Partida Rol por web

Una hermosa ciudad que esta apunto de volverse un caos.

Como muchas noches desde que empezaste esa no-vida, abres los ojos y te preguntas que te depara esta nueva jornada. Hay una mezcla de emoción y astío en esta vida más allá de la muerta que te desconcierta. Ser inmortal significa experimentar cosas nuevas que nunca imaginaste ver, pero también poco a poco esas cosas dejan de interesarte.

Al igual de cada noche, tu fiel sirviente ha dejado a los pies de tu cama. Siempre elige algo adecuado para lo que te espera y, por la elegancia de esta ocación, de seguro que algo importante.

Cuando bajas te encuentras con Wilfred, el ventrue inglés que te ha tomado como su protegida se encuentra mirando la hermosa vista del Mediterraneo iluminado por la luna llena. Parece muy pensativo y ni siquiera te mira cuando entras. No obstante, te indica un sillón en el cual hay una mujer joven que parece dormida y te dice:

- Espero que hayas dormido bien, Querida. Ese es un pequeño tentenpié por si despertaste con hambre.

En despertar frote mis ojos. Realmente la no-vida daba circunstancias las cuales sobtaban del día a día. Pero me reconfortaba saber que mis posesiones hacian mi vida más simple y más comoda. Realmente me gustaba y mis pensamientos fueron deribandose a pensar como iria el negocio de la taberna y como iria la jornada. Era precioso, un vestido de color verde fuerte que junto a un corpiño ceñia mi cintura y dejaba entrever mi espalda. Por ese motivo eleji un fular, un pañuelo grande con tonos variados con contorneadas flores que se entrelazaban en él, para así cubrir esa parte destapada.

Al bajar por las escaleras me sorprendio no toparme con mi ghul. Era un aspecto raro en él no aparecer de buena tarde, por si quisiera maquillarme... por ese motivo quizás baje y entre en el salón principal. Wilfred pense al verlo allí sentado. ¿Que habrá pasado para que venga a verme?

Me adentre a la estancia, resonando los zapatos y cojiendo los pliegues del vestido para que no rozaran con el suelo me apostule en su lado izquierdo mirando a la chica. La sala estaba compuesta por una mesa principal para unos quinze comensales y la parte final de esta acomodada con unos sillones preparado para el te. Realmente se hacía preciosa esa luna llena y la luz tenue que entraba por los grandes ventanales. Así me acerque, para después de su indicación, con mi tipico accento marcado italiano decir con una leve sonrisa. Verdaderamente me sorprendes Wilfred. Me volvi a acercar un poco más a él para pasarle una mano en su hombro, inclinarme un poco y darle un beso en la frente para susurrarle ¿Es que no te acuerdas que mis gustos son hombres de la edad de esa mujer...? Retire la mano de encima de él para pasarla por encima de la cadena del collar, y con un tono afable decirle Pero no te preocupes... mi ghul, Luís, me tendrá preparado algun sirviente o algo por el estilo... En cuando acabe de decir estas palabras, retire mi melena un poco despeinada de encima de mi rostro, para pasar a sentarme en un sillón de color rojo ubicado delante de él, sorteando la mesa de madera de roble oscuro, mirando a la chica. En ese momento me di cuenta de que de la fuente de luz perteneciente a las lamparas de araña daban un toque lugubre a la situación. Dime... volvi a empezar con un tono tenue.- cual es tu preocupación que hasta te hayas confundido en esto... no es normal en vos... ¿es que pasa algo en el local? no me digas que hay problemas de dinero... sabes que es algo que me desubica mucho cariño. Termine mis palabras con esa pregunta que estaba claro que no era la acertada pero que de algun modo seguramente influiria a que hablase de lo verdaderamente intranquilo de la situación. Una lebe sonrisa me precedio. Sabía que desde el día que se murio mi marido el tema economico no era mi principal quebradero de cabeza... más bien era mi Sire el problema. Aun así, me moria de ganas por clabarle a algun chabal veinteañero el diente pero realmente esa intriga de mi mentor me estaba quitando un hambre matutino, muy arraigado en mi... ¿Que será? Pensé para dar paso a que me contestase con su quizás sinceridad...

Wilfred te mira con una sonrisa en sus labios como pidiendo disculpas acerca de su error. Luego se siente en otro sillón y te dice:

- Estoy un poco preocupado por la situación de la ciudad mi querida niña. Esta es la única poseción que nuestro clan tiene en la peninsula. Desde el tiempo de Carlomagno lo hemos mantenido a pesar de las intrigas de los lasombra, pero no sé cuanto tiempo siga así. Quizá nuestra supervivencia esté determinada por la herejía que se ha gestado al otro lado de los Pirineos.

