Partida Rol por web

Estaba tan aterrado como el resto, así que no necesitaba que ninguno me gritase para echar a correr hacia el cajón en el que estaba mi cámara. 

En esos momentos me daba igual el ruido de mis pasos, o si tiraba algo al suelo. De hecho, ni siquiera lo oía, pues sólo podía escuchar el latir desbocado de mi corazón en las sienes.

Abrí el cajón para coger la cámara y volver corriendo con María y Lucas tan rápido como pudiésemos.*

Lucas sale corriendo entre los pupitres, cayéndose una vez de morros contra el suelo por una silla mal colocada, pero aún con el dolor del brazo mal apoyado en la caída, le quita importancia con tal de salir lo más rápido posible de tan siniestro lugar, busca entre sus cosas y al final encuentra la dichosa cámara, pero al girarse hacia sus amigos se da cuenta de que hay alguien detrás de ellos, del tamaño de un adulto, aunque sus ojos brillan en la oscuridad, los otros dos niños que no habían mirado a su espalda tan solo una fracción de segundo pueden notar el olor nocivo que viene detrás suyo, en tanto que ahora los pasos que llegan de la escalera parecen haber llegado a la planta... Pero ¿Acaso vais a girar las cabezas para observar lo que hay detrás vuestro?

Al ver esa figura me paralizo. ¿Es el vigilante? ¿Por qué le brillan los ojos? ¿Y si no es el vigilante? ¿Y cómo ha llegado ahí de repente, sin que le oyésemos? ¡Si hace dos segundos no estaba ahí! Tengo que hacer algo. Es algo malo. Mucho. ¡Y va a coger a David y a Maria! Gritar. Tengo que gritar. Pero mi voz no sale. ¡Vamos lengua, habla!

Intentando avisar a mis compañeros comienzo a balbucear sonidos sin sentido mientras señalo con la mano que no sujeta la cámara hacía la siniestra figura.

- Ooh...dddaaa...buuu...aaahh...dii...

María miró a su amigo, sin entenderle. Se llevó una mano a los labios y chistó.

-¡Que nos van a pillar!-bisbiseó en su ignorancia. Esteban parecía que quería asustarles y ella no quería pasar más miedo. Entonces le llegó el olor, ese olor asqueroso que le dio la vuelta al estómago y la hizo doblarse hacia delante intentando contener las arcadas. Poco a poco, y , doblada según estaba, giro el rostro a un lado, mirando de refilón pese a su mala vista hacia atrás.

David pensaba que su amigo se estaba burlando de ellos y comenzaba a cabrearse. Quería salir de allí cuanto antes y él empezaba a balbucear. Claro que en el momento que le llega ese olor nauseabundo entiende los gestos de Lucas. Les estaba avisando de que algo se acercaba por detrás. David comienza a girar lentamente, sin poder evitarlo.

Al giraros hacía lo que hay detrás vuestro veis primero un ser vestido de negro completamente con un alzacuellos blanco, parece un cura de los de las peliculas, pero por lo demás eso no es humano, su cabeza abombada no tiene pelo, solo tiene la quijada de arriba y le falta la nariz, ahi solo hay dos agujeros, sus ojos viscosos iluminan con una pertinaz luz roja, da unos pasos y al veros señala hacia lo pupitres... ¿Os esta diciendo que os senteis?

Me colgué la cámara del cuello en un movimiento automático mientras miraba al ser de aspecto terrorífico y la escondí debajo de la camiseta. Bajé la vista a David y María, realmente temiendo por ellos, pero parecía que el ser no les hacía nada... Señalaba los pupitres.

Obediente sin saber porqué, con las piernas temblando y sin apartar los ojos del monstruo me senté en un pupitre. En el interior de mi cabeza algo me decía que obedeciese... Si no... Algo malo pasaría.

María empezó a llorar con la mirada fija en el extraño ser, temblando como una hoja. Agarró a David del brazo y con las convulsiones del temblor tiró de él para que fuera al pasillo.

-Por favor...-dijo por lo bajito asíque lo que realmente se le entendió con el berrinche de pánico fue algo parecido a "o ....vor"

Estuvo a punto de gritar sino fuera porque el extraño ser no hizo nada, simplemente señaló a los pupitres. De pronto, sus compañeros se sentaron allí y el muchacho solo pudo mas que evitarlo. No creía que pudiera correr mas que esa cosa.

El ser espera a que todos toméis asiento para avanzar entre dos hileras de pupitre a la mesa del profesor, podéis ver que está vestido con un traje negro y con un alzacuellos amarillento que alguna vez fue blanco, su andar es bamboleante de vez en cuando empuja los pupitres de alrededor... Pero algo entra en la sala, primero uno luego otro, poco un montón más, son figuras infantiles desnudas, desnutridas y de un blanco albino, no tienen pelo y cuando miráis sus rostros os dais cuenta de lo peor, no tienen dientes, solo una caverna por boca,  igual que sus ojos, agujeros que solo se ve oscuridad, al veros algunos sonríen, lo que lo hace peor, eso si nadie pronuncia nada, solo se escucha el ruido de sus pasos, mientras que se sientan... Eso si el último si parece un chico normal, aunque esta empezándose a quedar calvo y sus ojos están hundidos en sus cuencas, su boca le faltan dientes y os mira implorante...

