Partida Rol por web

¿Una mochila? Taylor se hizo la misma pregunta que Grit. Mmm. Pensó Aquello no pitaba bien. ¿Qué diablos llevaría Lucas en una mochila? De todas las cosas que se le imaginaron que un androide paranoico podría llevar en una mochila, ninguna, absolutamente ninguna, era para algo bueno.

El repentino apagón de luz y las palabras de uno de los alguaciles a través del walkie de Jessup confirmaron sus sospechas.

Joder, joder, joder… pensó

Conteste al equipo Jessup, conteste. Señaló el equipo de retransmisiones. Tenemos que organizarnos y buscar a Lucas. No tengo ni idea de robótica. Ni idea. Pero, algo se podrá hacer para desconectarlo ¿No? Buscó con la mirada a Marion igual que un náufrago se aferra a un tablón en mitad del océano.

Dígale a su hombre que busque a Lucas por las cámaras de seguridad. A Taylor se le ocurrió que el sistema de videovigilancia les ayudaría a encontrar rápidamente al androide

Con la cosa controlada, Marion ayudó a Gwen con los heridos, mientras escuchaba las preguntas y respuestas.

-Vale, entonces no es nada en la bebida o que se haya tomado. O es algo que estaba en la bebida, pero se activaba después de otra manera-comentaba Marian, con las manos llenas de sangre, mientras comprobaba si uno de los que recibía un disparo se podía salvar-. Entonces, ¿no podemos acercarnos a él, porque puede controlarnos?¿Es con algo que lleva en la mochila? Tenemos que pensar cómo lo hacemos; si nos acercamos sin neutralizar lo que sea que haga, podemos acabar matándonos los unos a los otros. Y vigilar a todos los que han estado con él hace poco. Los prisioneros, por ejemplo. Que no entre nadie a su celda, que les den la comida a través de las rejas, mientras no lo hayamos pillado.

Tras unos segundos de silencio en el walkie de Jessup, finalmente se escuchó la voz del otro alguacil.

- He conseguido localizar a Lucas - dijo la voz anónima, con cierta tensión en su voz. - Está hablando con Lucinda, la de comunicaciones. Se encuentra en el camino al ascensor orbital, pero hay un problema, parece que ella tiene apagado su comunicador. No puedo establecer contacto con ella.

Jessup frunció el ceño. La situación se volvía cada vez más complicada. - Si Lucas estaba con Lucinda, tendrá acceso a los sistemas de comunicación y seguridad de la colonia ¿O creéis que simplemente trata de irse cuanto antes?

- Tenemos que llegar hasta ellos. - dijo Grit. - Pero tenemos que hacerlo con precaución. No sabemos qué es lo que tiene en esa mochila o cómo puede afectarnos. Si nos acercamos sin más no sabemos qué puede pasar.

Marion asintió, comprendiendo la gravedad de la situación. Cuidar de los heridos era importante, pero detener a Lucas antes de que causara más daño era su máxima prioridad.

- Lo que propones parece viable. - Comentó Gwen a Marion. - Si conseguimos echarle el guante parece el plan a seguir.

Vale, vale. Una gota de sudor fría se escurrió por la frente del marine. Imposible no recordar a Snot y su intento de hacer volar por los aires el ascensor. ¿Estaba Lucas intentando lo mismo?  ¿Llevaba el androide los explosivos en esa sospechosa mochila?

Jessup ¿Puedes hacer gestiones con tu gente para ver si los explosivos están en su sitio? Taylor había planeado moverlos por la noche. De los calabozos al almacén. Para ser sinceros, no sabía en estos momentos si estaban en un sitio o en otro.

Nosotros iremos a interceptar a Lucas. No se muy bien como lo haremos. Supongo que tendremos que arriesgarnos. Todo lo que tenemos son un puñado de hipótesis. En realidad, no sabemos cómo actúa. Si usa drogas, hipnosis o algún otro tipo de manipulación mental. Puede que sea algún dispositivo o incluso puede que alguien de la colonia haya programado de alguna forma a Lucas para conseguir sus propósitos. Taylor se encogió de hombros. La gota de sudor seguía allí, en su frente.

