Partida Rol por web

Thyra oía las voces desesperadas del niño pero era incapaz de ver nada, entre el humo y el fuego apenas podía abrir los ojos y el calor era insoportable. El crujido de la madera anunciaba el cercano derrumbamiento del techo, y eso preocupaba a la mercenaria.

El humo que sale de la cabaña ardiendo impide que veáis al niño, el cual sigue gritando pidiendo ayuda, sin decir donde está, seguramente asustado por lo que ocurre a su alrededor. Audun, Bjondir y Thyra están ahora dentro de la cabaña, por eso de que 6 ojos son mejor que 2, Bjondir grita:- Ahi está el pequeñajo, marchaos, voy a por él..-Sin decir más se enfrenta contra las llamas buscando al pequeño, pronto queda totalmente oculto por el humo, mientras que el tejado cruje de una manera premonitoria.

El scalda siguió con sus ojos el lugar que señalaba el guerrero. Todo estaba nublado por el humo, le costaba respirar y mucho más hablar. Localizó una pequeña silueta en el mortal humo y asintió ante las palabras de su compañero. Quiso decir que tuviera cuidado, pero no se podía permitir abrir la boca para respirar el humo asfixiante y perjudicial. Un súbito ataque de tos le hizo casi arrodillarse. Pudo ver a su lado a la mujer. Cuando se calmó le clavó el codo en el brazo de la mercenaria y le hizo una señal para que salieran. Estar allí más tiempo atentaba con sus vidas y ya que el valiente guerrero se lanzaba con bravura en pos del niño decidió que debían salir. Si salía de esa, seguro que compondría una oda para rememorar los hechos valientes de sus dos compañeros.

Parecía que Bjondir tenía localizado ya al pequeño así que era una tontería que el resto se quedara allí, tal como estaba la situación seguramente el techo se desplomaría de un momento a otro y no conseguirían nada si morían inútilmente los cuatro. Haciendo una seña de asentimiento a Audun salió de aquel infierno pero, a pesar del abrasador calor y del humo que se respiraba, Thyra se quedó cerca de la puerta para ayudar a su compañero y al niño cuando salieran, porque la mercenaria estaba convencido que el bravo guerrero saldría con bien de esa.

Todo ocurre muy deprisa, al salir dos de los tres implicados en el rescate, mientras la volva se queda en lejanía. La mercenaria se queda esperando en el umbral de la puerta al berserker, pero en vez de una escena triunfante con el hombre salvando al niño, todos vosotros escucháis un crujido y el techo empieza a ceder cayendo con estrépito sobre el suelo del almacén, antes de que ni siquiera podáis actuar, dentro se pueden escuchar los gritos de Bjondir maldiciendo todo lo maldecible, a pesar de los intentos de los campesinos por echar agua, sera muy complicado que salga de está y ni siquiera podrá morir en batalla, sino en un incendio, su último viaje sera a los reinos de Hels, en vez de las salas del Valhalla..

El calor abrasador se reflejaba en su pelo naranja y parecia volver sus pecas mas oscuras, resaltando sobre su piel ahora sonrosada. Podia sentir el calor abrasador lastimando su piel y ella estaba a unos buenos 10 metros de las llamas. No podía siquiera imaginar el infierno que debía estar viviendo Bjondir allá adentro.

Elevó una última plegaria a los dioses, preparándose para despedirse del guerrero siempre sin apartar la mirada de la entrada del edificio, como si en cualquier momento su enorme figura fuera a a aparecer con el niño en sus brazos.

Raudamente te acercas al bulto que has considerado un niño, tosiendo por el humo nocivo que te entra en los pulmones y sudando por las abrasadoras llamas que te rodean, pero al llegar e intentar coger al niño (al cual no habías visto nunca en el pueblo, este se desvanece, parando sus gritos de auxilio, mientras intentas explicarte que esta pasando, cae el techo ardiendo  sobre tú cabeza, tendrás que tener mucha suerte si quieres sobrevivir a esta encerrona y pensar friamente en medio de las llamas.

