Partida Rol por web

Salazar vio como de cerca estubo su tiro, pero podían ser mejores, asi que recargo la ballesta y disparó a Shamel que ahora estaba a mejor tiro que antes, pero la suerte no le acompañaba y entre las prisas y los nervios la flecha salió disparada algo desviada.

Cormac cruzo velozmente el pasillo mientras sus compañeros recargaban, cuando vio el hechizo que tiro la gnoma salió en socorro de Stephon, con sus armas preparadas y en ristre salto a la habitación y llego hacia donde estaba el paladín para propinarle una patada en la pierna.

Era un método un tanto brusco para despertar a una persona, pero en medio del fragor de la batalla no había tiempo para andarse con medias tintas.

[[Una vez golpeo a Stephon se giro y descargo un corte hacia el lobo del druida, el cual aun seguía enroscado con el otro lobo, y era una presa fácil]]

Ante el avance de Brangwin decido apoyarle en su rescate del paladín, a pesar de ser consciente de que pudiera ser el mayor error de mi vida. Paso por el hueco dejado por el capitán hasta colocarme detrás del cuerpo dormido de Stephon. Allí quedo pendiente de los dos hombres de Heironeos, por si envalentonaban al ver al paladín caído e indefenso.

Cuando veo caer a Sthepon, interrumpo mi canto y presto paso entre mis compañeros para colocarme entre el constructo y el paladin -mejor que lo agradezca si sobrevivimos-.

A pesar de realizar un clásico acto heroico digno de las historias de héroes, el drama no estaba de mi lado y el espectacular estocazo, que tendría que haber terminado con la existencia de mi enemigo, termino como el burdo intento de un niño al intentar reventar una piñata.

Rob volvió a cargar el arco y apuntó esta vez a Shamel. Acababa de ponerse a tiro y Rob no pensaba perder la oportunidad. Rápidamente dos flechas volvieron a salir disparadas de su arco en dirección a sus enemigos. En ese momento un constructo hizo aparición delante suyo, pero sus compañeros fueron prestos a ayudar a Stephon.

Shamel se había colocado en una posición demasiado peligrosa para ella y fue cuando el primer virote voló sobre su cabeza cuando se dio cuenta. Salazar había intentado atacarla, pero por fortuna la flecha se desvió notablemente.

Lo más sorprendente fue lo que pasó en aquel momento, pues la mujer que estaba escondida detrás de la estatua salió corriendo en dirección al telar al que apuntaba la estatua. Aquella especie de cortina estaba corrida y tras ella debía haber alguna puerta, porque Lylyth fue capaz de atravesarla y desaparecer tras él.

Tras aquello la melodía que cantaba Khatano se desvaneció y éste se dirigió hacia su compañero Stephon para protegerlo del constructo que se había materializado aunque no sirvió de mucho.

Los lobos que estaban en el suelo poco pudieron hacer, pues para cuando quisieron verse en pie, estos se desvanecieron tan rápido como habían aparecido.

El último lobo que parecía pertenecer al bando rival, gruñó al paladín dormido y se lanzó contra su cuello que al estar indefenso lo dejó inconsciente y desangrándose, pero por suerte aún estaba vivo. Korbis se acercó para socorrerlo, pero parecía que ya llegaba tarde.

Entonces, Rob cargó de nuevo dos flechas en el mismo arco, y escogiendo como nuevo objetivo a la gnomo que por poco acaba con su compañero, disparó. Una de ellas se perdió por la sala, pero la otra logró alcanzar su pequeño corazón, dejándola en el suelo completamente inconsciente y desangrándose.

Cormac salió de su ensimismamiento y se lanzó contra el lobo que ayudaba a sus enemigos, pero tuvo tan mala suerte que tan solo fue capaz de cortar el aire y ni siquiera tuvo mucho éxito.

Pero no solo fue él el único que pareció despertar, pues la semiorca también reaccionó y escogió como objetivo a vuestro bardo, que habiendo tratado de proteger al paladín se había colocado en una posición demasiado peligrosa. A pesar de ello, Khatano parecía verse venir aquel fatídico final, pues vuestra enemiga alzó sus armas y golpeó con el martillo su estómago haciendo que sus costillas crujiesen para terminar con un corte limpio que cercenó su cabeza.

Y así terminó la vida de Khatano, un bardo cuya misión fue la de proteger a Héxtor y que murió en el intento.

Tras ver el peligro que tenia la mujer, Eldrith la apuntó y disparó un rayo electrico hacia ella. Pero habia demasiada gente y al no querer darle a sus compañeros tan solo arañó el suelo.

Salazar vió como su compañero Kathano habia sido decapitado en tan solo un turno por la semiorca, por lo que decidió volver a cargar la ballesta y apuntar a esta última con la esperanza de que callera la mayor amenaza del equipo rival.