-Voy contigo. ¿Debería llevar también una pistola conmigo? Aunque no es que tenga mucha experiencia con armas. Ya ves que se me da mejor usar la palabra como arma.

Marion se rió nerviosamente ante su propia broma sobre haber derribado a Jessup con los libros, pero lo cierto es que no le hacía mucha gracia ir armada. No tenía experiencia con pistolas, y las armas la ponían nerviosa. Demasiados accidentes había tenido que reparar en pacientes por gente con demasiada confianza con ellas, no le gustaría crear ella el suyo propio y que se disparase a donde no debía. Pero en esta ocasión, quizás no llevarla era más peligroso que llevarla. Dudaba que tuviera ocasión de inutilizar a Lucas con un libro. Y tenían una pistola extra, la que le habían sacado a Jessup.

-En todo caso, si podemos detener a Lucas sin acercarnos a él, creo que será lo mejor. Vamos yendo.

Taylor, Marion y el resto del grupo salieron del colegio. Mientras se movían hacia la puerta principal, Tras los comentarios de Marion, antes de partir, Grit le comentó que supongo que todavía tenía el QR, que aquello no dejaba de ser un arma.

Una vez fuera, la tensión se disipó un mínimo, seguían teniendo que ir a por Lucas, pero al menos suponían que no habría tantas sorpresas como se habían topado en el colegio. El grupo se agrupó cerca de la entrada del colegio, discutiendo cómo abordar la situación con Lucas. Jessup, absorto en su comunicador, intentaba desesperadamente obtener noticias sobre el estado de los explosivos que Taylor había planeado mover.

Grit señaló hacia una motocicleta que estaba estacionada cerca de la entrada. Los logotipos de la colonia y la corporación Pure adornaban el vehículo. Jessup dio su tarjeta a Taylor para que pudiesen liberarla y usarla, preparándose con Marion para salir a toda velocidad.

A los pocos segundos confirmaron que Lucas y Lucinda seguían a medio camino del ascensor. La escena era surrealista: Lucas sostenía la mochila, parecía entregársela a Lucinda y luego se volvió para escapar hacia el ascensor. Lucinda le llamó y le arrojó algo, que el androide pilló al vuelo con unos reflejos claramente no humanos, antes de seguir trotando hacia el ascensor. La encargada de comunicaciones extrajo un arma pequeña de un bolsillo interior de su uniforme, apuntando a la moto que iba hacia ella.

La adrenalina se desbocaba mientras Taylor y Marion trataban de evaluar la situación rápidamente. Las opciones eran limitadas, y la tensión en el aire era cortante...

Taylor reflexionó. Estaba claro que Luca se había hecho con Lucinda. La controlaba. No sabía decir cómo lo hacía o cuales eran sus motivos u objetivos, pero ella le obedecía. Lo que sucedió a continuación lo dejó perplejo. Lucas huía hacía el ascensor a toda pastilla, pero le había dejado la mochila a Lucinda ¿Qué pretendía el androide? Y sobre todo ¿Qué demonios había en la misteriosa mochila?

—¡Cuidado!— Gritó el marine al ver que la mujer les apuntaba. Estaba claro que Lucas intentaba una maniobra de distracción. Habría ordenado a Lucinda que les disparara para poder escapar. El androide era hábil desde luego.

Taylor frenó en seco haciendo derrapar la moto. La idea era colocarla de parapeto entre ellos y Lucinda.

—Dividámonos. Marion quédate aquí. Dispara a Lucinda. Yo iré a pie dando un rodeo hasta el ascensor.— El marine sabía que Marion no era buena con las armas, pero supuso que Lucinda, por mucho que estuviera controlada por Lucas, tampoco lo sería. El parapeto de la motocicleta además le proporcionaría a Marion una buena cobertura.

