Partida Rol por web

Al parecer Pelor desea que afrontes el desafío, pues no hace caso de tus plegarias. En cambio el semiorco y el elfo atacan sin importarles los dioses y sus oraciones, solo con la esperanza de poder acabar con la amenaza y vivir para cobrar la recompensa...

El hacha del semiorco hiende el aire de arriba abajo partiendo en dos mitades el cuerpo putrefacto y pasando a su través.

El elfo sigue a su compañero semiorco, pero con distinta suerte que éste. Su golpe no fue tan certero, pues no tenía tan claro lo que hacer ante tales enemigos.

Los zombis avanzan hacia los intrusos con paso lento, pero el zombi del elfo le alcanza con un golpe inesperado. 

Elmorn, todavía cubierto por sus compañeros, volvió a repetir sus oraciones con mayor intensidad. Esta vez sí que notó que tenía una comunicación directa con su dios y que le estaba escuchando. Sus labios se movía frenéticamente moldeando las palabras que formaban las plegarias que aprendió en el priorato.

Dench lanza otro golpe, esperando dañar a los no muertos.

A pesar de que el muerto le había herdio, el elfo no se dejó amilanar y siguió con el combate. Pero las heridas que había sufrido no le dejaban atacar con la precisión que quería con lo uqe no obtuvo algún resultado de los mismos.

El disco solar de Pelor irradia una luz intensa que da calor e ilumina el pasillo entero justo cuando Dench le corta un brazo a un zombi. Los zombis retroceden ante la luz hasta el final del pasillo tapándose los ojos con las manos descarnadas. Unas voces provienen desde dentro de las celdas rogando que los libereis, sacando las manos por los pequeños ventanucos intentando llamar la atención.

- Acabad con ellos. Les dijo a Dench y Annael. - Aprovechad ahora que están muertos pero de miedo. Yo mientras intentaré liberar a los prisioneros. No quiero acercarme a ellos y que el efecto de mi dios desaparezca como antes. Elmorn buscó la manera de abrir las celdas mientras sus compañeros acababan con los zombies.

Dench se lanzo una vez más a la carga, golpeando a otro de los zombies pero con menos contudencia que antes.

Annael emuló a su compañero semiorco y cargó contra los muerto vivientes que estaban al final del pasillo.

Dench clava el hacha profundamente pero el zombi no deja de lanzarle puñetazos demasiado lentos y fáciles de esquivar.

Al lado otro combate se libraba y la afilada espada del elfo consiguió rebanar la cabeza del zombi y acabar lo que dejó a medias el semiorco.

Dench esta apunto de resbalar con los líuidos putrefactos que surgen del muerto viviente.

Elmorn había estado también ocupado. Las celdas eran antiguas y los pestillos de hierro estaban oxidados y era difícil abrirlos. Cuando una de las celdas se abrió, un olor a podredumbre asaltó la nariz del clérigo y tres hombres salieron en tropel haciendo a un lado a su salvador.-Enciérralo por Mystra.-Los hombres se quedan en el umbral de las escaleras mirando con temor a la puerta. Dentro no hay mas que oscuridad. Acercas la antorcha para ver de que pueden huir esos hombres cuando un ruido muy fuerte te sobresalta. Al fondo del pasillo, el semiorco está tumbado en el suelo, encima de una sanguinolenta, pútrida y vomitiva masa de carne. 

Antes de poder levantarse un zombi se echa encima del semiorco, forcejeando para arañarle la cara, pero Dench sujeta sus brazos con las rotas e infectadas uñas a escasos centímetros de su cara.

Mientras Dench se debate en el suelo, el último zombie lanza un puñetazo torpe a la cara del elfo que para con el plano de la espada sin problema. 

Dench se debate contra el zombie, intentando apartar su pútrida boca de su cuerpo. sin embargo las heridas le habían restado vigor al poderoso semiorco y no era capaz de levantarse.

- ¡Ayudadme con este apestoso engendro!