Partida Rol por web

Sallyrion se concentra y efectivamente reconoce la magia que rodea a Eliza, esta seguro que se trata de magia nigromantica, sin duda lo que habia dicho Scire era cierto, o al menos a su forma de ver ya que pese a estar seguro que es magia nigromantica esta parece fluir de forma diferente a la forma habitual en todos los magos incluido el mismo.

El extraño grupo finalmente decide dirigirse hacia el interior de la ciudad, esta esta animada y hay mucho movimiento, por lo que pueden ver hay muchos pequeños templos y capillas en la zona. En lo mas alto de la ciudad se encuentran los dos templos principales, el de Zaibacher y el de Ishtar y algo mas arriba el palacio real donde habitan los gobernantes del lugar. 

La calle por la que caminan les conduce a una plaza central en la cual hay varias tabernas y posadas, la mayoria de ellas usan como nombre algo relacionado con los dioses, sin embargo una de ellas tiene como nombre: "el descanso del viajero" casi por intuicion o tal vex por ser un nombre algo diferente se dirigen alli, el ambiente es tranquilo y huele bastante bien.

Scire entró en la posada algo mas animada, y pidió un plato de pasta con trozos de carne tras una ligera observación de que el lugar y quienes lo atendían estuvieran dentro de los parámetros normales. No es que fuese remilgada, pero no le apetecía meterse a una posada de mala muerte y vasos sucios.

Despues de la inconsciencia por a saber cuanto, tenía un buen apetito.

-Si quieren pedir algo crei que podría permitirme pagarlo, despues de todo debo agradecerles de alguna forma por dejar que les acompañe. -comentó con una sonrisa leve, en tono tranquilo.

Bellye por su parte pareció pedir al tabernero una de las cosas con menos sabor que pudiera haber, no parecía que disfrutara demasiado del extraño placer de comer, tal vez simplemente para ser el máximo ahorrativo posible o porque en su extraña manera de ver el mundo, comer era más una debilidad o una pérdida de tiempo que un placer realmente, fuera como fuera no parecía interesado en responder al comentario de que lo invitaban.

Tras unos minutos pensativo sobre que hacer exactamente decidido comentar con el grupo más o menos la idea aproximada que tenia.

"Nuestro destino actualmente es el templo de los Vientos en Vernass, para ello simplemente tendríamos que buscar el camino principal que se dirija hacia el sur, seguramente haya algún camino que lleve directamente hacia Vernass para permitir el intercambio de mercancías con facilidad... Tampoco se realmente demasiado sobre Vernass, posiblemente tu sepas más que yo" Dijo refiriéndose a la recién llegada al grupo "¿Sabes alguna cosa que nos pueda ser de interés para el lugar donde vamos?"

-Hm a decir verdad soy bastante extranjera de allí. ¿Pero que es lo que buscan en ese paraje? -respondió con curiosidad. Ella sabía que buscaba aquel libro, pero no sabía nada del improvisado grupo que había conseguido como compañeros de viaje, o al menos de los dos hombres. Sobre Eliza aun estaba en suspenso, aunque se alegraba de que no tuviera recuerdos de aquel desagradable individuo o de como ella misma se había comportado en ese entonces.

La conversación sobre el camino a seguir me interesa más bien poco, aunque por mera educación trato de disimularlo. Pero guardo silencio mientras hablan, observando a la peculiar gente de la taberna. En la posada que visité tras abandonar mi patria, estaba demasiado ensimismado, preocupado por mis propios asuntos, y no me preocupé de observar a la población local. Tantos rostros diferentes, tantas razas, tantas vestimentas diversas. Todo esto es nuevo para mi, demasiado. Si hace un mes me hubieran dicho que compartiría mesa y comida con humanos, en una taberna de esta ciudad... no se si me hubiera reído u ofendido.

Si queremos seguir rutas comerciales podríamos hablar con los comerciantes de la ciudad -Digo, ausente, como una observación sin importancia- Alguno conocerá esas rutas, e incluso podría facilitarnos sitio en alguna caravana.

"Ya lo dije antes, yo no necesito nada especial de Vernass, pero decidí ayudar a Eliza a llegar hasta el templo de los Vientos, creo que es lo que tengo que hacer simplemente ya que no creo en las coincidencias, el destino parece ser que hace que las personas se encuentren así que normalmente respeto sus elecciones aun que en otras ocasiones lucho contra ellas, yo por mi parte mientras pueda ir hacia lugares poblados podre seguir llevando a cabo mi misión" Dijo con su ya normal tono de voz neutral, tras eso termino con calma la poca comida que le quedaba de su escaso y falto de sabor menú para después mirar un segundo a la joven niña que también formaba parte de aquel grupo tan dispar "Puedes pedir lo que quieras, pago yo si te preocupa gastar el dinero de la joven que parece conocerte de algo"

Después de eso volvió a mirar a los otros dos componentes del grupo.

