Partida Rol por web

El reinado de los Strigoi: Capítulo I

Capítulo 3: Lobos con piel de cordero

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30/06/2018, 18:32
Director

El finés no podía esperar lo que ocurrió en aquel momento. Quizás no se había integrado lo suficiente con su huésped o puede que no hubiera entendido aquel sueño raro anterior. Para desgracia suya, Damon lo había entendido todo. Las piezas encajaban en su mente, quién era y qué debía hacer. Incluso el destino que le había aguardado siempre.

La llamada a los strigoi había sido suficiente para entretener a Heikki, que no supo lidiar con ellos. No había entendido que su mente en este caso era más útil que la fuerza bruta. Los strigoi, por voluntad de Damon enseguida se enzarzaron en una pelea, mientras le dejaban a él el premio gordo.

Damon clavó sus colmillos en el brazo de Heikki. Saulot los clavó en el de Lucian. Todos en comunión experimentaron una vorágine de sensaciones.

Damon bebió la sangre de su congénere, el primer trago le supo como el más dulce de los néctares. A grandes tragos trató de vaciar a Heikki, pero le iba a tomar algo de tiempo. Por alguna razón su sangre era espesa, concentrada. También a cada trago se notaba más fuerte y más en éxtasis. Como tomar una droga que aumentara su furor, al tiempo que su confidencia. Se sentía más fuerte, e invencible, al tiempo que entre sus manos solo quedaba una cáscara de aquel que fue el finés salvaje.

Heikki se encontraba malherido tras aquel golpe, por lo que cayó inconsciente. En esa nube negra alejada del conocimiento propio, no pudo saber lo que ocurría. Su alma dejó su cuerpo, pero no de una forma dolorosa. Aunque con el último trago del psiquiatra sintió que le arrancaban algo de su interior, antes de caer en la nada. La nada absoluta, que no el abismo donde se hubiera sentido más cómodo en la piel de Lucien.

Tras su pecado Damon se sintió eufórico, más fuerte y ligeramente culpable

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30/06/2018, 18:34
Director

Notas de juego

Lo que obtienes por comerte a Heikki:

+3 puntos a distribuir equitativamente en atributos.

-Obtenebración 1

-Dominación +1

-Potencia o Celeridad +1 (tú eliges)

 

Y como ahora parte de él es parte de ti, te quedas una desventaja, porque creo que será curioso:

-Tic (tamborilear los dedos sobre la pierna)

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03/07/2018, 17:20
Richard Collins

Collins observo en silencio como ambos strigoi luchaban hasta la muerte. Cuando uno de ellos finalmente murió, el profesor parpadeo un par de veces antes de retirarse las gafas y juguetear con ellas.

Bien, los inquisidores son tan fáciles de controlar como un strigoi normal, pero pese a nuestros poderes parecen negarse a acabar con su propia vida o a dejar que se la arrebaten, hasta cierto punto. Imagino que os habréis dado cuenta de que el inquisidor que no tenía la orden de matar al otro se limitó a simplemente protegerse, sin buscar acabar con el otro. Acabar con todos ellos va a ser complicado y llevara su tiempo.

El profesor se acercó al malherido inquisidor, agarrando su cabeza para mirarlo a los ojos, estudiándolo.

¿Y que es lo que le separa, lo que le hace estar por encima del resto de su raza? ¿La diferencia nació cuando aún estaba con vida, siendo un humano? ¿O vino tras su transformación? ¿Es simple y llanamente la influencia de su maestro lo que les hace comportarse con un grado de lógica? ¿Podemos nosotros simple y llanamente ascender a un strigoi común en uno de estos inquisidores?

Guardó silencio, y giro la cabeza hacia el resto de sus compañeros, medio sorprendido, como si acabase de recordar que estaban ahí.

Deberíamos regresar ya al barco, ¿no les parece? Todos nos hemos alimentado ya, y si lo que buscaban era compañía y calor humano me parece que les fastidie la oportunidad de tenerlo. – Devolvió la mirada al strigoi observándolo durante varios segundos, pero acabo negando con la cabeza como con resignación, y suspiro – No servirá...

