Partida Rol por web

Nada encajaba, nada era coherente. ¿Cómo podía haberse, casi literalmente, evaporado el ser que ella había sentido tan claramente? ¿Que sus ojos habían visto? Podía no fiarse de sus ojos, pero sabía que había estado ahí. Con la certeza prácticamente confirmada, y a pesar de su evidente fatiga, lanzó una nueva plegaria a Varda. Confiando en que si era atacada su compañero la protegería, cerró los ojos y se dejó llevar por la energía que su diosa canalizaba para ayudarla a encontrar al enemigo. Abrió los ojos al mundo espiritual y buscó. Miró alrededor, en medio de la luz que desprendía el paisaje de Rivendel en el plano inmaterial. Guedejas oscuras. Sintió un escalofrío. Eran débiles, quién quiera que fuera el ser que lo dejó allí ya no estaba, pero no había conseguido eliminar sus huellas del todo. Recogió en sus manos inmateriales el fino hilo dejado y lo siguió hasta encontrar el ovillo... en Gilúvatar. 

Abrió los ojos en el plano material y se dirigió a su compañero. Alzó sus manos y tomó el rostro de su compañero entre sus manos. 

—No está-susurró en la lengua de los noldo-. Nunca estuvo ahí... No sigas buscando y hablemos con el dunlendino. Hemos sido engañados por el enemigo. No, no es el momento. No persigamos un fantasma. Estoy agotada y lo poco que me queda es para curarte si este hombre decide atacar.

Escucho lo que dice la sacerdotisa. Por un momento incluso me cuesta reaccionar a sus palabras, pero entonces van calando en mi mente. Mi cuerpo tiembla mientras mi mano aprieta fuertemente dejando que los nudillos se pongan en blanco.

Hablando en Qenya aunque con un más que notable acento, respondo a sus palabras. Si el enemigo está tan cerca de Imladris es mi deber protegerlo. Sin embargo también he prometido protegeros y que llegaríamos a Ost-in-Edhil. No sé cuánta prisa tengamos, pero creo que sería oportuno informar de este hecho antes de alejarnos más. Aunque coincido en que sería bueno hablar con el Dunledino para intentar averiguar más cosas sobre lo sucedido aquí.

Luego cambio al Oestron, el único idioma humano que conozco, para hablar con el hombre, manteniendo un tono pesaroso. Lamento su pérdida. Como verá nosotros somos elfos, y nunca atacaríamos a un animal que solo está protegiendo el cuerpo de uno de los suyos, incluso aunque nos haya atacado añado haciendo un gesto hacia dónde todavía tengo la marca en la armadura.

Cuénteme, ¿cómo es que sus perros están aquí? ¿Se le habían escapado o algo similar? ¿O puede que alguien se los llevara? Quizá así averigüemos qué ha pasado, especialmente con esa perra muerta. Lo más extraño es que conocía perfectamente los perros de Ithlation, así que o son exactamente iguales o algo ha hecho que los confunda y que me hayan parecido exactamente iguales.

Entre llantos y sollozos responde: - Snfh ... somos cazadores, y perseguimos tanto losrandir como presas menores. Los perros empezaron a correr por un aullido largo y agudo, que hacía dolor en los oidos.... y hace un día que corro tras ellos.

Está claro que está afectado por la pérdida, pero, cuando empiezan a despertar, es como que han resucitado, y un tono de alegría llega a los ojos del cazador vestido con falda a cuadros.

Los perros tienen un tono que se va desvaneciendo. Es un verde corrupto y malévolo, pero que como si fuera una madera al sol, se van secando.

Los perros  también tienen rastro de ese poder malvado y que parece que ha leido mentes y poseido animales.

Escucho al dunledino pero al mismo tiempo me voy inclinando sobre los perros. Más pruebas de que el mal estaba presente en ellos, de que algo les ha encantado; ya apenas se ve pero si te fijas tienen un ligero tono verdoso en la piel le digo a Besnayä en Quenya.

Luego me levanto pensativo. No sé qué clase de animal pudo hacer ese ruido, si es que era un animal. ¿Te recordó el sonido a algún animal? ¿Quizá un lobo? Igual se trataba de un huargo digo ya hablando en Oestron.

Examino a los animales, fijándome en los detalles que me indica Gilúvatar. Luego respondo al dunlendino en oëstron:

—Dices que llevas un día tras ellos. ¿Dónde estabáis cuando se escuchó el aullido? ¿Podrías identificar el punto del que procedía? 

