Partida Rol por web

Amargo, me gusta asi para mantenerme en vela. No se como les gustara a los demas, pero...Casi ni me doy cuenta que casi tengo todo listo, media taza vacia y dispuesta a ser otra vez llenada cuando oigo el disparo. A camara lenta la taza cae al suelo rompiendose en mil pedazos  otra vez no... es lo unico que pienso. Susan... Estoy a medio camino cuando escucho como intentan abrir la puerta de la casa, contengo la respiracion antes de ir a buscar algo con lo que defenderme, la pistola la deje en el coche, soy estupida todo para que no se asustara mas.

Rebusco sin perder de vista las escaleras , un cuchillo de cocina es lo unico que encuentro, me posiciono entre ellas y  la habitacion, no voy a dejar que se la lleven Padre nuestro que estas en los cielos, santificado sea tu nombre... comienzo a rezar pidiendo mas fuerza, que mi arma sea eficaz, que solo sea una falsa alarma, pero es mi vision, lo se y se quien hay al otro lado.

No puedo dejarla sola, pero....tengo que ver que ocurre, un segundo de duda antes de quedarme donde estoy, hay tres personas abajo y una de ellas tiene un arma, seguro que ellos se ocupan del intruso mejor que yo, tengo que sacarla de alli si hace falta.

-Están llamando a la puerta...

Leon parece esperar que vaya donde aquellos golpes tratan de echarla abajo. Abría que apuntalarla para evitar que cediera, así que busco algo que me sirva de tope por si acaso consiguieran romper la cerradura. No parece una puerta blindada, así que las bisagras, hechas con materiales de baja calidad seguramente, cederán pronto. Empujo una mesita cercana intentando taponar la puerta mientras Leon se dedica a hacer de pistolero una vez más.

Deberían hacer pasar un test psicotécnico a la gente antes de poder adquirir un arma, sin embargo, dudo que la adquisición de aquella pistola sea del todo legal. Cuando consigo poner la mesa en su lugar, las bisagras empiezan a ceder y la puerta se descuadra un poco, luego... unos nudillos golpean como si nada hubiera pasado.

Los golpes han cesado, al otro lado de la ventana no hay nada y solo alguien, llamando con la mano, está pegando en la puerta. Miro a Leon y a Ayira y luego me asomo a la mirilla, no sin cierto recelo. Hay demasiadas armas a mi alrededor y me ponen nervioso. Miro por el visor a ver quién o qué hay al otro lado. Abrir ya será otra cuestión que habrá que debatir.

Dos de mis dedos buscaban el gozne que abría la ventana para ver quien se ocultaba al otro lado y ver quien era el intérprete que estaba zarandeando con violencia los cristales de la ventana. Antes de poder abrirla, veo como un brazo sigue en su empeño lo que me lleva a precepitarme con el gatillo y disparar tras los cristales de la ventana, haciendo un ruido estrepitoso y es mas que probable que Nat. ya se haya enterado de todo esto.

La ventana, ya abierta, me ha dejado una muestra de sangre de aquello que intentaba sin cesar en el empeño de abrirla. Antes de dar un solo movimiento más, siento como entra por mis fosas nasales un olor a azufre y a sangre ácida. Paseo un dedo por esa biscosidad y lo huelo, lo huelo y seguidamente lo froto con mis dedos hasta que llega a su completa disolución.

Me tomo el riesgo de mirar hacia trás para ver como van Ayira y Mark. Ayira está protegiendo el cuerpo tendido de Ryan, el cual seguro que está consciente y siente lo que está ocurriendo a su alrededor. Seguro que también se muere de ganas por levantarse de esa camilla y convertir sus nudillos en afiladas garras de acero. Mark por su parte, trata de apuntalar la puerta con un mueble cercano.

El silencio parece invadir la consulta, y ahora unos simples nudillos están golpeando la puerta. Miro a Mark, castigo la mirada para poder verle mejor entre la escasa penumbra, con un gesto de cabeza y un susurro indico que voy a saltar al exterior para flanquear a quien quiera que esté tocando la puerta, pero antes he de seguir un rastro de biscosidad negra que se puede apreciar por la blanca nieve.

-¿Dónde estás?. ¿Y qué eres?..- Tras hundir los pies en la nieve, todos mis sentidos se unen para dar con esa criatura entre la noche.