—Entretenla. Con un poco de suerte Lucinda saldrá del trance en un rato.-— al menos eso esperaba el marine

-Úsalo con Lucas. A lo mejor se desactiva al verlo de cerca-le gritó Marion a Taylor, intentando hacerse oir por encima del ruído del motor, poniéndole el papel con el código QR desactivador en uno de sus bolsillos, mientras se parapetaba tras la moto y sacaba la pistola.

Era ella quien había sugerido traerla. Para usarla. Con alguien. El problema era que la idea de hacer agujeros en personas era más fácil cuando no estabas mirando a la persona. Incluso si el que estuviera a punto de dispararles lo hacía algo más fácil.

Pero Taylor había dicho distraerla. Y quizás pudiera hacerlo sin matarla. Intentó apuntar un poco por arriba, y a un lado, intentando disparar lo suficientemente cerca para obligarla a ponerse a cubierto sin herirla. Incluso si no estaba segura de cuanto instinto de conservación le quedaba ahora mismo si había pasado por el lavado de cerebro de Lucas.

-¡No tienes que hacer esto, Lucinda! ¡No quieres acabar en la cárcel o muerta!¡Piensa or qué estas haciendo esto!¡Piensa si tiene sentido dispararnos!-le gritó, intentando razonar con la parte lógica de su cerebro, si aún quedaba, mientras intentaba ver por entre los resquicios que dejabam las diferentes partes de la moto si había alguna forma de acercarse a ella sin arriesgarse mucho.

Taylor reaccionó, utilizando la moto como parapeto entre ellos y Lucinda, tras ayudar a la científica a deslizarse con él tras el vehículo. La maniobra de frenar bruscamente hizo que la moto derrapara un poco, pero logró posicionarse de manera que ofreciera una cobertura adecuada. La encargada de comunicaciones les apuntaba con un pequeño cañón tembloroso.

Mientras Taylor se protegía tras la moto, Marion le pasó el código QR que llevaba en uno de los bolsillos de su chaqueta. 

Marion trató de increpar a la razón, pero la respuesta de Lucinda fue desgarradora, hablando sobre cómo todo sería mejor en unos minutos, solo tenían que terminar aquello y todo se arreglaría, como si estuviera bajo una influencia terriblemente distorsionada que la impulsase a tratar de terminar con ellos para resolver algún problema o visión que solo existía en su cabeza.

Después, Lucinda abrió fuego, pero sus dos disparos erraron el blanco, impactando en el suelo, frente a la moto. La tensión en el aire era palpable mientras Marion respondía al fuego, disparando a ciegas en un intento de mantener a Lucinda a distraída.

Esta, ante los disparos, pareció recordar la existencia de la mochila, agachándose hacia ella.

Era el momento ideal para que Taylor intentase escabullirse, mientras Marion, a su vez, trataba de encontrar un camino más lento y seguro hacia Lucinda.

Era lo que se temía, estaba controlada por Lucas, y probablemente poco se podía hacer.

Marion vio con aprensión cómo Lucinda se aferraba a la mochila. No sabía lo que contenía, pero estaba segura de que no le iba a gustar. Por un momento pensó en dispararle, pero ¿podían ser explosivos? Podía ser cualquier cosa, y sin saber lo que era, quizás debería intentar evitar que Lucinda hiciese algo con ella, antes de hacer nada que pudiese hacer saltar la cosa antes de tiempo.

Miró alrededor, intentó trazar un camino mental hacia los contenedores, y luego echó a correr, deseando con todas sus fuerzas no acabar con más agujeros la carrera de los que empezaba.

Taylor aprovechó la confusión del tiroteo para escabullirse hasta el ascensor. Llevaba su pistola en la mano derecha y en la otra el código QR. En la carrera vio como Lucinda se agachaba hacia la mochila. Al marine le pareció extraño. ¿Intentaba coger algo o protegerla de los disparos? ¿Llevaban ahí los explosivos? ¿Cuál era el plan de Lucas? No lo tenía claro. Solo esperó ser lo suficientemente rápido para alcanzarle antes de que pusiera en marcha su robótico e intrincado plan de huida. 

