Partida Rol por web

Después de revisar su equipo, Phalanax estudió la situación táctica del emplazamiento y sus distintas posibilidades, alguna idea tenía sobre la actuación que podría llevarse a cabo, se proponía a hacer saber a sus compañeros sus ideas para contrastarlas.

- Cuanto antes nos hagamos con el control de los sistemas de la forja más fácil nos resultará completar la operación. Podríamos entrar haciendo mucho ruido por la puerta principal para llamar la atención en este punto lo máximo posible, y en cuanto consigamos la atención de los tiránidos, la escuadra de asalto podría tomar el centro de control gracias a su gran movilidad, para esto deberían tomar posiciones mientras nosotros distraemos a los alienígenas...- Después de ver qué opinaban sus compañeros, al menos con sus expresiones faciales, continuó.

Después de hacernos con la fortaleza deberíamos tomar posiciones defensivas entre las torretas, supongo que existirán muros con posiciones de tiro adecuadas. Y si nos van superando, retirarnos hasta el Armorium Principal como último punto para resistir...- Hizo un parón pensativo y preguntó a continuación sobre los puntos del mapa más enigmáticos.

Nathaniel se mantenía observando los cargadores y las armas que le habían entregado. Conocía a la perfección el funcionamiento de esta y sabía la devastación que podía provocar. Tal vez esperara algo mas extraño, pero comprendía que si no se tenia acceso a material, lo mas básico seria siempre lo que les entregaran.

Mientras evaluaba el estado de la misma y enfundaba su cuchillo en la espalda, espero a ver que instrucciones iban a recibir sobre el despliegue y los objetivos. Por lo que los mapas indicaban no tenían gran referencia a los lugares donde los Xenos habían instalado sus madrigueras o fosos de salida.

- Perdonen, ¿no tenemos información de los cubiles o guaridas Xenos en la Fortaleza o alrededores? – Comento.

Blitz observa el mapa con cuidado. Vidas valiosas y el éxito de la misión iba a recaer en lo que él diría. Estuvo pensando un momento, escuchó la opinión de Phalanx, a la que asintió.

- Sin embargo,-puntuó- no podemos dejar que la escuadra de asalto entre sola en el Armorium. El éxito de la misión recae en que tomemos los mandos de la Forja lo antes posible como bien dices, pero no sabemos la situación de la Forja. Una vez aseguradados los mandos, debemos reactivar las defensas y ayudarnos de ellas para acabar con todo Xenos que aún no haya sido fulminado. Tomaremos la entrada del piso inferior con 2 escuadras tácticas, y la superior con las 2 tácticas restantes y la de asalto. Enfrentaremos a nuestro enemigo por delante con las 2 escuadras tácticas - dice mientras hace señales por el mapa- mientras que una de las escuadras del piso superior se encargará de apoyar a las escuadras del piso inferior, atacando al enemigo por detrás. Mientras tanto, la escuadra táctica restante y la escuadra de asalto deberían llegar lo antes posible a los mandos y activar la Forja.

Blitz se queda pensativo, la táctica de dividir las escuadras era arriesgada, en efecto, pero haciendo esto crearían el suficiente alboroto confundir al enemigo, y también dividirlo. Dando tiempo a las otras dos escuadras de llegar a los mandos. Dejar sólo una escuadra táctica atacando por detrás podría ser arriesgado, pero podrían recular si se viesen sobrepasados por el camino tomado por las otras dos escuadras, y dependiendo la marcha de la escuadra de asalto, la escuadra táctica de apoyo podía volver sobre sus pasos y ayudar a la otra escuadra. Le parecía una táctica contundente y con bastantes posiblidades de éxito. No había opción de retirada si querían hacer este despliegue masivo. Y la mejor manera de tomar la Forja que podía preveer Blitz era esta táctica.

Septimus recogió con cuidado y reverencia su equipo, sabedor de que, aunque fuera el equipo básico astartes, merecía todo el respeto posible. Con ésas armas de muerte diezmaría a los enemigos del Emperador, y recuperarían la forja. 

