Partida Rol por web

Me quedé petrificado al oír ese ruido y vi cómo mis amigos se metían rápidamente en la clase. Las piernas no me respondían y miraba con los ojos desorbitados el final del pasillo.

"Muévete Lucas...Muévete....Muévete...¡MUÉVETE!"

Giré sobre mis talones hacia la clase dónde María y David habían entrado, resbalándome con mis propios pies y entrando a trompicones. Por poco grito, y tan rápido y silencioso como pude, que no era mucho, me escondí tras un pupitre, respirando agitadamente.

Deshaceis el camino, pues habiais escalado solo 4 peldaños de la escalera y volveis hacia una de las clases, por suerte las puertas están abiertas, es el guardia quien las cierra, esperais que empiece por arriba a cerrarlas, sino os quedareis aqui dentro hasta la mañana siguiente, o puede que las cierre en su última ronda... Escuchais la voz del guardia que grita:- ¿Hay alguien ahi?- Se queda un momento en silencio y escuchais como se dice:- Mejor preguntarlo y que se escondan a encontrarmerlos... Este maldito sitio me pone la piel de gallina.- Escuchais sus silbidos mientras sube por las escaleras, ahora estais solos en la clase, entre todos los pupitres vacios, aunque por un solo momento al mover vuestra linterna creeis haber visto una figura sentado en uno de ellos.

David dio un respingo al pensar que había alguien mas en aquella clase. Mas fue producto de su imaginación, estaba claro. No había nadie allí. 

Poco nos ha faltado- dice- esto definitivamente ha sido mala idea- pero ya no podían echarse atrás- vayamos a por lo tuyo y larguémonos ya de aqui, que a la próxima seguro que nos cazan.

-¿y si pregunta y le contestan?-dijo María en voz baja saliendo de su escondite acercándose a la puerta y asomando la cabecita trenzada por ella hacia el pasillo.

Puesto que no había visto dónde David y María se escondían, la silueta del pupitre, aunque me dio un pequeño susto, pensé que era uno de ellos dos.

"¿Pero porque se esconde ahí? ¡Será tonto! O tonta.",

Pero mi pequeña confusión no duró mucho, pues ambos salieron de su escondite y ninguno estaba en el pupitre. Rápidamente volteé la luz hacia el pupitre en el que creía haber visto la silueta, pero no vi nada esta vez.

"¿Mi imaginación?"

- Sí...vamos rápido, esto es peligroso...cómo nos pillen...- "y da un poco de miedo".

Salí el primero, aprovechando, así no tenía que ir el último otra vez.

Al abrir la puerta podeis escuchar los pasos y silbidos del guardia, en tanto decidis salir de la clase. Todo esta igual a excepción de la puerta de preescolar que esta completamente abierta, como si fuera una gran boca, los dibujos son iluminados tenebrosamente por vuestras linternas, ahora el guarda debe estar en las escaleras que suben hasta la última planta. Por un segundo al cerrar la puerta detrás vuestro notais la sensación de algo mirandoos detrás vuestro...

María se estremeció con un escalofrío y volvió a pensar en la de cosas que podría haber escondidas en la oscuridad.

Debía de dejar de leer historias de miedo.

Con urgencia.

-v...vamos-musitó insegura aferrándose a la linterna como si le fuera la vida en ello.

¿Era su impresión o algo les vigilaba? David sabía que sus pensamientos eran una verdadera chorrada, fruto de la oscuridad reinante y los pasos del guarda. Aún así y todo no podía dejar de pensar que algo les observaba. 

Ya estamos cerca- murmuró, mas para oír su voz que por otra cosa. 

Cerré los ojos con fuerza cuándo noté la presencia tras de mí. Era como la silueta de antes. ¿Dos veces lo mismo? Eso era raro.

"Pero mamá dice que es normal que en la oscuridad nos parezca ver cosas, porque nuestros ojos no ven nada y nuestra imaginación pone cosas...Pero que no hay que tener miedo, que en realidad no hay nada."

Y eso era verdad, al menos cuando estaba en casa y encendía la luz de la habitación si tenía miedo.

"Esto es lo mismo, sí..."

Abrí los ojos de nuevo y cuándo me acostumbré a la luz de la linterna y me aseguré que María y David estaban tras de mí, empecé a caminar, muy poco a poco.