Rob vió como de un brutal ataque aquella chica de físico bestial arrancó la cabeza de su compañero. Rápidamente volvió a colocar las flechas en el arco y tensó la cuerda, permitiendo que posteriormente las plumas volasen hacia su objetivo. Aquella chica bárbara era un gran peligro y había que terminar con ella cuanto antes.

El inmisericorde golpe del bárbaro sesgó la vida de Khatano con una precisión pasmosa y consiguiendo que me estremeciera consciente de que yo tendría aún menos posibilidades de resistirlo que él. A pesar de ello, intenté seguir siendo de ayuda al tiempo que procuraba mantenerme lo más alejado posible del servidor de Heironeos y así conseguir alguna oportunidad de asestarle un lanzazo de llegar el caso.

Tras ver como moría Khatano, Cormac descargo toda su furia contra el lobo que tenia delante.

Salazar se quedó atemorizado tras comprobar la fuerza de la semiorca y decidió cambiar de objetivo y disparar sus flechas contra ella. El temor o la agilidad de su rival hicieron que la flecha se clavara contra el brazo de la estatua que había tras ella.

Por suerte, Rod terminó lo que Salazar comenzó, y a pesar de que la primera flecha estaba mal tensada, la segunda fue a parar directamente al entrecejo de la semiorca, que aunque no llegó a matarla, al menos la dejó completamente inconsciente y perdiendo sangra a un ritmo vertiginoso.

Eldrith decidió escoger al único rival que les quedaba en pie, aquel lobo que parecía acompañarles, pero a pesar de que era el último no se concentró lo suficiente como para lograr hacerle ningún daño, perdiendo así la energía psíquica que había proyectado. Y lo mismo le sucedió a Cormac, que tras tratar de embestir a Wulfen, la criatura le esquivó con gran facilidad sin inmutarse y sin que aquello pareciera suponerle ningún esfuerzo.

Aquel lobo, finalmente, parecía haberse convertido en el adversario más duro de todos...

- Maldito lobo. Al final esta bestia será la mas dura de matar... Aunque tiene sentido, su sentido de la supervivencia seguramente sea superior al nuestro. - Mientras mi mente me jugaba una mala pasada y se distraia pensando en la posibilidad de la superioridad de los intintos del lobo sobre el de los humanos, me acerco ligeramente al lobo, recargo mi ballesta y disparo sobre la bestia.

Cormac intento reposicionarse tras la caida de la semiorca y descargo otra serie de golpes contra el lobo.

Bien, ya sólo queda el gatito. Pensó Rob. Con tranquilidad guardó su arco y flechas y sácó escudo y espada. Desde dónde estaba era muy complicado acertar al animal, así que decidió que lo mejor era sacar la espada. Una vez sacó su filo y su escudo avanzó hacia la criatura sin llegar a tomar contacto con él.

Con las fuerzas agotadas y molesto por no haber podido ayudar Eldrith dispara su ballesta contra el animal.

El animal estaba demostrando ser un hueso demasiado duro de roer pero no por ello había que olvidarse de la maga, es más, ahora que Cornac podía asegurarse de que no hiciera tonterías podía situarme en una mejor pocisión para ayudar a acabar con el animal.

Salazar avanzó lentamente hacia el lobo que estaba en pie, era el único enemigo del bando de Heironeus que seguía en pie. Lamentablemente el disparo pasó muy lejos de su objetivo y casi rozando a su compañero Cormac. A pesar de todo, el lobo no había muestras de defensa ni tampoco de ataque, se había quedado aturdido tras comprobar que su compañero había casi fallecido, el vínculo que lo unía apenas era perceptible y eso le imposibilitaba reaccionar...

Korbis, aunque estaba gravemente herido se dispusto a adentrarse en la sala para ayudar a sus compañeros en el combate, al menos quería distraer a sus enemigos para ayudar a favorecer a su grupo. Rob, por su parte, se acerca para tomar posición contra el lobo, pero opta por mantener la distancia, para encajar un mejor golpe más adelante. Mientras tanto Eldrith vuelve a cargar su ballesta y dispara sin tener tampoco mucho éxito en su objetivo.

Finalmente Cormac, trató de golpear al lobo con su espada de dos hojas, pero tuvo tan poco éxito que el arma se le resbaló y se le terminó cayendo al suelo.

El grupo tuvo suerte de no tener más enemigos en pie que ese apenado lobo, pues de haber tenido algún rival más digno, era muy probable que hubieran terminado pereciendo. Pues sus golpes eran torpes e ineficientes, parecían unos completos novatos en un absurdo entrenamiento.

Mensaje de autorrecuerdo. Hay un kobold detrás de la estatua esperando a que todo eso termine...