de su capitán, al ver su capacidad de mando y rápida respuesta pensó sinceramente que había sido una buena elección embarcarse con ella, además por lo que parecía no faltarían las emociones y combates.

Animando, maldiciendo y sin perder de vista el barco que se les aproximaba, el Irlandés se mantenía activo durante las maniobras para ponerse en ventaja frente al posible ataque, centrado como estaba en impartir las ordenes, apenas se dio cuenta de la presencia de Thomas, el capitán había decidido liberar a los prisioneros y que les ayudasen, era peligroso, pero así podía ganarse su lealtad y estos su libertad si demostraban su valía. - Decidme vuestras habilidades y puesto en el anterior navío y veremos que sabéis hacer.- Para su desgracia la situación era demasiado tensa como para desperdiciar hombres, en otra situación posiblemente la primera tarea hubiera sido limpiar la cubierta y trabajar con la estopa y la brea. Había tenido suerte de que Dos espadas apareciera tras ellos, así no necesitaría pasar aquella humillación y podría ser de mayor servicio. ¡Aferrad bien esa vela, como se suelte subiré a atarla con vuestras tripas!- Will esperó a que el "fino" marino respondiera cuando calló en la cuenta de la falta de su mano, aquello era un problema, aunque no sería el primer manco a bordo de un barco ni el último.