David no sabía si chillar, correr o reír. Todo aquello era demasiado extraño. Estaban allí metidos en una clase con niños muertos y un profesor muerto. Sin embargo, el último "crío" les miró con otra cara. ¿Era súplica lo que se veía en sus ojos?

¿Quién... eres?- se atreve a susurrarle

Anque el ser y sus...pequeños lo que fueren me estaban congelando de pies a cabeza, no pude evitar fijar mi vista en el último. Era casi un niño...pero cómo si estuviese enfermo, muy, muy, muy, muy enfermo... Y pedía ayuda. Eso es lo que hacía. No hablaba, pero pedía ayuda. 

Abrí la boca pero ningún sonido salió de ella. Miré a María y David, sin saber qué teníamos o podíamos hacer. No sabía porqué...pero entonces nos vi a los tres cómo a ese niño. Sí, nos pasaría eso si nos quedábamos. Estaba seguro. Teníamos que huir. Aún mirando a mis compañeros señalé con un dedo, sin apenas moverme, la puerta de la clase...

Y David habló. Y entonces me giré hacia el ser, que estaba en el lugar del profesor, temiendo realmente por David.

María, como en una especie de sueño (pues estaba segura que se había quedado dormida al esconderse en la clase vacía y eso era una pesadilla fruto de su exacerbada imaginación) tomó lugar en un pupitre, observando con auténtico horror y pasmo la naturaleza de esos seres que parecían niños, y que, sin embargo distaban mucho de cualquier niño que hubiera visto. Su mirada pasó de los infantes desnudos a sus amigos, entendiendo perfectamente las intenciones de Lucas. Se preparaba para levantarse y precipitarse hacia la salida cuando la voz de David se alzó entre el silencio y la dejó petrificada, aferrada a los bordes del pupitre y los ojos casi saliéndose de las órbitas mirándole.

¡¡¿PERO QUE HACES?!!

El niño al pasar al lado de David dice con un susurro apenas entendible por la falta de dientes que provoca que su voz suene como un siseo:- Pablo... ayudame...- Un gruñido proveniente de la mesa del maestro hace que el pequeño niño se envare y siga a su asiento, como hacen todos los extraños niños que se quedan mirando al frente atentos a lo que tiene que decir ese monstruo que tienen por profesor. Esteban hace cálculos para salir de la clase, cuando todos escucháis el ruido de la llave cerrando la puerta, al parecer el guardia a vuelto y os ha encerrado....

Pablo...- el nombre no le sonaba de nada claro que al menos sabía que no todos eran (¿que eran?) seres sin cerebros. Ese pedía ayuda aunque no sabía David como debían actuar a contianuación. El chasquido del pestillo le dejo petrificado. Les habían encerrado allí. No sabía que hacer, solo pensaba en sus posibilidades mirando al "maestro" para ver que iba a hacer. Esperaba que se le ocurriese algo y pronto. Por el bien suyo y de sus amigos... y de Pablo.

Perfecto. Encerrados entre una multitud de fantasmas, zombies o lo que fueren. Debía haberme desmayado y esto era una pesadilla...Sí, tenía que ser eso. Decidí que lo mejor era esperar y observar...No podíamos huir, pero si esto era una clase de ultratumba...¿No habría hora del recreo?

Miré a mis compañeros y luego al profesor repetidamente, para intentar darles a entender que tal vez debíamos atender, y quién sabe, quizá pudiésemos encontrar cómo salir de ahí observando cómo actuaban.

Escucháis los pasos del guardia y sus silbidos nerviosos, ¿Quizás el tipejo supiera que pasan estás cosas y por eso lo cierra tan rápido sin echar un vistazo siquiera. El monstruoso profesor hace un gesto y los "alumnos" sacan algo de sus pupitres dejándolo en la mesa, os mira con su fragmentaria cara esperando que hagáis lo mismo, el resto de chicos miran al frente, excepto Pablo que os mira a vosotros...

Con temor y una mano temblorosa levanté la tapa de mi pupitre sin estar seguro qué iba a encontrarme ahí, pues en una clase normal estarían los libros del alumno en cuestión, pero cada vez estaba más seguro que ESTO era una clase, pero NADA normal.

David observa a Pablo, sin saber mucho que hacer. Parecía que los alumnos estaban cogiendo algo de los pupitres mientras que el que era guardia se alejaba de allí. Hace lo propio y abre su pupitre para coger... ¿que diablos debía coger?

Abrís los cajones, antes desocupados porque os lleváis vuestras cosas a casa, ahora llenos por material escolar y un gran libro, que es el que están sacando todos los niños. María lo coge entre sus manos y lo abre curiosa, entonces empieza a gritar, al girar la cabeza para verla, veis como una horda de gusanos entran a través de su piel blanca, deseosos de llegar a sus órganos y cerebro...