"Sobre la idea de preguntar a un comerciante, eso depende de ti, no conozco en totalidad tu situación pero creo que hay alguien que no te tiene mucho aprecio, si simplemente te ha impedido entrar en las zonas que pertenecen a los elfos no será ningún problema, pero si lo que quieres es desaparecer sin dejar rastro, es mejor que no preguntemos a nadie de la ciudad, después en algún centro de población mas pequeño podemos buscar algo, pero aquí seria relativamente fácil que te siguieran la pista" Por algún motivo parecía que Belyye estaba muy seguro sobre lo que decía, como si ya conociera más o menos las maneras para intentar esconderse o evitar ser perseguido por alguien.

"Otra cosa... ¿Cómo te tengo que llamar?" Dijo, ahora refiriéndose a Scire, aun no se había presentado "Yo me llamo Belyye Geist, soy un viajero sin rumbo, también a veces se me puede referir a mí como Espectro Blanco ya que es lo que significa mi nombre, siéntete libre de llamarme como quieras"

Scire recibió lo que había encargado con bastante entusiasmo, para ser aparentemente delgada y frágil (porque la túnica holgada no parecía estar diseñada para dejarse ver demasiado) tenía un buen apetito, y en particular se le antojaba que la carne del lugar era muy buena.

-Vaya con mis modales, debo estar algo dormida aún. Mi nombre es Scire, Scire Seimhel.

Eliza comia poco ya que no era una persona con un gran apetito, sin embargo observaba y escuchaba todo lo que decian alli, para finalmente decir:

- Yo, bueno, si no es demasiado peligroso tal vez deberiamos ir todos nostros y no ir al menos por ahora con un comerciante como ha dicho Belyye.

Mira a Saryllion y añade:

- Ademas no seria extraño que varias personas caminen hacia el sur por un camino bastante transitado no? siempre que tengamos cuidado con los elfos que nos encontramos cierto?

Ante la respuesta de Belyye guardo silencio, aunque en mi fuero interno me divierte la falta de astucia y picardía de que hace gala el humano. ¿Quién ha dicho nada de que sea yo quien hable con los comerciantes? No tenía la menor intención de hacerlo, claro, ni de acompañar a quien se encargara de ello. Solo aportaba ideas, algo bastante mejor que partir a ciegas, sin idea de la dirección.

La otra humana se presenta. No es necesario decir mi nombre, pues ya lo conoce. Además las palabras de Eliza hacen que responda con afectada indignación.

No tengo ningún problema con los elfos que podamos encontrar. Y ellos no deberían tenerlo conmigo. Solamente no puedo entrar en sus... nuestros reinos.

La indignación y el orgullo se mezclan con la vergüenza y la rabia. Giro la mirada evitando sus ojos, y lo que ellos muestran.

"Sea como sea, mañana tendremos que marcharnos, contra menos tiempo estemos en cualquier sitio menos personas nos recordaran y menos posibilidades habrá de que alguien nos pueda seguir, lo mejor será que esta noche descanséis tanto como podáis ya que probablemente el viaje no sea tan fácil como pensamos, siempre salen dificultades, siempre aparecen" Dijo medio pensativo viendo que ya había terminado la comida, entonces exhalo lentamente mientras se apoyaba mejor en su asiento, tal vez intentando relajarse y para mirar un poco a su alrededor.

Belyye comenzó a pensar sobre la situación en la que se encontraba en aquel momento, de alguna forma o otra había terminado con un grupo, era la primera vez que le sucedía, lo raro es que tal vez era él quien tenía menos necesidad de dirigirse a Vernass, pero tampoco tenia ningún destino mejor y le gustaría ver como terminaría todo aquello, sobretodo después de escuchar lo que Scire recordaba...

Scire no parecía enterarse de prque había tanta atmósfera sombría en torno al viaje, aunque tenía semi oido lo que habían comentado de la carta. Intentaba apartar su mente de la necesidad de recuperar el libro.

-Disculpa mi curiosidad, pero ¿que sucede entre tu y tu hermano? -preguntó al elfo.

Eliza se pone en pie despues de comer casi toda la cena y dice:

- Yo ire a dormir, estoy cansada del camino y quiero descansar y mas si mañana vamos a salir pronto

Entonces mira a Scire y dice:

- Creo que has sido un poco brusca reguntando, a lo mejor no desea hablar de ello

Para despues agachar la cabeza a modo de despedida y dirigirse hacia su habitacion

Scire evaluó lo que acababan de decirle, coincidiendo bastante en aquellas palabras. Quizá se había tomado demasiadas libertades preguntando eso.

-Hm puede que tenga razón, no tienes que responderme, disculpa.

