Partida Rol por web

Rob volvió a tensar el arco y cubrió de nuevo la retaguardia del grupo. Las cosas en verdad que en cada momento parecían empeorar. Todo daba muestras de que quizá se les hubiesen adelantado. Aunque dependiendo de la persepectiva en que se mirase, tenía su lado positivo. Rob sonrió mientras observaba para cubrir la retaguardia

Hago una breve reverencia y un gesto con el brazo para dejar pasar a Sthepon -Toda tuya-

Y mientras me situo en el otro costado de la puerta, preparándome para lo que sea que pueda salir por ella pienso -Mejor el que yo-

Mientras se deciden a abrir una de las puertas, aprovecho y me siento sobre uno de los camastros para poder descansar aunque sea unos segundos.

Os adentráis por la puerta que había en aquel dormitorio para acceder a otro muy similar al anterior. En este caso había dos nuevas puertas, una que continuaba de frente y otra que giraba hacia la derecha.

Salvo por esa excepción la sala era prácticamente idéntica a la anterior. Sin duda esta era la zona donde aquellas criaturas descansaban.

Tras ver la nueva sala me quedo sorprendido.

- Esto parece un laberinto, mas vale que tengamos cuidado o nos perderemos. ¿Donde creeis que tendran las mazmorras en esta guarida?

- Ni idea.

Respondo con sinceridad, lo que podía ser muy preocupante, pues hasta el momento había tenido respuesta para practicamente todo y ésta se me escapaba sin posibilidad alguna de obtenerla.

- Pero no nos perderemos... salvo que los kobolds hayan aprendido a hacer girar salas enteras.

-Otro dormitorio más…- refunfuño Stephon.

“Este parece ordenado, lo cual es preocupante…” la sombra de la preocupación era más que visible, el estrés y el cansancio le estaban pasando factura, desde que habían entrado en la mazmorra no había salido nada a derechas.

Apretó los dientes y cruzo al estancia hasta llegar a la puerta que tenían enfrente y siguió por ella. Stephon no era experto en arquitectura, pero sabía que parados no llegarían a ningún lado.

Antes de abrir la puerta escucho las palabras de Korbis a lo lejos, giro la cabeza y le asintió. –Tienes mi confianza…- musito.

Rob junto a sus compañeros entraron en el dormitorio de los kobolds. Al parecer se organizaban bien y hasta tenían su sitio dónde dormir. El guerrero siempre pensó que sucias criaturas dormirían en el sucio suelo.

-Seguramente esos arqueros no se encuentren tras las puertas de los dormitorios. A no ser que queráis quedaros con trapos sucios y bolsas, lo mejor es dar media vuelta y escoger otro camino.

Era evidente que alguien había pasado ya por allí. Seguramente el grupo de Heironeous. Sin embargo no disponían de explorador. Algo bastante útil. Podrían saber por dónde vinieron, a dónde fueron y cuántos eran, Pero por el momento lo que tenían era esto, y deberían jugar las cartas como mejor podían.

Al parecer estaban dispuestos a seguir abriendo puertas. Por lo que encogió los hombros y se dedicó a cubrir de nuevo la retaguardia.

No creo que los kobolds piensen igual que nosotros, mejor hechar un vistazo rapido.

Mientras apartaba un trapo con el pie esperó la respuesta, no pensaba ir a ningun sitio solo.

Continuais por la puerta que hay frente a vosotros para comprobar que en aquella nueva sala hay un extraño kobold vestido con ropajes religiosos pero que yace en el suelo completamente inerte con un profundo corte a la altura del pecho. Sus ropajes blanquecinos estaban tintados del rojo de su sangre.

Aquella sala, en la que además había dos puertas más, una hacia el frente y otra hacia la izquierda. Estaba provista de un camastro, con una pequeña mesa al lado y un pequeño altar con una reproducción exacta de la misma estatua que encontrasteis en una de las salas anteriores.

Sin duda, aquella estatua era el símbolo de alguna deidad de los kobold.