Leon no tiene la menor idea de lo que puede ser esa substancia que recorre la ventana provocando un hedor tan desagradable, pero aún así decide tocarlo... y la consecuencia resulta ser un dolor desmesurado que le quema los dedos y le hace gritar a pesar de que intente evitarlo. A fin de cuentas le ha pillado totalmente desprevenido... se ve que los "bichos" de la película Alien no son los únicos con sangre corrosiva, acaba de quedar claro.

Aún así, salta con agilidad fuera de la casa dejando a Ayira en la misma posición que antes y a Mark preparado para lo que pueda entrar tras haber colocado un mueble para reforzar la protección de la puerta, a la cuál apenas le falta un golpe más para ser despendida, sin embargo éste no llega a producirse y el silencio hinunda el quirófano cómo si de la calma que precede a la tomenta se tratara... aunque quizá os dé unos segundos o minutos para prepararos mejor.

Saltas por la ventana sin demasiados problemas tras abrirla, a fin de cuentas sólo es un bajo. Aterrizas en la fría pero mullida nieve y miras alrededor confuso, pues la mayoría de farolas de esa zona están apagadas y resulta difícil distinguir nada.

Es entonces cuando te concentras para focalizar tus sentidos, pero no los normales de cualquier humano corriente... si no los que te convierten en especial. Enseguida todo adquiere un tono algo más azulado pero a su vez claro, ya no te es necesario forzar la vista para contemplar lo que te rodea y distinguir un pequeño rastro en ése lateral de la casa que se dirige hasta la parte trasera de la misma, quizá al jardín o a una posible puerta.

Lo curioso es que no ha dejado huellas ni marcas en cuanto a lo que pueda pesar, sólo el rastro de esa sangre negruzca y acidosa que parece correr por sus venas. Sea lo que sea.

Por extraño que parezca, después del disparo y un grito sonoro por parte de alguno de los hombres, el silencio se apodera del piso de abajo, dejándote más en ascuas que si pudieras distinguir el sonido de alguna pelea o gritos informando de lo que sucede... pero nada, sencillamente nada.

Te haces con el cuchillo de cocina más grande y afilado que encuentras para intentar hacer el máximo de daño de ser necesario, y te desplazas con cautela y lentitud entre las escaleras de subida y la puerta que conduce a la habitación de Ayira, en la cual todavía distingues a Susan acostada.

Se remueve entre al coclha debido a los ruidos, pero por suerte al no ser continuados no les da demasiada importancia y enseguida vuelve a dormirse presa del agotamiento.

Bueno, todo parece ir bien considerando el mundo en que vivo. Nadie mas grita, pero no pienso salir de aqui. Esta dormida y yo estoy paranoica. Cierro los ojos y respiro hondo mientras me apoyo en la puerta.

Nat, de esta os marchais bien lejos para que no os vuelvan a molestar. Rodeada de tierra sagrada, en un sitio sagrado donde narices sea... Abro los ojos y me siento alli en las escaleras mirando hacia abajo, si alguno sube, le vere y si pasa algo dentro tengo angulo para poder entrar deprisa.

Apoyada en la pared mirando a ambos lados, pero mas pendiente de cualquier ruido.

En mi vision aparecia Sven...creo que te estas dejando influenciar y no es normal. No eres Dios.

Los momentos de calma han sido escasos, demasiado para que Ryan se recupere de la operación, todavía no pueden entrar a buscarle, al menos no es este estado sería como sacrificar a alguien que duerme pacíficamente y piensa que lo que van a colocarle al rededor del cuello es una medalla. Mis ojos van de un lado al otro de la habitación ligeramente desorbitados, la puerta parece que no aguantará mucho más en su estado y los goznes comienzan a colgar de forma precaria de los antiguos tornillos que los mantenían activos, Mark por suerte reacciona apuntalando la puerta con una mesita auxiliar de la entrada. Asiento más para mi misma que para él cuando le veo, me alegra tener a alguien despejado de mente en situaciones como estas.

En el lado opuesto Leon se ha abierto paso a disparos rápidos, como parece ser su buena costumbre actual, disparar antes de preguntar. El olor que desprende el disparo es repugnante, arrugo la nariz y me la tapo unos segundos con la mano, no huele como un disparo habitual, el aroma de pólvora se mezcla rápidamente con un olor mucho más desagradable, el olor de lo podrido. Sea lo que sea lo que ha tocado tras el disparo le ha dañado las yemas de los dedos. Me incorporo para cercarme a mirar, pero antes de ir hasta la ventana compruebo de nuevo las constantes de mi protegido, reposa tranquilo. Ha sido tiempo suficiente para que Leon salte por la ventana perdiéndose de mi vista.

