Partida Rol por web

Alzag salió de aquel sucio ljgar lleno de las arañas que tan poco le gustaban junto a su nuevo equipo. Todos ignoramos el cadaver de dragón, siendo evidente que es lo normal en un día soleado.
-¿Y bien? ¿Qué hacemos?-
Le dio unas pataditas a la calavera del dragón esperando respuesta.

Un túnel bastante grande y extenso tenían hacia delante. Lo recorrieron en bastante poco tiempo. Lo iba observando a cada paso, fijándose en cada detalle mas que nada por si se encontraban con algunas de las hermosas anfitriones que podría haber en aquel lugar, las arañas.

Los charcos de aparente agua y las telarañas en la oscuridad quedaron atrás cuando por fin salieron del túnel. Puso su mano a modo de visera encima de sus ojos pues la luz lo cegaba en un principio aunque rápidamente se acostumbró. Aquel paisaje era simplemente bello. Montañas, colinas, nieve y prados se abrían delante de ellos esperando a ser recorridos por sus pies. La pregunta del elfo era más que obvia - El gato responderá a ello - Afirmó para girarse a él, reafirmando la cuestión de Alzag.

Alzag se incomodó ante la reacción del joven de pelo blanco que le daba la espalda para que el gato respondiera. Era algo poco común para él buscar consejo en un gato pero habría que intentarlo.
-Bueno al menos vamos a ir de camino- El elfo se puso en camino a la montaña chutando la cabeza del dragón que se presentaba magestuosa no muy lejos.

Salió del túnel moviendo su cuerpo, junto con sus brazos, con un aire guay, o al menos intentándolo. La luz le hizo agitar la cabeza un poco junto un maullido de molestia y casi enfado. Observó todo el hermoso paisaje que se alzaba ante ellos a medida que subía la vista. Simplemente, hermoso. Desearía haber vivido antes en algún lugar parecido, puesto que no se acordaba de nada.

Wooow... - Exclamó al ver todo aquello. Tras esa expresión el elfo flipado, saltarín de tejados y casi Legolas abrió la boca para pronunciar unas palabras. El preso Vilko, cuyo cadaver querían, le respondió que el minino respondería por él. Ante eso solo dijo - Vilko... eres un poco vago, no? - mientras movía la cabeza. - Menos mal que tenéis una mente genio como yo a vuestro lado. tsch. - Ahora se daba aires de superioridad, aunque sabía que en realidad no era así. - Bueno lo primero y lo más importante es... Bscar un nombre para este grupo. - Tenía una cara de ilusión que ganaba hasta un niño de 6 años. - A ver... ¿Qué os parece "Los zarpitas"? Mola, eh? -  Dijo mientras hacía la pose de la patada de la grulla con los puños hacia el frente, como si estuviera en posición de ataque.

Estaba mirando al gato, serio, esperando que dijera algo coherente mas no era así para nada. Alzó una ceja más que molesto para luego acercarse y quitarle el mapa de golpe - Creo que mejor te queda el nombre de "Gato insoportable" y no "El zapitas" y olvídate de que formemos un grupo porque no has demostrado nada útil verdaderamente para que deba cooperar contigo más que que me dieras la llave de los grilletes cosa que tampoco necesité pues ya los rompería Carlos Gordo con un hachazo o algo así - Negó con la cabeza para adelantarse hacia el alto al que debían ir interpretando el mapa como intuyera - Es por ahí - Se giró para ver a Yukari y a Bucky - Venga, que estáis como nosotros y a lo mejor os perdéis de camino - Suspiró resignado ¿Quién le mandaría preocuparse de ellos?

Mientras terminaban de discutir que hacer y el nombre del grupo, de un momento a otro se dieron cuenta que junto al río, un carro tirado por un solo caballo se encontraba allí.

Al acercarse un poco más, vieron que junto a el, había tres personas, dos chicos y otra persona encapuchada que se encontraba de espaldas. Los dos chicos parecían estar discutiendo, y tras un fuerte grito, el rubio se marchó río arriba.