En mi mente se van enredando y desenredando ideas. Recuerdo que el animal entregó un mensaje que fue llevado hacia Imladris. Oh, Varda... Muchas incógnitas que despejar. Me giro a Gilúvatar y, manteniendo el oëstron para que el montaraz no se ofenda, comparto una preocupación:

—Hoy debía ser un día de ritos y celebración. Mi intuición me dice que debo poner sobre aviso a los míos. ¿Cómo podríamos hacer llegar un mensaje de manera más rápida posible?

- Pues ... a un día de carrera al oeste de aquí. Dice señalando un poco más al sur, ya que el propio oeste sería indicar que venían por el Gran Camino. Empezaba a alegrarse, ya que los animales supervivientes le hacían fiestas, le lamían la cara y lo empujaban hasta casi hacerlo caer al suelo y rodar por la hierba. - No se que animal, pero no parecía de ser vivo, sino ... de... Miró hacia los lados, como si no quisiera que le escucharan decir: - ... "Fantasma". Estaba claro que no era tampoco lo suyo hablar el idioma común de las gentes del oeste.

Lanzo un suspiro y afirmo. Lo que sospechaba, corrupción digo yo también utilizando el Oestron. Realmente debemos dar parte de esto. Es una pena que no tengamos una paloma mensajera, hubiera sido muy fácil hacerles llegar el mensaje. Pero desde aquí, a menos que el humano quiera hacer el viaje, no tenemos forma si no regresamos nosotros mismos.

El dunlendino entendió la palabra....  y repitió: - Corrupción.... Miró apenado a los ojos a uno de los animales mientras los dos le lamían como si no le hubieran visto en meses o años. Le mantenía el rostro elevado, ante el suyo, lloraba, y sibilinamente sacó un puñal de su cinto. No era una espada, pero si era un arma de filo muy lagar, para ser una daga, pero fina y esvelta...al estilo de los puñales largos (Kynac) élficos. Era un arma antigua. Tanto que vuestras edades eran poca comparada con ese "filo". Además no era acero ... era un material mucho más "puro" y "refinado".

Parece Mithril.

Podría ser Mithril.

Parece

No será necesario digo al dunledino mientras niego con la cabeza. Estos animales han sido objetivos de magia oscura, pero ésta no está dentro de ellos. Ahora están libres de influencia maligna. No debes temer por ello.

De todos modos, si estás preocupado porque puedan estar corruptos, igual nos podemos ayudar mutuamente. Si llevas un mensaje a Rivendell podrías solicitar que comprueben el estado de tus perros y los limpien de corrupción si están corruptos. ¿Qué te parece, Besnayä? Si va con tu sello no debería tener problemas para entregarlo en la puerta.

Mientras Gilúvatar suelta su diatriba, y sin entenderla ni prestarle la más mínima atención apuñala al primero en el cuello, entrando el largo filo por la garganta y seguramente llegando a topar con la parte superior de cráneo desde dentro. La cruceta llega a tocar piel. Mientras se desploma de lado, el pobre hombre sigue llorando, acariciando el rostro del animal recién muerto, y os da la sensación que las entrañas y el corazón del hombre se desgarran, por la angustia que sufre.

Clavo mi mirada en el puñal. ¿De dónde ha podido obtenerlo un montañés? Entiendo el sacrificio que hace de los animales, aunque ya no hubiera restos de corrupción en ellos, ya habían sido corrompidos una vez y el hombre prefirió no arriesgarse a una nueva situación similar. Esta zona es peligrosa. 

—¿De dónde ha obtenido ese filo?-pregunto en oëstron sin mucha esperanza de obtener respuesta. Luego me giro a Gilúvatar y hablo en quenya- No podemos poner a un extranjero en el camino a Imladris. Volveremos sobre nuestros pasos hasta dar con una patrulla, pero sin seguir el camino más directo a Caras Galadhon. Sabemos por donde se pueden mover, ¿verdad? 

Con el porte de mi compañero estoy convencida de que ha formado parte de esas rutas de vigilancia más de una vez.

Esta vez hablando en Qenya, nuevamente con ese fuerte acento, respondo tras pensar un momento. Sé por dónde se suelen mover las patrullas, así que a ver si vamos por esas zonas nos las acabaríamos encontrando. Pero no sé exactamente dónde estarán.

Sin embargo existen unas llamadas que se hacen para comunicarse entre patrullas que podrían simplificar la búsqueda. Volvamos sobre nuestros pasos y cuando estemos en la zona de patrullas haré la llamada para avisar.*