Algo que siempre te sorprendía era como la mente de Wilfred encontraba como sacar provecho de todas las situaciones. Aunque en esta ocasión parecía demasiado preocupado.

En cuando Wilfred me observo con esa sonrisa, me acomode más en el sillón. Estaba claro que su preocupación habia hecho que se le pasara por alto ese aspecto en un defecto que nosotros mismos nos hacía hacer carambolas a la hora de alimentarnos. Para una vez se sento en el otro sillón pase la mirada a sus ojos. Niña pensé para escucharlo y en cuando escuche la palabra lasombra fruncí la frente. ¿Que estaba pasando?

Para esperar a que acabase su discurso decir en un tono algo respectuoso.

Creo entender lo que me has expuesto, aún así hay un punto que no comprendo... los lasombra juntandolo con la supervivencia de los ventrue mi querido Wilfred. Esta claro que las propiedades de nuestro clan suelen ser bastante elegantes e importantes muchas veces, pero...

Carraspee un poco para hacer una pregunta algo descolocada para mi 

¿crees que ahora se esta tramando algo encontra nuestra?

En acabar de decirselo sin dejar de mirar sus castañosos ojos me levante para dirigirme a pasos lentos ante donde estaba durmiendo la dama que habia traido mi mentor. Me temo que seria mejor si la chica se fuese puesto esta preocupación y el dialogo en cuestion no tiene porque escucharlo, ¿no crees?

Terminada esa medio afirmación me dirigi hacia la puerta de la sala, con paso firme esperando si él en este caso tendria algo más a decirme. En abrirlas vi a Luís, mi ghul, en la puerta de la entrada como si estubiese esperando a alguien... pero no hice nada para observar si eso era así. Aprovechando que lo veia comentarle. Escuchame con atención. Entra en la sala y acompaña a la chica a fuera de la Villa porque sus servicios han acabado. Tras una breve pausa me hacerque más a él y lo cogui por el hombro mientras seguia diciendole Me la ha traido el Señor Wilfred por si me apetecia pero tu ya sabes cuales són mis gustos. Dentro de un cuarto de hora o así traeme mi comida puesto tenemos que acabar de hablar de unos asuntos y quiero que aposentes la privacidad de la sala. Ese aspecto sobre la comida la puntualize con bastante seriedad, aun así después de dos golpecitos en su brazo lo dejé pasar para que entrase en la sala, recogiera a la chica despertandola y se la llevase. De mientras aproveche para volverme a sentar en mi sillón no sin antes aposentar mi vestido cruzando las piernas. Espere con las manos, los dedos entrelazados, estas encima de mi redazgo, vi como se cerraban las puertas y volvi la mirada hacía mi Señor. Veamos, he creido conveniente dejar esta intimidad... estos temas sabes que nunca se me han dado bien puesto la sociedad ha cambiado mucho desde que enviude de mi marido. ¿Acaso no ves que tus intrigas también son las mias? Cuentame, que es lo mejor que se puede hacer en este caso de herejía... ¿Tan importante es este palacete...? ¿Acaso la situación hara que deba viajar o conocer algun aspecto turbio de las circunstancias? Negué con la cabeza, ya eran muchas las dudas que se presentaban en mi mente sin poder hacer nada más que apoyar mi cabeza en la mano con el codo en el reposabrazos.

Wilfred sonríe con encanto, mostrando un brillo de satasfacción en tus ojos al ver el interés que tienes por estos asuntos. Después, te comienza a relatar:

- Como habras escuchado, desde hace un tiempo se ha desarrollado en la regíon de Occitania una herejía conocida como cátara. Esas tierras siempre han estado en una nebulosa donde no hay predominio de ningún clan, pero con la cruzada, los ventrue del norte han movido a sus títeres para extender nuestro dominio sobre esas tierras. Aragón, excepto Barcelona y sus alrededores, esta bajo el dominio de los lasombra y tenemos una especie de acuerdo tácito en eque esto siga así, pero el avance de los cruzados ha puesto nerviosos a los lasombra, pues dejaremos de ser una isla y tendremos a nuestros hermanos como vecinos. Por eso están organizando una criuzada en contra de los infieles ya que, una vez que hubieran dado cuenta de ellos, se encargarán de detener el avance de nuestro clan. El píncipe de Barcelona, Berenguer, va a sitar a los representantes de todos los clanes a la ciudad para decidir si se permite que los cátaros se establezcan en la ciudad. Es importante que eso ocurra pues de esa forma nuestros hermanos cruzados al otro lado de los Pirineos podrán cruzar para extinguir lla herejía y así tomarnos todo Aragón y Navarra como lo hicimos en los tiempos de Carlomagno. Es una movida arriesgada, pero no tenemos opciones.

