Partida Rol por web

[ELdG]Brumas en lo más profundo

Día 22 del Éxodo - Lash Embrar

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07/02/2016, 20:49
1-Estado de los personajes

Varios días han pasado desde que Leiath curó a sus seguidores de los parásitos. Fueron convocados en la entrada de Narantyr... Loki vino a despedirse; Evea, para desdicha de Jadewo, no. Unos gólems de telaraña empezaron a envolver a cada uno de los viajeros en su propio capullo. Ellos no fueron conscientes, pero cada capullo quedó a modo de abdomen de otro gólem de telaraña, esta vez con forma de araña. Las delgadas patas distribuían el peso permitiendo a las estructuras de hebras transportar a los aventureros por encima del hielo sin quebrarlo, y por encima del agua del Mar Congelado sin hundirse.

E ignorantes de lo que pasaba a su alrededor, cubiertos de su propia mugre y acompañados de sus propias heces, permanecieron en su pequeño ataúd de telaraña sin presenciar la grandiosidad que suponía contemplar la ciudad de Lash Embrar en el horizonte...

Desde los puestos de vigilancia, los guardas divisaron a las arañas y encendieron los lanzallamas. Las hebras que envolvían a los capullos empezaron a arder. El peor parado fue el transporte de Onfale: los hilos se abrieron dejando entrar una oleada cruel y dolorosa de energía negativa. Una de las arañas señuelo, sin pasajero en su abdomen, "montó" a la araña de Onfale y enhebró su suda para remolcar el capullo de Onfale cerrándolo de nuevo a la energía del plano.

Mientras los lanzallamas seguían con su masacre, las arañas empezaron a escalar la pared del caparazón externo como pequeñas antorchas humeantes. En el interior de los capullos se sentía el calor. Era como estar cociéndose en una olla. Los gólems hundieron sus patas en las uniones de las placas metálicas del caparazón de la ciudad, y tiraron... el metal se dobló hacia afuera, permitiendo un hueco... peligroso: bajo la pared del caparazón había un muro de fuego mágico, que como una segunda piel, rodeaba cada planta.

Decididos, los gólem araña se arrojaron al fuego. No duraron ni un instante, se consumieron como una página de papel de seda en el agua. Los cuerpos de los viajeros ardieron varios pasos hasta llegar a un pasillo de piedra, que seguía a izquierda y derecha, a modo de corredor exterior, y varios túneles que se internaban en el corazón de Lash Embrar...

- Tiradas (3)

Motivo: Daño por energía negativa

Tirada: 1d8

Resultado: 6

Motivo: Daño por energía negativa a Onfale

Tirada: 2d6

Resultado: 7

Motivo: Daño por fuego

Tirada: 2d6

Resultado: 10(+7)=17

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08/02/2016, 03:38
Tybalt Marr

Aunque Tybalt iría con el grupo para ayudar con la misión de sabotear a Orcus, estaba claro que ya no era más que una herramienta que Kiaransalee y no como uno más. O por lo menos así se lo había hecho entender Onfale. Con aquel intento de empujón -la diferencia de tamaño a eso lo relegó- y esas amenazantes palabras así lo constaban. El tiflin frunció el ceño en señal de molestia, pero enseguida se resignó a mantener su papel de esclavo, respiró profundamente sin llegar a relajar completamente el rostro y evitó responder al perfumista. Había tomado una decisión y debía acarrear con las consecuencias. No tenía sentido dar explicaciones. No en este momento.

Hasta el momento de la partida hacia Tybalt había guardado las distancias. Incluso se mostró ausente en el apasionante momento en la vida de todo semi infernal en el que un golem de telaraña te envuelve en un capullo para iniciar un viaje que haría extrañar la travesía por las Llanuras del Hambre. Sin saber muy bien cómo ni después de cuanto, las cosas empezaron a animarse fuera del capullo que protegía al espadachín. Todo lo que supo es que la temperatura aumentó repentinamente hasta ver que un fuego de origen desconocido consumía su particular medio de transporte. Tybalt enseguida se deshizo del capullo que lo envolvía y rodó para apagar el fuego que ahora intentaba consumirlo a él. Cuando por fin extinguió las llamas, el tiflin se levantó sacudiéndose la ropa para apagar las últimas ascuas. -Bien, ¿qué hacemos ahora?- Preguntó con la disposición se supone debía tener dada su condición de objeto cedido.