De nuevo, el profesor se volvió hacia Danica, con una sonrisa cómplice salida de quien sabe dónde.

¿Me ayudaras a recoger algo de comida de los restaurantes de la zona, para nuestro compañero humano? También será buena idea cortar el gas o apagar los fogones, no queremos que nada estalle de verdad y hacer validas mis amenazas anteriores, ¿cierto?

Con un gesto de invitación hacia la exploradora, marchó hacia la cocina de uno de los restaurantes, seguido por el complaciente inquisidor.

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03/07/2018, 21:59
Richard Collins
Sólo para el director

Collins casi sentía a Arikel rebullir en su sangre y alma cuando vio a los inquisidores arrodillarse, aunque la antediluviana estaba ya tan diluida dentro de su propio ser que le costaba separar las emociones del antiquísimo ser de su propia conciencia.

¿Realmente necesito separarlo? ¿Realmente es una lucha que pueda ganar? ¿y que hay que ganar? Ahora somos uno; una guerra para ganar territorio dentro de un cuerpo, dentro de un alma era un concepto absurdo… Más aún cuando había una guerra mucho más real desarrollándose a escala global, en un escenario mucho mayor que su alma. Mayor en tamaño, al menos.

Pero cuanto más observaba a los strigoi, más se daba cuenta de lo complicado que iba a ser simplemente eliminarlos. Deseo que con simplemente ordenárselo, se abriesen la cabeza contra los adoquines del suelo, pero ahí se quedaron, mirándolo inmóviles. Aunque si se estuviesen quietos a la hora de ejecutarlo, ahorrarían en bajas pero no en tiempo.  Solo tenía que comprobarlo, pero Danica se negó a dejarle su machete y decidió ir directa a matarlos.  Tuvo que interponerse para que Danica no los hiciese picadillo a machetazos. Conocía a la exploradora, ahora aún más, y sabia de sobras que no daría a los inquisidores tiempo ni a intentar defenderse. Y si les daba tiempo… bueno, quizás podían atacarla, herirla. Un pensamiento irrisorio y ridículo, pero uno que aun así resonó con fuerza dentro del profesor. Danica no necesitaba su protección, más bien al contrario, pero no se perdonaría ponerla en el más mínimo riesgo… aunque cuando vio su sonrisa, casi deseo haberla dejado que se desquitase con los strigoi. Si su sangre bombease se hubiese puesto colorado… podía imaginar lo que pensaba la exploradora de él, lo absurdo que era preocuparse de la seguridad de un ser capaz de arrasar con todo ese barrio si lo viese necesario, pero… bueno, no se arrepentía de hacerlo, quizás solo de mostrarlo.

También escucha a Tobias parlotear, pero lo ignoro completamente. Al menos Syria estaba en silencio y no parecía una gallina histérica.

El strigoi atacado se defendía, sí, pero solo luchaba por mantenerse con vida, y al final le sirvió de poco. En ese momento le llego la realización de que acababa de matar algo por primera vez en su vida. Bueno, acababa de matar algo indirectamente por primera vez en su no-vida, poniéndose técnicos. Y lo único que le sintió es que si hubiese ordenado al strigoi detenerse, ahora seguiría teniendo dos y no uno.

No me esperaba ese cinismo de mí mismo.

Observo a la bestia haciendo uso de sus poderes, de ambos. Intentó sonsacarle información, recuerdos, despertar algo en él… pero no era más que una marioneta cuyas cuerdas el sostenía. Nada más. Seguramente, en cuanto se alejase lo suficiente perdería el control que ejercía sobre él y volverían a activarse sus animalisticos instintos… Se preguntaba cómo habían llegado a controlarlos en la antigüedad, cuando los crearon, pero esa era una memoria que no le llegaba con la misma naturalidad que las que concernían sus poderes. Quizás debía volver a soñar sobre aquella ciudad, sobre aquellos años. Sobre el repugnante Verddatha. Con suerte si lo volvía a ver podía sacarle los ojos a arañazos. Quizás usaba a sus queridas invenciones para hacerlo… aunque estaba seguro de que esa alimaña tenía un as guardado en la manga.

