Partida Rol por web

Se escucharon unos ladridos y al cabo de unos segundos Draenna volvió corriendo por el tunel por el que había marchado. Traía en su boca algo, como un murciélago muerto. Pero eso no era lo que les llamó la atención. Detrás de ella apareció una bandada de murciélagos enormes persiguiendola. ¡No! Una bandada de Stirges, ciraturas horribles que parecían el cruce entre un murciélago y un mosquito cuyas patas terminaban en pinzas afiladas, al menos diez de ellas volaban tras la loba con la intención de sacarle la sangre y devorarla. 

No tardó demasiado en volver Draenna que casi les coge sin estar preparados. La loba traía en la boca una criatura voladora horrible y para su sorpresa detrás de Draenna venían muchas más. Mientras seguían tras la loba volvió a intentar esconderse y espero a que todos estuvieran listos cuando realizó el primer disparo. El virote salió volando contra una de las criaturas voladoras que tras impactarla cayó al suelo inerte pero aún así había muchas de ellas aún.

La estratagema de Endozal tuvo el éxito esperado, y Draenna no tardó en acudir perseguida por un enjambre de extraños murciélagos gigantes. Égida recordaba haber visto alguna vez algo así, pero nunca tan de cerca ni tantos. ¿Cómo era posible que aquel lugar estuviera infestado de tantas y peligrosas criaturas, y que el Culto del Dragón lo usara para sus beneficios? Podía entender los kobolds, ¿pero stirges y ese extraño ser de piedra con tentáculos?

Con el primer disparo de Endozal empezó la emboscada, y él correspondió con una llamarada a la criatura más cercana con intención de lanzarla al suelo.

La loba pareció tomárse un respiro para reviltalizar sus fuerzas cuando de pronto aparecieron las criaturas. La habían seguido tal y como habían planeado.

Soltó el cadáver que había encontrado en el suelo, para advertir a sus amigos de que tipo de monstruo de trataba.

Se giró sobre si misma e intento dar dentelladas en el aire oarat cazar alguna. Por desgracia eran rápidas, no paraban de moverse y volaban...

Se levantó con pesadumbre pues ya le resultaba cansino la cantidad de alimañas agresivas que habitaban la cueva. Es que no podían haber elegido un lugar mejor esos del culto del dragón? Por ejemplo una fortaleza que una vez liberada de los malvados jefes se rindiera ante el poder del grupo y les aplaudiese como los salvadores que eran.

En fin, no iba a poder quedarse todo el día soñando con una victoria perfecta. Se acercó espadón en mano he intentó alcanzar a uno de aquellos mosquitos gigantes o lo que fueran.

"No de nuevo", pensó Joorin. Este lugar era una trampa mortal en todo aspecto.
Apuntó a la nube de Estirges con dos flechas cargadas en el arco al mismo tiempo. La primera, atravezo la cabeza de la criatura, la segunda pasó a través de un ala. Ambas se precipitaron al suelo muertas

El grupo, después de todo lo que habían luchado juntos, se coordino de manera efectiva y eliminó a las estirges con rapidez. Si quedó alguna con vida voló hasta ocultarse en alguna estalactita y ponerse fuera de peligro. El grupo, habiendo acabado con todos los peligros avanzó de nuevo hacia donde había ido Draenna pero esta vez todos juntos.

Aquella parte de la caverna conectaba con la gruta principal que llevaba a la entrada pero también continuaba hacia lo profundo de la mina y una pequeña abertura al otro lado descendía hacia la oscuridad. Era una zona amplia llena de rocas y con algunos hongos. Cuando el grupo irrumpió en la sala el ruido hizo que un buen montón de murciélagos se asustaran y salieran de allí volando molestados por la luz de las antorchas. En el suelo habían algunos cadáveres de murciélagos, probablemente las criaturas de las que se alimentaban habitualmente las estirges. No vieron allí nada más de interés excepto una lanza con la hoja mellada que estaba en lo alto de los escalones que descendían hacia el sur.

El grupo actuó con asombrosa eficiencia y acabaron con la amenaza más inmediata. Satisfecho, recogió el virote que había clavado en aquella extraña criatura y lo guardó en su estuche. Recogió la antorcha, apagando la otra para después y avanzó con el grupo hacia el lugar que había ido Draenna. El lugar estaba inundado por murciélagos y le sorprendió la lanza mellada que vieron en las escaleras que bajaban hacia el sur.

El arma parecía una de los que usaban los cultistas y los Kobolds por lo que al parecer también parecía que podrían encontrarse bajando por aquellas escaleras y quizás por fin encontrar a alguien a quien liberar del influjo del culto.

- Parece que aquel arma es como el de los cultistas, podrían estar también bajando por aquellas escaleras, susurró. - ¿Repetimos la estrategia? le preguntó al grupo.

La batalla fue rápida. Afortunadamente, esas criaturas aladas no eran tan resistentes ni belicosas como los kobolds o los dracos y cayeron rápidamente. Tras el combate, Égida cogió una de ellas del ala y la examinó de cerca. Si su rostro mecánico pudiera gesticular, el grupo estaba seguro que habría reflejado el asco que le daba.