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08/02/2016, 06:50
Leiath

Una vez más la ingénua Leiath pagaba caro su exceso de confianza. Había pensado que el viaje sería seguro. Que les depositarían a la entrada de la ciudad y ellos tan sólo tendrían que llamar a sus puertas. Pero no, el castigo al que les sometia Hala para expíar su culpa por lo ocurrido en Ravenloft no daba tregua.

Sucios, gravemente heridos, tirados como despojos en una ciudad desconocida llena de maleantes.

Flame, activa tu aura curativa, por favor- pidió la bruja a la guerrera.

Cuando terminase su efecto vería como habían quedado y procedería a curar las heridas que quedasen.

Qué sabemos de este lugar?- preguntó mientras esperaba los efectos al resguardo de la lagartona.

Notas de juego

El aura solo recupera hasta la mitad de PGs?

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08/02/2016, 18:31
Onfale

El perfumista comenzó el viaje mostrando una gran curiosidad que, poco a poco, se fue dejando paso al más sumo tedio. Lo bueno para Onfale es que era un hombre de grandes recursos. Si el viaje era largo, pues se entretenía repasando, una y otra vez, su lista de conjuros. Un mago nunca debía descuidar su memoria y se dedicaba a revisar la lista de esencias que llevaba consigo a todas partes. Echaba de menos el calor de sus tierras natales. Los vapores allí se elevaban con gracia hacia las fosas nasales, haciendo mucho más sencilla su identificación. En aquel maldito plano, gobernado por el más inmutable y perenne de los fríos, no había manera de que sus frasquitos de esencias adquirieran la textura óptima. Siempre tenía que frotar y frotar para calentarlos un poco.

- Ommmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm.- Las vibraciones guturales generadas por su garganta le ayudaban a meditar y soportar la incomodidad del viaje. La reverberación del sonido inundaba su cuerpo, en la postura del loto, siendo capaz de soportar la misma posición durante horas.  Estar dentro del golem de telaraña era como volver al vientre materno, aislado y protegido de todo mal. Se compadecía de aquellos cuya fortaleza mental no fuera suficiente para soportar tal aislamiento. Las horas pasaban y el perfumista comenzaba a no sentir ya su cuerpo, tal era la concentración que le permitía alcanzar aquella bella gema que Kiaransalee le había regalado. Casi podía verse por dentro, los músculos, los órganos, la energía que fluía por los chakras. Con cada exhalación expulsaba todo lo dañino y, se llenaba de positividad con cada aire exhalado. Todo fue más fácil al principio, antes de tener que convivir en aquel reducido espacio junto con sus propios excrementos. Pero tan sólo tenía que concentrarse al máximo y podría olvidarlo. ¿Y si superaba todo aquello y alcanzaba el nirvana? Empezaba a sentirlo ya. Un agradable calor que desentumecía su cuerpo y el torrente sanguíneo. Una energía que aumentaba escandalosamente a cada minuto que pasaba. Salvaje, notaba su avidez por consumir su cuerpo y elevarlo en cenizas para unirse así a la Esencia Universal que lo inundaba todo.

¡Oh, sí, llévame contigo y sácame de este horrible plano!- Se asustó cuando el aumento de la temperatura fue tal que le provocó un intenso dolor. Gritó, y escuchar su grito le indicó que no podía ser un efecto de la meditación. El golpetazo que se dio cuando su frágil cuerpo se posó con brusquedad en el suelo le trajo al mundo real. Abrió los ojos y comprendió lo que había pasado. Se creyó morir por ser tan estúpido y así casi había sido. Rodó por el frío suelo para apagar las llamas que luchaban por devorar sus ropas y su cuidado pelo y se incorporó en un estado lamentable.

- Joder con los dragones.- Imaginó que eso tenía que haber sido. Rápidamente localizó a los demás compañeros y, en menos de lo que canta un gallo estaba al lado de Leiath.- No podemos quedarnos aquí quietos. Hay que moverse y rápido.- Tenían que encontrar un refugio y luego, de alguna manera, hacerse pasar por aspirantes al las pruebas. Esta vez la Bruja de Hala no cometió el mismo error y esperó a que el aura curadora de Flame hiciera su efecto.

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08/02/2016, 20:15
Becky

El aura de Flame empezó a hacer efecto en los dos más heridos: los magos Alice y Onfale. Becky dió unos golpecitos en su cadera, y el cuervo Hollín salió del agujero dimensional de su nueva ama para posarse en el hombro de Alice.

