Partida Rol por web

 Ese día me desperté, y tras asearme y preparar un poco de te y galletas de mantequilla me senté a leer un ejemplar de Paradigma salido hacía casi un mes. El proximo debe estar por salir, con lo ultimo en tecnología iluminada. Pero el mes pasado salieron algunos temas que bien valdria la pena investigar mejor. La materia es tan maleable, si no fuera por eso, no habría podido entrar en tantas ruinas y salir de tantos derrumbes con vida. Si me esfuerzo, quizas mis investigaciones pudieran salir en unos 3 meses.

Al terminar, dejo la revista a un lado y me dirijo a la puerta de mi apartamento a revisar el correo. Hay varias facturas, y afortunadamente la casera se encargó de los servicios de luz y agua mientras no estuvo. Ojala no tenga que volver a salir, o o tendré que pedirle que se encargue tambien de mis peces y mis plantas. Y entre las facturas, una tarjetita de presentación.

Esto si es irregular. Quien habrá querido enviarme esta tarjeta? es muy probable que sea una broma. Si, yo se de magia, pero esto...seguro es alguna de esas mujeres que se hacen pasar por adivinas y repartió publicidad en la zona. Y pone que me verá al anochecer....convendrá que vaya? Es probable, si es una broma, al menos me daré un pequeño paseo por el puerto. 

Levanto la vista, y observo el calendario.

No creo que pueda hacer un viaje ahora, Matt, tengo bastantes cosas que hacer —contesta Angéline, algo desanimada—. Pero si pasara algo grave, llámame, ¿vale? Que si hace falta dejo lo que esté haciendo para intentar ir a ayudarte.

 lo que dice Angéline y solo me limito a contestar

Ok… cuenta con eso… estamos en contacto

Corto la comunicación, guardo mi celular y me dirijo hacia mi auto

“veamos que es lo que quiere esta mujer”

Pongo en marcha el auto y me dirijo hacia San Francisco  

 Aun faltan 15 días. No se, creo que me lo pensaré mejor. Sería conveniente que diera una vuelta por la zona, a ver cuanto me tardo en llegar, y si puedo localizar la tiendecita de esa señora antes de que llegue el día. Sería bueno saber directamente si ella mandó la tarjeta, si es una broma, o que sucede con todo esto. Y ya que tengo tiempo antes de tener que sentarme a terminar los informes, voy a aprovecharlo.

Me levanto, y voy en busca de mi chaqueta, mi casco y mis llaves. La mañana es buena, y me daré un pequeño paseo, para comprobar la veracidad de la tarjeta y para airear mi mente. Dejo el casco en la mesita de la entrada, y voy por mi maleta. En ella van mis focos y mi billetera. De camino a la entrada, abro todas las ventanas del apartamento para que entre aire fresco, y pasando un minuto por la cocina saco agua en un cazo y riego las plantitas. En ese momento recuerdo que debo comprar comida para los peces, así que tomo algo de dinero extra del cajón de mi mesita de noche. Y ya estando lista, salgo, dejo la puerta asegurada y bajo al parqueadero, enciendo la moto y salgo a buscar la dirección.

Llegas al muelle de Hyde Street, en el que encuentras varios barcos atracados y unas cuantas naves de almacenaje, algunas con más pinta de estar activas que otras, que parecen abandonadas. Ninguno de los barcos, ni de los edificios parece tener por nombre "El Ojo de la Tormenta", e igual ocurre por los alrededores. Si preguntas a las personas que encuentres, ninguna sabe decirte nada acerca de ninguna vidente, menos aún por el nombre de Madame Cleo Verthank, ni tampoco acerca de nada llamado "El Ojo de la Tormenta".

Lisa y con ganas.

 Desilusionada, me devuelvo al apartamento, conduciendo despacio. Quizas todo sea una broma. Mejor vuelvo a mi trabajo, pero sería interesante pasar de nuevo ese dia a ver que sucede. 

