Partida Rol por web

El Templo de las Mil Puertas (Imperio Cobra)

Rohak 3

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30/06/2022, 02:42
Rohak 3

La conversación con el anciano, que había perdido el título de Oráculo para él, estaba aportando más preguntas que respuestas, pero Rohak sabía que era allí donde debía estar tras poder observar como los hombres cobra manipulaban las palancas y gemas que tenían delante de ellos.

Era el momento de tomar una decisión y, sin embargo, auguraba que ninguna de ellas sería buena. Su primer instinto era modificar aleatoriamente aquella consola para obtener un resultado totalmente distinto a lo que fuera que estuvieran haciendo, pero eso podría conllevar algo no precisamente bueno.

Por lo tanto, pensó que si estaban tan preocupados en cambiar algo a través de mover aquellas palancas y botones, lo mejor que podría hacer era deshacer ese proceso, intentando restaurar las posiciones anteriores a su manipulación.

- Tenemos que revertir esos movimientos. - Le dijo al anciano mientras intentaba memorizar cada movimiento. - Si quieren provocar algo, lo mejor será evitarlo a toda costa.

Cuando hubiesen acabado, Rohak escudriñaría su mente y en orden inverso movería los mismos controles que aquellos hombres cobra.

Notas de juego

Si cruzas la cámara y corriges los ajustes que han realizado los hombres cobra para dejar la posición de las manecillas y palancas tal y como estaban anteriormente, pasa a la sección 38.

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03/07/2022, 21:12
Narrador

Esperas agazapado a que los hombres cobra terminen de introducir la secuencia de giros y palancas y coloquen las ruedecillas de los artefactos en su orden. Para cuando te aseguras de que han terminado no puedes evitar saltar por la barandilla empuñando el hacha. Llevas mucho esperando y odias demasiado a aquellas criaturas. Descargas a Hacha de Plomo sobre la primera de ellas, que no tiene siquiera ocasión de desenvainar su arcaica espada. Las otras tres te atacan con una embestida, pero te parapetas detrás de uno de los paneles. Descargas un hachazo sobre el pecho del hombre cobra más adelantado, que se dobla sobre sí mismo y deja caer su arma. Los dos restantes te atacan uno por cada flanco, intentando alcanzarte el torso. Bloqueas con el filo del hacha una de sus espadas y la envías lejos, pero el otro consigue alcanzarte. Tus ropas de cuero grueso absorben la mayor parte del daño, pero finalmente consigue llegar a tu cuerpo y sientes un dolor lacerante en el costado y la tibia sensación de la sangre manando por tu piel.

Te revuelves girando el hacha por encima de tu cabeza y le asestas un tremendo tajo en la base del cuello como respuesta. El hombre cobra se desploma como una marioneta sin hilos, después te giras para enfrentarte a tu último enemigo y la criatura retrocede y cierra la guardia. Atacas, pero consigue esquivar cada embestida tuya y lanzar después una estocada, un toma y daca que al cabo de un tiempo te cansa. Apartas su hoja de un manotazo y el hombre cobra aprovecha para causarte un profundo corte en el brazo izquierdo, una acción que le cuesta la vida, porque mientras él se lanzaba a por tu brazo, tu hacha caía con todo su peso sobre su cráneo con un ruido de huesos rotos.

-Sin las armas de rayos, los hombres cobra no son gran cosa. Piensas con desprecio.

Utnaspishtim, desde arriba, te grita una vez acaba el combate.

-"¿Eso era necesario?"

Te encoges de hombros y te concentras en tu labor. Te fijas bien en cada manecilla, rueda y palanca y la dejas tal y como estaba en la cámara que deduces que es del pasado, devolviendo a su estado anterior los artefactos del templo. Sea lo que hicieron en el pasado los hombres cobra, ya está deshecho. Las luces parpadean, no suena nada extraño ni ocurre nada en especial.

Notas de juego

Sección 38

Pasa a la sección 45.

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03/07/2022, 21:14
Narrador

-"¿Se supone que ya está?"

Utnaspishtim te responde desde arriba.

-"¿Qué esperabas, que la sala se llenara de enanitos que te lanzaran vítores y aplausos? Si ya has terminado, vámonos de aquí antes de que te dé otro arrebato bárbaro y rompas algo que no puedas arreglar."

Vuelves a la parte superior de la sala y cuando subes la escalerilla te fijas que Utnaspishtim lleva algo debajo del brazo.

-"¿Qué es eso?"

-"Un pebetero que encontré por ahí. Bonito, ¿a que sí?"

Su factura es de tiempos antiguos, igual que la perditecnia. Dos cabezas de dragón rematan unos aretes por donde agarrarlo.

-"Ya te he dicho que paso frío. Esto me ayudará a mantener una llama siempre encendida."

-Fuegos Eternos. Piensas.

Y caes en la cuenta de que Utnaspishtim, al igual que los hombres cobra que acabas de despachar, no pertenecen a este tiempo.

Llegáis sin problemas a una de las salidas del templo. Está comenzando a atardecer. El cielo se torna rojizo y la selva se ilumina de un tono dorado incandescente.

-"Adiós, Utnaspishtim." Te despides.

Él se despide con la mano, se gira y se marcha. Sabes que no lo volverás a ver. Al menos, con vida. Tras contemplar bucólicamente cómo desaparece entre la espesura de la vegetación, tu mente vuelve a la realidad. Has dejado un montón de cosas a medias para acudir al templo y no sabes a cuántas reprimendas tendrás que hacer frente. Solo te reconforta el hecho de que la realidad tal y como era vuelve a estar a salvo. Y encima, tu hacha no ha desaparecido como consecuencia de este ajuste en el tiempo. ¿Qué más se puede pedir?

- TU AVENTURA TERMINA AQUÍ -

Notas de juego

Sección 45

Has logrado terminar la aventura con vida. ¡Enhorabuena!. Espero que te haya gustado. Ahora hay dos caminos posibles a elegir: dejar la partida con el buen sabor de boca que te ha dejado Rohak 3 o volver a empezar de nuevo en la sección 1 o en otra posterior y elegir otros caminos.

¡Tú decides!