Escuche con atención todo lo que Wilfred hiba comentando. Palabra a palabra me quede fascinada con todo lo que llegaba a saber. Afirmando con la cabeza en cuando nombro al principe, el cual nunca se me había presentado.

Mmm... me medio mordi los labios para relamermelos con sensualidad y comentar. Interesante, realmente interesante. Esta claro que formar parte del clan Ventrue es lo unico bueno que me sirvio mi sire al darme la condenación. Pero estos problemas que se estan ocasionando ahora me estan dejando perpleja. Retire mi cabello de la frente para pasar a reposar parte de mi cuerpo en el reposabrazos. Aun así, creo que el tema del nerviosismo de los lasombra es normal. Parece que esten preocupados en perder posiciones en la zona y Barcelona es un lugar maravilloso como para quedarse sin el poder en la región.

Por lo visto este tema también me afecta a mi, la cual cosa estoy dispuesta a tener que inmiscuirme en el para poder sacar algo de probecho de la situación, ¿no crees querido? Mis últimas palabras sonaron con total frialdad y seguridad por lo que segui con un tono afable y cruzando las piernas añadir. Respecto a la citación de los mandamases de los clanes hacía el Principe de Barcelona, el Señor Berenguer, me ha dejado traspuesta. Nunca he sido presentada ante él ni siquiera por mi engreido sire como ya sabes. Pero... ¿quienes seran los representantes de los clanes en la ciudad? Seguro sera una reunión bastante importante y peligrosa puesto si ocurriera algo allí, rodarian cabezas por la falta de seguridad. Le sonrei sin dejar de mirarlo a los ojos. La herejía... pase a palparme la cadena del collar la cual terminaba colgando la bella cruz con los cuatro rubies incrustados tintineando por encima de mis senos. Nuestra Madre Oscura y sus elecciones hicieron mella en los encuentros con el primero, Caín, nuestro padre. Se irritarian si llegasen a contemplar una escena de este dogma ortodoxo...

Me levante lentamente para dirigirme a la larga mesa de madera de roble, situada en medio de la estancia, divisando la espectacular luna que dislumbraba atrabes de los ventanales de la sala. Es evidente que si has venido hasta aqui para contarme esto... Me giré para volverlo a mirar, es sencillamente porque quizás tenga algo que hacer o pueda ayudarte en algo, ¿No es así? Palpe de mientras la mesa con las yemas de los dedos pasando sensualmente estas por encima de la mesa y soltar una lebe carcajada. Bueno, en todo caso, cuentame también como te ha ido estos días... tengo curiosidad de saber como van los negocios de mi señor Wilfred. Le sonreí desde esa distancia a la que habia hecho mella. Para pasar a dibisar el reloj de la sala. Una antigualla que hacía realmente tiempo que estaba ocupando una de las paredes. Lo observe para saber cuando llegaria mi ghul con el estupendo sirviente que haria que la tarde se hiciera más llebable al poder comer de mi rebaño, de un hombre de entre 20 y 30 años el cual ya estubiese acostumbrado a que mis atributos lo mordiesen para sacar de él el mejor partido para mi.

Wilfred te hace una reverencia, como si estuviera complacido con tu agudo entendimiento. Entonces se pone de pie y te dice:

- Jugaremos un juego muy simpatico, mi pequeña. Todos los cainitas de la zona tienen derecho a voz en la reunión a la que ha llamado el príncipe, por lo que tu hermoso timbre de angel también será oido. Es de seguro que los lasombra se opondrán a los cátaros, mientras yo y otros ventrue estaremos a favor. Lo que quiero que hagas es que te opongas con todas tus fuerzas a lo que yo defiendo. Quiero que los lasombra y los que estén aliados con ellos te vean con buenos ojos y que te ganes su confianza. Tú serás nuestro hermoso caballo de Troya para conocer las intenciones de estos intrigantes... Pero creo que nuestros planes deberán quedar para más tarde. Tu siervo esta en la puerta y viene con compañía.

En ese momento tu ghoul entra a la habitación y con respeto te dice:

- Mi señora, le he traido lo que me pidio.

Entyonces entra un hombre joven, alto y de cabello castaño claro. Su ropa es sencilla y mira todo con sorpresa y algo de miedo.