Bueno, no ha estado mal...-dijo, sacudiéndose las cenizas de la ropa-Dolor, llamas... lo bueno de este infierno personal es que ha incinerado toda la mugre.

Sonido de pisadas. Los guardias van a reforzar las fisuras en las defensas con más vigilancia. No pueden quedarse más tiempo, empiezan a correr por uno de los corredores. Al cabo de unos segundos, su camino desemboca en un espacio amplio, un cubículo de grandes proporciones que recuerda a la plaza central de Galendure. No es más que un patio al que dan varias plantas de balcones.

Fuegos fatuos pululan por el aire enmohecido proporcionando iluminación. En ocasiones remolonean en torno a los viandantes, como jugando a molestar. La mayoría son humanos, demonios y no-muertos, que pasean tranquilamente. Bajando por unas escaleras, llegan a la plazoleta a ras de suelo. Un pasamanos a lo lejos, junto al muro, podría llevar a otro juego de plantas y balcones, o a un sótano. No sabrían decir si están a ras de suelo o en una planta intermedia de un lugar más grande. Quizás el techo sobre sus cabezas sea el suelo de una plazoleta similar.

Se pierden entre la muchedumbre, tratando de pasar desapercibidos. Entonces, alguien choca con Leiath y tienen un dejavú. Aquel hombre pasa de largo, sin parar a disculparse, y tal y como a Onfale le robaron la bolsa de contención en Galendure, la sacerdotisa comprueba que en su cinto es a ella a quien le falta esta vez el saquillo.

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08/02/2016, 20:34
Hugo

Antes de que se pongan a lanzar proyectiles mágicos y a matar ladronzuelos como la vez anterior, un segundo joven frena el paso del ratero y le agarra de la muñeca cuya mano sostiene lo robado.

Quietooo... ¿a dónde vas con tantas prisas? Esto no es tuyo.

Quita por la fuerza la bolsa de contención, y suelta la muñeca. El ladrón, que estaba tirando para zafarse, cae de culo, para poco después ponerse en pie torpemente y salir corriendo.

Hay que estar siempre con los ojos bien abiertos. Y hablando de ojos... bonitos los tuyos, muchacha-dice a Leiath, devolviéndole su bolsa de contención-. Mi nombre es Hugo. Mis amigos y yo íbamos a beber aquí cerca.

Señala a tres hombres más, unos quince pies a su izquierda. Son todos igual de jóvenes que Hugo, y que las chicas que forman el harén de Onfale. Más o menos atractivos, los tres parecen espectantes.

Os... ¿os apetece hacernos compañía, bellas damas? Vuestros amigos varones pueden acompañaros, si os sentís inseguras... solo vamos a echar unas risas a una taberna.

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09/02/2016, 07:06
Leiath

Leaith observó como le birlaban la preciada bolsa sin que ella pudiese ni reaccionar. Ya estaba preparándose para gritar como una posesa cuando un galán paró al ladrón.

La bruja no podía dar crédito. No solo se había esperado una escena parecida a la de la ciudad anterior, sino que ni se había imaginado encontrar un grupo de personas que pareciesen 'normales' en aquel maldito infierno. Además eran guapos y galantes.

Enseguida la jóven enrojeció por las amables palabras del desconocido héroe.

Gra, gracias caballero - dijo con una pequeña inclinación propia de una dama educada, aunque con la porquería que llevaba encima parecía fuera de lugar. Dándose cuenta de la horrible impresión que debía dar, se intentó atusar un poco el pelo y el vestido.

Aceptó la bolsa de las manos de su salvador, y con una risilla nerviosa aceptó su invitación;

- Yo soy Leiath, y estos de aqui son miembros de mi aquelarre. Nos encantaría tomar algo con vosotros, nos morimos de sed... verdad muchachos?

Miró hacia el resto de sus compañeros suplicandoles con la mirada que aceptasen la invitación.

Personas nomales! Por amor a Hala!

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09/02/2016, 10:16
Jadewo ap Janel

El viaje había sido largo, más solitario de lo que había podido imaginar, solo en persona y de sentimiento, encerrado largas horas en aquel capullo, roído por sus pensamientos.

Había empezado centrando sus esfuerzos mentales en repasar las enseñanzas de Espadarcana, pero invariablemente terminaba pensando en Evea y el maldito bastardo drow. Senía el frío y sordo odio reconcentrado en sus vísceras, teniendo largas horas para preocuparse y sufrir en silencio la sensación de su primer desamor.