Rob sonrió. Parecía que aquel ser acababa de ser atravesado. Esto podía darles ventaja si conseguían saber el lugar por el que los sirvientes de Heironeous habían salido. Con una sonrisa en la boca comentó:

-Quizá la suerte nos sonría. Es obvio que Hieroneous ha pasado por aquí. Podemos aprovecharnos de la situación. Dejemos que esos cabezas de chorlito nos vayan limpiando el lugar y sigámosles. Irán debilitándose y al final, cuando estén cerca del objetivo, serán nuestros. Acabaremos con ellos sin problemas y nos llevaremos a los arqueros con nosotros.

Observó si alguna puerta estaba abierta de las dos. Dudaba mucho que fuesen cerrando las puertas según las iban traspasando. Si lo hacían le sorprenderían sobremanera.

Donde Rob veía una oportunidad, Stephon veía un problema. Tenian las mismas oportunidades de cazarlos, como de ser cazados. “Esperemos que sean un grupo pequeño, no quiero un derramamiento de sangre innecesario…” pensó mientras se acercaba al Kobold.

Se arrodillo frente a él y le examino la herida. Una vez hubo terminado se incorporo tranquilamente y miro el ídolo de los Kobolds.

Stephon cerró los ojos y se concentro, volvió a intentar detectar cualquier presencia maligna en la zona, tenía un par de segundos mientras sus compañeros llegaban a la estancia y se organizaban, antes no había servido de mucho, pero con los hombres de Hieroneus cerca quizás hubiera más suerte esta vez.

Salazar observa la situación con paciencia y detenimiento.

- Una lastima que no tengamos a un sanador con nosotros, este bicho nos podria haber dado información importante.

Se agacha junto al clerigo kobold y mira si es posible reanimarlo. Tras esto tambien decide buscar rapidamente por la estancia en busca de objetos valiosos.

La puerta de la izquierda está entornada.

Stephon salio de su ensimismamiento y miro al grupo, habían estado bastante callados, lo cual era raro...

-Salazar... esta muerto... es complicado sanarlo, además, hubiera sido cruel resucitarle o curarle para interrogarlo y después volver a matarle... -Dijo con voz sosegada, miró al suelo donde estaba el cuerpo. -Sus días han terminado, ya no podrá hacer nada mas en este mundo, que los Dioses lo juzguen y pague por sus pecados en la otra vida.- Tras hablar entono una plegaria queda en voz baja, casi susurrando.

Una vez hubo terminado alzo el brazo y señalo una puerta. -Por allí.- Antes de que alguien dijera algo mas se explico. -No he detectado ni presencia ni ausencia de mal... Pero la puerta esta entornada.- Sonrío de medio lado.

Volvió a su semblante serio y se encamino hacia la puerta con decisión, veía cada vez mas cerca el final de la aventura, aunque quizás mas que verlo lo deseaba.

La tensión podia cortarse con la hoja de un cuchillo oxidado. Eldrith agarro con fuerza su ballesta  intentando concentrarse en la tarea exclusivamente, obviando otros pensamientos como la inevitable carniceria.

Rob sonrió al observar la puerta entornada y al ver la cara de Stephon su sonrisa se agrandó. Debían ser cautelosos y estar serenos, aunque Rob no podñia evita runa subida de adrenalina. Si los sirvientes de Heironeus estaban por delante, sería una buena oportunidad. Peligrosa, pero una buena oportunidad al fin y al cabo. Que fuese peligroso no hacía más que aumentar el ego de Rob.

Así fue que instó a todos a seguir a Stephon y avanzar con rapidez pero cautelosos.

Salazar asintió tras la reflexión de Stephon y sin dudar en que habría cruel reanimar al kobold para solo torturarlo.

Al ver que todo el grupo se dirigía a la puerta entornada, reafirmó sus manos a la ballesta ya cargada para poder responder inmediatamente a cualquier amenaza que saliera de la puerta.