Hablaba en voz alta sobre lo que pensaba sobre los strigoi, prácticamente dirigiéndose solo a Danica, olvidando momentáneamente al resto del grupo. Se mordió la lengua, para evitar decir lo que iba a decir; “¿Puedo ascender a uno de los inquisidores a algo como el maestro? ¿Puedo controlarlo a él con la misma facilidad?”

Estaba seguro de que iba a intentarlo, desde luego.

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03/07/2018, 21:47
Danica Dvorák

La mirada de Danica se perdió durante algunos segundos en ese líquido lechoso que cubría al inquisidor muerto. Sus recuerdos se entremezclaban con los de él en su memoria, creando una mezcolanza de sensaciones confusas y claras al mismo tiempo. No levantó la cabeza hasta que no escuchó la voz de Collins. 

Contempló al profesor sin decir nada, con la cabeza ladeada. Era el mismo pero, al mismo tiempo, no lo era. Seguía soltando esa palabrería que la exploradora había aprendido a ignorar como si de ruido blanco se tratase, pero su porte se iba volviendo cada vez más majestuoso. Podía intuirla a ella dentro de él y eso ampliaba la sonrisa en los labios de Danica. 

Se dio cuenta de que había escuchado sus conclusiones con una atención que no había tenido hasta el momento y, con sus dudas, desvió la mirada de vuelta hacia el inquisidor que había quedado en pie. Normalmente Danica no habría sentido esa curiosidad anidar en ella. Habría dejado esos asuntos para los cerebritos de la expedición y se habría limitado a hacer lo que se le daba bien. Pero las cosas estaban cambiando. 

Claro. 

Asintió con la cabeza a la petición del profesor y se puso en marcha con él, vigilando con cuidado al inquisidor que los seguía. 

¿No servirá para qué? —le preguntó a Collins ya caminando—. ¿Te lo vas a llevar?

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04/07/2018, 19:23
Richard Collins

 

El profesor se aseguró de que estaban fuera del alcance auditivo de los otros dos antes de responder a Danica.

Intentaba comunicarme con el maestro a través de su mente, pero al parecer la conexión entre ambos solo funciona a voluntad del maestro. Quizás, si pudiese acceder a él aunque fuese momentáneamente, podría dominarlo con mis poderes.

Echo una mirada de arriba a abajo a la exploradora, una vez dentro de las cocinas. Entre los fogones, un trozo de carne adquiría la consistencia del carbón quemado en una sartén cuyo aceite apunto estaba de prender. No necesito ni concentrarse para ordenar al malherido strigoi que cerrase las llaves de paso del gas de la cocina, aunque lo hizo torpemente. El profesor dejo sus gafas sobre una encimera, con cuidado, antes de abrir una de las neveras y comenzar a sacar algo de comida.

Creo que estamos planteando esto de manera equivocada. El grupo, me refiero. Nuestro objetivo será encontrar al maestro strigoi y darle muerte, pero nadie se ha parado a pensar en las consecuencias. Las únicas zonas seguras en ciudades como estas, con cientos de miles de habitantes, son las que cuentan con la protección de los inquisidores, pero temo que estos no son más que marionetas de la voluntad del maestro. ¿Que pasara cuando uno de nosotros… tú, por ejemplo, le separe la cabeza de los hombres de un machetazo? – Sonrió con la última frase, gesticulando un golpe al aire, artístico pero poco efectivo a los ojos de alguien entrenado – ¿Pasara que todos los inquisidores perderán su poca fuerza de voluntad, y se lanzaran en masa, junto al resto de sus aún más bestiales hermanos, a devorar y consumir la humanidad que quede viva en las ciudades?

La sonrisa del profesor se extendió, complacida, mientras dejaba unas bandejas de carne en otra de las encimeras.

La última vez que hicimos algo sin contar con las consecuencias, bueno… No es que me desagrade el resultado, pero no esperaba fundir mi alma con la de un ser inmortal, por magnifica que sea. No, hermana, no podemos simplemente cortar la cabeza de la bestia, no cuando no sabemos si su cuerpo morirá con ella o se convulsionara destruyendo el mundo. No debemos matar a la bestia, debemos enamorarla y ligarla a nuestra voluntad. Es la única manera completamente segura.

