Partida Rol por web

Al entrar en la ciudad el joven chaman se sorprende de lo inhóspito del lugar, ya sea del ambiente que esta presenta como de sus habitantes. El grupo que se había encontrado amenazado por orcos, ahora solo tenían que ir a alguna posada para poder descansar tranquilos. Observo a mis nuevos compañeros.
Alguien puede buscar información para algún lugar donde descansar.
Viendo la situación de la ciudad, Khalam toma su hacha y su escudo para estar preparado para cualquier acción.
Al llegar a la taberna empiezo a observar a la gente que la frecuenta, pues viendo sus rostros y como nos observan trataría de deducir con que clase de gente nos estamos metiendo.
Aquí estamos. Necesitamos un lugar donde comer y beber algo. Dice el chaman al grupo. Inmediatamente empieza a buscar a alguien que les de una mesa y algo para comer y beber.
 

MMM, mejor no explorar esto de noche... mejor vamos a dormir y mañana si eso...

Con un silbido alegre tarareando un ritmo Jairee se acerca hacia la posada y sín ningún tipo de verguenza empieza a preguntar que se cuece por aquí, sobretodo a las mujeres, con las que suele tener mejor suerte.

No creía haber pasado por aquí ni recordaba haber escuchado hablar de la ciudad.

Si... nos hemos encontrado unos orcos por el camino.

Tal vez dar información serviría para estirar de la lengua a los parroquianos.

Lezard contento al fin de estar en la ciudad, antes de terminar de entrar le dice a sus nuevos compañeros, debemos estar pendientes por si acaso y buscar un lugar donde comer, me mata el hambre...

  Tras una larga caminata el grupo llego a su destino, la ciudad de Melvont. Aunque Bregor no conocía mucho de aquella ciudad, si que le habían dicho que era un buen lugar para buscar aventuras y digno de cualquier buen guerrero que se precie.

  Al llegar a la entrada de la ciudad el grupo tuvo que pagar un diezmo a los guardas para poder acceder a Melvont. Una vez abrieron las puertas, un olor enrarecido y no muy agradable llenó el ambiente. Aquella era una ciudad bastante grande, pero mucho más caótica de lo que pensaba. Una vez dentro Bregor se dirigió a sus compañeros

  -Bueno, creo que lo mejor que podemos hacer por el momento es ir a comer algo y descansar. No conozco mucho del lugar, pero me hablaron bien de una posada que era no se que de un cuervo, el Pico del Cuervo o el Nido del Cuervo. Será mejor que preguntemos y vayamos.-

Mélvont es a menudo considerada la capital mercantil del mar de la Luna. Amargas rivalidades azotan a las familias de mercaderes de la ciudad, siendo las más poderosas de éstas las casas

- Bruil
-- Nanzher
--- Leiyraghón

Mélvont es a menudo considerada la capital mercantil del mar de la Luna. Amargas rivalidades azotan a las familias de mercaderes de la ciudad, siendo las más poderosas de éstas las casas

- Bruil
-- Nanzher
--- Leiyraghón

Aunque la ciudad en sí es sucia e inhóspita, las posadas y tabernas normalmente son limpias y relativamente seguras (lo cual no es en realidad una sorpresa, ya que una gran parte de los negocios de la ciudad se llevan a cabo dentro de sus confortables muros). La taberna del Nido del Cuervo tiene la mejor comda y los catres más cómodos de la ciudad.

Normalmente la ciudad es desagradable y peligrosa para los viajeros solitarios o desarmados. En la actualidad, parece estar controlada y vigilada. La gente se observa mutuamente con cautela y se apresura a ocuparse de sus propios asuntos

Varios jóvenes de las grandes casas de Mélvont han desaparecido. Matones a sueldo recorren las calles buscándolos, pero la mayoría de ellos solo causan problemas

Los orcos han estado atacando granjas de la periferia y rutas comerciales, secuestrando ocasionalmente a algunas personas antes de desaparecer en las neblinosas profundidades de Zhar.

Dos diplomáticos de Mélvont murieron recientemente en la ciudad de Mulamo, ambos en circunstancias misteriosas. Esto puede ser una señal de que Mulamo está preparando una flota para atacar Melvont.