Por su lado, Wilfred te dice:

- Creo que te dejaré sola por el momento. Luego seguimos con nuestra conversación.

Y tanto él como tu ghoul te dejan a solas con el muchacho.

De pie al lado de la gran elegante mesa, me quedo observando como se lebanta Wilfred. Mirandolo a los ojos escuchando con detenimiento sus palabras. Sorprendiendome claramente cuando concluyo que deberia oponerme a su defensa sobre esos seres. Negué levemente con la cabeza mostrandome algo contrariada susurrando con tono suave Pero yo?... Aun así, al entrar mi ghul junto al joven me quede sin más palabras. Viendo como mi mentor se iva de la sala junto a mi más allegado sirviente.

Seguia levantada al lado de la mesa y cuando las puertas del salón se cerraron hice un gesto con la mano para que este individuo se acercara. Una vez lo tuve delante me coloque delante de él y le olfatee el cuello. Realmente me parecio extraño que oliera tan bien puesto muchos muchachos junto al trabajo del hogar no podian realmente estar así. Por lo que eso me dejo anonadada y pase a decirle. Porfabor, chico, ven por aqui. Después de comentarle esto lo cogui por el antebrazo y lo acompañe a la zona de los sillones comentandole. No tengas miedo a tu Señora, solamente quiero saber como te llamas y saber que sueles realizar en mi hogar jovencito. Al llegar delante de los sillones lo deje que se sentara y yo quedandome delante de él espere a que me contestara y proseguir de mientras a cojerle el brazo izquierdo y subirle la camisa quitandole el botoncito de esta. Para tirar fuerte y arrancarle un cacho de tela. Me sente a su lado, dandole un poco la espalda cojiendole ese bracito con su sangre correteando por dentro de él... Mmm... Bien ahora estate tranquilo, no te hara mucho daño querio... Mi cara se transformo, mis encias se dilataron y los dientes se alargaron pasando rapidamente a clabarlos en la muñeca del chico, succionando el liquido y notando recorrer la vitae por mi interior. Así poco a poco calmando mis instintos me separe de él. Para así nudarle en los dos agujeros la tela arrancada anteriormente para que no se vieran ni saliese más sangre, apretandola fuerte y dejandolo allí sentado me levante de nuevo. Pasando la palma de la mano por encima de mis labios quitandome los restos de mi comida. Bueno, esperate aqui, ahora le dire a Luís que te traiga un poco de agua con azucar. Quedate descansando un rato pero luego vuelve a tu trabajo... Me has gustado... quizás en otra ocasión se pueda repetir... Termine con una lebe carcajada, ya dirigiendome hacia las puertas de la estancia, con un caminar renobado después de ese manjar tan bueno. Para después de salir ver a mi ghul y comentarle que le trajera lo convenido anteriormente y así se recuperase del quizás susto. Para después decirle Por cierto, no habras visto a Wilfred, aún nos quedan algunos temas por hablar y desearia tomar un paseo por el jardín con él. Porfabor ve a llamarlo y comentale mis ganas de continuar con la conversación, Luís.

Me quedé esperando en la entrada, viendo el exterior de la Villa por las puertas de metal y sus grandes cristales. Se me hacia algo extraño a las horas que estabamos no ver movimiento de sirvientes por la casa. Quizás era algo inusual pero igualmente me apacigue allí. Tenia ganas de salir a dar una vuelta por los alrededores, observando la vegetación del hogar. Aprovechando a pensar en las palabras de mi mentor. Debere ir en su contra... atraer el fabor de los la sombra... ser una informadora... Es evidente que me da algo de intriga ver al principe... tendre que elegir una buena vestimenta aun así... ¿que pensaran de mi? ¿Que diran si voy en contra de la persona que más me ha acompañado en mis noches después de alejarme de mi sire? ¿Acaso me lo encontrare a él... aún estara con lo mismo? ¿Que me quiere, que me desea...? Solo espero no encontrarmelo... Después de estar meditando en todo esto, deje caer la mente para observar como bajaba por las escaleras mi mentor y desde lo lejos que estabamos le empece a decir. ¿Me acompañaria a fuera? Vamos a dar un paseo mi señor, así me puede contar porque tanto afan a que mis opiniones vayan en contra de ústed y que sacariamos de provecho... por supuesto que además de poder tocar otros temas que crea convenientes ocupar... ¿No cree, mi señor? Termine con una suave sonrisa, alargando mi mano para coger su antebrazo y medio apoyarme en él. Para dar unos pasos hacía la entrada de la casa y abrir la puerta para que pasasemos los dos. Para sin poder reprimir preguntarle de nuevo... ¿Cuando sera este acto... tan distintivo? Así espere a escuchar la voz de mi mentor, dando paso a un quizá paseo por un lugar ya conocido...