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04/07/2018, 20:43
Syria Keogh

El venazo de Collins tenía toda su lógica y ella no pudo sino observar con curiosidad e interés cada unos de sus movimientos. Olvidaba por momentos que antes de lo que era ahora, había dedicado casi toda su vida al estudio científico y de aquellos bichos. El espectáculo que tenía delante la reunía de nuevo con esos orígenes, reconociéndose como una dualidad ahora. No era blanco o negro, era gris, un almizcle de vidas y vivencias varias. 

En conclusión, debía aprender a convivir con lo que era ahora: un magnífico equilibrio.

Enhorabuena, Collins. Debo decir que ha resultado de lo más interesante... - le llamó por el nombre de su recipiente, aunque sabía que debajo de aquella pinta de empollón de edad media, había muchas cosas más. 

Miró al cadáver del strigoi que yacía sin vida en el suelo... si es que a eso se le podía llamar vida. Divagaba mientras lo hacía hasta que se dio cuenta, de nuevo, que no había mucho tiempo que perder.

Merkel... - recordó a su mentor. Si, había quedado en el barco esperando comida y la idea de dejarlo solo le había inquietado desde que bajó. La idea de Collins, de nuevo, no era mala. Los restaurantes habían quedado casi desalojados  y tendrían comida. - Nos dividimos, conseguiremos mas comida en menos tiempo - dijo, yendo para otro restaurante colindante. 

Ya hablaría más tranquilamente en el barco.

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05/07/2018, 14:58
Danica Dvorák

Echó un vistazo rápido al interior de la cocina, registrando por inercia las entradas y salidas, asegurándose de que no había ningún peligro acechando detrás de un frigorífico o debajo de una mesa. Después se apoyó en la encimera sin llegar a soltar la empuñadura del machete y miró al profesor. Era brillante. ¿Siempre lo había sido? Tal vez ella no había sabido escuchar cuando su mente era tan pequeña y limitada. O quizás el profesor le había abierto las puertas de su mente de par en par a la magnificencia de su... hermana. Ladeó la cabeza y una sonrisa divertida asomó a sus labios. Hermana. Sonaba tan jodidamente apropiado que la exploradora ni siquiera se lo planteó. Sencillamente, toda su sangre le decía que era así, que así debía ser. A punto estuvo de aplaudir al escuchar las últimas palabras del discurso. 

—Dime, hermana... —Hizo una pausa, una en la que su sonrisa se ladeó, divertida, traviesa, extraña en el rostro de la normalmente hosca exploradora—... ¿Crees que el Máster es uno de ellos? ¿Uno de nosotros? ¿Un paso intermedio? —No esperó respuesta antes de seguir hablando, aunque su mirada se desvió hasta fijarse en un punto vacío del aire—. No creo que nos resultase muy complicado volver sus criaturas contra él o, al menos, hacerlas más nuestras que suyas. Pero, ¿estamos todos? ¿Nos falta alguien? ¿Quién ha podido robarnos nuestras criaturas y cómo?

Sus dedos tamborilearon sobre el mango del machete y entrecerró los ojos al volver a mirar a Collins. Los sueños se entremezclaban en su cabeza con la realidad, y esta con recuerdos de uno y otro lado, indistintamente. 

—Necesitamos a Veddartha. Él creó este problema, que sea él quien lo solucione. 

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05/07/2018, 18:52
Richard Collins

El profesor entrecerró los ojos cuando Danica le llamo hermana, pero plantó la mirada en la juguetona sonrisa de la exploradora y no hizo nada por evitar que su propia boca imitase el gesto.

No sé lo que esa bestia es, lo admito. ¿Quizá un strigoi que bebió de un chiquillo aletargado? Dudo que un cuerpo marchito y enfermo como el de una de esas bestias pudiese albergar a uno de los nuestros, no.

El profesor se paseaba por la cocina, arriba y abajo, mientras conversaba pensativo.

