El avvarita era un consumado tirador. Cuando tensó su arco, su disparo ya estaba planificado. Disparó al corazón del Urlock, al cual atravesó de lado a lado como si la armadura de malla del engendro fuese pergamino mojado. Pero lo más importante era su segunda intención, la cual también logró. El Genlock que combatía detrás del Urlock, cayó al suelo totalmente fulminado. La flecha de Colban se había clavado en uno de sus ojos y la punta de la flecha asomaba ahora por la nuca de la desgraciada bestia.
Mientras, la niña empezó a correr a toda velocidad, pasando al lado de Lindel y quitándose del ángulo de tiro del avvarita...
La cosa queda así:
- Al Genlock I le quedan 4 puntos
- A Hana le quedan 5 puntos
- A Joseph le quedan 5 puntos
- A Ser Blaker le quedan 20 puntos
- A Alenka le quedan 6 puntos
- A Unathe le quedan 19 puntos
Lindel, tu turno!!! Sólo queda un Genlock...
Viendo que solo queda un Genlock, le apunto y le disparo...
Motivo: Ataque
Tirada: 3d6
Resultado: 6, 1, 4
Motivo: Daño
Tirada: 1d6
Resultado: 2(+2)=4
11+1+3=15
- Sacar flecha
-Ataque a distancia
Lindel disparó justo cuando la niña pasó a su lado. El disparo iba bien dirigido pero la armadura de malla de la bestia impidió que este cayese. El engendro seguía dando batalla....
El muchacho siguió a la niña y se colocaron a escasos metros del Avvarita, aunque no detuvieron su carrera. Seguían avanzando sin mirar atrás.
Sin embargo el ataque del elfo no fue en vano ya que el varón adulto aprovechó el momento de duda del Genlock para descargar su lucero del alba sobre el engendro tenebroso que poco pudo pensar cuando el arma del humano hizo que su cabeza se abriese de par en par como un melón.
El hombre fatigado y viendo que no quedaban más enemigos se arrodilló y dejó descansar su exausto cuerpo...
Motivo: Ataque al Gelock II
Tirada: 3d6
Resultado: 6, 6, 4
Motivo: Daño al Gelock II
Tirada: 1d6
Resultado: 3(+5)=8
Enhorabuena grupo, el combate a terminado y podeís postear "al gusto".
Miré a mi alrededor, tras comprobar que no había más enemigos. con una flecha preparada, por si acaso:
- ¿Reporte de bajas...?
Colban se giró hacia los niños y los observó mientras colgaba el arco de su espalda nuevamente.
—¿Estáis bien? —dijo observando las posibles heridas—. Acompanadme.
La voz del avvarita podía llegar a intimidad a los niños, sin duda, pero Colban no trató de modularla. Caminó rápido sin comprobar si los niños le seguían, hasta que estuvo junto a el cuerpo de Ser Bridget. Se agachó, clavó la rodilla en el suelo y comprobó sus constantes.
—¿Se puede hacer algo por ella? —preguntó directamente a Alenka.
Alenka miró al Avvarita y negó con la cabeza.
Querido Colban, no creo que exista magia suficiente, que nos permita volver a juntar la cabeza de Sir Bridget, pues ese era su nombre, a su cuerpo.
Ha muerto...
Se acercó a los niños y les sonrió -¿estáis bien pequeños? seguid al grandullon, no os asustéis- se puso entre los niños y el cadáver de la guardia para que no lo viesen, sabia que para unos niños no seria muy agradable.
Colban ladeó la cabeza. Él no sabía de magias extrañas ni el alcance de lo que ese poder podía ofrecer así que se limitó a ofrecer su cara de decepción y se irguió.
—¿Podéis caminar o necesitáis un descanso? —preguntó—. Debemos reemprender la marcha y llevar de vuelta a los niños pero en ese estado no sois de gran ayuda. Seríamos un grupo vulnerable. Decirme si podéis caminar unos metros, este no es un buen sitio para acampar.
Señaló un lugar en la lejanía y ofreció su brazo como apoyo a los heridos.
—Al alba emprenderemos el regreso.
Al final todo había terminado, los niños a pesar de sus heridas parecía que se encontraban bien y aunque las bajas de los defensores habían sido muchas por lo menos los engendros habían dejado de ser un problema... por ahora.
- Sí, será mejor que nos alejemos de aquí. Podemos buscar un lugar un poco más resguardardo para descansar. -Se agachó junto a los niños.- Venid pequeños...
Con el arco listo, añadí:
- Lo secundo, podrían ser una avanzadilla, lo mejor es curarnos y volver al castillo cuanto antes....
Los niños se colocaron al lado del alto y fuerte Avvarita. A pesar de la contundencia de la escaramuza parecía que todos estaban bastante bien y, las heridas no era de la suficiente gravedad como para temer por la vida de nadie.
Caminabáis hacia el lugar indicado por Colban, después de las pertinentes presentaciones. El varón adulto es Ser Blaker y los dos adolescentes son los hijos del Arl, Joseph y Hana.