Es mi turno y tengo que reaccionar, me separo de la camilla y me apresuro con una carrera corta a la ventana para cerrarla de nuevo. Una extraña mancha negruzca ha quedado impregnada en el marco, pero por seguridad no la toco, he visto lo que le ha pasado a Leon y no quiero quedarme sin una mano útil. El sonido de unos nudillos llamando a la puerta son demasiado inusuales después del zarandeo. Controlando una vez más la ventana mientras me acerco hasta donde esta Mark pregunto con cuidado ¿quien es? se que es muy estúpido, pero tras lo extraño de todo mejor andar con pies de plomo que seguir cometiendo actos desprovistos de cualquier razonamiento.

Aún siento el dolor entre las yemas de mis dedos. Un dolor punzante, agobiante y que quema. Aprovecho el contacto de la nieve una vez he aterrizado para aliviar esa sensación. Diría que no hay nada por los alrededores, ni siquiera algo de luz que permita distinguir algo con claridad.

Cierro los ojos unos instantes, concentrando una haz de energía en mi interior para que se agudicen la mayoría de mis sentidos. Al abrirlos, descubro ese mundo extraño que me muestra cosas que otros no serían capaz de ver. Debí de darle bien a esa cosa, al menos es lo que pasa por mi cabeza al detectar un rastro de sangre negruzca por la fachada de la consulta que llega hasta la parte trasera del edificio.

-¿También sabes trepar..?- Pasa por mi cabeza irónicamente siguiendo el rastro.

Pegado a un costado al lateral de la casa, sigo esa mancha negra con la experiencia de saber lo que te puede ocurrir si te salpica a los ojos. Con cautela, y aprovechando la ausencia de luz me escurro por la pared hasta llegar a la esquina. Allí pego un ojo antes de descubrirme, quizá coja desprevenida a esa criatura trepando por la fachada.

Todo parece pasar mas lento cuando se trata discernir lo que realmente está pasando. Miro por los alrededores del edificio, por sus esquinas, sus alrededores, incluso la parte alta de la fachada trasera por si estuviera tramando algún macabro movimiento. -Dónde te escondes..-

Ayira se decide y corre hasta la ventana por la cuál acaba de saltar Leon. Cuando llega ya no le ve, al menos frente a ella, pero tampoco se detiene demasiado a observar ya que lo que la preocupa de verdad es cerrar bien esa posible vía de entrada... y lo consigue sin ningún tipo de impedimento.

Por su parte Mark continúa a la expectativa mirando la silenciosa puerta y después alrededor. Varios de los utensiliso clínicos de Ayira podrían servir como armas punzantes o cortantes (bisturís, tijeras, etc), otro podrían usarse cómo varas improvisadas u objetos contundentes (bandejas, goteros, etc).

La cirujana se mueve entonces hasta una posición más cercana a la del bombero y pregunta de forma casi surrealista quién hay al otro lado. Estáis seguros de que Natalie ha tenido que oiros, como mínimo el disparo, pero aún así no parece haber reacción por su parte.

Es entonces cuando os responden repentinamente, y probablemente sobresaltándoos, pues la voz llega de forma más directa de la que esperabáis a través de la ventana cerrada pero rota por la que salió Leon. Seguramente Ayira no se sorprende, sencillamente sus sospechas quedan confirmadas: Sven.

El hombre mira con fijeza a la cirujana, se nota que ya la conoce, y finalmente habla de forma escueta.
-Vengo a llevarme a mi hija. Entregadla y evitemos enfrentamientos absurdos- su expresión es más impasible y neutra que de costumbre, como si de una estatua se tratara. No transmite ningún tipo de emoción, ni siquiera enfado, así que resulta bastante difícil entrever qué puede estar pensando o planeando a simple vista, pero Ayira es consciente de que era poderoso, y ahora sólo está ella acompañada de un novato.

Me asomo a la mirilla mientras Ayira mira por la ventana a ver qué pasa. Para cuando vuelve no sé que decirle. Tampoco tengo tiempo, ya que alguien habla por mi. Es un hombre que está en la ventana por la que ha salido Leon. No se como se las apaña para largarse en los momentos más inoportunos.