El otro, al veros a lo lejos, hizo una seña con la mano para que os acercarais hasta ellos, sonriendo.

Fue entonces cuando la tercera persona se giró y pudisteis ver que se trataba de una chica.

-Estúpido gato asqueroso, te dejaría morir en el fondo del mar sólo para ver como no te quedas quieto ni así.- Alzag y los demás siguieron caminando hasta que se encontraron con dos chicos y una chica. Al parecer los dos chicos tenían una discusión y uno se marchó.
-Buenas ¿Tienen algún problema? Podemos ayudarles- Echó una mirada al gato -O al menos tres de nosotros.

Al escuchar las palabras de Alzag se acercó a él y le dio una palmada en la espalda para luego susurrarle algo en el oído, quizá se le fuera de la mano las palabras sobre el minino y no había que atacarlo tan bruscamente por lo menos de momento. Puede que tuviera otros talentos algo ocultos

El elfo rápidamente se acercó a aquellas personas ignorando aparentemente todo lo sucedido en la anterior ciudad aunque con amabilidad, sin duda - Parece que se olvida rápido de las cosas - Pensaba mientras se tapaba parte de la cara con la capa no fuera que lo reconocieran - Buenas tardes - Cambió su voz imitando una más grave - ¿Qué le ha pasado al muchacho rubio? ¿Está bien? - Preguntó sin mucha malicia.

Con tono calmado le susurró - No metas cizaña que es posible que sea más útil de lo que creemos. Quien sabe si tiene contactos con gente importante o similare...esperemos antes de amenazarlo de muerte que además tampoco sabemos si es una estrategia suya para no mostrar su lado fuerte o similares - Terminó por añadir.

Tras haber propuesto un nombre solo recibió improperios y cuasi maldiciones. Pero le daba igual. - Vale. Como queráis. - Tras decir solo se enfadó un poco, ni el mismo sabe con quién. Siguieron por el camino hasta encontrarse con aquellos individuos.

Un chico de pelo blanco, algo que no era muy habitual por aqui, un rubito que parecía un maldito niño peuqeño con una crisis de infantilismo que no podía con ella y una hermosa muchacha de ojos rojos y con un olor algo distinto al de los demás.

Sus compañeros decidieron comenzar a hablar mientras él avanzaba por un lado oyendo todo lo que decían. Sólo lo hacía para conseguir vislumbrar el contenido del carro, algo tonto tal vez, pero le hacía ilusión ese rollo detectivesco ahora mismo.

Mientras estaba por el lateral Vilko había terminado de hablar y empezaría él. -Somos "Los zarpitas". Un grupo que acaba de nacer para... - alargo la última letra con cara un poco pensativa - Salvar el mundo. - Dijo con una sonrisa en la cara indicando que era medio en broma. - Como bien dice elfo. Si les podemos ayudar dígannoslo. - Tras eso solo calló para ver qué acontecería ahora.

Cuando os acercasteis, el peliblanco se adelantó un poco dejando al a chica atrás.

-Oh, muy buenas, que sorpresa. No os preocupéis por ese, estaba buscando a un gato más o menos...-miró sonriente a Bucky y lo señaló-con esas pintas. Decía no se que de su abuela y un puesto de pescados...pero no te preocupes pequeñín, no lo voy a avisar.

La chica sin daros cuenta se había agachado frente a Buky intentando estar a su altura, mirandolo con ojos curiosos.

Acto seguido le dio un pequeño empujón con el dedo en la frente desequilibrándolo hacia atrás.

-Disculpen que no me haya presentado, soy Arthur, y esta es Kya.-prosiguió ignorando la escena-Soy mercader, vendo cosas que consigo de por aquí y de por allá. ¿No estarías interesados en alguna cosa? Tengo una larga espada muy bonita en mi carro bajo esas lonas, también comida y...-se acercó un poco a vosotros bajando su tono de voz-una cosa con un gran valor...¡Y TODO A MUY BUEN PRECIO! Además, tengo negocios pendientes y si no tenéis mucho dinero...puedo haceros un trato a cambio del felyne.