En un momento dado, Ser Blaker se acercó a Alenka. Su semblante mostraba un fuerte abatimiento y consternación y su voz era casi un susurro...
Alenka, ¿Cómo os fue el viaje?
Alenka, mientras miraba sus heridas, sufridas en el combate, le contestó sin perder ojo de la herida de su brazo.
Hemos encontrado mucha resistencia; simplemente es demasiado peligroso regresar.
Rapidamente se llegó al punto marcado por el Avvarita y todo el mundo colaboró para preparar un campamento improvisado donde esperar al alba.
Colban se mostraba inquieto. Él no había sufrido heridas esta vez y no hacía más que pensar en el regreso. Las palabras de Alenka le alertaron.
—Sea como sea tenemos que volver. Hemos hecho el camino hacia aquí nosotros solos, confío que la vuelta sea más tranquila. ¿Qué otra opción barajas? —preguntó dirigiendose a Alenka.
Antes de que Alenka pudiese articular palabra Ser Blaker contestó al Avvarita.
La zona no es segura, aunque eso creo que ya lo sabemos todos. Mi grupo ha sufrido muchas bajas, de hecho a sido exterminado por completo y, por lo que veo, a vosotros os ha ido algo mejor aunque estoy seguro de que si la fortuna o el azar no estuviesen de vuestra parte no tendríamos ahora mismo esta conversación.
No quiero poner la vida de los niños en riesgo y somos pocos para afrontar el viaje de vuelta a Stenhold con garantías. No volveré a arriesgar la vida de los hijos del Arl.
¿Solución? Ahora mismo lo más lógico y lo más práctico es que al alba me lleve a los hijos del Arl a Denerim, está a menos de 5 kilómetros de aquí y, al menos, está fuertemente defendida. Esperaré allí hasta que el Arl Neruda ponga la región bajo control.
Alenka asintió a las palabras de Ser Blaker.
Ser Blaker tiene razón. Hemos tenido mucha suerte de llegar de una pieza y más aún en conseguir poner a los niños a salvo.
Tras esto Alenka se quedó unos segundos callada, reflexionando.... para finalmente decir:
Ser Blaker, me parece que tienes razón. Pon a los niños a salvo en Denerim. Podemos cubrir esos 5 kilómetros todos juntos y, una vez a salvo los niños, yo partiré hacia Stenhold para comunicarselo al Arl Neruda. Colbal, Lindel, Unathe y Lanalla me acopañarán y, de esta forma, podrán cobrar el pago por sus servicios.
- Creo que es una buena idea, si creéis que es un lugar seguro, ¿los heridos podrás hacer el viaje hasta allí al menos?. - Pregunté.
Colban simplemente asintió ladeando un poco la cabeza. En realidad él prefería la opción de volver por el mismo camino pero no iba a discutir con el noble, al fin y al cabo iba a pagarle igual así que se limitaría a cumplir ordenes.
Aquella no le parecía una buena idea. Lanalla lo único que quería era que los niños volvieran sanos y salvos junto a su padre cuanto primero mejor, pero parecía que el resto estaba de acuerdo en ir a Denerim así que, mordiéndose los labios se quedó un poco más apartada sin decir nada.
Escucho callada lo que se discutía, bueno lo que se decía, no parecía viable la opción de discutirlo, de hecho le parecía buena idea, no le gustaba nada ese Arl de las narices, tampoco es que la tratase muy bien, así que ir a otra cuidad era bueno, aunque dudaba que el trato a los elfos fuese diferente.
Miro a Lanalla, era buena chica, pero algo tímida, le sonrió intentando darle confianza.
El grupo esperó al alba y tal y como se había pactado todos partieron rumbo a Denerim.
El camino era relativamente corto, sin embargo las caras de los niños, Sir Blaker e incluso Alenka denotaban un cansancio extraordinario y, no era difícil imaginar el porqué.
Las tierras del Arl estaban asediadas por engendros tenebrosos y una sencilla misión de escolta se había saldado con la muerte de muchos soldados del Arl.
Incluso un guerrero experimentado como Sir Blaker casi pierde la vida y no sólo la suya sino la de los hijos del Arl... No era para estar contentos....
Por su parte el grupo formado por Lindel, Colban, Unathe y Lanalla también se sentían agotados, a su manera aunque la idea de regresar a Stenhold y cobrar su paga hacían el camino más ameno.
Pronto el viaje llegó a su fin. Denerim asomaba por el camino y el grupo, recorrió los pocos kilómetros restantes con inusitada rapidez.
En Denerim estaban a salvo. Se aseguraron de que Sir Blaker y los niños eran bien acogidos por los soldados del lugar y, después de una breve despedida y de comer algo en la taberna más acogedora del pueblo, partieron rumbo a Stenhold...
Os dejo un último post por si quereís rolear algo y en un par de días vamos a la última escena de la partida XD
No podía estar muy callada por mucho tiempo, así que decidió conversar durante el largo camino que aun les quedaba -¿que haréis cuando cobréis lo que nos van a dar?- miro a sus compañeros.