Partida Rol por web

El viento no me dejaba actuar, cada vez que iba a lanzarme venía una de esas piedras o me retrasaba mientras los otros avanzaban, notaba como cada uno hacía lo mejor que podía para llegar.

Aún si mi cuerpo se rompe por una de esas piedras, tomaré los pañuelos o al menos el mío, después de todo la chica no me esta cubriendo...

Con esto en la mente y visualizando los pañuelos me lancé corriendo en zig zag y dando volteretas a fin de alcanzarlos, teniendo como prioridad el mío, sabía que no sería fácil y apreté los dientes, preparado para recibir cualquier golpe...

En  la  arena  se  escuchan  golpes, crugidos  y  gritos  de  los  otros  candidatos. La  arena  se  está  movimiento  creando  una  nube  que dificulta  la  visión. Por  esta  razón, o  tal  vez  por  otra, parece  que  el  encapuchado  duda  sobre  qué  hacer. 

Ahora  que  se  encuentran  en  la  zona  de  los  pañuelos, los  guerreros  que  se  encuentran  cerca  ven  a  la  mujer  que  había  salido  corriendo  la  primera  hacia  el  centro. Tiene  su  pañuelo  en  la  mano... 

Tras el fallido intento de bloquear la técnica del encapuchado. Alexander seguía dirigiéndose hacia el pañuelo con el fin de obtenerlo con sus propias manos, en ese tormentoso desfile de pañuelos que se movían alrededor como si fuera una tormenta multicolor.
Lo único que tenia en la mente era aprovechar la confusión que reinaba en ses momento para obtenerlo.

Parece que alguno ya a encontrado su pañuelo, la arena parece arremolinarse por alguna razón, quizás algun otro candidato ya que eso parece dificultar la visión del encapuchado. Yo sigo buscando mi pañuelo hasta dar con el  para poder ir a buscarlo.

Un poco más, sólo un poco más. 

Sigo acumulando energía mientras preparo mi siguiente hechizo.

Mientras reuno energía, sigo buscando mi pañuelo entre la maraña de gente. 

Al notar que alguien ya lo había logrado, procuré tomar mi pañuelo lo más rápido posible...

Como  es  habitual, las  rocas  se  empiezan  a  elevar  y  salen  disparadas  contra  los  presentes... 

La  roca  logra  atravesar  la  barrera  de  hielo  por  lo  pelos  y  golpea  a  Alexander  en  un  hombro, aunque  apenas  es  un  golpe.

Opa, por  su parte, golpea  con  fuerza  la  roca  que  va  hacia  él  convirtiendola  en  polvo  en  un  instante.

Por  su  parte  Yelena  no  tiene  suerte. Su  escudo  no  se  mueve  a  la  suficiente  velocidad  y  la  golpea  de  lleno  tirándola  al  suelo  de  semejante  impacto. 

Sin  embargo... Parece  que  esta  vez  las  rocas  no  han  atacado  a  todo  el  mundo. Artemias  y  todos  aquellos  que  habían  logrado  coger  su  pañuelo, no  habían  sido  atacados, sino  que  todo  lo  contrario. La  roca  se  había  quedado  levitando  a  su  lado. 

Alexander estiro la mano en el aire mientras se movía entre las rocas, arrancando el pañuelo de las matrices que la tenían apresada. Mientras volvía a levantar su escudo de hielo para resistir la siguiente acometida de rocas que le lanzaría el misteriosos encapuchado.
“este nivel de habilidad y poder no es de cualquiera, sin duda es de un caballero de gran poder”
Alexander aterrizo en el suelo mientras levantaba a su cabeza y dirigía su mirada hacia el encapuchado.
Mientras lentamente levantaba la mano se alzaba alrededor suya una neblina fría, como animales a la espera de la orden de su amo. Finalmente alexander señalo con su dedo acusador al encapuchado y como fieras en busca de una presa se lanzaron contra él.