Tu mentor se ve alegre de pasear contigo a la luz de la luna. Los jardines eran hermosos y frescos, con una suave brisa que que acaricia tu piel. Lástima que ahora esa brisa ya no sea lo mismo que cuando estabas viva y que ya no podías disfrutar de un hermoso jardín a la luz del día. No obstante, tus pensamientos volvían nuevamente al momento de goce que tuviste hace solo un rato. Beber sangre era más que el reemplazo de la necesidad de comer, sino que también remplazaba otros apetitos de la carne. Era tan intima la unión con tu presa, tal el placer que te proporcionaba (y que le proporcionaba a él, pues pudite sentir como ese muchacho reaccionaba como cualquier hombre joven y sano), que ni las sensaciones prodigadas por la pasión en los brazos de un amante en tu vida mortal podían compararse.

Noo obstante, si algo te había enseñado tu mentor es a controlar tu sed de sangre y mantener a raya a la bestía que llevabas en tu interior. Entonces tu mente vuelve rápidamente a la intriga y los planes, mientras tu maestro te dice:

- La reunión será en dos noches más, para dar a todos los vampiros posible la posibilidad de llegar a la ciudad. La mayoría de los clanes están divididos acerca de la propuesta del príncipe, pero sabemos que los lasombra eligirán mantener a los herejes lejos para seguir con su campaña de expulsar a los moros. Los brujah y nosferatu están divididos y los toreador desean que todos los refugiados sean acogidos para preserbar algo de la cultura occitana. Tú estarás de lado de los que se opongan, te mostraras como una católica intransigente. Usa tu gracia natural para atraer simpatías. Por su lado, el principe se mostrará neutral a la espera de cualquier imprevisto. Cuando logremos que nuestros hermanos francos crucen los Pireneos para erradicar también aquí a los herejes, seremos los dueños de todo el noreste de Iberia y tú serás generosamente recompesada, pues habra muchos nuevos principados que repartir.

Si, la sed se me paso a los brazos del muchacho, no obstante al decidir salir en el jardin me di cuenta de que el encanto de este era mejor que el de tener que sacar provecho de la sangre ajena. Escuche cogida del brazo de mi mentor, como este se referia a la reunion en dos noches para esperar al resto que debian llegar...

Pase a pararme al lado de un puñado de flores entre cerradas para contestar. - Creo entender lo que me estas diciendo. La herejia es un tema bastante serio y acomodarnos en estas ocasiones seria ridiculizar nuestra posición... Sin embargo, mostrarme como una catolica intransigente no me costara mucho. En esto acaricie la cruz de oro blanco que llevaba colgando, reponiendo mi fular por la espalda para que la tapase en su totalidad. Aún así, sabes que perdi mi fe cuando murio mi marido Amador de Hiberpool... Como mi sire me mostro que fue él mismo quien lo asesino y yo pensando ingenuamente que había sido causa de un ataque en el corazon... Negué con la cabeza, allí parada obserbando la belleza del jardin. Pero no me costara recuperarla si en ese caso ganamos confianzas y a la larga se puede sacar buen probecho de dicha acción. Le sonreí aún cogiendolo del antebrazo. Ser recompensada... Dijé en un tono bajo y pensativo. Para levantar la mirada y buscar sus ojos diciendo de nuevo en un tono más claro. Pero dime ¿Que haras durante estos dos dias? ¿me vas a dejar aburriendome en la villa? Porque debes saber dónde se hará dicho encuentro, ¿o me equiboco mi intrepido amigo? Solte una leve carcajada. Él sabía que mi no-vida era algo peculiar pero saber que se iniciaba una epoca en que mi palabra quizás seria escuchada me daba motivos para alegrar la cara. Puede que quizás deba conocer mejor a quienes estarán en la reunion... pero bueno... lo interesante es que estaré invitada. Volvi a sonreir mirando el horizonte dónde se distinguian los arboles que rodeban la verja del lugar. Lo único que se es que me gustara ver las discusiones entre los brujah y los nosferatu... pero los que más respecto me traen son los toreador. Sus encantos y sus buenas palabras suelen llebarse al saco todo lo que se propongan... así que quizás debere ser cautelosa. Ver, oir y callar sera lo que a primera instancia haga. Afirme con la cabeza para dar paso a las palabras de Wilfred. Respuestas, sugerencias, quizás era eso lo que esperaba, pero también tenia claro de las limitaciones de él.  Debia ser cauta para no enojarlo pero las ansias de saber cosas y saber de él podian más que mantenerme callada en esa ocasión.

