Partida Rol por web

Donde los aventureros conocen a alguien que les propondra la busqueda de un objeto maravilloso

Mientras os sirven una suculenta cena rememorais la semana de duro trabajo que habeis pasado escoltando la caravana del mercader Ludovico dede la capital del ducado, Specularum, hasta la ciudad de Luln lindante con la Baronia del Aguila Negra, región de la que se cuentan todo tipo de rumores y ninguno de ellos bueno. Y como al llegar a la ciudad estabais deseando gastar parte de vuestra paga en la celebración del Festival de Rey, fiesta que celebra la victoria del Rey Halav sobre los hombres Bestia y la llegada de la primavera.

            No se puede decir que el periplo como escoltas de la caravana de Ludovico hubiese sido harto emocionante, pero para la vivaz mente del curioso Unger su primer viaje más allá de las murallas de Specularum resultó inolvidable. No se puede decir que se hubiese cruzado con rarezas, pero le resultaba muy diferente conocer las cosas por haber leído sobre ellas que por verlas y sentirlas. Había conseguido permiso de sus padres para unirse a esa caravana, para conseguir algo de experiencia y comenzar a recorrer mundo. Sabía que sus padres a buen seguro conocerían al comerciante, el cual parecía ciertamente empeñado en evitar problemas, pero no le importó. Es más conoció a gente interesante ¡Incluyendo un elfo y un enano!

            Por supuesto hubieron ciertas reticencias en el trato con algunos, puesto que a pesar de sus casi diecisiete años Unger todavía parecía más joven de lo que era. Aun así el buen talento de aquel optimista y bonachón muchacho junto con su mente despierta enseguida logró ganarse a algunos.

-         Ciertamente me encantaría realizar el viaje de vuelta con vosotros, no se que nos deparará el destino pero siempre será más llevadero en buena compañía.- Respondió el joven omitiendo sus planes de sonsacar más historias a sus compañeros de viaje, aunque a buen seguro era algo que ya se esperaban.

En la fiesta Unger comió con moderación, tal y como le habían enseñado a comportarse, aunque se permitió un par de jarras de cerveza. Algo que sin duda pondría histéricos a sus padres pero que resulto otra experiencia la mar de interesante. Sin embargo decidió retirarse poco después que Gustarion para evitar encariñarse demasiado, y demasiado pronto, con esa afición.

El elfo había pasado casi desapercibido durante la escolta, y era su habilidad natural, muy callado y reservado, pero a la vez curioso; de tanto en tanto se alejaba del grupo para explorar los alrededores del camino boscoso.

Ya en la Fiesta era otra cosa, de aguamiel pasó a cerveza y terminó con un licor fuerte que compartió con el enano, como era obvio quedó tumbado de la borrachera sobre una banca, apenas percibía lo que los demás decian, y solo se limitaba a responder con monosilabas a las preguntas que le hacían, incluso cuando le preguntaron que si partian al amanecer de vuelta a Specularum, se limitó a asentir con la cabeza con los ojos en blanco.... ignoraba que su despertar tan temprano iba a convertirse en un suplicio, y que la resaca estaría peor.

Borak es un enano típico. Rudo, bocazas, siempre deseoso de demostrar la hombría de su raza (incluiyendo las mujeres enanas), pero en el fodo tiene buen corazón y un gran coraje.

Quizá fue por su juventud acomodada, que se tomaba las cosas muy a la ligera, sin preocuparse demasiado por los riesgos o por si su vida se ponía en peligro. Esto le da cierto aire de fanfarronería del que estaba muy orgulloso.

- ¿Ya os vais? - dice dirigiéndose a Gustarion y Unger - Esto es una fiesta niños, parece que tengáis 400 años. En fin, buenas noches.

Dirigiéndose ahora al resto de compañeros y tras acabar de un gran trago su cerveza empieza de nuevo. - Pues sí, en este viaje ha faltado algo de entretenimiento. Mi hacha sigue sedienta de sangre verde, - refiriéndose a goblins, orcos y demás- estaré encantado de compartir con vosotros el viaje a Specularum.

Agarrando a Lennox por el hombro, el enano solto un fuerte eructo que se oyó en toda la taberna.

¡Vayamos a por otra cerveza! ¿Te apuntas Halcón de los Vientos? ¡JO JO JO!

