Partida Rol por web

-¿Lo preguntas por el numerito que te ha montado en la calle? - parece que la perspectiva de cotillear sobre Ice le pone de mejor talante - No, no es tonto, si eso es a lo que te fieres. Pero lo de dar clases en la escuela de magia se le ha subido a la cabeza y es el mayor engreído de toda la isla. Seguramente, tan pronto como encuentre una explicación a tu rechazo que satisfaga su ego, volverá a buscarte para repetir su reto. Y no parará hasta que aceptes. Es muy pesado. - viendo los esfuerzos que hace Aditu por superar la barrera añade - No te canses, no va a servir para nada. En todos mis años de servicio nunca he visto que nadie que no estuviera autorizado consiguiera traspasar la barrera. -

-No me importa a que venga a retarme de nuevo... lo que no consentiré es que lo haga en plena calle y delante de niños...

Vuelve a empujar con más fuerza la barrera... quiere intentarlo hasta que la echen de allí o consiga traspasar esa cosa...

-Una mercenaria como yo, no le tiene miedo... Es más, suelen tenerme miedo a mi... 

- Gracias a ti, joven Volken, por mantenernos informados de las actividades del más prominente partidario de la diosa demonio en la actualidad. Aunque no fuera ese el propósito de tu visita. -

Tras decir esto se gira sobre su taburete e inspecciona las páginas del libro mientras estas pasan por si solas. Al lado de Mórtimer aparece una puerta de madera que se abre hacia afuera sin hacer ruido. No está en el mismo lugar que el acceso por el que ha entrado a tan extraño lugar y lo que se ve a través de ella no es ni la antecámara ni la escalera, sino el recibidor de la planta baja. Puede ver el escritorio con el pesado libro y observa cómo la puerta de la torre se abre para dar paso al pequeño Sora. Por la escalera baja la elfa Nah y, tras contemplar unos instantes al niño, le pregunta algo que Mortimer no alcanza a oír. Aparentemente ninguno de los dos puede verle porque no han dado muestras dd ello.

Sora espero pacientemente ante aquel tomo tan antiguo

 -Quizas tenga algo de especial- poco a poco su cuerpecito empezo a inclinarse sobre el libro para ser sorprendido por una mujer con unas orejas que para el parecian muy graciosas

-Ho-ho-hola Señora, lo siento mucho, a-acabo de llegar y me gustaria...ver...eso es, ver los jug...cosas magicas que tengan por aqui, ademas se ha quedado fuera una amiga mia que no es...como yo supongo porque no ha podido entrar, no podrian hacer una excepcion, ha sido muy buena conmigo acompañandome, asi los dos podriamos entrar y ver los juguetes magicos...digo las cosas magicas de por aqui... me gustan mucho.

Sora se la quedó mirando con su mirada mas lastimera y de pena que pudiera tener, sus manitas unidas en el pecho casi implorando, sus ojos brillantes, casi apunto de llorar, su cuerpecito entero medio temblando...mas de excitacion que de la pena fingida.

La elfa llega junto al niño y escucha la verborrea del pequeño Sora. Cuando este termina dice en tono seco:

- Ven conmigo.-

Con un gesto indica hacia la puerta de salida de la torre y no se mueve esperando a que Sora vaya delante de ella. El rostro imperturbable de la hechicera no deja translucir si se ha apiadado del niño o si simplemente pretende echarle del edificio.

La escena al otro lado de la puerta evoluciona. Sora explica algo muy excitado bajo la imperturbable mirada de la elfa. Cuando el niño termina la hechicera pronuncia una breve frase, señala hacia la puerta de salida y espera.

Mortimer  frunció el ceño ante el comentario del anciano. Había hablado más de la cuenta…? penso para si mismo mientras se dio la vuelta y camino un paso hacia la puerta emergida. Frente a ella contemplo un instante la escena que se vislumbraba a través de esta y la cruzo en el instante en que Nah señalaba la salida de la torre al pequeño Sora.

-A donde vamos, me va a enseñar algo? Esa no es la puerta de la calle? Vamos a ir a por mi amiga... esoo!!

Sora se pego casi a los pies de aquella extraña para seguirla casi como una sombra

Apenas Sora ha pronunciado estas últimas palabras, Mortimer aparece de la nada junto a la puerta que está detrás del escritorio. El cómo ha llegado ahí es un misterio porque la puerta ha permanecido cerrada todo el tiempo.