Wilfred te mira con admiración mientras hablas y luego te dice:

- Aunque tu sire te haya arrancado de la vida mortal, en verdad entiendo lo que vio en ti. La belleza, la gracia y la inteligencia pocas veces se ven juntas en la misma persona. Creo que que de haberte conocido antes yo mismo te hubiera ofrecido el abrazo.

El tono que uso era como el de un padre que ve con orgullo a su hija. Aunque en otras ocaciones usaba la galantería para dirigirse a ti, como si fueran viejos amantes. No obstante, la mente de Wilfred siempre iba desde lo futil a lo práctico con una rapidez increible.

- Como veo que estás dispuesta a ayudarnos, quizá debamos afinar algunos detalles con el príncipe. Así aprovechamos de pasar unas noche en la ciudad y disfrutamos de el palmitar de urbe.

Sin soltarme aún del antebrazo de mi mentor, viendo como la admiración pasaba luego en sus palabras, me senti conmobida. Hablar del pasado, de como fue mi abrazo me hacia pensar en como había llenado los dias de mi no-vida. Dejando aparcado mis sentimientos y sirviendo más que nada a un trabajo y a mantener mi patrimonio.

Aún así cuando cambio de tema para comentar que deberiamos dirigirnos directamente y pasar las dos noches en la bella ciudad me quede anonadada. Para una vez reemprendido la marcha del paseo en el Jardin de la Villa, decir con un tono dulzon. Creo que de habernos conocido antes, mi no-vida hubiese sido menos acarreante de defraudarme por como se ha sucedido ciertos aspectos. Pero mi querido Wilfred, ya me he percatado de que no esta aqui para hablar de mi pasado si no como bien me ha comunicado el deber de afinar algunos detalles con el príncipe. Realmente esa conversación cada vez estaba dando más de si. Aún pudiendo recordar como mi sire nunca me presento ante alguien tan importante... Supongo que esta invitado siempre que quiera a poder dar cita con tal importante personaje. Afirme con la cabeza y tras dejar pasar unos segundos pense en como seria el viaje y que deberia preparar ropa y algunos alimentos para los sirvientes que nos acompañaran en el trayecto además de mi ghul. Es buena idea de pasar unas noches en la ciudad y poder disfrutar de la gente de allí... pero hay algo que me preocupa... y es dejar sola la villa durante largo tiempo. Pase mi mano por la barbilla contemplando la posibilidad de dejar algun sirviente encargado de que mi hogar estubiese decente mientras mi ausencia fuese duradera, pero así mismo deje ir con un tono algo picaron, mirandolo de reojo y pasando a recoger una de las flores que sobre salian de la ladera de un arbol. Sin embargo sera provechoso poder ver como es el príncipe, como actua y como no se deja influenciar facilmente por su entorno. Eso me gustaria poderlo ver con mis propios ojos. Ese tipo de encanto, para sustentar un cargo así... me fascina.

Cuando tube la flor de un color rojo vermellón intenso desoje uno de sus petalos para exprimirlo con la mano y comentar. ¿Me acompañara en el viaje hacía la ciudad contal, verdad? Así me podra contar como tratar a la gente o algunas curiosidades del lugar dónde iremos... Cuando me diga empezare a preparar los carruajes y la gente que iria junto a nosotros. Deje caer el delicado petalo hacia el suelo, siguiendo su caida con la mirada y dejando caer mis rizos por delante de los hombros decir Necesitaremos protección durante el viaje, no quiero que algun accidente o algun asalto nos arruine poder pasar desapercibidos y a la vez desplazarnos con cautela, nos arruine el trayecto... Deje esas últimas palabras en el aire. Ya tenia ganas de poder irme de alli junto a Wilfred. Tenia entre mis pechos mi daga por si la protección hubiese que pasarla atacando a alguien. Aún así saber que mi mentor pudiera acompañarme me facilitaria la idea de que así seguramente el vieje seria tranquilo. Pase a dejar paso a las palabras de él a sabiendas de que poco más comentaria si más no tendria las mismas ganas que yo para destinar pronto la escapada y solucionar esos aspectos que le perturvaban la preocupación.

Wilfred se contagia con tu entusiasmo y te dice que saldrán lo antes posible de la villa. El viaje a Barcelona solo significa unas cuantas horas, pero deben tener cuidado porque igual de noche es peligroso. No obstante, te pide que lleves tus mejores vestidos y que, si hay tiempo, en la ciudad el te conseguirá otros mas bellos. Todo lo que sea necesario lo tendras para verte lo más rutilante posible en tu presentación en sociedad.