Marion reaccionó rápidamente a los disparos errantes de Lucinda. Sin perder tiempo, se agachó y se movió hacia los lados, utilizando los contenedores como improvisada cobertura. Su mente trabajaba a toda velocidad mientras buscaba una manera de acercarse a Lucinda sin arriesgarse a recibir un buen agujero. Notó algo peculiar en los contenedores, unas láminas de plástico amarillas que pateó ligeramente para descubrir que al darles, hacían que les salieran ruedas de un compartimento interior. Tal vez pudiese emplear aquello a su favor.

Con cuidado, Marion colocó sus manos en los bordes del contenedor más cercano y aplicó fuerza para intentar moverlo. Para su alivio, el contenedor comenzó a rodar suavemente sobre sus ruedas. Usándolo como cobertura, se movió rápidamente hacia otro contenedor cercano, repitiendo el proceso. La adrenalina corría por sus venas mientras se desplazaba de un contenedor a otro, utilizando su movimiento para confundir a Lucinda y mantenerla a raya.

De golpe, uno de los tiros dio de lleno en el contenedor tras el que se encontraba, volándolo parcialmente, haciendo que parte de su contenido cayese por el hueco de plástico y basura. Aquella cobertura no soportaría otro tiro, aun usando la mujer un pequeño calibre.

Mientras tanto, Taylor avanzaba a toda velocidad hacia el ascensor. Había improvisado un camino que le permitiría dar un rodeo y llegar a la ubicación de Lucas sin ser detectado. Su corazón latía con fuerza mientras se esforzaba por mantener la calma, apretando el papel con el código QR en una mano y la pistola en la otra.

Finalmente alcanzó el ascensor,  viendo a Lucas utilizar la tarjeta que Lucinda le había arrojado para desactivar el bloqueo electrónico del vehículo orbital.

La tensión en el aire era casi palpable mientras las miradas Taylor y Lucas se encontraban en un enfrentamiento de voluntades y habilidades, la diferencia estribaba en que el marine sudaba copiosamente y el androide permanecía impasible. _ ¿Te has parado a pensar en qué te ha llevado a esta situación, Taylor?- Comenzó a hablar, con su tono cordial el mixólogo del D'Place.

Se plantó al fin delante de Lucas. En androide permanecía impasible mientras que la respiración del marine sufría las consecuencias de la carrera y el estrés.

Sí. Lo he pensado. le contestó Tú me has traído hasta aquí. Taylor señaló con la mirada al androide manipulador. El muy cabrón intentaba darse el piro usando el vehículo orbital. Lucas lo miraba fijamente. Algo le decía al marine que el mamón intentaba usar sus electrónicas artes sobre él. Quizás fuera su sexto sentido. Quizás solo un volunto. No lo sabía, pero ese algo le decía claramente que tenía que actuar si no quería pasar a formar parte de las marionetas de Lucas.

Quizás Lucas pareciera calmado. Quizás eso podría ser una ventaja. Quizás. Pero lo que Taylor sabía era que ningún ingeniero de este mundo podría programar en un circuito cómo reaccionar a la acción desesperada de un humano. El marine esperó que eso equilibrara un poco las cosas.

Así que Taylor, imitando al padre Karras en aquella película viejuna de demonios y exorcismos, se lanzó sobre Lucas con el código de destrucción QR. No tenía ni pajolera idea de para que servía el puñetero crucigrama. Quizás, al colocarlo sobre el robot maligno, todo saltaría por los aires. Él incluido. Quizás solo se desconectaría. No recordaba bien lo que le había dicho Marion al respecto.

-¡Mierda!

Marion se agazapó a toda prisa tras el contenedor al sentir el contenedor romperse del disparo, y la basura que le caía encima. Igual de deprisa se puso en pie y volvió a empujar los contenedores hacia Lucinda.

-Mierdamierdamierdamierdamierda...

El próximo tiro podía atravesar el contenedor justo donde ella estaba, pero quedarse quieta no iba a mejorar las cosas. O hacía algo ahora, y quizás tuviera suerte. O sólo se quedaba esperando al tiro de Lucinda que seguro iba a tener suerte alguna vez.