A continuación asistió en silencio a la discusión sobre el plan. El no tenía rango ni escuadra asignada, ni mando sobre nadie. Poco podía decir de aquello. Dividirse era arriesgado, pero seguramente era una acción contemplada por el códex. De momento, sólo tenía una duda. 

-Hermano tecnomarine Storm, ¿a qué lugar seré asignado? 

El navegante permaneció en silencio observando el mapa junto a las explicaciones, con interés aun con una inexpresividad total dibujada en su pálido rostro.

Es arriesgado... mas tampoco hay una opción definitiva... por tanto su plan es tan válido como cualquier otro... son Ángeles de la Muerte... nada hay que temer mientras no decaiga la fe en la divina guía del Emperador... si esto ocurre el plan no tendrá más importancia que la justa... de lo contrario la victoria asegurada sin duda, será gloriosa.

Isiah no pudo evitar hacer rugir el motor de la espada sierra cuando la tuvo en manos. Añoraba ese sonido desde la última vez que tuvo una en las manos. Y se relamía en gusto por probar cuan potente era aquella pistola bólter.

Se sentía con ganas de probar sangre xenos de una vez por todas.

Leah aguardaba en silencio. Debía confiar, el Emperador se lo había hecho saber.
Esa carta...
la mujer arrugó la nariz en una mueca de disgusto. La única manera de evitar lo que había visto era atenerse a las decisiones que se tomaran pero teniendo en cuenta el entorno.
Apretó las manos sobre su equipo y mantuvo la serenidad alejando de sí lo que podía preocuparle.
Lo primero es lo primero.
Lanzó una mirada sesgada a Blitz con quizá algo de interés en su forma de planear, aunque quizá tuviera otras cosas en mente, después de todo, el Emperador no solo le había revelado cual sería el fin de la misión.

Un sonido atronador surgió del hangar 03, eran las sirenas de ambos Titanes asignados a vuestra misión avisando para que nada se pusiera de por medio. Con unos estruendos, salieron a paso lento para asegurarse de no aplastar a los que estuvieran en la Cubierta de Embarque 17. 

En cabeza iba el Purificans Impurus, un titán de la clase Warhound que hacía la escolta y reconocimiento en solitario pues, su compañero fue casi destruido durante la invasión y aún están en fase de intento de reparación y reconstrucción. Tras él va el Deus Assertor, uno de los titanes Warlord que ayudaron a liberar la Forja Principal.

-Si me disculpan, debo desplegarme con mis unidades. Nos veremos en el campo de batalla - dijo el Teniente-Coronel Iphios. Saludó a todos los presentes y se dirigió a sus tropas con un chirrido en binario que terminó con un rugido por parte de todas las tropas de Skitariis y Heraclios presentes. Se colocaron en formación y comenzaron a moverse a un ritmo de marcha forzada por debajo de los pies de los titanes, moviéndose al compás de éstos, esquivándolos como si supieran donde iban a poner el pie a cada paso esas inmensas máquinas de guerra.

Seguido de esto, todos los astartes de la Compañía Surtur embarcaron rápidamente en las correspondientes Thunderhawks, las que una vez completas comenzaron a poner los motores en marcha, provocando una lluvia de polvo que hizo que aquellos que no llevaban el casco puesto tuvieran que cubrirse los ojos del polvo levantado por los motores de las aeronaves.

Cuando todo se hubo calmado, Carmilla miró su reloj y se puso firmes- Veintisiete minutos para vuestro embarque, señores -tras esto carraspeo- el hexágono azul es el almacenamiento de agua potable de la forja, las líneas azules las tuberías, las cuales algunas están dañadas y el triángulo amarillo es una antigua antena. Se dice que servía para contactar con los satélites y largas distancias sin necesidad de astrópatas. Está dañada y es de una tecnología anterior a la edad oscura -miró a Nathaniel mientras seguía hablando- Todos los intentos de sacar información del interior fueron un fracaso por interferencias o ataques de Xenos. No tenemos ni idea de lo que puede haber en el interior o el exterior, solo esperamos que si hay cubiles fuera no se unan a los de dentro gracias a los titanes y los skitariis.

