Partida Rol por web

— Soy un orco con mucha mala leche y mucha hambre, Ryan —respondió Mag'har mientras dejó la clava de guerra apoyada donde estaba sentándose—. No sabría decirte cuál es mayor. Dioses, no rechazaría una cerveza nunca, pero más que eso, necesito comer.

Mientras hablaba, aprovechó para echar un ojo a los demás presentes en la Rana Azul — Vine por lo que seguramente está aquí todo el mundo. Dinero. Necesito, obviamente. Cojones, ¿hay mucho desempleo por acá o sí hay algo de trabajo?

Ryan se quedó algo intimidado con los modales del orco. Había jurado que se trataba de un semiorco, pero a veces costaba distinguirlos. Sabía que los miembros de esa raza eran inteligentes y que la mayoría eran agresivos y peligrosos pero si por algo se caracterizaba Tormentos Cristalinos era por lo abierta de mente que era y no iba a ser él quien juzgase al orco.

Aún así, el rostro del calvo cambió tratando con un tono más frío al aventurero que tenía frente a sí.

Asintió ante su petición y pocos segundos después llevaba consigo la pata de lo que parecía un pequeño ciervo, iba acompañado de unas patatas asadas que confiaba en que fueran del gusto de Mag.

- Pues el Príncipe McLight del condado vecino "Bastión de Piedra" ha solicitado a un grupo de aventureros que le ayude a encontrar una reliquia familiar que se esconde en las profundidades de una cueva cercana. 

Mag por poco no escuchó lo que dijo el tabernero. Estaba famélico, y se notaba. Sin embargo, se las arregló para escuchar a medias, y mientras cogió la pata de ciervo para llevársela a la boca, respondió:

— Coño, pero ¿no sabes de nada en esta ciudad...? Mierda, esto está buenísimo —dijo, con la boca llena—. Quiero establecerme, ¿sabes? No sé, como guarda de la ciudad, o guarda privado para alguien, escolta... —le pegó más mordiscos a la comida— No es que no me llame la atención la idea de un tesoro jugoso, pero estoy arruinado. Ni mi bolsillo, ni mi mente, ni mi espalda, aguantarían otro viaje —más mordiscos—. Hombre, si me ayudas, hasta me quedo a vivir aquí arrendado. Tendrás la casi total exclusividad de trasquilar mi dinero de mis asalariados bolsillos apenas me paguen. 

Bueno, si no te gusta el trabajo que me han comentado, podrías dirigirte a Recados en Tormentos Cristalinos, ahí ofrecen todos los puestos que hay actuales. Comentó el tabernero. Pero te veía con pinta de aventurero y no de tener ganas de meterte en un monótono trabajo de 8 horas...

— Coño, claro que soy un aventurero —respondió—. Pero estoy corto de presupuesto, entre el tiempo que me tome conseguir un puto tesoro o palmarla en una cueva intentándolo, puedo quedarme sin blanca. Morirme de hambre no me permitirá seguir teniendo aventuras. Joder, si pudiese hacer un colchón de dinero o algo así antes de lanzarme a la aventura...

— ¿Recados de Tormentos Cristalinos, dices?

Ryan asintió a la pregunta de Mag confirmando el nombre de la ubicación que había mencionado y dándole las indicaciones pertinentes para llegar al susodicho edificio.

 Este largo edificio de piedra irradia el olor distintivo del alcohol fermentándose. Un detallado cartel, que muestra una feliz rana azul borracha bailando alrededor de una jarra vacía, cuelga de la puerta principal. La lengua de la rana, del mismo color azul, cuelga como una cuerda de su boca abierta y amenaza con enredarse en sus ancas.

Enzo bostezó y se estiró de manera exagerada. Que ya llevaba más de un día entero sin dormir, se notaba el agotamiento que no veas. Al menos ya habían llegado a la destilería, algo podrían avanzar.

 -Bueno, ¿a quién teníamos que preguntar por qué? Aparte de por la recompensa, ¡de eso sí que me acuerdo!

Apolo vio a su cansado compañero, empecemos por hablar con el dueño del local seguro que el o ella sabran guiarnos, y quizá también puedan recomendarnos un lugar para descansar y alimentarnos, luego fue ha buscar al encargado del local para preguntar sobre el encargo del príncipe McLight.

Leonard entro con seguridad al lugar, puesto que ya había estado allí. Entrando y saludando, guio al resto de sus compañeros hasta el tabernero, y saludó;

-Buenas tardes, Ryan. Hoy vinimos por un anuncio que hizo el príncipe McLight. ¿Sabes algo de eso? Estamos deseosos de encontrar un buen trabajo, y hasta el momento no hemos tenido suerte. -Dijo con una sonrisa, saludando, de paso.

Buenas tardes, señores. ¿Desean consumir antes algo? Pregunto Ryan. Sí, claro que tengo información sobre el príncipe McLight. Pero recordad que esto no es un punto de información, si no un lugar de consumo y no estaría de más tomar algo. Dijo el tabernero educadamente y con una sonrisa en la boca, pero algo molesto porque vinieran preguntando y no dispuestos a tomar algo. 

Nuestra especialidad es la cerveza Rana Azul, y no deberíais iros de aquí sin probarla.

Apolo sonrió levemente con las palabras de Ryan, Una disculpa, me confundí con el nombre del lugar, debí darme cuenta de que era una taberna al entrar y no solo un lugar donde hacen licores, sírvanos 3 tragos y si tienen algún plato para acompañar mejor aun, luego tomo asiento, y bueno, ¿que puede decirnos de la petición del príncipe McLight?

