Partida Rol por web

Sigo cavando hasta que se decidan que hacer para no perder mucho tiempo.

Votémoslo. No podemos dividirnos. El que quiera bajar ahora que levante la mano.

Valeros levanta la mano.

Marcell levanta la mano.

Me gustaría recordar que nos insistieron que era importante tener los documentos pronto para evitar que los mercenarios arrasaran el pueblo. Dicho esto, somos dos y dos, así que no queda otra. Cambio mi voto para que esperemos a mañana y así deshacer el empate. Es preferible que estemos unidos.

Tras pronunciar estas palabras, Valeros se arremanga, toma una pala, y se pone a cavar.

Cuanto antes acabemos, mejor.

-Yo no he votado y Valeros ha dado por hecho que votaba quedarnos y descansar, yo lo único que hacía era adelantar trabajo pero voto por bajar y ver que hay y ¡rescatar al pobre Becher!-total descansando una noche tampoco nos recuperaremos más de 1 punto de vida si no morimos antes

Siendo así... ¿bajamos entonces?

Lathander, nos vendria bien tu ayuda, esas feas heridas quizas hayan sido causadas por trampas.

-Vamos, los habitantes esperan y estamos debatiendo demasiado. Si es que no me dejaís ni respirar.

Tras decidiros y preparar unas antorchas os internáis en las cuevas.

Pese  a estar a cubierto,  el frío , la humedad y el olor a putrefacción que despide el agujero hace que, mientras atravesáis el pasaje descendente, sintáis deseos de salir fuera de nuevo. Una sensación agobiante de claustrofóbia crece en vuestro estómago.

Al acceder a la gruta  vuestra luces  iluminan la gran caverna, su techo curvado, abrupto y bajo (no más de 3-4 metros de altura)está soportado por grandes bloques de piedra caliza. Todo el lugar está inundado de agua oscura hasta las rodillas,  de profundidad desconocida en el centro de la cueva en la que flotan y se mecen lentamente grandes barricas de vino deterioradas por la humedad y el paso del tiempo. El agua gotea desde el techo y produce un tintineo misterioso.

Inspeccionáis el cuerpo del zombi a los pies del túnel y veis que tiene los mismos signos que los de arriba. Parece un luchador de edad madura que murió por heridas de arma y luego se transformó en zombi. Tampoco tiene nada de valor.

Os internáis en la cueva. Al alejaros del acceso la profundidad del agua hace que el nivel llegue hasta vuestra cintura, incluso más por momentos.

 Al fondo una reja metálica divide las cuevas en dos secciones, la del fondo parece ser otra cueva algo más pequeña : la puerta está destrozada parcialmente fuera de los goznes. Las cueva tiene en total casi 20 metros de ancho y más de 30 de profundo.

No se ve ni rastro de vida en el lugar ni de Becher ni de sus hombres.

Llegáis hasta la sección del fondo de la caverna. Descubrís a un lado un acceso a una pequeña cámara cubierto por barricas. Os internáis por el lugar.

Es una pequeña oficina a salvo del agua con una mesa llena de pergaminos mohosos y un par de sillas. Hay restos de comida y manchas de sangre en el suelo.

Sobre la mesa hay un pergamino antiguo, muy deteriorado en el que se adivina un texto borroso...
 

Junto al viejo pergamino hay una pluma y un bote de tinta negra secos por el paso del tiempo:

"Estamos sentenciados...sabemos que Iadon no legará a tiempo con la ayuda. Nuestra hora ha llegado. Las heridas que nos han causado esos misteriosos asesinos son demasiado graves. Horam además fue mordido por esa otra criatura en el bosque y hace horas que está muy grave y febril. Seguramente sea el primero en morir a no ser que aparezcas pronto...nuestra esperanza se agota...

Si encuentras ésto amigo Iadon, siento que no podamos volver a encontrarnos en vida. Pero lo haremos en la otra vida , a los pies de los salones de nuestros dioses, dispuestos para disfrutar la vida eterna.

Un honor haber vivido aventuras como Pathfinder contigo y con el resto.

A quien encuentre mi cuerpo le ruego me entierre dignamente para satisfacer mis creencias y los dictados de mi religión.

Suerte y gloria

Firmado: Abta Nuata"
 

En el suelo de la pequeña cámara , hay también algunas pisadas y un rastro de sangre. De un solo hombre. Se pierde tras un acceso semioculto en la pared.

Examináis la sala y , entre las barricas que hay contra la pared,  veis que una parecía servir como escondite secreto de cosas de valor y ha sido recientemente abierta.

Hay una marca en el polvo y el moho, de un objeto del tamaño de un pequeño cofre que ahora no está, hay ropas viejas, una capa, un par de dagas oxidadas, un cofre con 332 monedas de oro y unos brazaletes plateados que destellan lévemente con la inconfundible apariencia de los objetos mágicos.

Todo parece haber sido revuelto recientemente pero solo falta, aparentemente, un objeto del tamaño de un pequeño cofre o caja.

Abrís la puerta oculta y se abre a un estrecho túnel que se pierde a lo lejos. El rastro de pisadas y sangre se pierde por el...

Marcell se arrodilló en el suelo y comenzó a examinar la sangré tratado de ver si se dirigia hacia algun sitio.

¡Hola, ¿hay alguién ahi?!

La sangre se pierde por el túnel que sale de la "oficina" por la puerta secreta en la pared.

Parece que desde dentro alguien puso las barricas de vino para evitar que los zombis accedieran a esta sala desde la caverna principal.

El rastro es humano. Inconfundible. Pero el que dejó las huellas sangraba abundántemente...