Este era el momento en el que tenían que empezar a decidir el curso de acción, por lo que la Oficial de Enlace sacó una placa de datos y la conectó a su cerebro, dispuesta para transcribir a dicha placa todos los datos sobre los procedimientos planeados para el asalto a Mons Zilos.

Phalanax empezó a memorizar el mapa y a consultar los archivos de los que disponía su armadura preparada.

- ¿Qué unidades serán las encargadas de tomar la puerta principal y los demás puntos Jefe Blitz? - Preguntó finalmente el marine espacial para empezar a mentalizarse de la actuación que tendrían que hacer sus hombres.

Y acabó hablando para sí, aunque todos pudieron oirlo mientras seguía revisando los mapas: Unos lanzallamas serían ideales en esos pasillos de muerte... Revisó con la mirada el equipo de los marines especialistas de su unidad para ver si estas armas se encontraban entre sus enseres.

El apotecario aguardó en silencio, esperando una respuesta a sus dudas. Al fin y al cabo, el orden de batalla era algo muy importante, y si no quedaba todo claro desde el primer momento, aquella batalla podría ser un caos, e incluso perderse. O, en caso de ganarse, hacerlo con un coste de vidas demasiado elevado. 

"Pero el Emperador está de nuestro lado, y no hay razón para desconfiar del liderazgo del tecnomarine."

Jean Storm aún se lo pensó algo. Todos estaban esperando su decisión. Por fin habló.

- Bien, el peligro recae mayormente en el asalto del piso superior, por lo que la presencia de nuestro apotecario será mas necesaria en la unidad táctica que avanzará junto a la de asalto. Yo también debo ir en esa unidad táctica, pues es posible que se requieran altos conocimientos para controlar los mandos de la Forja. - Tras lo cual, se quedó un momento pensativo y observando a los jefes de las escuadras. Finalmente abrió la boca- Phalanx, tu unidad será la que vaya con la unidad de asalto. Tendremos que cooperar.

Tras esto, Blitz escogió de las 3 unidades tácticas que restaban, la que mayor movilidad tenían en la escuadra del piso inferior, junto a la de mayor potencia de fuego para que pudiesen cubrir mejor la planta inferior. La restante y más versátil estaría en la retaguardia del piso superior, atacando y avanzando o retrocediendo si era menester.

Isiah se mantuvo en silencio aunque quisiera hacer observaciones sobre el plan, aunque de cualquier modo no eran cosa suya. Él no era más que un marine de asalto cuya función era matar y despejar el camino, así que no debía decir nada y callar su boca para evitar problemas.

Toqueteaba la espada sierra que permanecía en su cintura nervioso, ansioso por empezar la misión, y probablemente el espíritu máquina de la misma también lo estaba. Entre sus compañeros era conocido que no se le daba bien esperar y prefería hacer planes cortos y directos, en lugar de estar horas y horas trazando posibles alternativas...

Nathaniel había escuchado las instrucciones de los mandos presentes, el sabia que la labor de cobertura iría con su finalidad y entrenamiento y no puso en duda que con el armamento que ahora poseía esa tarea seria lo mejor para lo que estaba preparado.

Tras perpetrarse con todo el material se aproximo al líder de su escuadra y se mantuvo a la espalda de este mientras escuchaba las instrucciones. Sabía su labor, sabia su deber. ¿Qué más podían pedirle?

Mientras Blitz hablaba, automáticamente, la inquisidora miró al navegante con gravedad.

-Lord Severus irá con Blitz-dijo en voz baja, como acostumbraba a hablar, pero sin embargo los presentes la oyeron. Quizá por ser la única voz que desentonaba entre un mar de timbres graves. Le parecía lo más adecuado y ella, por su parte, se uniría a otra de las unidades, sometiéndose a las órdenes del grupo hasta que su labor realmente fuera necesaria.

