Partida Rol por web

Qué extraño que el sol no la transformara en piedra.

Y bien: ahí estaba de nuevo. En camino. Fram lamentó no haber podido pillar algo de botín donde los trolls, pero estaban demasiado inquietos como para intentarlo.

Y aquí estaba ahora, con algunos dardos para defenderse, y poco más. Habiéndo perdido su daba, Buscadora, se sentía extrañamente más ligero.

Miró hacia donde estaba la guarida de los trolls. ──Algún día os lo haré pagar. Seguro.

Pero ese día no sería el de hoy. Por tanto, prestó atención a esta nueva distracción. ¿Hacia el Oeste? Mh. Ese era su camino. Él iba hacia la Carroca. Fue observando las huellas del gatito, y parando de cuando en cuando a escuchar, no fuera que viniera gente.

Aun agachado sobre el embarrado suelo del bosque, me giré hacia Raban de nuevo:

— Tiene que estar por los alrededores. Rastro reciente... — le susurré, adquiriendo un rostro serio. Los trolls eran criaturas deformadas, e ideadas por la mente insana de El Enemigo incluso antes del nacimiento del sol y la luna, y eran temibles. Se decía que Morgoth las había creado como mofa por el nacimiento de los Onodrim, de la mano de la Valier Yavanna.

Despues señalé al mas que crecido arroyo, que podía convertirse en una trampa mortal, al menor resbalón, tras lo que elevé la mirada: quizás pudiese cruzarse saltando de una rama de un lado a otra de otro del lado contrario. Si no, habría que buscar otro sitio por el que vadearlo. No nos podíamos arriesgar a un accidente allí, cuando la maligna criatura merodeaba por allí.

¿Un troll?

Raban miró a su compañero con asombro, deseando que no se hiciera el gallito y salieran de allí cuanto antes, la huida era algo perfectamente aceptable en estas circunstancias.

Entonces observó como el elfo observaba los alrededores buscando alguna forma de atravesar ese río evitando el vado. El humano comprendió que había que llegar al otro lado.

¡¡ Mierda, siempre nos tiene que tocar el mejor premio !!

Esperó en silencio a que su compañero encontrara un ruta viable.

15 Febrero 1812 T.E. 09:26 Muchas nubes de Tormenta. -1ºC. Gran Bosque Verde. ("Bosque Negro"). Entrada de Caras Armath (Râd Amon).

Desde el cruce, y con la rabia, más que decirlo, lo gritas. Te vengarás algún día, pero no está claro si de ellos, de toda la raza en si, o … de la puta madre que los parió.

Sin más, y tras arreglarte las pertenencias, con un leve saltito, y acomodarte para el trayecto, empiezas a seguir la destartalada pista que corre de este a oeste, precisamente en la misma dirección por donde se ocultaría el sol. 

Algún día os lo haré pagar. Seguro.

Es la voz de un hombre, y este además, ha de estar …. muy cerca del puente que buscas.

Al escuchar aquella voz, levanté la cabeza como un resorte: provenía de unos doscientos o trescientos metros mas adelante, donde, si los rigores del tiempo no lo habían echado abajo, un puente construido por mi pueblo permitía flanquear el riachuelo convertido ahora en torrente por las prolíficas lluvias. Miré entonces a Raban, señalandome una de las orejas con pequeños toquecitos, mientras con la otra mano señalaba hacia la zona:

— Humano. Parece amenazar a alguien. Acerquémonos con cuidado. A 30 metros, deja que me acerque yo a investigar... — le dije, apenas en un susurro, antes de, vigilando el entorno, empezar a moverme hacia allá con cuidado. Aún no había podido ubicar al troll en aquel extraño tablero, y sin duda era, quizá, lo mas temible. Por suerte, su enorme peso y tamaño permitían seguirlo sin problema en un entorno como aquel.

Raban asintió a su compañero y se movió discretamente tras él intentando ver qué era lo que les esperaba más adelante. Contrariamente a lo que parecía, moverse con discreción era algo bastante natural para Raban, acostumbrado al submundo de la ciudad en la que convenía siempre pasar desapercibido.

Para allá que fue, aunque no caminara justo por el medio del camino, y aunque intentara, en los cambios de rasante (coronando altos y colinas, por donde se le pudiera ver de lejos) no ser visto como una silueta contra el cielo, a base de cruzar agazapado con toda discreción.

Y no dejó de comprobar si las huellas del gato seguían por el camino.

Mirabas absorto una huellas, que claramente, no se había hecho nada por ocultarlas. Es bastante sencillo seguirlas. Tanto, que te preocupa.

- ¿No será ….?

Sin tener claro que sucede, un ruido a tu espalda, de algo enorme arrastrarse, se aproxima, paralelo al camino. Te sobresaltas y giras de inmediato, olvidando por completo a la chica y su "gato".

Algo enorme, parece discurrir por el rio y sus plantas, desde unos metros más adelante de vosotros, hacia el propio puente. Estaríais como a 50 metros de este. El ruido no ha sido poco, y ha sonado como una serpiente enorme desplazarse.

Es un hombre lo que caminaba unos 15 metros más allá del puente, absorto en sus pensamientos, y mirando al suelo. Aparentemente va desarmado. Al menos, no porta arma visible en sus manos.

El ruido del riachuelo, lo ha sobresaltado, y de un brinco se ha girado hacia ... (entre vosotros y el rio)

Un tipo camina un poco más allá del puente, dándoos la espalda.

No porta nada en las manos, pero al escuchar el ruido, se ha sobresaltado y girado sobre sus talones.

Fram percibió algo, un peligro. De inmediato buscó un lugar donde esconderse, un lugar que estuviera fuera del camino de lo que fuera que venía paralelo al camino.

Raban hizo un ligero ruido con la lengua, suficiente para alertar al elfo. Ya había desenvainado las dos espadas mientras hacía un gesto hacia una figura humana que se ha dado la vuelta, quizás alertado por su presencia.

Intenta camuflarse en el entorno mientras se acerca a la figura para atacarle por sorpresa.