Borak no cesaría en su mofa por el estado del elfo.

El Festival sigue toda la noche en la ciudad los juglares cantan y bailan, la gente bebe y demuestra su alegria mientras las representaciones de los dioses recorren las calles de Luln, una ciudad no muy acostumbrada a estas demostraciones debido a su ambiente normalmente un tanto apesumbrado y lugubre, pero hoy es un dia especial y la gente lo celebra como tal. Asi aunque alguno os retirais temprano el dormir se hace dificil y os levantais con al dia siguiente un poco mas tarde de lo normal y alguno mas perjudicado que el resto con lo cual la salida de la ciudad se demora hasta despues del medidodia.
Comenzais a caminar y pronto dejais atras las murallas de la ciudad el aire fresco os despeja y rapidamente entre comentarios, risas y alguna queja pasa la tarde. En cuanto empieza a anochecer decidis deteneros y montar un pequeño campamento al aldo del camino para poder cenar algo y pasar la noche alrededor de una pequeña lumbre al que os acercais para calentarlos ya que aunque la primavera ya ha comenzado las noches todavia son frias .

Gustarion, el enclenque mago albino de Specularum, se había unido a la caravana a última hora. Era un hombrecillo taciturno y calmado y no había hecho buenas migas con ninguno de los presentes. Pero tampoco malas: era un tipo estudioso y poco amigo de fiestas y juergas, muy centrado en si mismo y en sus cosas, no había intimado con nadie pero era lo suficientemente cortés como para no despertar recelo de sus compañeros.

Cuando todos celebraban el éxito de su misión, la fiesta y la paga, Gustarion se había retirado tras consumir un consomé, pan negro, un poco de verdura hervida y un vaso de leche de burra. Y una de esas apestosas infusiones que degusta a diario

¿Volveréis a Specularum mañana? podríamos recorrer juntos el camino. ¿partimos al amanecer? fueron sus palabras de despedida a sus compañeros antes de que estos se emborracharan en la taberna y continuaran con la fiesta de la primavera.

Esa es mi intención - replicó Lennox el guerrero - Estoy deseoso de encontrar un trabajo mejor y de paso vivir aventuras. Estoy realmente cansado de esta vida insulsa.

Lennox tiene ya una cierta edad. Sus compañeros no alcanzan a averigüar a ciencia cierta cuál es... pero saben que por su aspecto no es un hombre joven. Aunque aún se le ve fuerte y sano, sus arrugas le delatan. Hace ya mucho tiempo que desea vivir aventuras que le recompensen gloria y oro, tras años recuperándose de su última batalla, en la que terminó malherido. En su interior vuelve a sentir ese cosquilleo especial que le dice, que junto a sus nuevos compañeros, le puede aguardar esa aventura que tanto desea iniciar. Al fin y al cabo, no pierde nada por intentarlo.

Aunque ya ha pasado un día desde la gran fiesta, la cantidad, ingente para una persona normal, de comida que tomó en ella y sobre todo la bebida que bebió no era lo de una persona normal. Hadrael no se conformó con tomarse un vasito de cerveza o una o dos piezas de carne. Acabó con toda existencia de comida y bebida alguna que hubo en el festín. Es por ello que al poco tiempo de poner el campamento y gracias en cantidad al calorcito que emitía la hoguera se quedó dormido al instante, pero debido a la conversación que mantenían sus compañeros de viaje, se había despertado.

- Por mi parte, Gustarion, no me importa donde ir y me parece bien salir nada mas amanecer si me dejais descansar el tiempo suficiente para estar en plena forma...

Nada mas terminar la frase, Hadrael se volvió a quedar profundamente dormido.

Fué un día pesadoy para el olvido, la resaca del día anterior lo había dejado muy débil y desganado; levantarse temprano al dia siguiente se había vuelto un suplicio, pero lo fué aún más el viaje.

-Pero que ma has dado la noche anterior Enano, he probado muchos licores pero este ha sido el peor de todos -sus reproches se hacian presentes durante todo el viaje, era lo único que decía, de resto su boca permanecía cerrada. Sus actos también eran desconocidos y lejanos a ese elfo curioso que de vez en tanto se alejaba de la caravana para curiosear los alrededores; en cambio esta vez Vientodehalcón se limitaba a mover una pierna luego de mover la otra.