Me quedo asombrando al ver desaparecer el bulto que creía ser un niño. ¿Que locura es esta? Pienso y entonces me doy cuenta que no es más que una trampa. La rabia empieza a acumularse en mis venas y un gruñido profundo se escapa entre mis dientes apretados. ¡¡GRRR!! Olvidandome totalmente de donde estoy y lejos de huir, me juro a mi mismo que quien este detrás de esto lo pagará y yo me encargaré de ello.

Entonces un gran ruido encima de mi cabeza me hace recordar donde estoy, rodeado de llamas, humo y calor axfisiante. El techo empieza a derrumbarse sobre mí. En una milésima de segundo me doy la vuelta y regreso corriendo tras mis pasos para intentar salir. En el último momento me lanzo a través de la puerta saltando con fuerza intentando ponerme a salvo de la trampa mortifera.

Pero para asombro de todos Bjondir en el último segundo escapa de las llamas y de los maderos del techo, con una ligera voltereta para no hacerse daño. Está vivo, con unas ligeras quemaduras por la exposición al calor, pero ni eso amortigua su furia, parece que algo del interior le ha hecho enfadar al poderoso Berserker, y entre sus manos no hay ningún niño...

La furia se ve en mis ojos, la rabia que tengo acumulada me hace ignorar el dolor de la quemaduras. Me enfurezco por momentos y apretando fuerte los puños y los dientes grito todo lo fuerte que puedo mientras miro a mi alrededor como buscando algo o a alguien.

- ¡¡¡AAAGGGRRRRR!!! ¡¡¿¿QUIEN ESTA DETRAS DE TODO ESTO??!! ¡¡MUESTRATE!! ¡¡¿¿ERES TAN COBARDE QUE SOLO SABES HACER TRETAS Y TRAMPAS??!! ¡¡ENFRENTATE A NOSOTROS!! ¡¡NO ERES NADA!!

Esta claro que he perdido los nervios y mi frustración por estar a merced de algo o alguien que juega con nosotros me enloquece.

La visión del Berserker saliendo de entre las llamas la llena de júbilo al principio pero, tras ver la expresión en su rostro, la alegría se torna cautela. Todo el mundo sabe que no hay que meterse en el camino de un berserker furioso. 

La Volva no puede evitar fijarse en el vacío entre los brazos del vikingo. Pobre criatura. Podía entender la furia de Bjondir. Ella misma sentía el restro a punto de explotar de calor e indignación. Dedicó un buen rato a observar los rostros de los allí presentes para tratar de identificar alguna expresión sospechosa.

La mercenaria esperó con el corazón en un puño a ver salir a su camarada. La situación dentro del granero se estaba poniendo muy fea y Thyra, cerca de la puerta, apenas podía aguantar el sofocante calor del incendio. Respiró aliviada cuando vio salir a Bjondir justo a tiempo antes de que la techumbre se viniera abajo. Los gritos de indignación del berserker la dejaron atónita. La mercenaria se fijó que su amigo salía con los brazos vacíos.

- Bjondir ¿estás bien? ¿Qué ha pasado? ¿Dónde está el niño?

Cuando el berserker sale una sonrisa se dibuja en el rostro cansado del scalda. No obstante su mirada da pavor, ha entrado en furia y se apartó. Conoce cuando un guerrero entra en furia y lo mejor es apartarse y dejar que se la furia de Thorr abandone su cuerpo. La ira de un guerrero feral puede llevarle a la perdición.
Entonces, cayó en la cuenta, ¡el niño!¡el niño ha muerto!. Maldijo a sus enemigos y juró por Odin.
- ¡Que la furia del Ahorcado os lleve malditos! - gritó al cielo olvidándose de la furia de Bjondir - Nos encargaremos de devolver el honor a esta aldea, por Freyja que así será.

Los habitantes de la aldea siguen intentando apagar el incendio, mientras que miran tristemente los maderos ardiendo, sea de quien sea el niño ahora esta muerto, aunque esperan al menos recuperar su cadaver y ver si queda algo utilizable del almacén, aunque ya están tan derrotados por todas los hechos que han sucedido que parecen muertos en vida. Herdis observa las caras de los lugareños, pero no puede ver nada que no sea dolor y sufrimiento, parece que el criminal que ha hecho esto no está observando su obra. Puede que Bjondir tenga algo que contaras, nada es lo que parece en este lugar.