Leonard asintió a las palabras de su compañero, y con una sonrisa, le dijo;

-Pero claro que sí, Ryan, la intensión siempre fue escuchar mientras bebíamos algo. Por favor, sírvenos algo de tu Rana Azul para que podamos amenizar la conversación. -Dijo Leonard con una sonrisa, mientras quedaba a la espera de las tapas y la bebida, mientras miraba a sus compañeros y luego daba una mirada de reojo a todos aquellos que estaban en el lugar.

Sus agudos instintos de bufón le decían que si quería ganar dinero en aquella ciudad, iba a tener que cambiar de profesión o casarse con un tabernero. Porque vaya sablazo que les iba a meter por darles la información, el muy bandido.

 -Oh, yo no puedo tomar alcohol, ni fermentado, ni destilado, ni alquimizado, ¡jajajajajaja! Las borracheras combinan fatal con los malabares y las cabriolas.

Y sobre todo combinaba mal con sus finanzas, pero no quería decirlo abiertamente más veces, que sus amigos insistirían en invitarle. Y no le apetecía ser responsable de su ruina, no de esa manera, claro.

 -Pero sí que puedo beber información. Y agua. ¿Tiene de ambas, amable posadero?

El posadero ignoró al bufón que parecía solo venir a gorronear, así que antes de enfadarse con él, prefirió fingir que no le había oído. Después miró a Leonard y Apolo y les sirvió una cerveza de tonalidad azulada. Espero que os guste mi Rana Azul. Cuesta 7 piezas de cobre, ¡una ganga! Lo que no tenemos aquí es comida. Para eso tendréis que ir a otra taberna.

Los McLight viven al este de la ciudad, son una familia muy poderosa y se ha enterado que últimamente llegan muchos aventureros a nuestra ciudad y por eso me han pedido que les ayude a buscar a una buena compañía para ayudarles. Después sacó un mapa que parecía indicar el camino y la ubicación del palacete de la familia. Mañana podréis ir a hablar con ellos, seguro que resolverán todas vuestras dudas

7 piezas de cobre. En fin, al menos podría pagar parte de ello, eso le hacía sentirse menos culpable. Aunque si el tabernero no le servía, como que mejor. Si no había comida de por medio, con el estómago tan vacío como lo tenía, corría el riesgo de cogerse una buena cogorza. Y estar cansado, hambriento y ebrio era un conjunto de cosas que no quería tener en su persona a la vez.

 -Bueno, esto contesta nuestras dudas. ¿Qué opináis compañeros? ¿Vamos mañana? ¿O preferís arriesgaros a ver si nos atienden a estas horas?

Porque ya se empezaba a hacer tarde. Y él tenía que buscar un sitio donde dormir. ¿Le aceptarían en el templo de Pelor si llegaba temprano y prometía trabajar?

Tras recibir las cervezas Apolo probo la suya, y escuchar atentamente al tabernero, siguió bebiendo su cerveza, cuando el colorido Enzo propuso buscar refugio, el pícaro dejo 21 monedas de cobre sobre la mesa, me parece lo mas prudente estimado Enzo, descansar y comer, necesitaremos fuerza para realizar la misión que nos aguarda, se dirigió al tabernero, gracias por su ayuda, oh, es verdad que despistado soy, solo fueron dos cervezas, recoge 7 de las 21 monedas que había dejado, que tenga buen día caballero.

Leonard miró de reojo como Apolo pagaba las monedas por el y sacándose 7 monedas de cobre del bolsillo, se las pasó directamente en la mano, y mirándolo, le dijo;

-Si seremos aliados y amigos, déjame pagar mi parte, te agradezco mucho el gesto, Apolo. -Dijo, mirándolo, tras eso, volvió a devolver la mirada a Ryan mientras bebia de la rana azul, y le decía- ¿Cómo encontramos la casa? ¿Creéis que será una misión a nuestro nivel? Digo, somos recién llegados, y aunque estamos un poco verdes, creo que podemos hacer buen equipo, pero siento a veces que somos muy poco. Lamento que no volviéramos a encontrar a Sha'lin, ¿Tu que opinas, Enzo? Por lo menos, encuentro lo mejor ir a descansar, y ya mañana en la mañana ir al lugar. -Dijo Leonard, con determinación.

 -Ah, sí, la buena de Sha'lin... Seguro que una joven con sus talentos ha encontrado un noble al que acompañar y del que vivir cómodamente, yo no me preocuparía por ella.

No obstante, Leonard no estaba diciendo ninguna tontería. Siendo sólo esos tres mindundis que eran, no tenían demasiadas oportunidades de sobrevivir a un enfrentamiento serio. Necesitaban mínimo a algún aliado que tuviera más masa muscular que ellos.

 -Descansemos esta noche y ya mañana buscaremos aliados. En las tabernas no dejará de haber guerreros fuertes y con las suficientes pocas luces como para trabajar por una paga escasa. Eso sí, antes de arriesgarnos a contratar a nadie, asegurémonos de que nos darán dinero por el trabajo. Si hay algo peor que ir sin un compañero fuerte es tener que enfrentarse a ese compañero fuerte cabreado por no cobrar.

Ryan miró extrañado a Leonard, te lo acabo de señalar en el mapa