- Vamos...-susurré - sin hacer ruido...

Os dirigís con rapidez hacia el piso superior a este para llegar cuanto antes a vuestra clase, para recoger lo olvidado y salir por piernas de este siniestro lugar, no sin dejar de sentir la sensación de que en la clase donde os habíais escondido del guardia, parecía que había alguien más, aunque cuando paso por la luz de la linterna por toda ella no había nadie. Cuando llegáis a la mitad de la escalera, escucháis que alguien abre una de las puertas del piso donde habíais estado, casi imagináis que puede ser el mismo que ha estado observándoos en esa clase...

"Es el guardia, es el guardia..."

Tenía que serlo. Eso o cosas que sólo existían en las pesadillas y la oscuridad. Sí, mamá decía que las cosas malas que dan miedo solo existen en los sueños, o que las vemos cuando está muy oscuro, pero que no están ahí. Y las mamás siempre tienen razón.

- ¿Quién va primero...? - pregunté en un susurro.

Sabía que me tocaría a mí, al fin y al cabo era mi cámara (bueno, la de papá) la que teníamos que recuperar. Pero si me libraba...

Pues tu que es tu cámara- responde, David, dándole un ligero empujón a su compañero que les había metido en todo este embrollo- pero tranquilo que te seguimos. 

María asintió sujetando a David por la parte trasera del jersey, asomándose de puntillas por detrás de su hombro.

-Eso, nosotros estamos aquí.

No es que no quisiera ir la primera, de hecho, ir la ultima tampoco le hacía gracia, pero con su vista de topito pecoso no iban a llegar muy lejos.

"Lo sabía..."

Murmurando muy bajito acerqué mi mano poco a poco al pomo de la puerta para abrirlo.

"no hay nada, no hay nada, sólo es oscuridad, los monstruos no existen...."

LLegáis a la 2º planta con Lucas a la cabeza, aunque no por que él quiera precisamente, ya le esta empezando a disgustar mucho más la idea de quedarse mucho más tiempo en este sitio oscuro. Pero para alivio para todos no hay nada siniestro en esta planta, solo las puertas abiertas, es ir recoger la cámara y volver sobre vuestros pasos, así de sencillo... Así lo sería sino fuera por el ruido de pies que escucháis escaleras abajo subiéndolas, con un sonido similar a los de unos pies desnudos y a no ser que el vigilante se haya descolgado por una ventana o algo así, no debería haber nadie abajo de vosotros...

David estuvo apunto de gritar al escuchar esos extraños pasos... menos mal que se contuvo a tiempo -quizás la vergüenza de hacerlo delante de sus compañeros, delatando así que estaba asustado le hizo tragarse el grito-. Aún así no tuvo reparos en darle un pequeño empujón (otra vez) a Lucas para que se diese prisa.

Vamos, coge la dichosa cámara y vayámonos ya.

El empujón de David me sacó de mi ensimismamiento. Esos pasos... ¿Aparte de ver cosas que no están la imaginación ahce que oigas también cosas raras? No estaba seguro de eso, mamá nunca había especificado.

Tras el empujoncito fui casi corriendo a la puerta de la clase y giré el pomo.*

Lucas gira el pomo que no hace ninguna resistencia y abre por tanto la puerta de la clase de la que no sale ningún chirrido, pues está bien engrasada, ante vosotros se ven las filas de pupitres, los armarios donde dejáis los libros y los abrigos, la pequeña biblioteca y al fondo la mesa del profesor con su gran silla (la cual esta forrada y debe de ser bastante más cómoda que vuestras sillas de madera y metal. El compartimento de Lucas esta al otro lado de la clase lo más al fondo, si ya es una molestia por el día por la noche, no podéis más que sentiros que el niño os debe sin duda una buena cuando acabe todo esto. En tanto se escuchan los pasos por las escaleras, y siguen pareciendoos de pies desnudos, aunque ahora parece que están producidos por más gente...

-¿Estáis escuchando eso?-preguntó María en un susurro acongojado, encogiéndose ligeramente con un escalofrío.

Si, si... lo escuchamos- dice David, que mira tembloroso a Lucas- coge la cámara de una maldita vez y vayámonos- su voz suena algo chillona, pero era normal. Al chico no le gustaba en absoluto el sonido que se acercaba hacia ellos.