Partida Rol por web

- Buen trabajo Lennox - susurra el rubio guerrero y despues se gira hacia el resto - Puede que ahi dentro este el poderoso objeto que venimos a buscar asi que rezad a vuestros dioses y prepararos para la batalla de vuestras vidas mis valientes compañeros - y dicho esto comienza a avanzar hacai la puerta intentando hacer el menor ruido posible, se pone a un lado de ella y coge el pomo. - ¿Preparados? -

El elfo asiente sin dejar la honda. Se prepara detrás de Lénox buscando una buena posición.

Asentí ante el guerrero, con mi espada y escudo preparados como siempre para la batalla...

Tras mirar atras y veros en posición y preparados el rubio guerrero de mandibula cuadrada abre la puerta de golpe y se lanza dentro de un dormitorio con un gran cama al fondo y a un lado un mueble con un escritorio y una estanteria. En el medio de la sala dos hombres os esperan armados y en pie dispuestos a plantaros cara.

Leo corriendo las palabras que ocupan el pergamino hallado en la anterior habitación y espero que los dioses nos den su ayuda en un momento tan necesario como este,el papa tras acabar la ultima letras desaparece entre mis dedos acabada su función en este mudo....

El elfo se tensa y agudiza sus sentidos y se dispone a apuntar. El elfo no flaqueó en coraje aunque un súbito cosquilleo le recorrió la espina dorsal arrancando un escalofrío. Apunta con su honda a uno de los hombres.

Sigo a mis compañeros y subo la estrecha escalera de caracol con calma, consciente de que el simple esfuerzo que suponen los escalones puede dejarme fuera de combate. Lo hago en último lugar, usando mi bastón como apoyo, y sin dejar que Palisander se aleje demasiado de mi. Ante la espectativa de un nuevo combate, prefiero estar cerca del ogro. De momento parece que Alexei ha encontrado un nuevo oponente, por lo que mantengo alejado esperando a que los demás se encarguen.

Me dirijo hacia aquel que vi más temible con la intención de hacer un combate mejor que el anterior.

- ¡No se como habeis logrado llegar hasta aqui! - grita el hombre de mas edad y que se protege con una armadura completa  - ¡Pero estad seguros de que no lograreis ir mas lejos!  - y haciendo un gesto hacia su compañero, el cual no tiene una pinta tan fiera como su jefe, se lanza a por Lennox - ¡A deguello Menelaus! ¡ A deguello! -

Uno de los sujetos que hay dentro de la sala parece al mando y lanza una orden al otro para que nos ataque,espero que mis compañeros mas aguerridos puedan con el,pues sus armadura parece muy buena y no sera fácil oponente,pero confío en el grupo y en nuestra fuerza conjunta para derrotar a estos nuevos oponentes que se hayan en el camino de nuestra misión....

Antes te degollaré yo, y fui para atacar al otro sujeto mientras que me intentaba cubrir del ataque del que poseía la gran armadura, utilizando al otro soldado como obstáculo, pues sabía que la lucha contra alguien tan protegido sería ardua tarea mientras que su acompañante podía caer de la primera...

- ¿Degollarnos? ¿Vosotros? , ¡necios! - el elfo ríe entre dientes mientras observa su tiro sale despedido perdiéndose en las sombras - ¡Maldición!

Continúo en la puerta, fuera de la sala donde se escuchan un par de voces amenazantes. Mis compañeros devuelven los improperios con su habitual fanfarronería, y no puedo evitar una leve sonrisa. Aún así, me quedo donde estoy al menos de momento.

Con tranquilidad desenvaina la espada, cediéndole el primer ataque a sus compañeros. - ¿Cómo vais a degollarnos cuando os demos muerte? - No se acerca a su adversario aun.

Antes de que vuestros dos contrincantes puedan reaccionar Lennox se adelante y de un certero espadazo hiere en el pecho al que ha hablado obligandolo a dar un paso hacia atras. Ante esto su compañero se gira hacia el y lo intenta herir con su espada.
 

- ¡Como te atreves Perro! - grita el joven de mirada aviesa y adelanta su espada corta hacia el cuerpo de Lennox el cual intenta esquivar el ataque pero a pesar de ello recibe un feo corte en su brazo izquierdo.

El elfo agudiza la vista y localiza su objetivo, aquel que ha arremetido contra su compañero Lenox y le llama perro.
- No, tú serás quién perezca.
El proyectil vuela del cuero de la honda pero erra el tiro por poco golpeando la pared.

Me sitúo al lado de mi compañero y asesto un golpe con mi maza al atacante que ahora esta entretenido atacando a Lennox

¡Esas será la última vez que hieras a mi compañero! - Hadrael se acerca al que ha atacado a Lennox y le da un espadazo que consigue esquivar-