Así, siguiendo tus intrucciones todo estuvo listo para el viaje y salieron hacia la ciudad. Ahi llegaron a una casa granbde y cómoda que tu maestro poseía en la ciudad. Wilfred se había dedicado al lucrativo comercio de productos con su tierra natal y con oriente, por lo que era uno de los no-muertos más acaudalados de la zona.

A la noche siguiente a haber llegado a la ciudad, sobre tu cama encuentras al despertar un hermoso vestido dorado con costuras de oro. Wilfred te mira con una sonrisa encantadora y te dice:

- Hace juego con tus risos. Es perfecto para que vayas a conocer al príncipe.

En cuando se me comunico que saldriamos lo antes posible de la villa ya me puse a cabilar que necesitaria y que me llevaria de dinero. Aún asi, abri mas los ojos sorprendida y callando mis instintos en cuando me pidio que llevase mis mejores vestiduras. Afirme con la cabeza y le sonrei justo cuando opto por incluir que me podia conseguir otros de mas bonitos... Así que pense que si mi presentacion en sociedad Cainita hiba a ser por lo pronto iva a tener que escojer alguna joya que pudiese alegrar mi postura.

Todo estuvo listo para el viaje. Tres sirvientes de mi Villa nos precederian en otro carruaje al igual que habia dejado las ordenes a un par de muchachos sobre que estariamos unos dias fuera y queria la casa como un filon de oro de lo limpia que debia mantenerse. Un par de baules con bestidos se ubicaron en uno de los carruajes ademas de alguna bolsa de monedas por si serian necesarias por si decidiamos comprar algun capricho.

Me alegre por llegar a la casa de Wilfred, pero me dejo sin palabras lo grande que esta era y ademas de que fuese uno de los no-muertos mejor acaudalados de la zona.

A la noche siguiente recogi lo que en el despertar me encontre en el retargo de la cama. Poniendomelo junto al corse, ese bello dorado que acontiguaba junto a las costuras de oro.

- Perfecto es una expresión que se queda corta mi querido Wilfred. Más bien diria que es maravilloso y fantastico a la vez. Mientras le decia esto di una vuelta sobre mi misma y deje caer mi cabello detras. Voy a buscar un fular para que haga juego con el vestido. Acto seguido me dispuse a buscar en uno de mis baules un estupendo fular de color blanco con bordados amarillentos junto a un estampado floral de rosas rojas. Como nuestra Madre Oscura nos inculco a no temer... sin embargo no es que tema... respecto le tengo a este señor el cual me quieres presentar. Entre cerre mis labios mientras jugeteaba con la pulsera de bordes plateados que colgaba de mi mano con dos hilos de plata. ¿Es hoy el día en que debo ir a conocerlo? pase las yemas de los dedos por encima de la cadena del collar dejando tintinear la cruz. Es que sinceramente me desconcierta el hecho de no poder saber ante mano si es alguien poco hablador o más bien... quizás alguien que le importe poco a los que tenemos menos edad. Deje caer esa preocupación encima de la mente de mi mentor. Dejando claro que me habia gustado que el trayecto fuese bien ademas de la atención de prestarme un vestido con tan estilo con el que me habia obsequiado.

Wilfred sonríe ante lo que parecen nervios de tu parte y te dice:

- No hay nada de que preocuparse. El príncipe Berenguer es un ventrue y para el somos familiares, nuestra noble sangre nos une. si bien Berenguer es mucho más viejo que nosotros, ya que el recibió el abrazo durante la época de Carlomagno, no debes sentirte nerviosa, solo muestra tu encanto natural... ¡Ah! Lo que debes de cuidar es no hablar de la Madre oscura frente a otros cainitas. Para algunos nuestro camino es una herejía.

Luego de esta conversación Wilfred te acompaña afuera de su palacio,donde los espera un carruaje para llevarlos al Castell Regomir, donde se encuentra la recidencia del príncipe. Por el camino Wilfred te cuenta que la familia condal de Barcelona desendía de Berenguer, que en algunas ocasiones asumía el condado como si fuera mortal, lo cual era muy común entre los nobles ventrue.

Al final, llegan a la fortaleza y son admitidos de inmediato en su interior. Los llevan a un gran salón donde un hombre que parece más joven que tú se encuentra sentado en un sitial y asistido por otros dos personajes que te miran con interés. En ese momento Wilfred se adelanta y hace una reverencia, diciendo:

- Saludos, Alteza. Aprecio que nos hayas concedido parte de tu importante tiempo. Os presento a Silvina Schivaldi.