Finalmente, un sentimiento de alivio pasó por su cuerpo cuando armaron el campamento, aunque ya anochesia, la resaca aún estaba presente No le vuelvo a recibir un trago al Enano... Fué que el elfo se recostara y en menos de un parpadeo ya estaba sumido en sus extraños sueños elficos.

La luz comienza a ser muy escasa y tras calentar algo de comida en el pequeño fuego y cenar os comenzais a preparar para dormir (aunque alguno ya lo esta haciendo a pierna suelta). Repentinamente unos fuertes sonidos os sacan de vuestro ensoñamiento y escuchais procendente del Camino del Este el sonido de caballos galopando, relinchos y gritos. Y vuestra sorpresa aun es mayor cuando un hombre de mirada enloquecida montando en un caballo ruano con espuma en la boca entra en el circulo iluminado por vuestra hoguera tirando de las riendas de su caballo. Antes de que el hombre pueda abrir la boca siquiera una saeta se clava en la garganta del caballo que cae al suelo agonizando.

El hombre pega un salto y rueda por el suelo para no quedar atrapado debajo de su caballo, a continuación se levanta, desenvaina una espada y grita mirando hacia el camino.
- ¡Estan a punto de llegar, no hay tiempo que perder! -

El fuerte grito de un hombre de voz grave y autoritaria resuena en la noche

- ¡Matad a ese desgraciado y a sus amigos! -

En el camino podeis entrever a un grupo de hombres que desmontan de sus caballos y comienzan a dirigirse hacia donde os encontrais mientras el que ha gritado permanece en el camino. Debido a la oscuridad no los veis bien y no discernis si portan algun tipo de insignia identificativa claramente su actitud es hostíl es hacia vosotros. ¿Que haceis?

El elfo se incorpora rápidamente de su letargo, sin saber exactamente que ocurria, habia aprendido las normas de un viajero errante, sus reflejos hacen que desenfunde inmediatamente su espada y su escudo, preparandose para el combate.

Rápidamente dicierne quienes son los enemigos, identificandolos ante la poca luz que despide la luna y las estrellas.

- ¡Por las barbas de mi abuelo Burkar! ¿Qué clase de ruín emboscada es ésta?- dice el enano visiblemente furioso - ¡Vais a probar las caricias de mi fiel hacha pieles verdes!

El enano no sabía si sus enemigos serían o no goblinoides, pero su aversión a esa ralea hacía que dijera este tipo de cosas.

- ¿A qué viene esto?

El guerrero dió un brinco. Sus ojos abiertos de par en par, intentan vislumbrar entre las sombras las caras de sus adversarios. ¡Es su oportunidad! Por fín algo de emoción en su vida. Con celeridad, agarra su ballesta y carga una saeta. Está confuso, pero está decidido a disparar.

Gustarion se coloca detrás de sus compañeros, intentando pasar desapercibido. No se encuentra bien y las piernas le flaquean debido al esfuerzo de todo el día y al insuficiente descanso.

Lentamente comienza a pensar algunas arcanas palabras y la energía mágica comienza a recorrer sus brazos. Mientras sus claros ojos, grisáceos, casi blancos, buscan a sus oponentes en la oscuridad, a aquel que parece su líder y dio las órdenes. Podría pensar en cómo explicar a los recién llegados que este tipo no es su amigo, pero probablemente sus compañeros ya habrán iniciado el combate antes de que esto suceda, así que decide que es mejor adaptarse a su situación

Hocus Pocus...

Y un brillo azulado comienza a surgir de las yemas de los dedos.

Veamos, puedo usar este hechizo una vez al día. Hoy no le usé con lo que podré tenerlo nuevamente disponible nuevamente a la mañana aunque tendré que estudiarlo nuevamente sacrificando varias horas de valioso sueño. ¡Malditos estúpidos, siempre inmiscuyéndose en lo que no deben, en los asuntos de los magos!!!

 Aun los rayos no habian terminado de salir, pero se oia un gran ruido y cuando Hadrael abrió los ojos, se encontró a la mayoria de sus compañeros levantados y en posición defensiva, se ve que no han tenido un buen despertar.

Acto seguido, y al notar que iban en serio sus compañeros, se levantó de un brinco y desenvainó la espada al mismo tiempo que ponia todos sus sentidos alerta.