Por supuesto, no dudo de nuestros poderes para controlar a esos gusanos… - Soltó un bufido entre sarcástico y divertido – Ja… Si me lo plantease podría hacer que toda esta ciudad, vivos y muertos, saliesen a las calles a clamar mi nombre y quizás así el resto de necios aprendiesen lo que realmente soy y lo necesitados están de escuchar lo que tengo que decir de una vez… ¿Pero a una escala global? No, aún hay cosas en nuestra sangre ocultas de nuestra mente.

Al fin el profesor se detuvo cerca de Danica, lo suficiente como para que esta le escuchase susurrar pese a lo solos que estaban.

¿Confiarías en él, en Veddartha? ¿Confiarías en cualquiera de ellos? No, realmente no les necesitamos a ellos; solo a nuestros recuerdos, solo nuestros sueños… Solo el uno al otro.

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05/07/2018, 19:03
Danica Dvorák

Decir que Danica disfrutó al escuchar al ver cómo Collins se crecía, desbordado de esa seguridad más grande que él mismo, tan distinta del apocamiento anterior, sería quedarse corto. Los ojos de la exploradora brillaban y su boca sonreía, estaba sencillamente encantada con la evolución de aquel hombre. 

Miró en sus ojos cuando se acercó a ella y bajó la voz, deslizándose con comodidad por unas pupilas que sentía tan familiares como las suyas, y cuando terminó de hablar, alzó la mano y acarició con delicadeza la mejilla áspera del profesor. 

—Debemos ser mejores esta vez. Te lo dije, la soledad sacará lo peor que anida en tu interior. —Bajó el tono ella también, pero sus dedos no se separaron del rostro de Collins—. Yo me quedo contigo venga lo que venga. —Aquello parecía toda una declaración de intenciones—. Pero Veddartha quiere salir. Puedo sentirlo, su voz me llama. Su sangre grita en el silencio con el clamor de millones de voces. Y lo conoces, es tenaz. Si quiere salir, saldrá. Por nuestra mano o por la de otro. Mejor que nos deba una, ¿no? Y, al fin y al cabo, el error fue suyo. 

Se quedó callada un instante en que detuvo también el movimiento de su mano. Algo rebullía en el torbellino de su mente. Unos ojos en los que no sólo confiaba, sino que admiraba. Miró más profundo en sí misma y su sangre le devolvió un nombre. 

Saulot —dijo, aún en un susurro—. Él ve, como yo pero distinto. En él sí confío. 

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05/07/2018, 19:53
Richard Collins

La sonrisa se había borrado del rostro de Collins, que ahora miraba los ojos de Danica con intensidad. Con delicadeza tomó la mano con la que le acariciaba la mejilla y la apartó de su propio rostro mientras acariciaba la callosa palma de la mano de la exploradora con su dedo pulgar.  Asintió a lo que le decía, casi con ternura.

Lo haremos a tu manera, entonces. De entre los dos tú siempre fuiste la mente más brillante. Aún no sé si tú sabiduría nace de la locura, o es la locura quien surge de la sabiduría… Quizás ambas cosas a la vez, y al mismo tiempo ninguna. – Se llevó la mano que aun sostenía a los labios, plantando un leve beso en uno de los prominentes nudillos de su interlocutora – Seremos mejores esta vez.  

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05/07/2018, 20:05
Danica Dvorák

Danica devolvió la mirada con la misma intensidad que recibía, complacida en esa comunión de pupilas que se dilataban absorbiendo el verde a su alrededor, albergando en lo más profundo todos los misterios y ninguno al mismo tiempo. Una sonrisa bailó en sus labios, rozando la risa con la punta de los dedos sin llegar a entregarse a ella. 

—Ten cuidado —respondió, en un claro tono de broma—. O podría pensar que te has vuelto humilde. 

Observó cómo los labios del profesor rozaban su nudillo y pensó en lo extraño que era que esa imagen no le provocase rechazo. Al contrario, un cariño lejano parecía reverberar en toda su sangre con ese gesto. Lo contempló, admirada, y un instante después volvía a mirarlo a los ojos. «Quizá...», un pensamiento fugaz llegó y se fue sin que llegase a aprehenderlo. Lo dejó ir, por el momento, y se encogió de hombros. 