Entonces la atnción del príncipe se desvía hacia ti.

Quizás por nerviosismo, quizás por el mero hecho de estar ante una presentación en sociedad, me sentia algo desubicada. Solo que la conversación con Wilfred sobre el tema de que Berenguer era también ventrue me sorprendio.

Por el camino pense en retocarme algo el vesitdo sintoma de que no estaba lo suficientemente capacitada para sentir que otra vez seria presentada. Pero me alivio que en cuando entramos a la sala fuese mi mentor el primero en hablar.

Murmure en un tono flojo que crei que solamente mi Wilfred entenderia con un Grazie.

Para dar dos pasos en frente y saludar con un tono dulzon Buenas noches caballeros, gracias por haberme convocado en esta especie de reunión. Es un honor para mi poder estar ante vos señor Berenguer, ya que mi mentor me ha hablado maravillas de usted. En ese momento me volvi hacia wilfred con una sonrisa y lo cogi del antebrazo para que se viera que habia compenetración entre los dos ventrue. Para después proceder a escuchar lo que los presentes tendrian que contar además de esperar si nos invitavan a sentar en algun comodo sillón de la estancia.

El principe, contrario a lo que dicta el protocolo, se para de su sitial y se acerca a ustedes para saludarlos de manera más amena. le da la mano a Wilfred como si fueran viejos conocidos y luego toma la tuya y la besa, mientras te dice:

- En verdad sois más bella de lo que me había dicho nuestro amigo en común. me alegra que ilumineis nuestras noches con tu gracia, mi señora.

La voz de Berenguer es limpida como la de un muchacho, lo cual no cuadra con el modelo de autoridad que debía cuadrar con un poderoso príncipe. Luego, continuö la charla:

- Decidme, mi señora ¿Os gusta nuestra ciudad? No son tan coloridas ni vivaces como las ciudades italianas, pero tienen su encanto. Tanto así que incluso un angliano como nuestro buen Wilfredo de Novocastro la ha adoptado como hogar.

Wilfred asiente al escuchar su nombre en latín. De seguro el principe consideraba el idioma natal de tu mentor tan barbaro como para no usarlo.

En cuando vi que el protocolo no se avivo me quede algo sorprendida. Solo haciendo una leve reberencia justo cuando el Señor Berenguer dispuso a besar la mano.

- Grazie por el cumplido mi Señor. En eso mire a mi mentor para darle una de mis sonrisas más picaronas no sin antes decirle. Mi querido Wilfred siempre me llega a sorprender. Afirme con la cabeza para una vez mirando al principe Supongo que quizás estara de acuerdo en que la belleza exterior no es más que el encanto de un instante. La apariencia del cuerpo no siempre es el reflejo del alma. Aun así en mi caso espero poder demostrar que si que es el mismo reflectar. Sonrei para despues contestar a su pregunta. Sinceramente no he tenido el gusto de poder asombrarme de la belleza de la ciudad condal, mi señor, si no opinaria con creces. Más bien puedo decir que seguramente tiene un buen esplendor por lo segun me ha podido contar Wilfred. Sin embargo creo que diambular por esta puede ser peligroso. Almenos mi mentor me ha comentado algo al respecto de que en estos dias se ha podido obserbar movimientos extraños... Deje caer mi frase con un tono melancolico y con seguridad continue mi explicación. Tanto es así que quizás, segun él, mi presencia en la ciudad pueda ser de ayuda... o quizás me equivoco? Pregunte dejando al aire mi pregunta. Esperando si wilfred intervendria y pues claro estaba mi intervención no seria mayor que la de ellos. Por eso recogi con elegancia las arrugas del vestido para que este no tocara al suelo y así preguntar. ¿Seria un placer poder sentarnos, no creeis mis señores?

Berenguer asiente a tu petición y le hace una seña a los otros dos sujetos que lo acompañaban para que se retiren. Luego, con elegancia, les envita a que lo sigan y los conduce a lo que parece un aposento privado, con hermosos muebles y bellos tapices en las paredes. Berenguer los invita a tomar aciento y les pregunta si desean beber algo, diciendo que por raro que fueran sus gustos, el se esforzaría en complacerlos. Luego se te queda mirando y dice:

- Supongo que Wilfredo os ha hablado de nuestro predicamento. Vuestro maestro me ha dicho que no solo la belleza es un don con el que fuisteis marcada, sino tambien tienes una mente rápida en el entendimiento y el raciocinio. Decodme, mi señora ¿teneis alguna duda de lo que espramos de vos?.