No era un jovencito, pero la mayor parte de su vida la había pasado al lado de un elfo que le instruía en el arte de la esgrima y la magia, con poco margen para tratar a otras personas. Y poco tiempo después fue cuando conoció a Evea y el mundo se había desarrollado en un torbellino de a su alrededor, reaccionando a los acontecimientos, casi improvisando, sin ser dueño de su destino. Pero seguro al lado de Evea, quien le llenaba de dicha a pesar de las circunstancias... y ahora se había ido, le había dejado por otro. El joven se sentía herido.

De repente la realidad le permitió tener otras cosas más inmediatas en las distraer su atención.

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09/02/2016, 10:24
Jadewo ap Janel

Apenas se había recuperado de la repentina llegada al contacto con la realidad, cuando el joven se encontraba corriendo por los pasillos alejándose de guardas y fuegos fatuos, había cerrado la capa de Leiath procurando esconder más el símbulo de Hala, en un lugar como ese sería un auténtico problema rebelar la identidad de la devota. Asimismo guardó en el interior de su coraza el símbulo de Torm.

A pesar de los comentarios del bastardo, se sorprendió al encotnrarse con tantos humanos en la ciudadela. En un susurro comento a sus acompañantes.

-Recordad que a pesar de su aspecto, la mayoría de los asistentes a este evento son tan retorcidos y podridos por dentro como esos demonios o no-muer...

La intromisión del ratero cortó el hilo de las palabras del caballero, quien vió como un nuevo figurante aparecía en sus vidas, un tipejo que se presentaba como Hugo, quien estaba en compañía de otros compañeros.

-Estará bien tomar algo, cuando tengamos nuestros asuntos resueltos.- Dijo en respuesta a Leiath, no queriendo añadir más.

 

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09/02/2016, 10:30
Jadewo ap Janel
- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Averiguar Intenciones

Tirada: 1d20

Resultado: 13(+10)=23

Notas de juego

Averiguar intenciones, para ver si lo del ratero ha sido una artimaña del tal Hugo para hacer su llegada estelar, algo organizado entre él y el ratero.

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09/02/2016, 20:27
1-Estado de los personajes

El ratero se ha perdido entre la multitud en lugar de quedarse cerca, y parecía sorprendido de la presencia de Hugo. No era algo pactado. Pero sorprende cómo Hugo estaba colocado justo en su trayectoria de huída. Es como si dispusiese de algún tipo de poder mental para leer la mente, o quizás una precognición del futuro. De algún modo, pudo atajar la situación antes de que se produjese.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Engañar con un -5

Tirada: 1d20

Dificultad: 23+

Resultado: 20(+7)=27 (Exito)

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09/02/2016, 20:35
Hugo

Leiath... precioso nombre. Suena a poesía élfica. Te presento a mis amigos...

Ingenioso y divertido, cuenta los mejores chistes de todo Greyhawk. Su nombre es Arpanhoe 

Fuerte como un toro, regio como un león... sus padres le pusieron Keocratis 

Y por último, pero no por ello menos importante, el filósofo y sabio Merkadio, todo un poeta 

Pero no esperemos más, sería de mala educación hacer esperar al vino. ¿Me hacéis el honor, dulce Leiath?-Hugo ofreció el brazo en jarra, para que la sacerdotisa pudiese caminar a su lado cogido del brazo del joven.

El resto de muchachos también se acercaron, algo más tímidos, tratando de romper el hielo con el resto de las chicas. Jadewo parecía distante, como si aquel flirteo le recordase lo que él tuvo y dejó escapar. A buen ritmo, subiendo las escaleras un total de dos plantas, llegaron a una puerta coronada por un cartel de posada. No ponía nombre alguno (normal en los lugares concurridos en los que los viajeros de lugares dispares no comparten idioma), ni el Jabalí Sazonado, ni el Reino de la Cerveza. Aquel letrero tenía dos dibujos esquemáticos: una cama, y un jarro.

Sorprendió lo que les esperaba allí dentro...

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09/02/2016, 20:55
Mane

...y les dije... les dije...

Aquella voz familiar provenía de una de las mesas de una taberna concurrida. La clientela estaba compuesta por humanos, gnomos, grandes trasgos y demonios, pero en un pequeño rincón, en una pequeña esquina, llamaba la atención la presencia de tres esqueletos jugando a las cartas con él. La inconfundible ladilla por todos conocido (menos por Jadewo). El moco imperecedero colgando de la nariz. Olisk, o como se hacía llamar tras ser destruído en Dorvinia y perder la memoria, Mane.