—Alguien tiene que bailar entre las sombras para que puedas brillar con toda la luz del universo. —Y, tras esa sentencia, asintió con la cabeza—. Seremos mejores, pero también más fuertes. No terminaremos encerrados en piedra esta vez, no nosotros —aseguró, con voz determinada para luego cambiar, aparentemente, de tema—. ¿Crees que el viejo judío entenderá?

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05/07/2018, 22:12
Richard Collins

Collins aun sostenía la mano de Danica cuando esta le pregunto por el viejo judío. Su ceño se frunció ligeramente hasta que instantes después la memoria de Setrakian llegó a su mente.

¿Eh? ¡Ah! – Sonrió divertido ante su momentánea confusión, mientras soltaba la mano de la exploradora y se apoyaba en la encimera junto a ella – Lo entenderá, ya que no le voy a dar la oportunidad de no hacerlo. Él y toda su Resistance nos acogerán como a lo que somos; su salvación, la de este mundo. – Sin borrar la sonrisa paseo la mirada sobre la cocina antes de devolverla a los ojos donde la tenia prendida hace instantes – ¿Hablabas de humildad, creo? – Dijo en un chascarrillo.

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05/07/2018, 12:48
Tobías Quinn

Collins había acabado con su experimento y nos daba una lectura sobre los resultados —¿Y quién te dice que cuando el Maestro quiera no tomará el control de uno montón de ellos a la vez y tratará de acabar contigo? Estamos hablando de un maestro del engaño, alguien que se escondió durante miles de años... —si las palabras de Setrakian eran ciertas. 

—Acaba con el último, aunque puedas controlarlo, el Maestro quizá podrá ver por sus ojos y deducir cosas sobre nuestras bases en el Sur de África...

El resto parecían entusiasmados con el experimento. Tobias conocía el valor, pero también las posibilidades de que acabara en algo mucho peor. 

Syria habló de dividirse y buscar comida. —¿Vamos a algún supermercado a encontrar algo enlatado? —le sugirió a la mujer —A Merkel sin duda le gustará un plato reciente, pero mañana no podrá comer de eso.

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07/07/2018, 20:58
Richard Collins
Sólo para el director

Era obvio que para Collins el recoger comida para Merkel era solo una excusa para quedarse a solas con Danica de nuevo y sondear la mente de la exploradora, o lo que quedaba de ella. Sabía que de todo el grupo la única persona en la que podía confiar era ella, aunque solo fuese por el eco que quedaba en ellos de la relación que mantenían los dos seres que ahora invadían sus almas. Además, también influía que pareciese la única que se molestaba en escucharlo. En escucharlo de verdad.

Y la manera en la que lo miraba mientras hablaba hacía sentirse extraño al profesor. Aun cargados de locura en esos ojos le miraban como si fuese el ser más interesante del planeta, el más magnifico. Parecía querer bañarse en sus palabras de una manera en la que no lo hacían ni siquiera sus alumnos o colegas, los que en su día si estaban interesados en la materia que tenía que enseñar. Ni la parte de su alma que ahora pertenecía a la llamada Arikel estaba acostumbrada a un interés así por parte de un igual, y todo el ser que ahora era Collins clamaba por más de ello.

Y entonces le llamó hermana, y le quedo claro que  le costaría volver a tener su tanga en las manos. Culpa tuya, que se lo has llamado antes.

Dejó su crisis de los 40 momentáneamente de lado el tiempo suficiente como para mantener la conversación con ella, para mostrarle su desconfianza del resto y a la vez dejarla saber que en él si podía confiar de la manera en la que confiaba él en ella a su vez, y era sincero.  Ahora era un ser paranoico y revanchista cargado de inseguridades dignas de un adolescente, y acabaría tan loco como ella, como él si no tenía al menos a alguien en quien depositar ese tipo de confianza. Podía engañar al planeta entero para que le adorasen como a un dios, podía hacerles beber su sangre las veces necesarias para asegurarse su fidelidad obsesiva, pero jamás tendría algo tan puro como lo que podía tener de ella, de él.

