Partida Rol por web

De un fuerte golpe el ogro tira la puerta abajo y entra seguido por Alexei y Borak en una amplia sala que parece una especie de recibidor o sala de estar. En ella hay cuatro soldados, uno de ellos con un pergamino en la mano, que al escuchar el estrepito se giran hacia vosotros. El de la nota y otros dos echan mano de sus espadas mientras que el otro se queda quieto con cara de asombro.

- ¡ A las armas! ¡Nos atacan! - grita el del pergamino el cual por cierto os suena mucho. Parece que el sargento que os paro en el puesto fronterizo al llegar a los limites de la Baronia.

con el asombro de los presentes me escurro como serpiente dentro del cuarto atacando al sargento desprevenido.

El enano atraviesa la puerta como una exhalación. Apuntando con su ballesta hacia los soldados que están frente a él, aprieta el gatillo y sonríe cuando un virote sale despedido. Acto seguido, suelta el arma y coge su hacha, preparándose para luchar.

Palisander abre la puerta con su habitual sutileza, y consiguen sorprender a un grupo de soldados. Aunque lleva la honda en la mano, prefiere esperar unos segundos hasta que analiza bien la situación de cada uno de ellos. Esto le retrasa, pero le permite saber la mejor forma de proceder.

Hadrael ve como sus compañeros, tras Palisander, entran atropelladamente a la habitación. Él no tiene prisa por entrar, por lo que con tranquilidad entra en la habitación y desenfunda su espada dispuesto a combatir.

Entra con tal ímpetu que resulta avanzando a los demás,pero cual es su sorpresa al encontrar a los soldados demasiado lentos para su ataque pues parecen moverse como dentro de gelatina,su carrera y la sorpresa están a su favor ye intenta golpear a un soldado....

Pero en su ansia por golpear y la rapidez de ello lo hacen fallar estrepitosamente....

El elfo rápidamente apuntó con la honda y soltó el proyectil con tanta prisa que salió despedido del  cuero que lo alojaba.

- ¡Maldición! - exclamó soltando la honda y buscando su arma para enfrentarse cuerpo a cuerpo a sus enemigos.

A sabiendas de que el que da primero da dos veces, Alexei se lanza de inmediato contra los soldados, aunque sin mucha fortuna.

Balancea su honda sobre la cabeza y suelta el proyectil intentando impactar en uno de los soldados. Sonriente, disfruta del espectáculo desde la distancia.

- Vamos Palisander, machácalos!

Como luchadores entrenados que sois entrais en la sala aprovechando la sorpresa creada por el ogro y os abalanzais contra los soldados. Pero debido a esa rapidez esos ataques son en su mayoria infructuosos excepto el efectuado por el mas veterano de vosotros, Lenoxx, que con nervios templados se acerca al sargento y antes de que este pueda gritar de nuevo le clava la daga en la yugular provocandole la muerte casi instantaneamente. A continuacion dos de los soldados reacciónan con presteza y tras parar los golpes responden con sus espadas intentando herir a Alexei y a Unger pero con los nervios sun golpes son totalamente inefectivos.

Tras tirar la puerta abajo el ogro agarra con fuerza el palo que lleva en la mano y dando un paso hacia adelante golpea al sorprendido soldado aplastandole la cabeza.

Hadrael disfrutaba de la escena desde la puerta, cabezas encajadas en los hombros y dagas en las yugulares pueden ser un espectáculo bastante divertido si se está en el bando apropiado. Entre toda la gresca que se formó, vió a uno de los soldados, que una cara de asombro extrema, se había quedado petrificado ante nuestra interrupción en la sala, Hadrael se decidió por el y avanzando tranquilamente levanta la espada y suelta un espadazo.

viendo como todos los soldados han sido neutralizados menos uno que se quedo sorprendido, guardo mi daga para coger la espada corta del sargento.  Esa espada tiene un bonito mango con extraños símbolos y el acero de la espada parece de la mejor calidad. Ataco al soldado sorprendido .

Vuestra irrupción repentina en la sala ha tenido bastante exito ya que tres de los guardias yacen muertos en el suelo y el que queda palidece por momentos mientras la espada que blande en la mano tiembla ostensiblemente. Antes siquiera de que pueda siquiera articular palabra Lennox recoge una espada del suelo e intenta atravesarlo con ella pero a pesar de todo es un soldado entrenado y es capaz de parar el golpe interponiendo su arma.

Veo que el soldado sigue teniendo ganas de luchar, y casi suelto una carcajada. Cómo quiere seguir luchando cuando está en franca inferioridad! En fin, allá él. El hacha del enano describe un arco descendente, camino de su objetivo. Este casi consigue esquivarla, pero con un pequeño desvío en el recorrer de la hoja, el hacha le impacta en el hombro izquierdo.

Al ver la muerte tan rápida de nuestros enemigos,me dispongo a ver que pone en el pergamino que los tenia enfrascados en la lectura,y de paso miro a ver si encuentro algo de valor en ellos....

El elfo apenas pudo intercambiar algunos golpes con su enemigo. El combate apenas dura unos instantes y su compañero el enano era una apisonadora, por donde pasa produce estragos. Viento de Halcón se detuvo apoyándose en el pomo de su espada con aire distraído a Unger.
- Deja algo a los demás. - se queja ante la rapidez para el saqueo.

Se acerca hasta Palisander y le da un golpecito en el enorme brazo mientras le muestra una sonrisa. El ogro ha vuelto a ser efectivo, y es lo único que esperaba de él. Acto seguido, encamina sus pasos hasta uno de los soldados muertos y se coloca en cuclillas para examinarlo. No pretende saquearlo, sino simplemente fijarse en si llevan algún tipo de indumentaria común.

Una vez liquidado el ultimo de los guardias comenzais a examinar sus pertenencias y sus ropajes que aunque son diferentes todos portan un tabardo por encima de ellas con el escudo de la baronia. El que parecia el lider llevaba una nota que Unger recoge del suelo y en su mano brilla un anillo que parece de oro. Ademas tiene una saquito en el cinturon que por el peso parece que contiene unas cuantas monedas.

En cuanto a la nota pone lo siguiente:

Mallanet:

Tengo noticias de puede haber algunos intrusos en algún lugar de la fortaleza o que pueden estar tratando de entrar para causarnos problemas. No necesito decirle que no queremos que nada de esto ocurra aquí. Los tontos en las mazmorras son bastante prescindibles y esos intrusos no pueden causar ningún daño allí, asi que no se te ocurra enviar a nadie a una emboscada. No perdemos nuestra gente allá abajo. Debemos de mantener la calma y, si hay problemas, tener cubierta la zona mientras yo pienso acerca de qué hacer al respecto.

Teniente Galleret