Aún estoy con la mirada apartada, reposada sencillamente en el deambular de la gente por la posada, cuando la pregunta se me clava como una daga en el bajo vientre. La muchacha pronuncia las palabras sin malicia, como algo de escasa importancia, y sin embargo mis puños se cierran y mi tez palidece.

Giro el rostro hacia ella, sin saber como debo reaccionar, cuando Eliza intercede. Me pongo en pie de inmediato, cuando la veo levantarse de la mesa, y me despido de ella con una leve y educada reverencia. Scire se disculpa, y temo que debería ser yo quien lo hiciera. Trato de imaginar a padre en esta situación, tan galante y señorial como siempre ha sido, y le veo saliendo airoso con una sonrisa. Temo no estar a su altura.

Señorita Scire... -Comienzo a decir, sumergido en un mar de dudas- Me temo que la respuesta a su pregunta, además de dolorosa, es extraordinariamente complicada incluso para mí. Mi hermano es, actualmente, un peligro para mí y, por extensión, para quienes me rodean. Eso es, me temo, lo único que puedo ofrecerle a vuestra curiosidad... por ahora.

Belyye miro como Eliza se retiraba sin decirle nada en especial, simplemente opinaba que no era necesario, tras eso se quedo junto con los otros dos compañeros los cuales el mismo habia propuesto que se unieran a su viaje, tras quedarse unos segundos llego a la conclusion que tampoco conseguiria obtener nada en aquella conversacion y al dia siguiente tendrian que marcharse pronto, asi que era mejor que aprovechara el tiempo que le quedaba.

"Creo que yo tambien me marchare a descansar, sera bueno que el primero que se despierte mañana despierte a los demas, intentad descansar" Tras eso se levanto de su asiento y se quedo unos segundos mirando a sus acompañantes esperando a ver cual era su respuesta, tampoco tenia intenciones de responder nada mas cuando se giro hacia la barra de la taberna para entregar el dinero de su comida y la de Eliza y despues en silencio dirigirse el tambien hacia su habitacion, tal vez aquella noche fuera mas larga de lo esperado.

Viendo que el resto pareció dispararse a otro sitio luego de iniciar ese tema en particular, Scire no supo que decir en esos momentos a solas con el elfo. Procuró distraerle del tema.

-Extraño, imaginaba a los elfos como seres muy arrogantes, o al menos asi es como se los describen a uno en literaturas escritas por otras raza. Bueno...ya que viajaremos juntos cuenta conmigo si necesitas algo. De cuando en cuando me detenía a trabajar en bibliotecas locales o de casas nobles, aunque realmente lo mio es la magia...la que yo manejo en particular es bastante interesante, conocida vulgarmente como "magia oscura". Un termino bastante tendencioso, si se quiere.

Bueno... -Comienzo a decir con una sonrisa galante- ...la arrogancia suele poseer dos naturalezas. Puede ser justificada o no. En mi opinión, la arrogancia, como la llamas, de mi pueblo, está bastante justificada. Sin embargo, aún no he podido hacerme una idea exacta de la verdadera esencia de los otros pueblos, así que lo dejaré en una simple opinión de momento. Quizás con el tiempo llegue a cambiar de opinión... Y quizás durante el viaje podríamos compartir teorías mágicas. No soy especialmente experto en esa magia oscura, me temo. Mi campo de conocimiento es más... elemental.

Belyye no siente realmente energia oscura puramente dicho, siente una gran mezcla de energias de todas clases, por loque habia oido algunos templos de dioses oscuros menores podian encontrarse en la ciudad ademas los restos del templo del dios Thanatos emitian aun cierto poder, por lo que realmente no podia estar seguro de que alli no hubiese "nada peligroso para el".

Cuando sale por la noche no queda nadie en la taberna, unicamente un camarero medio dormido en la barra que no parece darse cuenta de su presencia pues no reacciona, la noche es mas fria de lo esperado lo que hace presagiar que el invierno parece acercarse a la zona. Las calles estan practicamente desiertas salvo por una pareja de guardias con blancas armaduras que oobservan de reojo a Belyye pero que al parecer como no esta haciendo nada extraño deciden no hacerle caso.

Los pasos de Belyye le llevan a una plaza central, desde ahi puede ver como en algunas casas y templos hay aun luces, no muy lejos puede ver como hay un templo de la diosa del equilibrio Miyu, un pequeño templo dedicado a un dios menor de la cosecha y al final de la calle uno dedicado a una deidad considerada malvada, tras fijarse un poco puede darse cuenta que se trata del dios menor adorado en algunas culturas de la envidia, Belyye como demonio blanco sabe que no se trata realmente de un dios, sino de un archidemonio. Es entonces cuando escucha unos ligeros pasos, al girarse puede ver a una mujer cubierta por una tunica con capucha blanca que le mira fijamente, por lo que recuerda es una sacerdotisa de Ishtar, la mujer le habla:

- Vos sois si no me confundo Belyye Geist cierto?