Audun permanece cabizbajo observando los abatidos aldeanos. Estaba muy cansado y el arranque de ira lo había drenado inútilmente hasta haberle consumido. Ahora ya no le quedaba fuerzas para seguir luchando. Se sentó en una roca y cerró los ojos masajeándose las sienes.

Poco a poco mi ira va decreciendo, quizas el ver a los pobres aldeanos afanarse en apagar un fuego que ya a conseguido su objetivo me hace relajarme.

Entonces caigo en la cuenta de las preguntas de la mercenaria. Me giro hacia ella e intentando que mi voz sea mas calmada le contesto lo suficientemente alto para que mis otros dos compañeros tambien lo oigan.

- No habia tal, era una trampa. Al ir a cogerlo se desvaneció en mis manos como humo. Por eso mi ira. Pero ya estoy más calmado, - y tragando con la boca seca, prosigo en un tono más tranquilo - aunque si me vendría bien un buen trago. - Miro al granero casi completamente destruido y concluyo - Aquí poco más podemos hacer.

Herdis abrió los ojos desmesuradamente.

-¡Magia! Parece que buscamos a un practicante de la magia oscura. Bueno, por algo se empieza. Ya tenemos una pista para atrapar a ese malnacido.

Aquello lo complicaba todo. Quizás pudiera realizar un ritual para pedir a los dioses que le enseñen si existe algun punto mágico en el pueblo. Quizás la cabaña donde aun resuene el rastro de aquel conjuro.

-Id vosotros a beber. yo me vuelvo a mi choza a investigar un poco más.

Al oir las palabras de Bjondir, la mercenaria agarró supersticiosa su colgante con fuerza. Esto ya se escapa por completo a mi entendimiento. Magia oscura... ¿quién odia tanto a estos aldeanos para desearles este mal? Peleas con muertos vivientes, cosechas que se queman, niños que se transforman en humo,... decididamente los monstruos y demonios habían decidido campar a sus anchas en aquella aldea.

- Ta acompaño a beber, Bjondir. A lo largo de mis aventuras he visto muchas cosas y he combatido contra muchos enemigos, pero esto... esto se escapa a mi control. -Antes de salir de allí se dirigió a la völva- Espero que consigas vislumbrar algo de lo que está pasando porque no sé me da muy bien luchar contra fantasmas. Audun... ¿vienes con nosotros?

La palabra "beber" sacó de su estado de apatía al scalda. Se levanta de un salto.
- ¿No me dejaréis aquí abatido y solo?
Su cabeza daba vueltas al asunto. Hay un enemigo poderoso detrás de todo aquello. Crear una ilusión para que perdieramos la vida allí dentro era una maniobra que lo inquietaba. ¿Quién estaría detrás de aquella mascarada? Se sentía como una hoja al merced del viento. Eran meros muñecos a mano de una mente perversa que usa la sombra y el engaño. Ese era un enemigo más difícil de abatir, era preferible un lobo rabioso o un oso en pleno frenesí que aquello que no podían controlar. Estos pensamientos lo turbaba y debía despejar su mente con algo de hidromiel.

Mientras los aldeanos terminan de apagar los rescoldos y buscan entre los restos, para ver si hay algo que se pueda salvar, gracias a que vosotros dejáis atrás esta escena que muestra lo triste y miserable que se ha vuelto la vida de la aldea, como se han convertido de orgullosos Nordicos a tener dudas de rescatar a un niño de las llamas, aunque fuera una trampa. Excepto Herdis, el resto van a la casa de Thyra, allí tienen las bebidas, nada mejor que beber un poco para caldear los huesos y quizás sacar conclusiones. En tanto la Volva se marcha a su choza, allí volverá a tirar las runas, tiene que descubrir algo más de ese enigmático brujo que ha creado esa artimaña para acabar con sus compañeros.