...les dije, dije... ¿cómo era? Les dije... Esperarme aquí mientras voy a la ciudá a traer a alguien pá quitar el mecanismo de la brubuja. ¡Jajajaja! Seguro que esos pazguatos siguen esperando. ¡Pa-no-lis!

Mane arrojó una carta al montón en su animada esquina. Mientras, un draconiano con cara de malas pulgas, ubicado tras la barra, os señalaba con la mirada y un movimiento de mentón la gran mesa vacía de vuestra izquierda.

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09/02/2016, 23:47
Onfale

Se dejó reconfortar por el aura curativa de Flame como si de un baño de agua limpia después de una caminata por el desierto se tratase. Eso sí, todo a toda prisa. Le dio el tiempo justo para bajar el turbante y ocultar su gema magenta. Al irrumpir en la plaza tuvo lugar aquel incidente. A ojos del perfumista, bien podía ser aquello un truco para ganarse a sus doncellas, un truco vil y rastrero. Por si acaso aquellos galanes se habían pensado que las chicas iban solas el perfumista se hizo notar, al igual que había hecho Jadewo.

- Ejem. - Dijo impidiendo disimuladamente con su cuerpo que la Buuja de Hala se cogiera del brazo del tal Hugo.- Por vuestra presentación diría que formáis algún tipo de banda... - El perfumista hacía gala de sus exquisitos modales de gorbernante de un harén.- ...¿musical, quizás? Mi nombre es Onfale, perfumista de profesión y cuidador de las mujeres de este aquelarre.- Sobre todo de Leiath. Al presentarse miró a Leiath como advirtiéndola de que no podía mostrar su candidez a todo el que pasara por su vida. Ni siquiera le había curado y ya estaba mojando las bragas por unos desconocidos. Onfale podía apreciar también la belleza en un hombre sin avergonzarse, pues al ser eunuco, ni  lo uno ni lo otro le atraía en demasía, pero había que mantener la sangre fría.

Más en donde estamos.- Ya no les quedaba otra, si no querían llamar la atención, que ir a tomar un refrigerio. Lo que se encontraron allí no pudo ser más desagradable. Onfale trató de disimular su estupor y, sin darse cuenta, se alejó de Leiath y ya se había colocado junto al espadachín infernal. Su subconsciente le había traicionado derrumbando el muro de hielo que había puesto desde la reincorporación de Tybalt al grupo y eso le fastidió muchísimo. Pero ya a su lado le susurró discretamente.- Ese tiene la boca muy grande.

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10/02/2016, 00:16
Tybalt Marr

No tardaron en poner pies en polvorosa tras atravesar los muros de la ciudad de aquella manera tan peculiar para mezclarse con la multitud y pasar desapercibidos. El aura de Flame los iba curando de las quemaduras mientras correteaban por los desconocidos pasillos. Pronto se vieron rodeados de las gentes que habitaban en Lash Embar y Tybalt pudo ser testigo de la diversidad de su población. Los demonios no llamaron su atención pero sí reparó en la tranquilidad con la que se movían los humanos. También le sorprendió que por una vez unos no-muertos no se abalanzasen sobre ellos con cada paso que daban...

Entonces un nuevo percance llamó la atención del tiflin. Parecía ser que otro ladronzuelo quería llevarse el botín recuperado en Vadrian pero, antes de que ninguno pudiese reaccionar, un transeúnte anónimo detuvo al delincuente a la vez que aprovechaba el protagonismo para flirtear con Leiath. Aquel comportamiento hizo que, de entrada, no le cayese muy bien a Tybalt. El ceño fruncido en el rostro del mestizo era una respuesta muda al comportamiento de aquel desconocido pero, pese a su recelo, no intervino en ningún momento. No quería iniciar ninguna pelea así que simplemente optó por no alejarse de la bruja y vigilar bien a Hugo y sus amigos.