Marion se movía con rapidez y agilidad entre los contenedores, utilizando su ingenio y los propios objetos del entorno para intentar ganar ventaja sobre la descontrolada Lucinda. Mientras esquivaba los tiros erráticos, vio un contenedor que estaba idealmente colocado al lado de la mujer. Una idea brilló en su mente mientras se daba cuenta de que ese contenedor podía ser la clave para sacar a Lucinda de en medio y desequilibrar la situación.

Esperó pacientemente el momento adecuado, aprovechando un instante en el que Lucinda disparó erróneamente para lanzarse a la acción. Con agilidad y precisión, dio una patada al interruptor de las ruedas del contenedor tras el que estaba parapetada. Las ruedas se replegaron rápidamente en su compartimento y luego, con una segunda patada, logró poner el depósito en un ángulo estratégico.

El contenedor se disparó hacia adelante con una velocidad sorprendente, avanzando hacia Lucinda. La mujer apenas tuvo tiempo de reaccionar, tropezando y cayendo al suelo bajo el impacto del contenedor, que derribo al otro, que estaba junto a ella, sobre su cuerpo. Los sonidos de metal resonaron en el aire mientras ella se veía atrapada momentáneamente bajo los contenedores, con un jadeo breve.

Marion aprovechó el momento para recuperar el aliento, sintiendo cómo la tensión comenzaba a disminuir. Había logrado quitar de en medio temporalmente a Lucinda, aunque no sabía por cuánto tiempo. Sin bajar la guardia, se preparó para su próximo movimiento...

Estaba derribada, ¿significaba que tenía una oportunidad de quitarle la pistola? Si lo conseguía quizás pudiera arrebatar la mochila de su alcance, atarle las manos con un trozo de ropa, o algunas de las vendas del botiquín, y por fin estaría fuera de juego. Pero primero, la pistola.

Marion se echó a correr hacia ella, esperando poder echársele encima antes de que pudiera reaccionar, para tener la oportunidad de sacarle el arma.

Los sonidos metálicos llenaron el aire mientras Marion aprovechaba la oportunidad para recuperar el aliento. Había logrado momentáneamente neutralizar a Lucinda, aunque no estaba segura de cuánto duraría. Manteniendo la guardia alta, se lanzó hacia la mujer, con la intención de desarmarla y tomar el control de la situación.

La oportunidad estaba frente a ella, y Marion no dudó en aprovecharla. Lucinda estaba atrapada bajo los contenedores, su pistola estaba a su alcance. La científica se lanzó hacia la mujer, con el corazón desbocado en su pecho.

En segundos, con mano firme, se abalanzó sobre la pistola que yacía a escasos centímetros de la mano de la teleoperadora, agarrándola y apartándose de su alcance. Lucinda parecía aturdida por el impacto de los contenedores, su mirada confusa y desorientada estaba enmarcada por los deshechos y sus contenedores, derribados.

Marion utilizó parte de la ropa desgarrada de la propia Lucinda para atarle las manos, asegurándose de dejarla fuera de combate un poco más. Con suerte hasta que se le pasara la onnuvilación a la que Lucas la había sometido.

La científica se puso de pie, tomando un respiro profundo mientras evaluaba la situación. Miró hacia el ascensor donde Taylor y Lucas se enfrentaban.

Tras tomarse un segundo para tomar aliento, Marión tomó otro más para debatir internamente si ayudar a Taylor o asegurarse de que lo que fuera que había en la mochila no era una amenaza. Lucinda ya no podía usarla, ¿podría Lucas activarla a distancia? Pero Taylor necesitaba ayuda...

Decidió echar un vistazo en la mochila. Sólo para asegurarse, y luego echaría a correr hacia Taylor. Intentó abrir con cuidado la mochila, con delicadeza, asegurándose de que al abrir no tiraba de ningún cable dispuesto a activarse con gente curiosa, de que no había ningún interruptor dispuesto a explotar algo, lista para dejarlo estar a la primera señal de resistencia o al ver algo extraño enganchado al cierre.