Partida Rol por web

-Iborian...?- repite aquel nombre extrañado -Y por que le ha sido conferida esta tarea a tal persona?- pregunta el clérigo tratando de aclarar lo escuchado para luego responder a la solicitud del guardia -Con gusto le acompañaré al templo, pues ha sido ahí donde la sacerdotisa lo ha solicitado... Esperemos que con sus indicaciones podamos tener mayor información sobre lo ocurrido- dice finalmente esperando para emprender la marcha hacia el templo.

Iborian es el líder de la guardia de la ciudad, él es el alto mando, por eso es él el que se encarga de estas cosas, o el que designa quién debe de encargarse, es un desgraciado, pero no nos queda otra que aguantarle... Dijo algo molesto. Y después de aquello, ambos se dirigieron hacia la catedral.

Cuando llega al cuartel, Angelica oye que nombran al jefe de la guardia, al que ella misma busca. Se queda mirando con curiosidad al guardia que acompaña al humano, aunque dado que no se ha enterado exactamente de qué hablan, decide no seguirles.

En su lugar, entra en el edificio y busca un guardia al que preguntar.

-¡Hola! Me llamo Angelica y he sido enviada por el mismísimo Erolin Timertikos a buscar a Iborian para transmitirle un mensaje de la máxima urgencia.

Uno de los guardias asiente ante tu petición, y el mísmimo Iborian se presenta ante ti tendiéndote la mano.

Mi nombre es Iborian, líder de la guardia de la ciudad. ¿Qué es lo que le preocupa a nuestro querido alcalde y qué puedo hacer por usted?

-¡Buenos días! Me envía el alcalde con un asunto de extrema urgencia. Ayer fue asesinado por piratas orcos un noble caballero que intentaba ganarse un nombre en esta ciudad -la voz se le quiebra ligeramente a la mediana al decir esto- y además tengo ciertas informaciones que indican que estos mismos piratas tienen secuestrado a un clérigo en su barco. El alcalde ha ido a hablar con Molak, y me ha pedido que te diga que es necesario investigar esto con la máxima prontitud.

¡Adelante! Dijo asintiendo con preocupación. Si el alcalde está con Molak, vayamos los dos a verlo. Veamos qué tiene que contarnos.

Esta sombría y tenebrosa estructura se alza sobre una colina baja, rodeada de una valla de piedra de más de 4 metros de alta rematada con una amenazadora maraña de púas y cuchillas. Son los cuarteles de Tormentos Cristalinos, que también sirven de cárcel. La parte de la frontera que sobresale del suelo alberga la armería y los cuarteles de guardia de la ciudad, así como las instalaciones de entrenamiento, comedores y demás comodidades. Los tres niveles subterráneos comprenden la cárcel de la ciudad, cuanto más baja uno, más peligrosos y terribles se vuelven los prisioneros. Te das cuenta de que hay una tercera planta pero no llegas a descubrir que hay allí.

Filos llegó a la imponente edificación y tragó saliva. Definitivamente, no le gustaría acabar sus días en aquel lugar. Con paso tranquilo se acercó a los cuarteles de la guardia y, después de que le dieran el alto, preguntó:

-Buenas! Me llamo Davos Dreiden y vengo porque he escuchado que un conocido mío ha sido apresado esta mañana. Se llama _________ y es un semigigante. No tiene pérdida. Necesitaría hablar con él con cierta urgencia. No sé si será posible...

Pues lo lamento. Pero sin permiso de Iborian, el líder de la guardia de la ciudad no se puede visitar a nadie. Y mucho más sin alegar un motivo. Lo siento, pero Iborian ahora anda ocupado en otros asuntos de la ciudad y no se encuentra aquí. Lo lamento.

-Vaya! Que inoportuno! ¿Y no me podría decir cuando puedo encontrar al tal Iborian por aquí?

Cómo no! Estaba claro que no era el día de Filos. ¿Cuantas posibilidades habían de que el jefe de la guardia no estuviera en los barracones de la guardia? Pues le había tocado! Sin duda había pasado por debajo de alguna escalera al entrar en aquella maldita ciudad.