En ese momento, Kya agarró rápidamente a BucKy con sus manos levantándolo y poniéndose de pie, mirándolo aun con curiosidad e inocencia.

No te está sujetando para nada fuerte, sino con total suavidad.

-¡Eh! Dejalo donde estaba, no es un objeto inanimado, por mucho que me gustase que lo fuera.- La chica cogió al gato sin preguntar si quiera, cosa que mas que molestarle le produjo enfado hacia ella ¿Quién se cree que es para andar cogiendo a Bucky?.
-Lo siento pero al menos por mi parte no quiero nada aún, o mas bien no tengo pensado comprar nada. Además, el gato no es una mascota ni nada que pueda venderse. Pkr poco que me guste.- A Alzag no le terminaba de gustar ese gato pero ni mucho menos quería que fuese entregado como una mera mercancia a unos, nada mas y nada menos, extraños.

Aquellas personas se presentaron como marcaderes, o por lo menos el hombre. Aparentaban ser amables aunque a Alzag el agarre de la muchacha a Bucky le pareció más que inapropiado por lo que había dicho, cosa que le extrañó un poco pero lo dejó pasar - Suerte en sus negocios pero no creo que Bucky quiera quedarse con ustedes - Miró al gato - Tenemos asuntos pendientes en otros lugares pero dígame una cosa antes - ¿De donde vienen y a donde van? - Preguntó inocente.

Se sorprendió un poco al ver que una desconocida lo agarraba pero como parecía que no quería hacerle daño lo dejó pasar. A fin de cuentas los miembros de su grupo lo trataron mal hace cosa de 5 minutos, si no menos.

Puso cara de inocencia y sin saber muy bien qué hacer*. Tras unos segundos decidió abrir la boca. - Nya. - Dijo mientras ponía sus zarpas en la cara, haciendo que fuera aún mas adorable si cabe. Quería comprobar qué haría la muchacha que lo tenía en brazos. Si lo abrazaba o lo tiraría al suelo como bicho mal oliente.

Arthur al ver vuestras respuestas sonrió y se acerco hacia donde estaba Kya, luego cogió a Bucky del pescuezo, quitandoselo de sus brazos a la chica quedándose esta con los brazos en alto sin sorprenderse mucho.

Esto a pasado a no ser negociable. ¿Qué queréis por él? ¿Nada? Pues mejor para mi...

De un salto subió al carro y apartando un poco la lona con la que tapaba su mercancía, sacó una jaula metiendo al gato dentro.

-Vamos Kya, sube.

Agarró una larga vara de madera y os apuntó con ella.

-Es una lástima, podríais haber echo grandes negocios conmigo, tal vez la próxima vez.

Kya andaba lentamente hacia el carro, sin ninguna prisa.

-¡Venga vamos, date vida, nos largamos! Y no se te ocurra coger el arco que tienes tras de ti-Le dijo al elfo-Ni tu tus espadas gatita, muy mona, pero no tengo nada con que retenerte, una pena.

Yukari sin pensarlo dos veces se lanzo hacia Kya derribándola para que no avanzase más, cayendo las dos al suelo.

Al caer, la capucha de esta se cayo de su cabeza dejando ver por completo su rostro y cabello.

De entre su pelo, unas orejas parecidas a las de yukari asomaban y no solo eso, también, por debajo, una rojiza y bonita masa de pelos con la punta blanca asomaba dejando ver que también tenía una cola escondida.

-¡Estúpida zorra!-gritó Arthur-¡Joder!

Alzag tomó su arco y empezóa apuntar al tipo que se llevó el carro, dudando entre ayudar a su compañera o al felino. Indudablemente Vilko podía ayudar a Yukari asi que decidió ir a por Bucky.