-¿Hija? No puede ser. ¿Además de asesinos secuestran niños? -no puedo creer lo que está pasando ni donde me he metido. Estoy hasta el cuello en algo que no alcanzo a comprender y el día está siendo muy largo. Aún siento el hedor de la sangre en mi cuerpo mientras me retiro de la puerta un par de pasos en dirección a la ventana.

Veo que tengo diverso material quirúrgico a mi alrededor y decido que es una buena idea estar armado aunque sea con un triste bisturí. Lo recojo de la bandeja mientras busco algo más grande e igualmente cortante. Es entonces cuando echo de menos el hacha que usamos para derribar puertas, pero no la tengo conmigo.

Miro a Ayira sin saber qué hacer. ¿Es amigo?, ¿enemigo? ¿y ellos?

Llegas precipitadamente hasta el final de la casa, es decir, el patio trasero, donde hay una barbacoa con varias sillas y una mesa además de algún que otro árbol, ahora todos cubiertos por la nieve haciendo destacar más la oscuridad que la mancha.

No te cuesta nada encontrar a esa "cosa", sea lo que sea, surge de de una especie de charco negro en el suelo y asciende viscosamente por la pared de la casa, dirigiéndose a una de las ventanas del piso de arriba para, probablemente, intentarse colar dentro de nuevo. Te preguntas por un momento si en ésa habitación estará Natalie, Susan, ambas o sencillamente ninguna.

El ser, parece estar hecho de pura oscuridad, cómo si se hubiera concentrado tanto que hubiera acabado adquiriendo cierta forma semi-líquida y tangible, lo cuál te suena a Sven por su uso a placer de las sombras como aliadas pero de momento no ves rastro de nada más sospechoso o peligroso desde tu posición.

Pues cómo ya dije es el segundo piso de una casa de tipo chalet (típica americana). Vamos que d eun salto no llegas xD

Espero la respuesta a mi pregunta, y no se hace esperar, pero proviene de mi espalda, girándome rápidamente y de forma sobresaltada por lo inesperado, lo que me encuentro al otro lado del cristal roto no es lo que me esperaba. Me siento algo paralizada por lo que ha dicho y sobretodo por su presencia tan cercana. Tengo más que claro que Nat ha tenido que escuchar todo lo que pasaba abajo, pero no se que esta haciendo arriba ni que espera que conteste al tipo que se supone padre de Susan y por el que se preocupa de forma algo más que profesional. Intento serenarme y controlar la situación mirando de reojo todas las posibilidades de que disponemos Mark y yo.

Verás no tengo ninguna intención de enfrentarme contigo Sven, pero yo no soy quien para entregarte a Susan, a mi no puedes pedirme eso. Por el rabillo del ojo veo como el bombero se apropia de algo de mi material quirúrgico para sentirse más seguro de si mismo. No creo que sirva de mucho, y menos porque no vamos a enfrentarnos a él. Me vuelvo hacia él e intento avanzar despacio hacia Ryan para permanecer a su lado en caso de un ataque, mis movimientos son cautos y limpios para no hacer enfadar o dudar a Sven. Mis ojos se cruzan a propósito con los de Mark, parece sentirse más confuso por momentos y comprendo perfectamente como se siente, pero yo no puedo mejorar mágicamente la situación ni el mundo al que ha despertado. Con un movimiento de las manos y unas palabras apenas susurradas le indico que no haga ninguna tontería. Baja el arma...

Tras unos pocos segundos en los que mi estómago ha continuado encogiéndose sobre si mismo decido continuar con mi charla tranquila. Creo que sabes mejor que nosotros qué esta pasando y por eso quieres llevártela lejos, pero nosotros no sabemos quien nos persigue ni con que intenciones...cojo aire para intentar tranquilizarme y lo suelto despacio. Podrías echarnos una mano como en el pasado, al menos para saber quien o que nos busca muertos.

Mi intento de sacarle información de forma pacifica no se que resultados puede tener sobre un tipo tan impredecible como él, pero prefiero probar antes la táctica de preguntar que la de lanzarme como una kamikaze sobre él. Mis músculos están en tensión perpetua, mi estomago parece haber emigrado a otro estado y unas pequeños escalofríos recorren mi espalda.

Desde la esquina observo como esa especie de bicho viscoso y siniestro sale de un charco camuflado en el suelo. Es una especie bicho gelatinoso y oscuro como la propia noche. De pronto y como ya he dicho se despega del suelo para escalar por la vivienda y llegar hasta el piso superior.