Y me concentro en el paisaje, olvidandome de la nota hasta ese dia.

En la tarde del 31 de octubre, cuatro Magos cruzan el centro de San Francisco camino a su encuentro con la misteriosa adivina, Madame Cleo. Retazos de una niebla tardía ruedan a través de los valles de cemento bajo Nob Hill. Mientras viajan hacia el norte por la calle Taylor, pasan el Hotel Hilton recubierto por sus paneles de aluminio, apartamentos de estilo clásico y revivalista, algunos como casas de pueblo victorianas enmarcadas por una tracería de acero forjado. Algunos de los edificios más pequeños, como los clubs y teatros lucen tejados de estilo español o excedentes arquitectónicos de Chinatown.

Las calles están atestadas en la víspera de Todos los Santos. Niños disfrazados de monstruos o Tortugas Ninja deambulan por las aceras jugando al “truco o trato”. Padres preocupados pululan no muy lejos. Sin embargo, algunas pinceladas de caos salpican la escena. Aquí dos punks se pelean por el derecho a destrozar una calabaza decorada; allí un desahuciado buscando algo de suelto, primero pide y luego asalta a un hippie. La escena callejera sobrecarga los cinco sentidos: tráfico denso pero rápido; cláxones sonando y neumáticos chillando; el sabor espeso del humo de los tubos de escape; una sensación de claustrofobia.

En medio de todo, desde alguna radio, de los propios coches, o alguna televisión cercana, los cuatro oyen:

“… sin comentarios. Ahora vamos a conectar con Merika Seth, en directo desde Taylor y California. ¿Merika?”

“Gracias, Bob. Desde mi posición sugiero a todos los oyentes que eviten por completo el centro. Incluso Taylor, que normalmente está libre, está atestada por los vehículos que huyen del atasco en la Gran Avenida. La situación del tráfico se debe en parte a un aumento final del tráfico en la hora punta y a las multitudes de niños disfrazados. Pero principalmente podemos agradecérselo a la victoria en las Series Mundiales de esta tarde de nuestros Gigantes sobre los A de Oakland. Creo que todos estarán de acuerdo en que el apasionante resultado de esta serie de seis partidos compensa con creces el retraso.

Y esos temblores que dañaron los dos estados a principios de mes fueron toda la excitación que nos pudo dar la Madre Naturaleza. Este último día de Octubre acaba con una temperatura media de 16 grados centígrados. Para mañana, preveo un tiempo más excitantes —tormentas y mucha lluvia para la primera semana de Noviembre.”

El primer presentador, Bob, corta a Merika: “Y todos sabemos que las predicciones de Merika nunca son erróneas. Esto ha sido el tráfico y el tiempo, aquí en la KWLF. A continuación…”

Los cuatro Magos llegan a la intersección de Taylor y California a tiempo de ver a Merika Seth terminar su informe. Un tranvía verde y rojo gira lentamente hacia el este, subiendo hacia Nob Hill, arrastrado por su cable de acero sin fin. Entre los apartamentos y hoteles destaca de pronto la Catedral Grace, con su extraño estilo arquitectónico descrito como “Gótico de Cemento Armado”. Sus rosetones iluminan el anocher.

Tenía que haber pensado en esto. Maldita sea. Los niños más la hora punta… genial. Bueno, tan sólo me quedaba aplicar algo de paciencia. Entre movimiento y movimiento analizo el mapa de la ciudad, buscando alguna vía secundaria que me permita llegar al puerto antes. Si tuviera pasta para un GPS… Mi mente se vacía y llena, pero el vacío no dura lo suficiente para concentrarme en ese algo especial, esa capacidad que tengo para saber siempre la dirección concreta. Los claxones de los coches me perturban a cada intento. El humo de los tubos de escape hace que el aire tenga ese sabor asqueroso.

Otro semáforo se ha puesto en rojo.

Veamos, esa calle… A ver que echemos un vistazo a las calles cercanas…