Mélvont es a menudo considerada la capital mercantil del mar de la Luna. Amargas rivalidades azotan a las familias de mercaderes de la ciudad, siendo las más poderosas de éstas las casas

- Bruil
-- Nanzher
--- Leiyraghón

Mélvont es a menudo considerada la capital mercantil del mar de la Luna. Amargas rivalidades azotan a las familias de mercaderes de la ciudad, siendo las más poderosas de éstas las casas

- Bruil
-- Nanzher
--- Leiyraghón

Después de reunir algo de información y estar buscando una posada donde pasar la noche, los aventureros llegar por fin a la posada El nido del cuervo. Cuando Khalam entra en la posada empieza a observa el tipo de clientela que la frecuenta y sus comportamientos, pues eso le daría una idea de a que lugar se estaría metiendo y si le convenía quedarse. Observa además si hay algunas personas que resalten mas que otras, como algún otro grupo de aventureros.
- Acá estamos, busquemos un lugar donde poder sentarnos y pedir algo para comer, pues con el estomago vacío no puedo pensar. Le comenta a sus compañeros.
Observando al que podría ser uno de los empleados lo llama con la mano y le dice.
- Una mesa para 5, tendrá a disposición? Pregunta con un tono amable pero fuerte.
Ahora solo faltaba sentarse, distenderse un poco y tratar de conocer al resto del grupo, si bien algo habían dicho cuando termino el enfrentamiento con los molestos ogros.
 

Al llegar al edificio que anteriormente había mencionado Bregor, Lezard no puede evitar sorprenderse, las instalaciones del mismo eran de muy buen gusto, seguramente aquí lograrían pasar un rato agradable después de ese amargo viaje que acaban de terminar.

Buenas noches, adicional a lo que dice mi amigo, me gustaría saber de que dispone para comer?

A la pregunta de que hay de comer Jairee se encoge de hombros.

El menú barato para mí. No estaba la economía como para ir haciendo gastos innecesarios.

Después hablamos de lo que nos trae a cada uno por aquí, los planes de futuro y esas cosas.

Riendo fué dando saltitos hacia la mesa que le señalaron.

Atara ya se conocía este tipo de ciudad donde ladrones y asesinos pululan por doquier, sin ir mas lejos ya te roban al entrar con el "diezmo", así que sujeta bien sus pertenencias para evitar robos y mantiene la mano cerca del puñal.

Al llegar a la posada y ver que parecia confortable y el trato era amable se relaja un poco, pero sin parar de evitar de reojo a todos los presentes.

-Yo tampoco dispongo de mucho oro así que cenare los mismo que el rubiales, mientras que sirven la comida realizare una par de preguntas a los parroquianos, a ver que se cuece por la ciudad. les digo a los compañeros - nos vemos en la mesa.

  Bregor acompañó al resto a la mesa y también pidió algo para cenar

  -Posadero, traigame una pinta de cerveza y algo de comer.- A continuación se dirigió a sus compañeros.- Bueno no sé como andareis de dinero pero yo desde comencé el viaje hacia Melvont he tenido pocos ingresos y muchos gastos, solo me he encontrado con orcos pordioseros sin nada de valor, espero poder enbarcarme en una buena aventura aquí, pero hasta entonces creo que dormiré en la habitación más barata, si os parece buena idea podríamos compartir habitación.-

  A continuación mientras espera la respuesta de sus nuevos amigos, el guerrero intentar escuchar alguna otra conversación de otras mesas, con la esperanza de poder escuchar algún cotilleo interesante de la ciudad, o de alguna misión que requiera de sus servicios.

Escuchando a sus compañeros de viaje, ya ubicados en su mesa, el joven chaman alza la mirada y les dice.
- La comida y bebida esta noche la pago yo. No se preocupen, pues necesitamos estar bien alimentados para lo que le depara el destino a cada uno. Se toma un momento para llamar al tabernero.
- Buen señor, puede traernos a mis compañeros y a mi el plato del día por favor.
Khalam, esperaba que cada uno cuente su historia o parte de ella mientras cenaban, para poder conocer a quien tenía al lado.

Entonces a comer...

En el momento en que el posadero se dirigía al lugar donde estaba el grupo, Khalam escucha el fuerte golpe de una puerta que se abre y cierra con fuerza. Al observar al a la persona que entro y sus gritos de desesperación, el chaman se intrigo en saber que necesitaba y el porque de esa entrada dramática a la posada.
Sin consultar a sus compañeros de mesa, extendió su mano llamando al señor para averiguar que ocurría, pues si el grupo necesitaba oro, este sería un momento ideal para conseguirlo con un pequeño trabajito. Dado la vestimenta y sus artículos, podría ser un hombre acaudalado que engordarían las arcas del grupo.
- Buen señor, venga a esta mesa y póngase cómodo. Le dice.
Luego se dirige a sus compañeros.
- Este es el momento de hacernos conocer y crear una reputación. ¿No les parece?

Estoy de acuerdo contigo compañero.