Sí, lo harían a su manera… al menos hasta que ella misma se diese cuenta de lo traicioneros que realmente eran todos los demás y se lanzase de brazos hacia él y su visión. Y entonces no tendría ni que convencerla de que Veddartha no merecía bajo ningún concepto regresar a este mundo.

Solo tenía que esperar.

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08/07/2018, 17:57
Danica Dvorák

Danica rió, esta vez sí, liberando una risa argentina que parecía libre de cualquier preocupación, una risa que reverberaba con su sangre, pues de ella nacía. Fue breve, pero aún coleteaba en la comisura de sus labios cuando ladeó la cabeza para mirar al profesor con ojos brillantes. 

Nunca la has necesitado —aseguró—, ¿no es así? La humildad. ¿Por qué habrías de ponerte el suelo como techo? Deja eso para los que sólo sueñan con tu grandeza.

De algún modo aquel hombre que ya no era sólo un hombre hacía vibrar esa parte de ella que ya no era sólo ella. Como si la familiaridad que sentía hacia él fuese un canal que usar para comprender mejor, para ver más allá.

Apartó entonces los ojos de Collins para buscar al inquisidor y tratar de capturar su mirada. La exploradora nunca había esencialmente curiosa, pero ahora sentía cómo los tentáculos de esa presencia ajena se extendían bajo su piel, llenándola de una curiosidad insaciable. Tampoco había sido muy dada a juegos, pero de pronto tenía ganas de probar, de experimentar ella también, de jugar con los hilos de la marioneta. 

Con esa idea trató de alcanzar su mente deslizándose a través de sus pupilas. Al fin y al cabo todavía tenían que recoger la comida y encontrar alguna bolsa en que transportarla. Eso bien lo podía hacer el strigoi mientras ellos charlaban. Al fin y al cabo, que otros les sirviesen se sentía como lo natural, lo que debía ser. Como sucedería también con la Resistance en cuanto llegasen a ellos. Sonrió hacia el profesor, aprobando de forma tácita su plan, y un pensamiento fugaz viajó hacia Nissiku y su debilidad. 

Notas de juego

¿Hay que tirar algo para domar su voluntad o es de gratis porque nosotros lo valemos?

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08/07/2018, 18:36
Richard Collins
Sólo para el director

Dándose cuenta de que Danica tenia intención de ejercer su control sobre su improvisado esclavo, el profesor "soltó" la voluntad del inquisidor y dejó que la exploradora la tomase. 

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08/07/2018, 20:37
Director

Notas de juego

Gratis que lo valéis.

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08/07/2018, 22:30
Director

En los restaurantes consiguieron comida de sobra, eran sitios de alto standing y no parecía complicado cargar lo suficiente. Consiguieron tanto comida enlatada como algo de comida fresca cocinada. Podían cargarla sin problema en contenedores de plástico de esos donde se metía la comida para llevar.

Richard y Danica fueron a un restaurante y Syria y Tobías al de enfrente. Con aquella cantidad de comida quizás no deberían volver a parar por Merkel hasta llegar a Prypiat, al fin y al cabo solo él necesitaba alimentarse de aquello.

Cuando todos se reunieron fuera, Danica parecía aún fascinada por el inquisidor y se acercó a él. Seguía manso en su lugar, a la espera de más órdenes quizás de Richard. Pero no es él el que ahora quiere jugar con la criatura, sino ella.

Notas de juego

Cuando Morgian declare, adelanto con otro post (sí, antes del domingo que viene :D)

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08/07/2018, 22:34
Director

Frágil y manejable.

Eso notas en la mente que tienes frente a ti. Hay oscuridad, ningún racionamiento, pero aun así es un ser obsesivo. Sin embargo es algo diferente a esa que Malkav tanteó en tus sueños. Algo cambió, no es como el strigoi original, como el que Verddatha os mostró.

Voluntad y autocontrol.

Sí, esa es la diferencia. No el suficiente para oponerse a ningún vástago, pero con lo que tiene le basta para no abalanzarse sobre todo ser humano que vea. No se deja llevar por su impulso más bajo: el HAMBRE.