Partida Rol por web

-A primera vista no he encontrado nada. Tomémonos nuestro tiempo. Me da que esto serás más complicado de lo que pensábamos.

- No veo nada Sanya, creo que hay que empujar.- dice bajándose y empujando para que la estatua tomara la dirección del surco en el suelo.- ayúdame anda que no tengo fuerza suficiente.

Observando a sus compañeros al lado de la fuente, hace un gesto con la mano preguntando que encontraron.

Me acerco a mis compañeros todo lo sigiloso que puedo ser. Con tanta oscuridad no veo 3 en un burro, pero mis oídos todavía siguen intactos... - He oído pisadas. Alguien se acerca.

Al escuchar la advertencia de mi compañero intento escuchar para saber en que dirección viene esta persona, si llega a ser una persona, mientras intenta ver quien se aproxima y a la vez esconderse de quien venga.
 

Al recibir el aviso de que alguien se acerca, lo primero que me viene a la cabeza es buscar un lugar dónde ocultarme y no armar demasiado ruido en el proceso.

Riku y Heian salieron corriendo dejando a sus compañeros a simple vista. Ellos buscaron algún tipo de arbusto del parque para esconderse tras él y salir de la vista de fuera quien fuese el que venía.

Sonya agarró al gnomo y se lo llevó a unos metros, tras una tumba, donde pudieran permanecer escondidos y observar quién se acerca y qué hace.

Me mantengo en mi posición, escondido y alerta, esperando a ver quien entra, con las manos en las empuñaduras de las armas por si resulta ser un ataque. Las plazas solían ser un buen lugar para emboscar. Mucho espacio interior para ver a la presa y pocos lugares donde estar bien escondido.
Observo también lo que hacen mis compañeros para no apresurarme y atacar al que sea que venga confundiéndolo con un enemigo y que resulte no serlo.

- Nada, esto no lo puedo...- dice frotándose las manos quitándose el polvo, cuando Sanya lo agarró para esconderse.- Que pasa, que pasa...- susurró acalorado, mirando a Sanya y escondiéndose como pudo.

Heian observa en la dirección que provienen los ruidos agazapado y alerta a lo que vaya a suceder, esperando ver quien se acerca al lugar.

Viendo la reacción de mis compañeros, sigo su ejemplo. Trato de esconderme tan rápido como puedo y aguardo hasta que aparezca alguien.

Con el sonido de la lluvia, los truenos y las ranas que se encuentran en el lugar, por el cual recibía su nombre, el explorador espera paciente para ver quien es el que se acerca.

El gnomo siguió agazapado observando a ver si veía a alguien. - Joder, y se pone a llover...

¿Quién vendría? La única opción era esperar y permanecer oculta.