Y así fue hasta que llegaron a la susodicha taberna donde habían sido invitados. Todo transcurría con relativa normalidad hasta que una voz llamó la atención de Tybalt. Aquella voz pertenecía a alguien a quien, casi de manera inconsciente, habían decidido olvidar. En ese mismo instante Onfale se acercó para decir en un susurro lo que él mismo estaba pensando. ​-Sí... y sería muy descortés por nuestra parte no pasar a saludar, ¿no te parece?- Respondió en el mismo tono de confidencia al perfumista. Parecía que ese odio compartido hacia el no muerto había hecho más que medio año de sesiones de terapia de pareja para reconciliar, al menos de momento, al eunuco y al semiinfernal. Sin esperar siquiera a una respuesta, Tybalt se acercó hasta la mesa donde el Mane fanfarroneaba de haberlos abandonado  para ponerse a su lado y posar una mano en su hombre. -Pues resulta que no fue del todo así, 'viejo amigo'.- Le dijo a su espalda y agachandose un poco para no tener que alzar la voz demasiado. -¿Por qué no das por terminada tu partida y te reúnes con nosotros? Seguro que tienes muchas cosas que contarnos.- Le sugirió amablemente a su anterior guía.

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10/02/2016, 06:26
Leiath

Uh...- dejó escapar la bruja cuando Onfale, protector, se puso entre ella y Hugo.

La verdad es que no había pensado hasta aquel instante que todo aquello pudiese ser una trampa. Ella habría caído con los ojos cerrados.

Para no parecer del todo descortés, hizo lo propio presentando a sus amigos por el camino:

- Bueno, como bien dice, este es nuestro querido perfumista Onfale. Y diréis; 'cómo llevando un hombre que sabe de belleza y cuidados nos encontramos en este estado tan lamentable?'. No es culpa suya, es tan sólo que nuestra llegada a la ciudad ha sido algo accidenaday aún no hemos tenido tiempo de asearnos.

Este de aquí, es Jadewo -con un susurro cómplice añadió- le acaba de abandonar su novia así que cuidado con él que no creo que esté de muy buen humor.

La belleza pelirroja se llama Alice, y la que agarra tan fuerte el osito de peluche es Aire. El osito se llama Aristóteles y son inseparables - puntualizó con un guiño para señalar lo extraordinario de dicha relación-.

Luego tenemos a Becky, nuestra más dicharachera representante- dijo señalando a la maga rubia- y a Tybalt, que pese a su fiero aspecto es todo corazón.

Y por último, pero no menos importante para nuestro aquelarre; Flame... esa sí que tiene malas pulgas asi que os aconsejo tratarla con delicadeza.

Puff- dijo más relajada por haber terminado las presentaciones- a ver si podemos antes de tomar ese trago darnos un baño y ponernos en condiciones. Que debemos oler fatal...

Y así entraron en la taberna que había propuesto Hugo, Leiath se sentó con la alegría de una adolescente (había que recordar que solo tenía 17 años en realidad... o ya habría pasado su cumpleaños?) en la mesa esperando que se presentase el tabernero para padirle unas habitaciones donde poder asearse. Entre el grupo de atractivos hombres que la rodeaba y las ganas de descansar, le pasó desapercibida la presencia del Mane. Hasta que Tylbat se levantó. A dónde vá?- pensó.

Le siguió con la mirada hasta la mesa donde se encontraba el no-muerto. Entonces el rostro de la bruja cambió por completo.

Se levantó bruscamente y se puso a gritar:

-TÚ! MALDITO ENGENDRO TRAICIONERO! ME LAS VAS A PAGAR!

Quería ir a agarrar con sus propias manos ese cuello infecto y estrujarlo hasta que se desprendiese de la cabeza... y en eso estaba.

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10/02/2016, 20:39
Keocratis

¡JA! ¡Banda musical! Eso tiene gracia... Espera a oírnos cantar cuando llevemos unas copas de más, delgaducho-dijo a Onfale.

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10/02/2016, 20:41
Merkadio

Oh, no... más que banda, somos una pandilla. Nos criamos juntos, en el mismo pueblo. Hasta que se nos quedó pequeño y tuvimos que echar las alas a volar. Vuestra... vuestra amiga, ¿se encuentra bien?-dijo por Leiath, que en ese momento estaba corriendo como una loca detrás de Mane, trazando círculos alrededor de la mesa de los esqueletos.

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10/02/2016, 20:45
Mane

No nos pongamos melodremáticos, ¿eh, morena? No fue la cosa pá tanto.

En una de las vueltas, Mane cogió una silla desocupada y la blandió como quién trata de domar a una leona. Aún así, solo le valió para mantener las distancias, mientras seguía reculando por la periferia de la mesa.

Cuernitos, y tú podías ayudarme, ¿no?-dijo a Tybalt-Poca cosa voy a contar si esa desquiciada me pone las manos encima, y me hace trizas.

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10/02/2016, 20:56
Arpanhoe

Apuesto tres electrum a que esa fierecilla morena gana el combate-bromeó.