Deduzco que esa ventana podría dar al cuarto donde descansa la pequeña con su tia, lo que me da a pensar que quizá ese mosntruo sea Sven y se haya camuflado en esa imagen para pasar desapercibido o igual solo sea uno de sus "alumnos" al cual le ha dado la orden de secuestrar a Susan. También puedo notar, aún bajo los efectos de la visión, que hay una especie de líquido turbio como corretea por su interior y como le mantiene con vida.

No hay muchas opciones, si vuelvo hacia trás es posible que llegue tarde y ese monstruo cumpla con su deber, sin embargo, si por el contrario decido dispararle ahora podría dañarle sin demasiada efectividad y seguramente seguiría por su camino.

Decido salir y dejarme ver tras la esquina.

-¡EH! ¿Eres a mi a quién buscas verdad?, pues estoy aquí..- Alzo los brazos como si le indicara que soy todo suyo, pero mi única intención es disparle cuando se apróxime a mi, al igual que si intenta colarse de nuevo en el interior del edificio.

-Perfecto, porque a mí tampoco me apetece perder el tiempo- afirma tras la primera frase de Ayira, acabando de romper los pequeños trozos de cristal anclados al marco de la ventana antes de entrar en el interior con un ágil y rápido salto, momento que Mark aprovecha para recoger el bisturí y quizá ocultarlo entre su ropa o en su propia mano, pues a fin de cuentas es bastante pequeño.

Sven sigue con la mirada a Ayira pero se mantiene completamente quieto donde se ha quedado, aparentemente tranquilo y sobretodo controlado. Su atención de desvía por un momento a la camilla en la que yace Ryan, al cuál observa entrecerrando ligeramente los ojos, apenas un instante, pero enseguida vuelve la vista de nuevo a la cirujana dejando claro que no pretende hacer nada contra el herido. Al menos por ahora.

-¿Quién os persigue? Os persigo yo, porque quiero recuperar a Susan. Dime dónde está, es vuestra última oportunidad de no convertir esto en una carnicería- empieza a nadar con lentitud hacia vosotros mientras de fondo, por la zona trasera de la casa, se escuchan varios disparos seguidos, pero Sven no parece en absoluto preocupado o interesado por ello, prosigue como si sencillamente no lo hubiera escuchado.

Te mantienes a la expectativa, tensa, mirando de reojo de vez en cuando la cama para asegurarte de que Susan sigue ahí, tan inocentemente dormida, temiendo que en cualquier momento pueda desaparecer de repente o algo por el estilo.
Pasan varios minutos que se te antojan casi eternos en los que no se producen más ruidos extraños, así que empiezas a pensar si sencillamente fue una falsa alarma. Quizá vieron un gato y Leon "gatillo fácil" disparó pensando que era un licántropo, quién sabe...

Aún así tu sexto sentido te impide relajarte después de lo visto en la visión, es entonces cuando suena otro disparo, o mejor dicho una pequeña ráfaga de ellos. Suenan mucho más estruendosos y cercanos que el anterior, justo en la parte trasera de la casa, hacia donde da la ventana de la habitación donde está Susan.

La pequeña se incorpora de repente abriendo los ojos cómo platos y conteniendo una exclamación, casi parece que se le vaya a dar un ataque mirando el cristal de la ventana de momento intacto, pero cuando gira la cabeza y te ve cerca de ella se relaja un poco y se limita a correr hasta ti sujetándose a tus pantalones con fuerza.

Voy a matar a Leon en cuanto suba, no voy a esperar ni a que me diga nada, creo que hasta le quitare el arma para que no vuelva a hacer tonterias. NIego mientras me relajo solo unos segundos, pero no demasiado, sigo preocupada y no estare bien hasta que salgamos de esta ciudad y estemos en un lugar seguro.

Mas disparos y me termino levantando. Susan se despierta y mira a la ventana. Camino hacia alli cuando viene a mi y se agarra a los pantalones. Pongo mi mano sobre su cabeza para tranquilizarla.

Tranquila cielo, no pasara nada, te lo he prometido susurro mientras camino a ver que ha visto y la ha asustado tanto. Sin dar la luz y voy a ver que hay, procurando salir del angulo de tiro del que haya abajo. Definitivamente matare a Leon, a menos que no sea eso y ...no puede estar cumpliendose mi vision, no ahora, es la unica vez que no quiero que se cumpla, preferiria que fuera en casa con un ramo de flores y con un lo siento pero va a ser que no....