El Jefe de Escuadra de la escuadra de asalto se adelantó un par de pasos- Hermano Tecnomarine, nosotros disponemos de retrorreactores -dice señalando unas cajas- quizá eso nos permita tener algo más de movilidad para asaltar el piso superior.

Los que lo conocían, sabía que era bastante impulsivo, aunque de momento sus tácticas agresivas le habían dado muy buenos resultados.

Carmille asintió y luego se dirigió hacia los astartes- disculpenme, pero me informan de que las Thunderhawks ya están de regreso, por lo que en unos 12.37 minutos estarán aquí y tendrán que embarcar -carraspeó un momento- no se apagarán los motores pues se espera que en menos de un minuto estén a bordo y en camino hacia Mons Zilos.

Tras eso pareció recibir una transmisión y, tras una ligera reverencia, se alejó un poco del grupo donde se la podía escuchar pidiendo información y una conexión urgente.

Phalanax asintió ante las indicaciones del tecnomarine y miró a sus hombres, entre ellos a Nathaniel, que se encontraba cerca. Después de la intervención del jefe de asalto, volvió a opinar.

- Si el plan es abrir brecha por la puerta principal y que nuestra escuadra acompañe a la de asalto, el uso de los retroreacctores debería ser secundario, si se usan demasiado pronto la unidad puede quedar aislada entre enemigos. Podríamos atraer a los tiránidos hacia un punto secundario de la base antes de entrar, o haciéndoles creer que nuestros movimientos se realizarán por otro camino, para despejar la zona rápidamente y que podamos avanzar a pie todos juntos...O mejor aún -  Dijo después de reflexionar momentaneamente - Dada la movilidad de los retrocohetes, la unidad de asalto podría distraer a los xenos mientras las demás escuadras nos posicionamos y les cubrimos, y en el momento idóneo, escapar sobrevolando la zona y reunirse con nosotros...

Phalanax proponía distintas tácticas a tener en cuenta, que el tecnomarine podría considerar, simplemente intentaba aportar todos los puntos de vista posibles.

Dentro de escasos minutos estarían en marcha para aplastar alienígenas, y vengar a su gente...Cenizas a las cenizas, polvo al polvo...ojo por ojo...¡que el Emperador nos guíe!

"La hora de servir al Emperador, y de empezar a derramar sangre xenos en la reconquista de éste mundo se acerca..." pensó Septimus, mientras se preparaba para recibir la lanzadera. Nada más tenía que decir a sus hermanos, pues ya sabía cual sería su posición en aquel ataque. Procuró colocarse cerca de la unidad táctica a la que estaría anexado, para subir en la misma Thunderhawk de ser posible, y así hacer un despliegue más eficaz. 

Leah se cruzó de brazos, aún había tiempo para decidir con quién iría. Severus había guardado silencio, propio del navegante, pero eso no iba a tranquilizarla pues sabía que su compañero era más que capaz de hablar por sí mismo y decidir sin necesidad de que ella eligiera dónde tenía que ir así que esperó con tranquilidad a que se pronunciase.

- ¿Traer la atención del enemigo? Eso es más propio de una unidad táctica, no es faena mía... - Isiah quería callar, pero aquello era demasiado y él estaba ya harto. Tanto él como su unidad probablemente querían enfrentarse a su enemigo, no esquivarlo. Y si el oficial no lo decía, lo haría él. - ¡Los marines de asalto caeremos sobre la escoria xenos y su impura sangre cubrirá nuestras armaduras! ¡Nuestra función es aplastar con todas nuestras fuerzas a los enemigos de la Humanidad! ¡SOMOS EL BRAZO EJECUTOR DEL EMPERADOR!

Calmó su tono de voz admitiendo en parte culpa de la ira que lo había dominado y volvió a hablar, mirando tan solo a la mesa, esta vez más "amablemente".

- A la batalla se parte de frente. Y yo no soy menos. No voy a dedicarme a distraer bichejos mientras vosotros os lleváis la gloria.