Partida Rol por web

 Anduyn estaba preocupado por las heridas de su hermana, aunque bien era cierto que debían tomar una decisión antes de que las criaturas despertaran.

-Ilmater nos ha dado la victoria y permitió que estas criaturas siguieran viviendo. Propongo desarmarlas y vender sus pertenencias junto a las otras que llevamos. Nos alejaremos y descansaremos más adelante, estas criaturas ya han tenido bastante, si no pudieron vencernos armadas mucho menos lo intentarán con las manos desnudas. ¿No os parece?

Para él ya no suponían un peligro y no era necesario derramar más sangre, podían seguir su camino y dejar que los designios de Ilmater siguieran su curso. 

Namarra decidió en aquel preciso momento que no iba a seguir con aquellos aficionados.

-Irresponsable. Por tu culpa morirán inocentes. Pero yo no voy a discutir -dijo dándose la vuelta. Allá tú con tu conciencia. 

La mediana cogió las armas de los hombres lagartos y las añadió al montón que transportaban. Luego, sin esperar a nadie, se dispuso a seguir su camino a la ciudad.

-Vamos, sigamos nuestro camino.

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El trío de aventureros salió corriendo en el mismo sentido que la gente estaba corriendo cuando se dieron cuenta que ninguno se dirigía hacia ningún lugar en concreto. Más bien estaban huyendo de algo, porque por lo que pudieron averiguar, unos hombres lobo estaban atacando la ciudad. 

Así que, tras haber corrido en la misma dirección, se dieron cuenta que todos los ciudadanos se habían refugiado en sus casas, en los gremios o en las tabernas de la ciudad...

habeis escuchado, hombres lobo- dice el joven al descubrir el origen de todo aquel alboroto - quizas deberiamos seguir nuestros camino evitando esos peligros para no volver muy tarde al templo- Dagarth se pone a observar los alrededores por si hay algo fuera de lugar y peligroso

-De acuerdo, por el momento vayamos a donde pensábamos. No es cómo si un sitio fuese a ser más seguro que otro contra hombres lobos, y tampoco sabemos donde están.-Contestó Glennis, no sin mirar a su alrededor constantemente, una mano ligeramente levantada delante de ella, lista para dirigir proyectiles mágicos a cualquier cosa llena de dientes que saltara desde alguna esquina con intención de arrancarle la cabeza.-Espero que toda esta gente tenga donde resguardarse.

Entre el pánico y los hombres lobos, no le extrañaría que hubiese varios heridos, si no algún muerto, antes de que acabase la jornada.

¿Hombres lobo? ¿Cómo era posible que no se hubiesen enterado antes de que allí había hombres lobo? Lejos de asustarse, Gaëlle parecía emocionada por la situación. No es que quisiera luchar con hombres lobo, pero aquel era material para una buena historia. 

Sin apartarse de Glennis y Dagarth, se llevó la mano a la espada, preparada para desenfundarla si fuese necesario.