- Bueno normalmente suele estar por aquí. Pero hoy han requerido su presencia en los astilleros. Está allí reunido, si es muy urgente quizá lo encuentres allí.

-No, supongo que no me corre tanta prisa. Solo para no haber perdido completamente el tiempo... ¿Podria decirme al menos de qué se le acusa? ¿Por que lo han encerrado?

Filos suponia que a Iboria no le haria gracia que interrumpieran una reunion solo para pedir un favor de parte de un civil. No, era mejor esperar...

Bueno, la verdad... dijo algo pensativo se le acusa de haber tratado de asesinar a un parroquiano de la Taberna la Pezuña en la Boca. Por lo visto acusaron a uno de envenenar la cerveza, y Gast pensó que era cierto y decidió matarlo ahí mismo. Parece que no sabía las leyes de la ciudad y por eso lo detuvieron.

¡Ni que esto fueran las Marismas Hool!

-Que barbaridad! Siempre le ha faltado un hervido, teneis razon. Sabriais donde puedoo encontrar a la victima? Me gustaria intentar encontrar una solucion razonada. Quizas arreglarlo para que retire los cargos y nos ahorre a todos un monton de trabajo...

A la víctima la tenemos vigilada en la ciudad. Está bajo custodia porque no nos fiamos de él. No sabemos si verdaderamente trataba de asesinar o envenenar a alguien, así que no tiene permiso para salir de la ciudad y le tenemos muy vigilado.

La última vez que un guardia le vio fue dirigiéndose a la Mansión de los Licorambarinos.

Filos asintio, muy serio.

-Caray! Muchas gracias, muy amable. Creo que ire a buscar al tal Atreyu. De nuevo, gracias por la ayuda.

Filos estaba sorprendido de que la guardia revelara tanta informacion pero, desde luego no iba a quejarse. Quizas habia dado con uno parlanchin. 

Esta sombría y tenebrosa estructura se alza sobre una colina baja, rodeada de una valla de piedra de más de 4 metros de alta rematada con una amenazadora maraña de púas y cuchillas. Son los cuarteles de Tormentos Cristalinos, que también sirven de cárcel. La parte de la frontera que sobresale del suelo alberga la armería y los cuarteles de guardia de la ciudad, así como las instalaciones de entrenamiento, comedores y demás comodidades. Los tres niveles subterráneos comprenden la cárcel de la ciudad, cuanto más baja uno, más peligrosos y terribles se vuelven los prisioneros. Te das cuenta de que hay una tercera planta pero no llegas a descubrir que hay allí.

Sanya se acercó a los cuarteles y dedicó el tiempo a charlar con los guardias, que, habitualmente, se aburrían haciendo la guardia. Les contó su historia, cómo acababa de volver a la ciudad, sus peripecias en el Norte, su llegada esta mañana... Poco a poco intentaba ganarse la confianza de aquellos hombres y, cuando lo consiguó, empezó a preguntar por las desapariciones en el lastillero, por la existencia de recompensas en vigor y por posibilidades de trabajo en general...

Sanya sabía ganarse la confianza de la gente para sacarles peras de información y estaba extra motivada, así que aquella noche estuvo de lo más inspirada y disfrutó de las conversaciones...

La enana parecía muy parlanchina, o al menos con ganas de ello, por lo que simplemente me acerqué dispuesta a escuchar lo que contaba y lo que le respondían los guardias. Nunca estaba de más enterarse de historias del lugar donde te encuentras. Aunque por mi parte me mantenía en un segundo plano, no queriendo molestar más de lo necesario y simplemente intentando localizar un cartel sobre las recompensas pendientes de cobro de la ciudad.

Tras la información que indicó Sasha, los guardias se quedaron sorprendidos. ¿Desapariciones en los astilleros? ¿De qué estás hablando? Preguntaron sorprendidos.

Del resto tan solo informaron que con lo tarde que era, cualquier trabajo o recompensa lanzada ya estaría obsoleta. Que normalmente los que buscaban ayuda o necesitaban algo, colocaban los carteles por las mañanas, y normalmente en las tabernas de las posadas. Allí normalmente no les llegaba nada de información de ese calibre.