Asintiendo a Endozal, alzó el dedo pulgar para confirmar y se acercó a Draenna—. Ten cuidado con el suelo, revisa por si hay trampas.

La druidesa estaba haciendo un trabajo espectacular y Égida sabía bien que no habrían llegado tan lejos sin ella.

Joorin asintió. Endozal había tenido una buena idea la primera vez y no había motivo para no hacerlo nuevamente.

-Puedo acompañarla- Agregó el mediano-Si lanzamos una felcha con luz a la recámara podré ver, sin delatar mi posición. Así Draenna no tiene que ir sola. Que te parece?- Miró al lobo y se quedó pensativo-Llora si estas de acuerdo, gruñe por un "no"-Tenían que inventar alguna forma de comunicarse con Draenna al menos de forma rudimentaria, mientras estuviera en forma de lobo

- Andemos con cuidado, sabemos que este lugar está lleno de trampas y seres malignos.

El arma en el suelo bien podía indicar los restos de otro aventurero como ellos que había muerto por alguna trampa o por los bichos del lugar. El guerrero calishita inspeccionó la zona con ojo crítico buscando trampas o algún kóbold tendiéndoles una emboscada.

En la sala donde estaban, aparte de algunos murcielagos o stirges que se olcultaban a la luz en el techo no parecía haber ningún peligro. 

La loba todavía mantenía el tipo después de varias peleas. Eso la animaba a continuar un poco más. Siempre un poco más...

Siguiendo el consejo de sus compañeros balanceo la cabeza arriba y abajo en señal afirmativa, para luego avanzar con precaución. Que tuviese forma de lobo no implicaba carecer de ciertos gestos como afirmar o negar con la cabeza.

Comenzó por el hueco que ascendía en formato de escalera. Ahí parecía haber algun arma olvidada o quizá una trampa difícil de sortear hasta para los propios kobolds que la conocían.

Si ahí había algo o alguien oculto, lo encontraría...

Las escaleras descendían abruptamente hasta llegar a su base donde colgaba una cortina que cubría el pasaje. Estaba hecha de cientos de tiras de cuero grueso, cada una de aproximadamente el ancho de una mano humana. Las tiras estbanfijas al techo y eran lo suficientemente largas como para arrastrarse por el suelo. La cortina se extendía de pared a pared. El cuero venía de una gran variedad de animales locales y estaba mal curtido . La cortina se componía de varias capas de grosor y no tenía brechas, por lo que no se puede ver a través de ella en absoluto.

La loba regreso de las escaleras con calma. Esta vez sin tener una manada de criaturas persiguiéndola. Se acercó a Endozal y le dió un toque en el pecho con el hocico para luego volver hacía la escalera y girarse a la espera de que este la siguiera. 

Al parecer se había topado con algo y llamaba la atención dwl cocinero para que la siguiese.

Estaba preparado para lo que pudiera ocurrir y tenía la ballesta preparada para disparar al primer enemigo que siguiera a la elfa convertida en lobo, pero esta vez volvió sola y se acercó a él golpeándole el pecho con el hocico. Tener a Draenna tan cerca en aquella forma le intimidaba mucho sobre todo porque veía inteligencia a través de los ojos de la loba como volvía a la escalera y le pedía que la siguiera. Miró a sus compañeros no sabiendo muy bien que hacer y porqué quería que él la acompañara. ¿Habría encontrado a Talis quizá. Algo había pasado con ella para que no quisiera que lo demás lo vieran?

Con un nudo en la garganta cogió la antorcha y siguió a Draenna escaleras abajo con la ballesta colgada del hombro.

"Las escaleras descendían abruptamente hasta llegar a su base donde colgaba una cortina que cubría el pasaje. Estaba hecha de cientos de tiras de cuero grueso, cada una de aproximadamente el ancho de una mano humana. Las tiras estaban fijas al techo y eran lo suficientemente largas como para arrastrarse por el suelo. La cortina se extendía de pared a pared. El cuero venía de una gran variedad de animales locales y estaba mal curtido . La cortina se componía de varias capas de grosor y no tenía brechas, por lo que no se puede ver a través de ella en absoluto."

La loba se detuvo y gruño en un tono profundo y apenas audible. Parecía presentir algo tras esa cortina y no quería tocarla. Quizá por eso hubiera traído a Endozal hasta allí abajo...

-Los cubrimos- dijo Joorin sacando su arco y avanzando detrás de Endozal y el lobo

Las escaleras descendían abruptamente hasta llegar a su base donde colgaba una cortina que cubría el pasaje. Estaba hecha de cientos de tiras de cuero grueso, cada una de aproximadamente el ancho de una mano humana. Las tiras estaban fijas al techo y eran lo suficientemente largas como para arrastrarse por el suelo. La cortina se extendía de pared a pared. El cuero venía de una gran variedad de animales locales y estaba mal curtido . La cortina se componía de varias capas de grosor y no tenía brechas, por lo que no se puede ver a través de ella en absoluto.

Tras ellos bajó el mediano, arco en mano, cubriendo a su compañero antes de cruzar aquella cortina.