- Bien maese Duvain, veo que su entrevista con el regente ha finalizado. Espero que le haya sido provechosa. - comenta la elfa sin el más minimo asomo de sorpresa por la repentina aparición del clérigo - Si me disculpa un momento para que pueda aclarar un asunto relacionado con este joven, le atenderé en un momento. -

Acto seguido la elfa hace ademán de dirigirse hacia la puerta de salida.

El clérigo asintió en silencio con la cabeza, cuando Nah se encaro hacia la puerta, una sonrisa se dibujo en la cara de Mortimer, su mente disfruto al imaginarse a la Elfa oscura lidiando con los dos renacuajos. Sin duda este no sería un día digno de recuerdo para ella.

-Ahhh el es un amigo, HOLA Mortimer!! QUe tal, Aditu esta fuera esprando, no la han dejado entrar, yo tengo que ir  con esta mujer, me va a enseñar juguetes...ADIOSSSS

Mortimer no dijo nada ante el comentario de Sora, si normalmente ya era parco en palabras, en esta ocasión lo era toda via más. La reunión con el regente le habia ligeramente malumorado,  Sus ojos inertes y bañados en un mar de pensamientos no se dignaron a mirar al pequeño.

Pemaneció a la espera, tal cual le habia solicitado Nah, ocultando su creciente impaciencia por salir de ese nexo de unión mágica

Louisse responde:

- Muchas...gracias...por...su informacion...

Para seguidamente hacer una leve inclinacion y decir:

- Si....me disculpa....creo que ....me marchare...ya que ...algunos...ompañeros me...esperan fuera...

Para girarse y caminando con tranquilidad y lentitud hacia la puerta

El sobrio nigromante se limita a asentir con la cabeza a modo de despedida y vuelve a enfrascarse en su lectura. Louisse sale del laboratorio y tras recorrer el corto y tétrico pasillo, vuelve a encontarse en la escalera.

No han pasado ni cinco minutos desde que Sora se ha conseguido colar por la puerta cuando el acceso a la torre se vuelve a abrir. En primer lugar sale el pequeño Sora, e inmediatamente después aparecd una elfa de pelo azul que viste unas pesadas ropas de terciopelo negro adornada con cordones dorados y gemas de diferentes colores.

- Será mejor que pongas más atención para la próxima vez. - le regaña la elfa al guardia.

Luego dirige su atención hacia Aditu y se presenta:

- Mi nombre es Nah-Tsu-Kai, hechicera encargada de la seguridad de la torre. ¿Está este niño bajo tu tutela? - pregunta con un gesto de la cabeza hacia Sora. Su voz es fría y su tono de voz seco, aunque no hay nada de arrogancia en sus palabras. Simplemente no parece conocer el significado de la palabra simpatía.

La puerta vuelve a cerrarse cuando la elfa y Sora salen de la estacia y el clérigo oscuro se queda a solas con sus pensamientos.

Se pone en pie al ver salir a Sora, que parece que ya se ha divertido bastante allí dentro o simplemente quería volver con ella, pero al ver que sale una mujer tras él, una elfa al parecer, se pone seria...

-Se podría decir que... sí... realmente somos compañeros... ha hecho algo malo?

Está preocupada... si ha hecho algo malo, la responsable es ella por que no ha podido vigilarlo... malditas barreras mágicas...

-Quería entrar con él, pero como puedes ver, no puedo cruzar esta barrera...

Louisse observa el lugar mientras suspira y piensa en cual seria el mejor camino a tomar, finalmente decide marcharse en busca del resto de sus compañeros hacia abajo

Sora intento desembarazarse de su captora para acercarse lo mas posible a Aditu

- No me han dejado ver nada Aditu, he sido bueno, lo prometo, no he hecho nada malo...yo...yo..queria ver esas cosas de ahi adentro ...de verdad...yo...yo

Sora se estremeció, de echo todo su pequeño cuerpo se estremecio, un espasmo algo extraño, no era una llorera como otras veces, parecía algo diferente, al parecer sin fuerzas sus rodillas le fallaron y se arrodillo en el suelo temblando por entero, mientras un aura de oscuridad empezó a rodearle